MEDICINA - Volumen 61 - Nº 4, 2001
MEDICINA (Buenos Aires) 2001; 61: 453-469

       
     

       
    oxigenoterapia EN Hipoxemia crónica

Fisiopatologia, diagnOstico y tratamiento de la hipoxemia crOnica grave. Rol de la Oxigenoterapia Crónica Domiciliaria

Jorge O. CAneva1, Claudio A. Rabec2, Maria C. De Salvo2, Juan A. Mazzei1

1Sección Neumonología, Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, Fundación Favaloro; 2Centro de Insuficiencia Respiratoria, División Neumonología, Hospital Tornú, Buenos Aires

Resumen

El propósito de este artículo es revisar los aspectos etiológicos y fisiopatológicos de la hipoxemia crónica grave (HCG) y precisar las indicaciones de la oxigenoterapia crónica domiciliaria (OCD). Tres hipótesis serán sucesivamente presentadas y analizadas: 1) La hipoxemia crónica grave es perjudicial para el organismo; 2) La OCD es por lo tanto beneficiosa; 3) La OCD no es tóxica ni implica riesgos mayores que los beneficios que aporta. La exposición prolongada a bajos niveles de O2 genera cambios que conducen a un aumento sostenido de la presión arterial pulmonar. Cabe señalar que la hipertensión pulmonar secundaria a la hipoxemia crónica es mucho más sutil y menos sintomática en su presentación que la secundaria a otras patologías, pudiendo manifestarse por signos de insuficiencia ventricular derecha. La causa más común de hipoxemia crónica es la enfermedad pulmonar obstructiva crónica; estos pacientes poseen un pronóstico desfavorable vinculado a la hipoxemia y sus efectos, siendo una PaO2 inferior a 60 mmHg uno de los factores predictores de mortalidad más precisos. Se analizan los criterios de selección de pacientes para el tratamiento con OCD, las diferentes fuentes de oxígeno domiciliario, los métodos de administración y por último se detalla la situación actual de la OCD en nuestro país y el mundo.

Palabras clave:hipoxemia crónica, oxigenoterapia crónica domiciliaria, hipertensión pulmonar hipoxémica

Abstract

Pathophysiology, diagnosis and treatment of severe chronic hypoxemia. Role of long-term oxygen therapy. The purpose of this article is to review the etiological and pathophysiological aspects of chronic severe hypoxemia (CSH) and to determine the indications of long-term oxygen therapy (LTOT). Three hypothesis are presented and analyzed: 1) CSH is harmful to the economy; 2) LTOT is therefore useful; 3) LTOT is not toxic and does not imply major risks than the benefits that it offers. Changes are produced by prolonged exposure to low levels of O2 leading to a sustained increase in pulmonary artery pressure. Secondary pulmonary hypertension (SPH) due to chronic hypoxemia is much more subtle and less symptomatic than that produced by other pathologies. Chronic obstructive pulmonary disease is the most common cause of CSH; these patients have a poor prognosis associated to the hypoxemia and its effects, being a PaO2 below 60 mmHg one of the most precise factors of mortality. Patients selection criteria for LTOT different sources for home oxygen therapy, methods of administration and finally an update of LTOT situation in our country and abroad are discussed.

Key words:chronic hypoxemia, long-term oxygen therapy, hypoxemic pulmonary hypertension

 

Dirección postal: Dr Jorge Cáneva, Fundación Favaloro, Sección Neumonología, Av Belgrano 1746, 1093 Buenos Aires, Argentina. Fax: (54-11) 4982-5700 e-mail: jcaneva@ffavaloro.org 

Recibido: 12-X-1999 Aceptado: 7-III-2001

 

Historia

Varios siglos transcurrieron hasta que la ciencia comprobó la existencia en la atmósfera de un elemento fundamental para los seres vivos: el oxígeno (O2). Dicho elemento fue descubierto durante la década 1770-1780 por el sueco Carl Wilhelm Scheel y el inglés Joseph Priestley. Ambos descubridores no sólo señalaron potenciales beneficios terapéuticos sino también la existencia de efectos tóxicos1. En 1777 el francés Lavoisier acuña el término oxígeno. El primer documento claro respecto de las aplicaciones médicas fue elaborado en 1798 por Boeddes y Watt, quienes establecieron en Inglaterra un instituto de administración terapéutica de dicho elemento. De todos modos no gozó de amplia aceptación en esos inicios. En 1840 se registraron los primeros usos en anestesiología1. En 1875, Von Linde logró la distribución del oxígeno en forma de gas comprimido. El primer uso reportado del oxígeno en el tratamiento de pacientes data de 1887. Durante la primera guerra mundial, la oxigenoterapia cobra una más firme ubicación terapéutica gracias a los trabajos de Haldane y Barcroft quienes establecen bases para su empleo a partir de los beneficios obtenidos en soldados con compromiso respiratorio por el uso de los gases tóxicos. Barach, Woodewel y Stadie en 1921 y 1922 señalan el interés de la oxigenoterapia en los pacientes portadores de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)2, siendo Campbell y Poulton quienes realizaron en un medio hospitalario los primeros ensayos en este tipo de enfermedad. En 1950 Comroe y Dripps plantean la hipótesis de la acción vasodilatadora del oxígeno sobre el lecho vascular pulmonar; años más tarde, en 1956, Barach en Estados Unidos y Cotes en Gran Bretaña demuestran la mejoría en la tolerancia al ejercicio en pacientes portadores de EPOC sometidos a oxígeno inhalado. Para la misma época Barach utiliza en este tipo de pacientes dispositivos transportables de oxígeno. En 1963 Chamberlain y Milhord reportan la utilidad del oxígeno para la reducción del hematocrito en pacientes con EPOC. En 1968 Abraham describe la disminución de la presión arterial pulmonar en pacientes bajo oxigenote-rapia prolongada.
Los progresos en el conocimiento fisiopatólogico y el desarrollo tecnológico asociado (oxígeno líquido transportable, concentradores de oxígeno), posibilitaron el uso del oxígeno a domicilio en los pacientes que así lo requirieran3. La evolución histórica de la oxigenoterapia crónica domiciliaria (OCD) a largo plazo en pacientes con EPOC ha transitado por diferentes etapas en la últimas dos décadas: la primera, a fines de los años 604 en la que se preconizaba su utilización de manera continua pero que no excediera las 12 horas diarias; en la misma época se discutía su ubicación respecto de la asistencia respiratoria mecánica (ARM) domiciliaria, no habiéndose definido hasta ese momento una clara indicación; la segunda etapa comienza a partir de las conclusiones surgidas de los trabajos multicéntricos, norteamericano NOTT5 y británico MRC6 que utilizaron grupos control, los cuales demostraron fehacientemente un aumento de la sobrevida en pacientes EPOC hipoxémicos tratados con OCD. El NOTT comparó dos grupos: uno tratado 24 horas/día, en forma continua (en la práctica se demostró que habían utilizado el oxígeno 18 horas/día), y otro tratado 12 horas/día, encontrándose diferencias significativas en términos de sobrevida a favor del primer grupo; este estudio se desarrolló durante un período de tres años. El MRC comparó a pacientes EPOC sometidos a 15 horas/día de oxígeno con un grupo control sin tratamiento, llegándose a la conclusión que el grupo tratado 15 horas/día mostraba mayor sobrevida que el no tratado; este estudio se desarrolló durante un período de 5 años. Los pacientes del NOTT eran ligeramente más añosos y no poseían retención de dióxido de carbono; la severidad de la hipoxemia en ambos estudios era similar y el grado de hipertensión pulmonar era moderado en ambos. La interpretación conjunta de los resultados del NOTT y el MRC permite establecer claramente el beneficio de recibir O2 15 horas/día en relación a no recibirlo, beneficio aun más notable si el paciente recibe 18 horas/día, con lo cual surge la propuesta terapéutica de indicar oxigenoterapia a largo plazo las 24 horas. En el NOTT se comparó la hemodinamia pulmonar al inicio y 6 meses más tarde, demostrándose reducción de la presión arterial pulmonar (PAP) en reposo sólo en el grupo tratado con O2 en forma contínua y en ejercicio en ambos grupos; cambios similares se observaron en la resistencia vascular pulmonar.
Un estudio posterior7 demostró incluso que la sobrevida de los pacientes hipoxémicos que utilizan la oxigenoterapia más de 19 horas/día se acerca a la de los pacientes no hipoxémicos a igual volumen espiratorio forzado en el 1er. segundo (VEF1).
El propósito de este artículo es revisar los aspectos etiológicos y fisiopatológicos de la hipoxemia crónica grave (HCG) y precisar las indicaciones de la OCD. Tres hipótesis serán sucesivamente presentadas y analizadas: 1) La hipoxemia crónica es perjudicial para el organismo, 2) La OCD es por tanto beneficiosa y 3) La OCD no es tóxica ni implica riesgos mayores que los beneficios que aporta. Por último, se detallará un análisis de la situación actual de la OCD en nuestro país y el mundo.

