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MIOCITOS CARDIACOS Y T. CRUZI
PROBLEMATICA DE LA ENFERMEDAD DE CHAGAS
Simposio internacional. Academia Nacional de Medicina.
Buenos Aires, 19-20 abril 1999
RESPUESTA DE LAS CELULAS MUSCULARES CARDIACAS A LA
INFECCION CON Trypanosoma cruzi
Miriam
Postan1, MarIa Rosa Arnaiz2, Laura E. FicherA1
Instituto Nacional de
Parasitología Dr. Mario Fatala Chaben, Administración Nacional de
Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS), Buenos Aires
Key words: cardiac myocytes, cardiac cell proliferation,
Trypanosoma cruzi, nitric oxide, Chagas disease
Resumen
El
objetivo de este estudio es determinar la capacidad de respuesta de la
célula muscular cardíaca a la infección por Trypanosoma cruzi. Se
investigó el rol de la multiplicación de las células musculares en
la remodelación cardíaca, y su capacidad de producción de óxido
nítrico y control del parasitismo intracelular. Para ello, se
determinó la presencia del antígeno nuclear de proliferación
celular (PCNA) en los miocitos cardíacos de ratas Wistar infectadas
experimentalmente con T. cruzi, determinándose un aumento
significativo del número de núcleos PCNA+ en los animales infectados
agudos y crónicos. La capacidad de control del parasitismo
intracelular y de producción de óxido nítrico fueron evaluados en
cultivos primarios de miocitos cardíacos de ratas neonatas,
estimulados con citoquinas in vitro. El análisis del parasitismo
mostró que el número de miocitos cardíacos con amastigotes
intracelulares fue menor en los cultivos estimulados con IL-1b, TNF-a
e IFN-g. La producción de óxido nítrico fue mayor en los
sobrenadantes de los cultivos celulares estimulados con citoquinas,
tanto en los infectados como en los controles. Estos datos demuestran
que la célula muscular cardíaca participa activamente en la
respuesta del organismo durante la infección con T. cruzi.
Abstract
Myocardial
cell response to Trypanosoma cruzi infection. The aim of this study is
to establish the response of cardiac myocytes to the infection with
Trypanosoma cruzi. The role of myocardial cell proliferation on heart
remodelation and the ability of these cells to produce nitric oxide
and control intracellular parasite growth during T. cruzi infection
were evaluated. The presence of proliferating cell nuclear antigen
(PCNA) was determined in myocardial cells of Wistar rats infected with
T. cruzi, resulting in a significant increase of PCNA+ labelling in
all stages of disease. The ability of myocardial cells to control
growth of intracellular parasites and the production of nitric oxide
were evaluated in cultures of cardiac myocytes obtained from neonatal
rats. Different combinations of cytokines were added to culture media.
The number of cardiac cells displaying intracellular amastigotes was
lower in cultures supplemented with IL-1b, TNF-a and IFN-g than with
other cytokine combinations and controls. The addition of cytokines
resulted also in an increase of nitric oxide production in both
infected and non-infected controls. These results demonstrate that
myocardial cells participate actively in the response of the heart to
the infection with T. cruzi.
Dirección postal: Dra. Miriam Postan, Instituto Nacional de
Para-sitología, Avda Paseo Colón 568, 1330 Buenos Aires, Argentina.
Fax: (54-11) 4331-7142 E-mail: postan@inscha.gov.ar
Una de las manifestaciones más importantes de la enfermedad de
Chagas es el desarrollo de miocarditis aguda y crónica, con
alteraciones electrocardiográficas e insuficiencia cardíaca
progresivas e irreversibles1, 2. El corazón aumenta generalmente de
tamaño y a nivel histológico se observa degeneración y necrosis de
fibras musculares cardíacas, infiltrados inflamatorios focales o
difusos y fibrosis intersticial de variable intensidad1-5.
