La osadía de la autoexperimentación

 



Veremos experimentos trascendentes en la medicina realizados por investigadores en sí mismos y que resisten a una sola calificación, coraje, arrojo, inconsciencia, o valor
1. Los que pagaron con su vida. Jesse W. Lazear (EE.UU. 1866- Cuba 1900) fue médico especializado en enfermedades infecciosas del Johns Hopkins Hospital. En 1900 se trasladó a Cuba con el ejército para estudiar la transmisión de la fiebre amarilla y con Walter Reed, James Carroll y Arístides Agramonte confirmaron la hipótesis de Carlos Finlay señalando a los mosquitos como transmisor de la enfermedad. Hizo picar a voluntarios sanos y el mismo con mosquitos que habían ingerido sangre de enfermos. Se enfermó y murió a la edad de 34 años. Los detalles fueron escubiertos años después, en una zaga detectivesca que vale la pena leer 1
2. Primero a pesar de todo y Nobel. Werner Forssmann (Alemania, 1904- 1979) nos sirve de ejemplo en esta categoría ya empleada en otro artículo 2 , por iniciar el cateterismo cardíaco bajo particulares circunstancias. En breve, hay mucho escrito, en 1929 Forsmann se insertó en la vena cubital un catéter uretral, esa era su especialidad, para llegar a las cavidades cardíacas 3. Si se podía en las vías urinarias ¿por qué no en el sistema circulatorio? Con la complicidad y el engaño a una enfermera Forssmann ya cateterizado se dirigió al servicio de rayos donde bajo el fluoroscopio comprobó que el catéter había alcanzado la aurícula derecha. Había querido llegar al ventrículo derecho pero la longitud del catéter se lo impidió. Después de la sorpresa inicial fue despedido por inconducta aunque se cuidó de publicar en una revista alemana su experimento, y luego de una vida con muchos cambios llegó al fin de la guerra como cirujano mayor del ejército alemán. Su técnica fue redescubierta al finalizar la guerra, mientras estaba detenido en un campo de prisioneros. Compartió el premio Nobel de 1956 con A.F. Cournand y D.W. Richards.
3. Barry James Marshall (Australia 1951) fue uno de los codescubridores del H. pylori como una de los principales causas de las úlceras pépticas. En 1984 luego de una endoscopía de control, era un investigador nato, Marshall ingirió un vial con la bacteria en cuestión. Después de varios días con un mal aliento notable, experimentado por su madre, se le realizó una nueva endoscopía que mostró una masiva gastritis y H. pylori en las lesiones gástricas. A las dos semanas comenzó el tratamiento con antibióticos. La justificación del experimento fue la ausencia de un modelo animal no humano para probar su hipótesis. Todo terminó bien, y en 2005 compartió el Premio Nobel con Robin Warren.
4. Leo Sternbach (EE.UU. 1908-2005) un químico estrella de la empresa Roche que sintetizó las benzodiazepinas y otras drogas. Según sus relatos y los de su esposa, probó en muchas ocasiones varias de las drogas recién sintetizadas a tal punto que la mujer, notando los efectos, le prohibió que siguiese con esa actividad 4. Si bien no se hizo rico, las 241 patentes que logró convirtieron en un Midas contemporáneo a Roche, el gigante de la industria farmacéutica. Stenbach figura en la National Inventors Hall of Fame de los EE. UU.
Dejamos en el tintero otros ejemplos de “auto conejillo de indias” que desafían al “observador indiferente” en experimentos muy peligrosos para la época. En las ingenuas advertencias que se realizan luego de un show peligroso se aconseja no sumarse a la lista, aunque el Código de Nuremberg exceptúa de una forma indirecta la auto experimentación 5. Coraje entonces.

1. Clements AN, Harbach RE. History of the discovery of the mode of transmission of yellow fever virus. J Vector Ecol 2017; 42:208-22. 2. Kotsias BA. ¿Quién fue primero? Medicina B Aires 2020; 80: 95-6. 3. Forssmann-Falck R. Werner Forssmann: A Pioneer of Cardiology. Am J Cardiol 1997; 79:651-60. 4. Paumgarten . Little helper. The New Yorker, 2003. En: https://www.newyorker.com/magazine/2003/06/16/little-helper; consultado abril 2020. 5. Código de Núrenberg. Tribunal Internacional de Núrenberg. Experimentos médicos permitidos. En: http://www.bioeticanet.info/documentos/Nuremberg.pdf; consultado abril 2020.