1) La hipoxemia crónica es perjudicial para el organismo

Efectos deletéreos de la HCG

1) Efectos sobre el árbol vascular pulmonar

Actualmente existen evidencias que la hipoxia aguda causa contracción a nivel precapilar del músculo liso de las arterias musculares pulmonares8, 9 a través de un efecto directo sobre el nivel de Ca++ intracelular. En el ser humano existe un incremento comprobado de la PAP cuando la PaO2 desciende de 60 mmHg. Por otro lado puede verificarse un aumento del 50% de la resistencia vascular pulmonar (RVP) con una PaO2 inferior a 50 mm Hg.9. La subsecuente relajación depende de la activación de mecanismos de transporte iónico que pueden ser modificados por la acción de hormonas circulantes. En contraste a lo que ocurre en respuesta a la hipoxemia aguda, la exposición prolongada a bajos niveles de O2 genera cambios adaptativos que conducen a un aumento sostenido de la PAP. Esta hipertensión arterial pulmonar (HTP) reconoce 2 mecanismos fisiopatológicos: 1) vasoconstricción (VC) persistente, 2) remodelación vascular10. La combinación de los 2 procesos lleva a un estrechamiento de la luz vascular que reduce el área vascular pulmonar al grado crítico necesario para el desarrollo de una HTP.
La VC persistente es mediada por la contracción vascular precapilar y representa un proceso potencialmente reversible. En muchos casos sin embargo la adición de altas concentraciones de O2 es incapaz de mejorar la hemodinamia a pesar de la mejoría de la PaO2. Esto ocurriría por un disbalance entre los componentes vasoconstrictores y vasodilatadores o por una alteración de los mecanismos de relajación. Estudios recientes se inclinan por esta última teoría9. El mecanismo subyacente sería una reducción en la producción de óxido nítrico (ON) mediado por la reducción de la oxido nítrico sintetasa (ONS); la síntesis basal de ON ha sido demostrada en muchas especies, incluido el hombre, como determinante de la baja RVP. El deterioro en la producción endotelial de ON como resultado de la hipoxia sostenida, puede reforzar el desarrollo de una HTP secundaria. Actualmente la atención se focaliza en la regulación de la ONS, tanto en las formas constitutivas existentes en el endotelio, como en las inducibles de las células inflamatorias. Es posible que la transcripción genética o la translación sean modificadas cuando las células endoteliales están expuestas a la hipoxemia crónica11, 12, y esto abriría perspectivas para una nueva intervención terapéutica.
La remodelación vascular es el segundo mecanismo implicado. Bajo condiciones de hipoxia crónica se ha demostrado una remodelación estructural de la circulación pulmonar que incluye: a) la deposición anormal de colágeno y elastina, b) una hipertrofia del músculo liso de la media y c) una diferenciación de los precursores, al estado basal pobremente desarrollados, de las células del músculo liso (neovascularización). Estos 3 fenómenos ocurrirían en ausencia de signos de toxicidad y necrosis: hay evidencias que sugieren la ausencia de procesos inflamatorios o regenerativos y se trataría solo de respuestas adaptativas, que no sólo resultarían en cambios en la RVP sino además en una disminución de la compliance de la pared vascular y un aumento en la reactividad vascular8. Finalmente existe una correlación positiva entre el engrosamiento intimal y la reducción en la liberación de ON13.
Otros factores capaces de aumentar la PAP en la EPOC son: la acidemia y la hipercapnia crónica, la pérdida del lecho capilar por destrucción pulmonar en el caso de enfisema y por último el aumento de la presión alveolar incrementada por la hiperinsuflación dinámica (cuyo testimonio es la PEEPi), elemento que cobra importancia sobre todo en presencia de un incremento del volumen minuto respiratorio como ocurre en el caso de ejercicio o de reagudización14.
No se conoce con precisión el umbral exacto de PaO2 alveolar que desencadena y perpetúa estos procesos; sin embargo pequeñas variaciones de la PaO2 pueden prevenir o retardar la evolución.
La HTP es definida por la American Thoracic Society como una PAP media superior a 25 mm Hg en reposo o 35 al ejercicio15. Sin embargo, otros autores la definen en presencia de una PAP media en reposo superior a 20, o de 30 medida al ejercicio16. Característicamente, la HTP de los pacientes hipoxémicos crónicos es mucho menos importante que la secundaria a otras patologías (en la HTP primaria es común encontrar valores de 50 a 60 de PAP media) pero no por eso menos grave en lo que se refiere a su repercusión funcional y orgánica16. Cabe señalar que una RVP aumentada, responsable de esta HTP hipoxémica tiene un claro valor pronóstico: frente a un RVP en reposo > 550 dyn.seg/cm5 la sobrevida a 3 años es nula, es decir un pronóstico similar al cáncer de pulmón inoperable15, 17. La evolución de esta HTP es progresiva14: en primer lugar existe un aumento de la PAP al ejercicio por la incapacidad de reclutar vasos en respuesta a un aumento del volumen minuto (VM). Con la evolución, y al instalarse los cambios estructurales de la vasculatura pulmonar se establece un aumento de la PAP en reposo, que no obstante se exacerba al ejercicio como consecuencia de un desplazamiento a la izquierda de la curva presión/volumen de los vasos. Es en esas circunstancias, donde un aumento mínimo del VM (fiebre, ejercicio) explica un aumento desproporcionado de la PAP
La historia natural de la HTP en la EPOC reconoce dos tipos de progresión: 70% de los pacientes presentan una evolución lenta –»grupo normorreactivo»– (aumento de < de 0.6 mmHg / año), y en el 30% restante la evolución es rápida –»grupo hiperreactivo»– (aumento de >2mm Hg/año)16, 18. Existen circunstancias en las cuales la HTP se agrava considerablemente: 1) Los episodios de reagudización de la insuficiencia respiratoria crónica (IRC): existe una correlación estrecha entre la caída de la PaO2 y el aumento de la PAP, sin duda ligada a la VC pulmonar hipóxica, 2) el ejercicio muscular, aún moderado, que se acompaña de un aumento significativo de la PAP. La razón principal es la incapacidad de adaptación de la RVP a un aumento del VM, esto es de la vasodilatación del territorio vascular pulmonar en respuesta al aumento del VM (lo que permitiría mantener una PAP estable) como ocurre en el sujeto sano. De esta manera un esfuerzo de 40 watts, que representa un consumo de O2 de 500 ml/min/m² y se traduce por una elevación de 100% del VM, entraña una duplicación de la PAP; 3) el sueño: la hipoxemia durante el sueño puede ser agravada por multiples factores a saber: la hipoventilacion, el aumento de la resistencia de la vía aérea superior, la reducción de la capacidad residual funcional y alteraciones en la relacion V/Q16. Los episodios de caídas de la PaO2 ocasionan aumentos «en espejo» de la PAP18, 19.
Estos aumentos «episódicos» de la PAP son generalmente sin consecuencias, pero en ciertos pacientes aceleran la evolución de la HTP y su consecuencia más temida: la aparición de cor pulmonale crónico(CPC).
El CPC es definido por la OMS como la «hipertrofia o dilatación del ventrículo derecho (VD) secundaria a enfermedades que afectan la función o estructura del pulmón a excepción de la insuficiencia ventricular izquierda»14. La HTP conduce a la disfunción sisto-diastólica del VD al elevar la postcarga y alterar la relación oferta/demanda de O2 al miocardio ventricular derecho. En estas circunstancias la oxigenoterapia a largo plazo sería beneficiosa en los pacientes capaces de incrementar el VM derecho. En síntesis: la HTP conduce a la reducción de la calidad de vida y la sobrevida en EPOC por intermedio del deterioro de la función ventricular derecha.
Por ultimo, cabe señalar que la HTP secundaria a la hipoxemia crónica es más silente y menos sintomática en su presentación que la secundaria a otras patologías, pudiendo manifestarse por signos de insuficiencia ventricular derecha, pero el síntoma más frecuente que debe alertar acerca de su presencia es una reducción progresiva de la tolerancia al ejercicio en ausencia de caída significativa del VEF115.