La patogenia de la miocarditis chagásica no es conocida aún en su
totalidad6-10. La mayoría de las investigaciones sobre la misma se
focalizaron en el estudio del parásito y del sistema inmune del
huésped en relación a la intensidad de la infección y al desarrollo
de la enfermedad. La detección constante del Trypanosoma cruzi en los
tejidos de los pacientes chagásicos crónicos indica el rol
determinante que tiene el parásito en el desarrollo de las lesiones
cardíacas11, 12. Estudios experimentales han demostrado que el T.
cruzi es una especie heterogénea, y que tanto el parasitismo
intracelular como el desarrollo de lesiones inflamatorias a nivel del
corazón dependen del aislamiento parasitario13, 14. Por otro lado,
también se ha demostrado que el sistema inmune del huésped es un
factor importante en el desarrollo de la miocarditis chagásica. La
presencia predominante de linfocitos T en los infiltrados
inflamatorios cardíacos y la mayor susceptibilidad al T. cruzi de
animales experimentales con funcionalidad deficitaria de estas
células indican la importancia de las mismas en el resultado de la
infección4,15-17.
El T. cruzi es capaz de infectar y multiplicarse dentro de la célula
muscular cardíaca, entre otros tipos celulares, donde es
frecuentemente detectado en todas las etapas de la enfermedad. Es a
éste nivel donde ocurren los cambios morfológicos característicos
de la miocarditis chagásica, tales como la necrosis celular, la
inflamación y el incremento de la masa muscular cardíaca. El
conocimiento de la respuesta del tejido miocárdico a la presencia
local del parásito y a la inflamación que ésta genera en los
tejidos es escaso.
Durante mucho tiempo se ha mantenido el concepto dogmático de que las
células musculares cardíacas eran células maduras de
diferenciación terminal, y que su multiplicación cesaba poco tiempo
después del nacimiento. Este criterio, sustentado en las
observaciones clásicas de la histología cardíaca, tiene las
limitaciones propias de esa tecnología. El desarrollo de técnicas de
mayor complejidad para la identificación de la actividad mitótica,
ha permitido demostrar la capacidad proliferativa de los miocitos
cardíacos, principalmente en cardiopatías isquémicas e idiopática
dilatada18-20. También se ha demostrado que los miocitos cardíacos
de individuos normales pueden proliferar, aunque con menor frecuencia
que en las patologías anteriormente mencionadas. Es posible que los
mecanismos de remodelación miocárdica descriptos en otras entidades
nosológicas, puedan estar también involucrados en la evolución de
la cardiopatía chagásica crónica. El objetivo de este estudio es
determinar la importancia del mecanismo de multiplicación de células
musculares cardíacas en el desarrollo de la lesiones chagásicas.
Para ello hemos investigado la presencia de una proteína
indispensable para la progresión del ciclo celular denominada
antígeno nuclear de proliferación celular (PCNA), en el corazón de
ratas infectadas experimentalmente con T. cruzi. Se utilizaron ratas
Wistar de 4-6 semanas de edad, las cuales fueron inoculadas
intraperitonealmente con 106 tripomastigotes del clon de T. cruzi
Sylvio-X10/4 obtenidos de cultivos celulares. Los animales fueron
anestesiados con éter y sacrificados por dislocación cervical a los
30 (8 infectados y 4 controles), 370 (8 infectados y 7 controles) y
515 (4 infectados y 4 controles) días post-infección (dpi)
respectivamente. Se tomaron muestras de diferentes áreas del
corazón, las cuales fueron fijadas inmediatamente en formol buffer al
10%, procesadas rutinariamente y embebidas en Paraplast. Se realizaron
cortes seriados de 3-5 µm de espesor, sobre los cuales se realizó la
técnica de inmunoperoxidasa, utilizando un anticuerpo monoclonal
anti-PCNA humano (PharMingen Laborato-ries, San Diego, California).
