Actualizado 16 de septiembre 2025

La incorporación de herramientas de inteligencia artificial (IA) en la atención médica pone a prueba las concepciones tradicionales sobre lo que los pacientes deben saber acerca de su atención. A pesar de la importancia general del consentimiento informado, las herramientas de apoyo a la toma de decisiones (por ejemplo, lectores automáticos de electrocardiogramas, clasificadores de riesgo basados en reglas y resúmenes de UpToDate) no suelen discutirse con los pacientes, a pesar de que influyen en las decisiones de tratamiento.
Un artículo publicado en JAMA llega a las siguientes conclusiones que traducimos del original. Los profesionales de la salud tienen razón al hacerse preguntas sobre lo que los pacientes deben saber respecto al uso de la IA, pero no deberían enfrentarse a estas cuestiones por sí solos. Cuando una organización de salud decide implementar una herramienta de IA, debe determinar si es éticamente necesario informar o solicitar el consentimiento. Si lo es, la organización debe identificar los pasos a seguir para garantizar que esta política se aplique de forma coherente.

Decidir que no es necesario informar en el punto de atención no significa que las organizaciones no tengan obligaciones de transparencia respecto al uso de la IA. Dos acciones complementarias pueden ayudar a cumplir con estas obligaciones:

Transparencia pública:
Los sitios web de las organizaciones de salud y los materiales escritos que se distribuyen a los pacientes deberían explicar cómo se utiliza la IA para brindar una atención más segura, eficiente y de mayor calidad, así como para proteger el bienestar del personal. También deberían describir los tipos de herramientas de IA que están en uso actualmente y cómo la organización garantiza su uso seguro y responsable. Este tipo de transparencia responde al deseo de los pacientes de saber cómo la IA puede afectar su atención y puede ayudar a algunos a decidir dónde buscar atención médica. Además, refuerza los incentivos de las organizaciones para establecer procesos sólidos de gobernanza de la IA, de modo que tengan una historia convincente que contar sobre su responsabilidad.

Participación de los pacientes:
Las organizaciones de salud deberían explorar formas de involucrar a representantes de pacientes en los procesos de gobernanza de la IA. Por ejemplo, consultas estructuradas con pacientes que hayan tenido experiencias significativas en el sistema de salud y hayan recibido formación en IA pueden ayudar a garantizar que los líderes organizacionales comprendan las perspectivas de los pacientes en decisiones importantes.

Ambos pasos reconocen que, más importante que simplemente comunicar los riesgos de las herramientas de IA, es tomar medidas para minimizarlos.

Mello MM, Char D, Xu SH. Ethical Obligations to Inform Patients About Use of AI Tools. JAMA 2025; 334:767-70.