2) Otros efectos

- Poliglobulia: una tasa de hemoglobina (Hb) > 16 g/% en el hombre y más de 15 g/% en la mujer es un hallazgo frecuente en la hipoxemia crónica. No es necesario que la exposición a la hipoxemia sea prolongada: estudios recientes destacan que la poliglobulia puede ocurrir en pacientes con hipoxemia nocturna pero con una PaO2 diurna normal10. Un ejemplo concreto es el de los pacientes portadores de un síndrome de apnea sueño con una incidencia de poliglobulia de 10% en presencia de gasometría diurna normal. En un paciente EPOC poliglobúlico, la disminución de los valores de Hb es un excelente testimonio de la respuesta a la oxigenoterapia.
- Trastornos del ritmo supraventricular o ventricular: es característica su agravación durante los períodos de hipoxemia nocturna
- Manifestaciones neuropsicológicas: 85% de los pacientes EPOC hipoxémicos presentan al menos uno o más signos de deterioro neuropsicológico. Los más frecuentes son: manifestaciones depresivas, ansiedad, alteraciones cognitivas (notablemente sobre la memoria inmediata), dificultades en la expresión de emociones, en la atención, la capacidad de aprendizaje y la habilidad motriz10. Un 10% de los pacientes presenta polineuritis. Varias series confirman una mejoría significativa de estos síntomas luego de algunos meses de OCD10, 20-22.
El nivel de hipoxemia crónica a partir del cual sobrevienen consecuencias graves para el organismo no está bien definido. En realidad la PaO2 en un mismo individuo EPOC varía a lo largo del día, de un día a otro y en distintas condiciones, lo que hace difícil su caracterización. Se sabe que en los individuos normales una hipoxemia aguda compromete ante todo las funciones superiores. Con una PaO2 menor de 55 mmHg comienzan a notarse alteraciones del juicio. A medida que la hipoxia se agrava, existe una progresiva pérdida de funciones cognitivas hasta llegar al coma al descender por debajo de los 30 mmHg. En la hipoxemia crónica, sin embargo los mecanismos adaptativos son capaces de mantener el transporte de O2 con valores inferiores a 55 mmHg, adaptación que ocurre entre horas y días23. No obstante hay consenso en la mayoría de los autores que una PaO2 inferior a 55 mmHg durante mas de 8 horas / día es deletérea10. Veremos luego que éste es el umbral definido por la mayoría de los autores como criterio de inclusión en un programa de OCD22, 24, 25. Este valor se justifica ampliamente si se tiene en cuenta el carácter sigmoidal de la curva de saturación de la Hb: a ese valor una caída de 10 mmHg de la PaO2 se acompaña de una perdida de 15 a 18% en la SaO2.

Causas de hipoxemia crónica

La causa más común de hipoxemia crónica es la EPOC; estos pacientes poseen un pronóstico desfavorable vinculado a la hipoxemia y sus efectos, siendo una PaO2 inferior a 60 mmHg uno de los factores predictivos de mortalidad más importantes (Tabla 1).
En pacientes hipoxémicos de causa diferente a la EPOC los resultados son menos concluyentes y la indicación de OCD más controvertida. Ningún trabajo randomizado ha sido publicado hasta el presente que demuestre su eficacia. Sin embargo, algunos trabajos parecen sugerir un aumento de la sobrevida en pacientes portadores de enfermedad pulmonar intersticial difusa, bronquiectasias10, 17 y en los pacientes con secuelas de tuberculosis17. Sin embargo, con respecto a este ultimo grupo, la ventilación nocturna por mascara nasal ha demostrado ser más eficaz en términos de sobrevida que la OCD, como también parece ser el caso en los pacientes con insuficiencia respiratoria secundaria a patología de la caja torácica26.
No hay evidencias al momento actual que la ventilación nocturna por mascara nasal en el paciente EPOC ofrezca beneficios adicionales a la OCD en términos de sobrevida, mejoría clínica o numero de admisiones hospitalarias27, 28. No obstante, algunos autores señalan cierta mejoría en términos de eficiencia del sueño y calidad de vida en grupos seleccionados de pacientes. Por último, los resultados en términos de mejoría gasométrica en los pacientes EPOC con esta modalidad muestran resultados contradictorios26, 28, 29.
Un resumen de las alternativas terapéuticas en los pacientes hipoxémicos crónicos puede verse en la Tabla 2.