Los cortes histológicos se evaluaron al microscopio óptico
utilizando una grilla que comprende una superficie de 0,062 µm2 a un
aumento de 400X. En cada corazón se estudiaron 8 campos/pared
ventricular, comprendiendo una superficie total de 1,488 mm2/corazón,
incluyéndose igual número de áreas con y sin inflamación en los
animales infectados. En todos los campos se cuantificaron
independientemente el número total de núcleos de miocitos cardíacos
y el número de núcleos marcados positivamente con el anticuerpo
anti-PCNA. Los resultados de esta evaluación demostraron que el
número total de núcleos de miocitos cardíacos en los animales
infectados es inferior al de los respectivos controles, en las
diferentes etapas de la infección estudiadas (Fig. 1A). La
disminución del número de núcleos de miocitos cardíacos en los
animales infectados podría ser atribuido a la desaparición de fibras
miocárdicas, la presencia de edema e infiltración intersticial de
células inflamatorias y fibrosis, así como también a un posible
aumento del tamaño de las fibras miocárdicas (hipertrofia). El
número total de núcleos de miocitos cardíacos PCNA+ fué
significativamente mayor en los animales infectados a los 30 y 370 dpi
respecto de los controles (p<0,05; datos no mostrados). Sin
embargo, el análisis discriminado de las áreas inflamadas respecto
de las no inflamadas de los animales infectados, y los controles
separadamente, demostró diferencias entre las áreas inflamadas
respecto de los controles solamente (Figs. 1B y 2). No se encontraron
diferencias significativas entre el número de núcleos PCNA+ de las
áreas no inflamadas de los animales infectados, y los controles.
Estos datos demuestran claramente la participación del mecanismo de
hiperplasia celular miocárdica en la remodelación cardíaca, durante
la miocarditis chagásica experimental. La estrecha relación de la
hiperplasia con el proceso inflamatorio local indica una
participación de este último en el desarrollo de la patología
chagásica.
Otro objetivo de nuestro trabajo es determinar el rol de la fibra
miocárdica en el control del parasitismo intracelular. Recientemente
se ha demostrado que las células musculares cardíacas tienen la
capacidad de sintetizar la enzima responsable de la producción de
óxido nítrico (NOS) en forma constitutiva e inducible (cNOS e iNOS
respectivamente). La presencia de iNOS se ha descripto en cardiocitos
de ratas y ratones infectados con T. cruzi, sugiriendo que el óxido
nítrico (NO) podría tener un rol importante en la patogénesis de la
cardiomiopatía chagásica21, 22. Por otro lado, varios autores
demostraron que la capacidad tripanocida de los macrófagos activados
por citoquinas es mediada por el óxido nítrico 23,24. El presente
estudio está dirigido a determinar si la capacidad de los cardiocitos
de producir NO in vitro se altera por la infección con T. cruzi, y su
acción sobre el parasitismo intracelular bajo la influencia de tres
diferentes citoquinas, previamente estudiadas en la miocarditis
chagásica 25,26. Para ello se han infectado cultivos primarios de
células musculares cardíacas obtenidas de ratas Wistar neonatas con
el clon de T. cruzi Sylvio-X10/4. Se colocaron 50.000 células sobre
cubreobjetos contenidos en placas de 24 pocillos. Los cultivos de
miocitos cardíacos fueron infectados con 5:1 parásitos/célula y
luego de 4 horas de co-cultivo, los parásitos fueron extraídos
mediante lavados vigorosos, y las células cultivadas con el agregado
de 5, 10 y 20 ng de IL-1b/ml, 5 ng de IL-1b + LPS y 5 ng de IL-1b +
100 ng de TNF-a + 500 U de IFN-g. Se tomaron los sobrenadantes de los
cultivos a las 24, 48 y 72 horas, en los cuales se midió la presencia
de nitritos mediante la técnica de Griess, como un índice de
producción de NO. Luego de las 72 horas de cultivo, las células
fueron fijadas en metanol y coloreadas con Giemsa. El parasitismo
celular se evaluó al microscopio óptico, cuantificándose el número
de células parasitadas en muestras triplicadas, en un total de 600
células por tratamiento.