2) La oxigenoterapia es beneficiosa

Efectos de la OCD

- Sobre la HTP: la OCD de una duración mayor de 15 horas/día en pacientes EPOC ha demostrado revertir la progresión de la HTP en un porcentaje significativo de pacientes, pero la normalización de la hemodinamia pulmonar es raramente obtenida10, 30. Igualmente bajo OCD se asiste a una minimización de los aumentos «episódicos» de la PAP durante el sueño y al ejercicio.
- Sobre el hematocrito: característicamente, el cumplimiento adecuado de la OCD conlleva una reducción significativa del hematocrito en los pacientes EPOC poliglobúlicos10 .
El enlentecimiento en la progresión de la HTP sumada a la supresión de los aumentos «episódicos» de la PAP en relación al sueño y al ejercicio y a la caída del hematocrito, explican la significativa mejoría hemodi-námica en los pacientes bajo OCD, pudiendo limitar la evolución al CPC31. Sin embargo no se conoce el valor pronóstico de esta mejoría hemodinámica, ni si está relacionada con el aumento de la sobrevida secundaria a la OCD30.
- Sobre las alteraciones neuropsíquicas: existen evidencias de una mejoría de la calidad de vida, evaluada por índices psíquicos y psicosociales10, 20, 21, 32.
- Sobre las complicaciones: varios estudios han demostrado una reducción significativa en el número de hospitalizaciones, así como una disminución de la duración de las mismas en los pacientes EPOC bajo OCD10, 20, 21.

Objetivos de la OCD33, 34

- Corregir la hipoxemia sin inducir acidosis hipercápnica
- Mejorar la sobrevida
- Mejorar las funciones neuropsicológicas
- Reducir la policitemia
- Mejorar la calidad del sueño y prevenir los descensos bruscos de la saturación nocturna
- Prevenir el fallo ventricular derecho
- Mejorar la calidad de vida
- Mejorar la capacidad funcional y disminuir la disnea
- Disminuir las hospitalizaciones con la consiguiente reducción de costos en salud

Criterios e indicaciones de la OCD

Admitidas:

EPOC con PaO2 < 55 mmHg. (7.3 kPa)
EPOC con PaO2 entre 55 y 60 mmHg más signos de disfunción orgánica secundaria a la hipoxemia a saber:
- Policitemia (Hb superior a 16 g%)
- Evidencia clínica de cor pulmonale crónico o HTP
En ambos casos luego de un período de prueba que confirme la estabilidad clínica con tratamiento adecuado, kinesioterapia y suspensión del hábito tabáquico.
Estos son los criterios aceptados en regla general por la mayoría de los autores3, 10, 16, 23, 35-38 y responden a lo aceptado por los sistemas de seguridad social de los diferentes países en vista a su cobertura o reembol- so25, 35, 36, 39.

Discutidas:

Grupo 1: EPOC con PaO2 e/ 55 y 60 mm Hg sin signos de disfunción orgánica secundaria sobre todo si presenta:
- desaturaciones nocturnas significativas
- desaturación al ejercicio
Grupo 2: Enfermedad pulmonar restrictiva (fibrosis intersticial, neumoconiosis) con PaO2 inferior a 55 mmHg. (7.3 kPa), asumiendo que los efectos de la hipoxemia sobre la PAP son independientes de la etiología de la enfermedad pulmonar y teniendo en cuenta que aún no se han concluído seguimientos a largo plazo en patologías diferentes de la EPOC 40.
En el grupo 1, como veremos más adelante, se recomiendan investigaciones diagnósticas complementarias: test de ejercicio, estudio del sueño, eventual cateterismo derecho. En estos pacientes el monitoreo continuo de la SaO2 (MCSaO2) por la oximetría de pulso permite conocer sus variaciones y precisar los criterios de OCD. En síntesis el MCSaO2 permite apreciar exactamente la importancia de la desaturación y estimar mejor su gravedad. Resulta útil además su realización en el caso de los pacientes en los cuales la indicación de la OCD ya es cierta para detectar las situaciones más vulnerables (esfuerzo físico, digestión, y sobre todo el sueño), momentos del día en los cuales el oxígeno resulta más justificado. Es importante señalar, no obstante, que si bien la SaO2 por oximetría de pulso resulta interesante para evaluar los cambios dinámicos de la SaO2 en un mismo paciente, el valor absoluto de una o varias determinaciones puntuales para indicar una OCD es discutido por la mayoría de los autores si tenemos en cuenta una variabilidad de +/- 5% con respecto a los gases en sangre41. Este error es más importante cuanto menor sea el valor de la SaO2. El aporte de los exámenes complementarios a la institución de una OCD puede verse en la Tabla 3.
En el caso del grupo 2, si bien no hay estudios randomizados que certifiquen su eficacia, el sentido común sugiere que en estas patologías con grave pronóstico los pacientes se beneficiaran con una OCD. El conocimiento de que estos pacientes pueden también desarrollar severas hipoxemias nocturnas sugiere que el O2 puede jugar un rol importante durante la noche.
En vista de la ausencia de trabajos randomizados y controlados demostrando su eficacia, una PaO2 > 60 mmHg no es criterio de OCD42, 43. En este grupo de pacientes quedó demostrado que la administración de oxígenoterapia a largo plazo no prolonga la sobrevida44 ni la calidad de vida45 ni modifica el curso evolutivo de la enfermedad46. A pesar de las evidencias antedichas, un estudio francés demostró que el 18,5% de los pacientes bajo OCD tenían una PaO2 > 60 mm Hg al momento de la prescripción 47. Se discute hoy día la indicación de una oxigenoterapia nocturna (ONo) en el paciente con una PaO2 > 60 mmHg y signos de disfunción orgánica (HTP) relacionados con desaturaciones nocturnas10, 18. Si bien esta indicación es aceptada en varios países, no hay acuerdo sobre el criterio de instauración y sus efectos benéficos, y sólo un estudio ha demostrado mejoría de la sobrevida en los desaturadores nocturnos tratados con oxígeno comparados con un grupo control sin tratamiento46, 48, 49. En una situación similar de incertidumbre se halla la indicación de oxigenoterapia en ejercicio en los pacientes con PaO2 > 60 y desaturación significativa (SaO2<86%) a la marcha25, 47, 50.
De todo lo precitado puede inferirse que la PaO2 es un elemento esencial para proponer una OCD pero una única determinación no basta para definir su indicación: es necesaria la determinación del estado estable incluyendo un período de prueba, que para diferentes autores oscila de 3 semanas a 3 meses34, 37, 51. Esto tiene valor sobre todo si la determinación gasométrica fue hecha en pacientes luego de una exacerbación donde la lógica hace pensar que los valores de PaO2 no correspondan al estado estable. Aún en pacientes catalogados como «en estado estable» se impone un período de prueba ya que del 33 al 45% no cumple los criterios de OCD a distancia de una primera determina- ción38, 52.
La mayoría de los autores coinciden en no indicar la OCD a los pacientes que continúan fumando (lo que puede verificarse con dos determinaciones de carboxiHb > de 3% realizadas con 2 semanas de diferencia); esta decisión se basa en haberse conocido casos de pacientes que fumaban al mismo tiempo que recibían O2, con el consiguiente riesgo de combustión y sus consecuencias, no habiendo evidencias de que el pronóstico mejore bajo OCD en quienes continúan fumando y por último para no movilizar fondos de los sistemas de seguridad social destinados a pacientes que no se beneficiarán con la terapéutica. No obstante, es de destacar que no existe acuerdo global sobre el tema y en las recomendaciones del consenso argentino recientemente publicado no se establece como condición para la prescripción de OCD la suspensión del tabaquismo25.
Por ultimo, la indicación de OCD requiere una cooperación y disposición del paciente y de su entorno como así también una evaluación cuidadosa del medio social y habitacional, elementos indispensables para el mantenimiento a largo plazo de la terapia.

Duración de la OCD y determinación del flujo de O2

La duración de la oxigenoterapia debe ser de al menos 15 hs/día incluyendo el período nocturno (teniendo en cuenta la exacerbación de la hipoxemia durante el sueño y los descensos bruscos de la saturación nocturna)6, 32, aunque otros autores postulan un mínimo de 18 horas/día 22. Por otro lado, una OCD eficaz no debe dejar intervalos libres de O2de más de 3 horas y resulta más efectiva en términos de sobrevida cuanto mas horas/día sea utilizada. Para ejemplo de ello baste la frase que corona las conclusiones del NOTT: «..parece evidente que algo de O2 es mejor que nada y que una oxigeno-terapia continua es mejor que una nocturna, al menos en los pacientes severamente enfermos»5.
En relación al flujo de O2 cabe destacar que bajos flujos (entre 1 y 3 l/min por bigoteras o su equivalente por máscara, una FiO2 aproximada entre 24 y 32%) son generalmente suficientes para asegurar una PaO2 superior a 60 mm Hg sin entrañar una hipercapnia peligrosa22, 27. Esto resulta lógico si se piensa que el principal mecanismo de hipoxemia en la EPOC es un desequilibrio V/Q. Distinto es el caso de las fibrosis intersticiales y secuelas mutilantes, donde altos flujos de O2 son por lo general necesarios10, 24.

Fuentes de oxígeno y métodos de administración

Una vez determinada la indicación de OCD es preciso decidir cual de las tres fuentes de O2 se indicará: O2 gaseoso, concentradores de O2 u O2 líquido1, 53. Se debe tener en cuenta para su elección la duración de la utilización a domicilio, el flujo requerido, el posible uso ambulatorio, el área geográfica de residencia y el interés del paciente por actividades físicas y sociales.
El O2 gaseoso es la primera forma históricamente disponible para la OCD. Se suministra habitualmente en cilindros cuyo peso oscila entre 20 y 100 kg; poseen un manómetro reductor de presión; a un flujo de 2 l/min un tubo de 6 m3 (6000 l) dura 50 horas. Su peso impide que sean portátiles y existe una dependencia absoluta con la casa proveedora a los fines del recambio de cilindros. Poseen ventajas tales como ser un sistema confirmado como confiable a través del tiempo, con redes de distribución ya desarrolladas. Sus desventajas son el hecho de ser una fuente fija, el recambio frecuente y el almacenamiento exagerado, que obliga al paciente a depender de los cilindros. Esta modalidad esta cayendo en desuso progresivo pero existe un interés renovado a partir del desarrollo de los sistemas ahorradores de O2. Hay también cilindros portátiles que presentan beneficios similares a los que poseen los fijos y pueden complementar a los concentradores. Se trata de pequeñas botellas de 0.4 m3 de O2 gaseoso (3.2 kg), que pueden ser utilizadas como fuente portátil transportándose en mochilas, con una autonomía de 2 horas 20 min. a un flujo de 2 l/min, siendo un recurso efectivo para la oxigenoterapia de deambulación en pacientes que utilizan concentra-dores como fuente principal3, 23. Otra alternativa para la deambulación, ésta más difícil de manipular, son los tubos de 1m³ desplazadas con un carrito de deambulación (9 a 11 kg dependiendo si la botella es de aluminio o de acero) con una autonomía de 5 a 8 horas54. Las desventajas de estos cilindros portátiles son la escasa autonomía que brindan y la dificultad para su rellenado. Estarían indicados en los pacientes con limitada capacidad de deambulación que usan concentradores como fuente fija.
La segunda fuente disponible son los concentradores de O2, equipos de escaso peso y volumen, verdaderos productores de O2 domiciliario cuyo trabajo consiste en comprimir el aire ambiente, pasarlo por un tamiz molecular de una sustancia denominada zeolite que posee la capacidad de adsorber el nitrógeno y generar de este modo un gas con una concentración que debe ser superior al 95% en oxígeno. Las ventajas son que no se requiere un circuito de distribución por parte de las empresas proveedoras (como para la forma gaseosa o liquida) y es el más económico de los tres. La desventajas son que la instalación es relativamente fija y por tal motivo no es apto para el cumplimiento de actividades físicas, no resultando útil por tanto para planes de rehabilitación que incluyan la marcha, el excesivo ruido que producen y por último su consumo de electricidad (250-500 w/h). Además son efectivos hasta un flujo de 4.5 l/min, ya que mas allá de ese flujo la concentración de oxígeno desciende sensiblemente10. Su indicación preferencial es el caso de aquellos pacientes que viven en áreas geográficas desfavorables o alejadas de los centros urbanos y aquellos que posean limitación o incapacidad para deambular.
La tercera fuente es el oxígeno líquido. A fines del siglo pasado Von Linde logra la licuefacción del aire ambiente enfriándolo y comprimiéndolo repetidamente. Con el fraccionamiento de este aire se obtiene el componente de O2 líquido el que desde entonces es usado con fines industriales; paralelamente se iniciaron sus usos médicos y en 1940 en Francia se realiza la primera instalación de O2 líquido. Su uso a domicilio comienza con pequeños recipientes, pero el costo inicial facilitó el desarrollo del O2 gaseoso en cilindros. Posteriormente, a fines de los 70, vuelve a potenciarse el uso del O2 líquido para el domicilio, principalmente para facilitar el cumplimiento de la prescripción, mejorando la posibilidad de deambulación y teniendo en cuenta la gran capacidad de almacenamiento que esta forma ofrece: 1 l de O2 líquido equivale a 850 l de O2 gaseoso. El O2 líquido resulta de gran utilidad durante la deambulación para corregir la hipoxemia vinculada el esfuerzo. Como se dijo previamente, la oxigenoterapia de deambulación puede también hacerse con O2 gaseoso, pero los recipientes son en general mas pesados y su autonomía mas limitada55, 56. El paciente dispone de un recipiente de almacenamiento que es un depósito de reserva de aproximadamente 40 kg de peso conteniendo 28 l de O2 líquido (17000 l de gas) que debe ser recargado cada 8 a 10 días; éste sirve como carga al portátil, conocido con el nombre de mochila o «stroller» de un peso de 4 kg. conteniendo 1.35 l de O2 líquido (1147 l de O2 gaseoso) y que garantiza una autonomía de 8 horas a un flujo de 2 l/min3, 10. El sistema es silencioso y de una autonomía considerable, la transferencia de O2 de la fuente fija al stroller no es un proceso difícil y puede ser realizado por el paciente, previa educación, y resulta claramente superior al O2 gaseoso 10. Sin embargo, es necesario un sistema complejo de transporte por lo que no esta indicado para los pacientes alejados de los centros de distribución, requiere un control mensual de la fuente (por posibilidades de obstrucción en el circuito que produzca caída del flujo) y además resulta la fuente mas onerosa de las tres57. Es el único medio actualmente disponible capaz de asegurar a los pacientes suficientemente válidos y que deseen conservar una cierta autonomía, una OCD durante un lapso mayor de 15 hs/día permitiéndoles cumplir programas de rehabilitación. Se ha demostrado un aumento significativo de la compliance a la terapéutica con esta fuente, lo que conlleva probablemente a una disminución de la mortalidad43, 58. A modo de recomendación, entonces, esta forma de oxigeno-terapia debe indicarse a los pacientes que posean autonomía y deseos de deambular y buen cumplimiento de la prescripción (por el costo que esta prestación implica), y previa demostración que el O2 portátil mejora la hipoxemia durante el ejercicio, para lo cual es necesario realizar un test de esfuerzo como el de los 6 minutos de cami-nata.
Un resumen de las ventajas e inconvenientes de cada método y de sus indicaciones preferencias puede verse en la Tabla 410, 59.