El análisis de los datos del parasitismo celular mostró que el
número de células conteniendo amastigotes intracelulares es menor en
los cultivos tratados con la mezcla de citoquinas IL-1b, IFN-g y TNF-a
que en los controles y en las células tratadas con IL-1b+LPS (Figs. 3
y 4)). No hubo diferencias en el parasitismo intracelular de los
tratados con IL-1b+LPS y los controles. El análisis de la producción
del óxido nítrico mostró un aumento progresivo de la concentración
de nitritos en el sobrenadante de los cultivos estimulados con
citoquinas, tanto de miocitos infectados como en los controles no
infectados (Figs. 5 y 6). La producción de óxido nítrico en los
cultivos de cardiocitos no estimulados (infectados y no infectados) se
mantuvo en el nivel basal, no modificándose por la infección. En
general, el incremento de los nitritos fué ligeramente menor en los
cultivos infectados en relación a los no infectados. El análisis de
la curva dosis-respuesta de la citoquina IL-1b mostró que no existen
diferencias significativas en la producción de nitritos entre las 3
dosis de la citoquina estudiadas. Por otro lado, el agregado de L-NAME
al medio, inhibe la producción de óxido nítrico por estos cultivos.
Estos datos demuestran que las células musculares cardíacas tienen
la capacidad de controlar la multiplicación intracelular del T. cruzi
ante el estímulo de determinadas citoquinas, y que la capacidad de
produción de óxido nítrico se afecta solo parcialmente por la
infección.
Los resultados obtenidos de estos estudios demuestran que el
compartimiento celular miocárdico no permanece pasivo, sino que
participa activamente en la respuesta del organismo a la infección
experimental con T. cruzi, utilizando diferentes mecanismos
biológicos, en asociación a la respuesta inmune. Esta participación
podría tener un rol fundamental en el desarrollo y la evolución de
la enfermedad de Chagas experimental.
Agradecimientos: Los autores expresan su agradecimiento a la
Dra. Elsa Leonor Segura, ANLIS, por su aporte cientifico, y a
Licenciada Raquel Quatrini por la ayuda técnica.
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1 Miembro de la Carrera del Investigador del CONICET (Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Técnicas);
2 Becaria del CONICET
Fig. 1.– A. Cuantificación de núcleos de células musculares
cardíacas en ratas infectadas con T. cruzi y controles. B.
Cuantificación de núcleos de células musculares cardíacas marcadas
positivamente para PCNA en ratas infectadas con T. cruzi y controles.
* indica diferencias estadísticamente significativa
Fig. 2.– Las microfotografías muestran la detección de PCNA en
fibras miocárdicas por inmunoperoxidasa en el miocardio de ratas
Wistar infectadas con T. cruzi. A: 30 dpi. Notar la presencia de
varios núcleos de fibras miocárdicas PCNA+ e infiltrados
inflamatorios (100X). B: 370 dpi. Núcleo PCNA+ en fibra miocárdica e
infiltrados inflamatorios intersticiales leves (200X), C: 515 dpi.
Nótese la disminución de la densidad de fibras miocárdicas, la
presencia de núcleos PCNA+ e inflamación y fibrosis intersticial,
50X D: Control no infectado, 25X.
Fig. 4.– Representación gráfica del efecto del tratamiento de
citoquinas sobre el parasitismo celular de cultivos de cardiocitos
infectados con T. cruzi
Fig. 5.– Representación
gráfica de la concentración de óxido nítrico en el sobrenadante de
cultivos de cardiocitos estimulados con IFN-g, Il-1b y TNF-a.
Fig. 6.– Representación gráfica de la concentración de óxido
nítrico en el sobrenadante de cultivos de cardiocitos estimulados con
diferentes concentraciones de IL-b1 beta.
Fig. 3.– Microfotografías de cultivos de cardiocitos infecta dos
con T. cruzi, 72 horas post-infeccion. A. Cultivo de cardiocitos
tratados con IFN-g + IL-1 b + TNF-a y B. Cultivo de cardiocitos sin
estimulación (control). Nótese el menor número de células
infectadas en el cultivo tratado con citoquinas
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