Métodos de administración

Los métodos de administración de O2 son las vías a través de las cuales llega el mismo desde la fuente hasta el paciente. Estos se dividen en convencionales y no convencionales1, 53.
Las formas convencionales son las formas históricamente más utilizadas: bigoteras nasales, catéter nasofaríngeo y máscaras.
Las bigoteras nasales son el método de elección para la OCD. Ha quedado demostrado que la tolerancia a las mismas es superior a la máscara facial tipo Venturi60. Consisten en pequeñas cánulas apareadas que se colocan en las narinas penetrando entre 0.5 y 1 cm de simple manejo, bajo costo y bien toleradas cuando se utiliza un flujo menor a 3 l/ min. Sin embargo con flujos mayores de 3 l/min puede originar sequedad de mucosas por lo que se requiere humidificación10. Pueden ser incorporadas a los armazones de los anteojos, mejorando sensiblemente la estética. Sin embargo, este montaje es útil solamente durante el día y resulta relativamente oneroso61. La FiO2 depende del patrón ventilatorio (flujo inspiratorio y volumen minuto respiratorio)23 y del flujo de salida, pudiendo calcularse la FiO2 de forma aproximada por la fórmula siguiente:
FiO2 = 20 + [4 . flujo (l/min)]
Sus inconvenientes son su carácter poco estético y la pérdida de eficacia terapéutica con el desplazamiento del mismo o con la respiración bucal.
El catéter nasofaríngeo se coloca atravesando la fosa nasal, de tal modo que el aporte de O2 se hace directamente a la faringe con lo que mejora la eficacia de la oxigenación durante la respiración oral. No obstante, es poco frecuente su uso domiciliario siendo poco estético33. Su colocación es desagradable y es indispensable una fijación con tela adhesiva sobre la nariz. Es por lo general necesario humidificar el O2, ya que las fosas nasales no participan en la humidificación. Existe además el riesgo de ruptura esofágica si se produce un alto flujo inesperado. Otros efectos indeseables, tanto de las bigoteras como de los catéteres nasofaringeos incluyen: epistaxis y alteraciones del gusto y del olfato10.
Las máscaras son hoy en día de uso excepcional a domicilio. Son el método menos estético, el más inestable, generalmente son mal toleradas, generan limitación para comer y hablar llevando al paciente al retiro de las mismas con el consiguiente incumplimiento de la terapéutica. Se las utiliza cuando se pretende administrar O2 de forma más controlada y por sobre todo a altas FiO2, como ocurre en los episodios de insuficiencia respiratoria aguda. Las máscaras que pueden utilizarse son las de tipo Venturi.
El O2 puede además adicionarse a través de diferentes dispositivos ventilatorios: a presión positiva intermitente, acoplada a una CPAP o a nebulizadores para la administración de fármacos.
Las formas no convencionales de administración de O2, llamadas también sistemas conservadores o ahorradores de O2, se han desarrollado en la ultima década e incluyen el catéter transtraqueal (O2 tt) y los dispositivos o válvulas ahorradoras de O2. En general estos sistemas han sido concebidos para aumentar la eficacia de la OCD, disminuir el consumo y por consiguiente los costos61, 62. Su utilización es fundamentalmente propuesta en 4 situaciones: 1) para optimizar la oxigeno-terapia de deambulación (posibilidad de utilizar equipos portables más livianos y de incrementar la autonomía22, 49, 72); en este caso las 2 alternativas terapéuticas son la oxigenoterapia líquida con un sistema conservador o la utilización de un concentrador, complementado al esfuerzo con O2 gaseoso utilizado con un sistema economizador 2) para administrar O2 a pacientes que requieren un flujo mayor a 3 l/min10, 61, 3) en pacientes en los cuales los métodos tradicionales son insuficientes para corregir la hipoxemia (esta última indicación se aplica especialmente al caso de la O2 tt), 4) para disminuir los costos en pacientes que utilizan oxigeno líquido (en este caso pueden aumentar la autonomía hasta 12 horas)63. El uso de estos sistemas no se justifica si la fuente es un concentrador, dado el bajo costo de producción de O2 del mismo.
El catéter transtraqueal fue desarrollado por Heimlich en 1982 partiendo de la hipótesis que este sistema permitiría obviar el espacio muerto anatómico y disminuir los requerimientos de O2. Es un dispositivo que se coloca por vía percutánea bajo anestesia local a la altura del 2° anillo traqueal, utilizándose una guía y un dilatador. Luego de un período de epitelización queda formado el ostoma que le permite al paciente colocar y retirar el catéter para su higiene. Tiene un diámetro interno de 2 mm ingresando en la luz traqueal y realizando un trayecto de 10 cm., quedando su extremo a 2 cm. de la carina. Permite un ahorro de O2 de hasta un 50% comparado con la bigotera. Su mayor eficacia se basa en 3 principios: 1) la ausencia de pérdida por reflexión a nivel de las narinas, 2) la disminución del espacio muerto (menor dilución del O2 al evitarse el espacio muerto de la vía aérea superior, 3) al rol de la tráquea como reservorio de O2 durante la fase de «flujo 0» de la espiración, de manera que una mezcla mas enriquecida en O2 es inspirada durante la fase inicial de la inspiración sin aumentar la hipercapnia10, 62. El catéter es radiopaco, lo que permite el control radiológico para verificar su posición y posee la ventaja que la cantidad de O2 administrado no varía con el patrón ventilatorio. En los últimos años se concibió una tunelización subcutánea, ingresándose por la región subxifoidea, desplazándose la tubuladura por la región preesternal hasta llegar la punto del ostoma traqueal donde ingresa el catéter a la vía aérea. Algunas series demuestran que el O2 tt mejora la compliance al tratamiento, disminuye el trabajo respiratorio, y aumenta la tolerancia al ejercicio64. Por otro lado es el sistema mas estético, dado que su ingreso a nivel cutáneo puede ser disimulado por la vestimenta, siendo su índice de aceptación del 97% en pacientes seleccionados65. Sus desventajas son su carácter invasivo, el alto requerimiento de atención por parte del paciente y del equipo tratante, la necesidad de supervisión periódica por la potencial obstrucción con secreciones o acodamiento de su trayecto (elementos importante ya que puede generar ineficacia del tratamiento dado que el paciente es incapaz de percibir la caída del flujo de O2); asimismo pueden ocurrir hemorragias, enfisema subcutáneo, infección local o irritación65. Requiere un particular cuidado por parte del paciente, que debe ocuparse de la higiene del catéter diariamente66. Hay incluso 2 casos reportados en la literatura de muertes por complicaciones secundarias al O2 tt 67, 68. El tipo de catéter, la educación y el nivel de comprensión del paciente resultan críticos en el riesgo de complicaciones. Estas complicaciones y desventajas ameritan privilegiar otros sistemas ahorradores y reservar el O2 tt para pacientes seleccionados.
Los otros dos sistemas conservadores de O2 son los dispositivos «a reservorio» y los sistemas con válvulas a demanda:
Los sistemas «a reservorio» consisten en bigoteras nasales ligadas a un reservorio de entre 20 y 40 ml. que se llenan de O2 al 100% durante la espiración. Esto garantiza una FiO2 significativamente mayor al inicio de la inspiración. Los hay de 2 tipos: el tipo «bigote» en la cual el reservorio esta ubicado a los lados de las narinas, cubriendo el área del bigote (Oxymizer®) y el tipo collar que se ubica en la pared anterior del tórax pendiendo del cuello (Oxymizer pendant®) y que tiene la ventaja que puede estar oculto por la vestimenta, lo que lo hace estéticamente mas apto62, 63, 67, 68. Se ha demostrado que estos sistemas mejoran la protección contra la desa-turación durante el ejercicio en los EPOC69.
Los sistemas de válvula a demanda (Pulsair®, Oximatic®) son dispositivos que se intercalan entre la fuente de O2 y el paciente y tienen la particularidad de liberar O2 exclusivamente durante la fase inspiratoria. Pueden ser activados, ya sea por una diferencia de temperatura o por la generación de una mínima presión negativa62. Sus desventajas incluyen la necesidad de un complejo dispositivo mecánico - electrónico expuesto a defectos de funcionamiento y el hecho de utilizar una batería que debe ser cambiada o recargada frecuentemente. Además el ruido generado por la apertura de la válvula puede generar disconfort en algunos pacientes62.
Tanto uno como otro sistema pueden ser utilizados con todas las fuentes de O2 tanto en reposo como en ejercicio, y permiten un ahorro de O2 de entre el 40 y el 70%62. Es interesante señalar, no obstante, que el sistema con válvula a demanda de oxígeno resultó menos efectivo que el aporte contínuo del mismo en evitar la desaturación al ejercicio70. Estos sistemas pueden ser también utilizados a nivel hospitalario con el objeto de ahorrar a gran escala O2 de la red.
Una comparación de los distintos sistemas puede verse en la tabla 5.
Una aproximación a las fuentes y métodos de administración a elegir en diversas situaciones puede verse en la Tabla 6

Pronóstico bajo OCD

Como se dijo con anterioridad, ya a principios de la década del 80, el NOTT 5 y el MRC6 demostraron una mejoría significativa de la sobrevida bajo OCD. Sin embargo muchos autores coinciden en señalar que el pronóstico vital de los EPOC severos, bien que mejor bajo OCD, sigue siendo pobre, con una media de sobrevida estimada en 3 años6, 71. No pueden aventurarse cifras globales de sobrevida, ya que ésta depende críticamente de la causa de la HCG, siendo peor el pronóstico en los portadores de enfermedades intersticiales difusas 71. Los factores que correlacionan con mal pronóstico son: una Hb superior a 16 g%, una relación DLCO/VA disminuida, la imposibilidad de aumentar la PaO2 por encima de 65 mmHg con flujos convencionales de O2, y desde el punto de vista clínico la presencia de anomalías de la caja torácica, la edad avanzada y el sexo masculino17, 36, 72, 73. La presencia de hipercapnia en aquellos pacientes que reciben OCD no debería considerarse en forma general como un signo de mal pronóstico; ésta está relacionada con peor pronóstico sólo en los pacientes neuromusculares71, 74. Por el contrario, en el caso del EPOC, incluso, una PaCO2 menor a 43 mmHg parece ser factor de mal pronóstico36, 73. Esto parece lógico si se asume que los pacientes caracterizados como «pink puffer» (que «luchan» por mantener la PaCO2) están en condiciones basales al limite de la fatiga muscular respiratoria y se descompensan mas fácilmente que los que «toleran» cifras mas altas de PaCO2 crónicamente («blue bloater»). Sin embargo cuando la PaCO2 sobrepasa los 55 mmHg el pronóstico se ensombrece nuevamente. En el primer caso (PaCO2 entre 43 y 55 mmHg) se trataría de una «hipercapnia adaptativa» en vista de reducir el trabajo respiratorio y aumentar su eficiencia y en el segundo, de la fase terminal de la enfermedad («hipercapnia debido a fallo de la bomba muscular»). En relación al valor predictivo de la PAP, los resultados son controvertidos. El NOTT5 no demostró diferencias significativas de PAP y RVP entre el grupo de sobrevivientes y no sobrevivientes. No obstante, otros autores en un análisis de múltiples variables (edad, VEF1, PAP, nivel de PaO2, nivel de PaCO2, etc.) han concluido que el mejor predictor de sobrevida en el EPOC recibiendo OCD es el nivel de PAP media previo al inicio del tratamiento75. En dicho estudio, los pacientes que poseían una PAP media de 25 mm Hg o menor tuvieron una sobrevida a los 5 años de 62.2% vs. 36.3% para los que mostraron una PAP > a 25 mm Hg, Otros autores citan una mejoría significativa de la sobrevida si la PAP bajo OCD desciende o se mantiene por debajo de 30 mm Hg76.
Según otras series el valor pronóstico de la PAP no es independiente del VEF1 o de la PaCO 2 77. Ashutosh sugirió que una caída de la PAP > de 5 mm Hg respirando O2 al 28% durante 24 horas correlaciona significa-tivamente con una mejoría de la sobrevida a 2 años e indicaría, por tanto, una respuesta favorable de la PAP al O2 78. El mismo autor, en un artículo posterior, demostró que un consumo de O2 máximo (VO2max) >6.5 ml/kg/min en un test de ejercicio correlaciona fuertemente con una respuesta positiva al test del O2 y permite identificar al grupo de pacientes «respondedores al O2»79. De esta manera una VO2max de 6.5 ml/kg/min separa al grupo de «respondedores» (>6.5 ) y «no respondedores» (<6.5) en términos de sobrevida (p<0.05). Sin embargo para otros autores la respuesta aguda al O2 a alta concentración no predice una mejoría de la sobrevida80.

Adhesión al tratamiento

Entre los factores predictivos de una mayor observancia al tratamiento figuran la enfermedad más severa (en términos de PaO2 y VEF1), el uso de oxígeno líquido como fuente y la implementación de un programa educativo que incluya una explícita prescripción en términos de tiempo de uso, disposición a la resolución de problemas cotidianos derivados del tratamiento y visitas periódicas a domicilio. Todos los esfuerzos deben estar orientados a indicar personalizadamente el tipo de fuente y método de administración, contemplando sobre todo la provisión de oxígeno ambulatorio al paciente deseoso de mantener una vida activa81. La implementación de un programa de educación y seguimiento por parte de un equipo multidisciplinario parece crítico también en la reducción del número de admisiones hospitalarias27.

Control de la oxigenoterapia a largo plazo

Una vez incluido el paciente en un programa de OCD debe asegurarse una normativa de seguimiento. El mismo debe hacerse con controles clínicos periódicos y de gases en sangre respirando oxigeno y aire ambiental. Debe realizarse al menos una vez al año una determinación de gases en sangre arterial al flujo habitual prescripto y toda vez que se compruebe deterioro clínico y/o disminución de la SaO2 medida por oximetría de pulso con el fin de retitular el flujo de oxígeno25, 82.
En teoría en el paciente que mejora su PaO2 respirando aire, a más de 55 mm Hg debería reconsiderarse la terapéutica. Sin embargo, fue señalada la mejoría de la PaO2 en aire ambiente inducida por la OCD. El mecanismo de esta mejoría es desconocido, pero insta a considerar la continuación del tratamiento83. Hoy día está aceptado que una mejoría que ocurre más allá de los 3 meses de tratamiento es inducida por la OCD per se y justifica la continuación del tratamiento25.

3) La oxigenoterapia no es tóxica y genera menos riesgos que los beneficios que aporta

Toxicidad y riesgos de la OCD

La OCD no implica riesgos para el organismo ya que su objetivo es obtener una PaO2 cercana a la normal24. La única excepción es el riesgo potencial de efectos tóxicos a nivel del pulmón. Esta toxicidad pulmonar al oxígeno estaría relacionada con un disbalance entre la producción de radicales libres y los sistemas antioxidantes del pulmón. La PaO2 alveolar capaz de entrañar lesiones pulmonares no ha sido determinada; sin embargo todos los reportes de casos de toxicidad pulmonar por oxígeno conciernen concentraciones mayores de 50%, lo que es muy superior a las FiO2 utilizadas en OCD: una OCD por catéter nasofaríngeo a 4 l/min. corresponde en el mejor de los casos a una Fi O2 del 40%24.
A grandes rasgos , los riesgos relacionados con una OCD pueden ser divididos en 3 categorías43:
1) Riesgos físicos: Incluyen el riesgo de incendio, el traumatismo por catéter y la sequedad de las mucosas debida a una inadecuada humidificación.
La utilización de O2 a concentraciones superiores a las del aire entraña riesgo de incendio, por el hecho que el O2 es un gas comburente, es decir que facilita la combustión en presencia de energía y un combustible. A mayor concentración de O2 mayor es el riesgo de combustión10. Las 3 principales causas de incendio ligado a la OCD son: paciente que fuma durante el tratamiento, utilización del O2 en proximidades de una fuente de energía (por ejemplo chimenea) y la presencia de combustibles vaporizados en el ambiente (por ejemplo vapor de alcohol). Se calcula que el 10-20% de los pacientes bajo OCD continúan fumando, y si bien el riesgo es alto, los reportes de accidentes son escasos, probablemente debido a sub-registro. No obstante han sido reportados casos de quemaduras severas (un caso en nuestro país) e incluso incendios en pacientes que fumaban84. La ventilación insuficiente del sitio de almacenamiento del O2 (baúl de un auto, placard) implica también un riesgo, en el caso de oxigeno líquido o gaseoso. Existe también la posibilidad de la inflamación «espontánea» de la boca del tubo en caso de apertura brusca del manómetro10. Las medidas de seguridad tendientes a evitar estos riesgos consisten en no almacenar el O2 en sitios cerrados, no fumar durante su utilización y abrir progresivamente el manómetro. El O2 líquido implica también el riesgo de quemaduras por frío (es almacenado a -183°C) si entra en contacto con alguna parte del cuerpo. Sin embargo, la literatura americana no ha reportado ningún acci- dente sobre 200.000 pacientes que utilizan oxígeno líquido.
No existen riesgos con el uso de concentradores (el concentrador no almacena O2), pero este sistema amerita controles periódicos por la posibilidad de una caída inadvertida de la FiO2.
La sequedad de las mucosas es un efecto adverso frecuente con flujos mayores de 3 l/min, lo que nos hace proponer la utilización de un humidificador con flujos superiores a dicho valor.
2) Riesgos funcionales: Consisten en la hipercapnia y otras alteraciones secundarias a la modificación de la relación V/Q.
La hipercapnia no es una contraindicación de la OCD en la EPOC. No obstante el nivel de PaCO2 inicial debe ser tenido en cuenta al poner en marcha una OCD24. En reglas generales a mayor PaCO2 al estado basal, mayor será el efecto hipercápnico de la OCD. El mecanismo mas importante de esta hipercapnia es la agravación por el O2 del «efecto espacio muerto»85, 86. Cabe recordar que en la EPOC, la retención de CO2 es en gran parte debido a un aumento de la relación Vd/Vt; el O2 es capaz de aumentarla por la apertura de alvéolos no perfundidos. Esa variación de la Vd/Vt inducida por el O2 entraña una modificación muy distinta de la PaCO2 según el valor de la relación Vd/Vt previa del paciente. Así, un aumento adicional del 5% de esta relación, aumenta la PaCO2 25 mm Hg si la relación Vd/Vt es de 0.75 y solamente 2.56 mm Hg si la Vd/Vt es de 0.386. De ello se deduce que el O2 puede ser administrado sin reticencias en pacientes normo o hipocápnicos y con más cuidado cuanto mas hipercápnico sea el paciente. Globalmente, en el sujeto hipercápnico estable, la corrección de la hipoxemia implica un aumento de 3 a 10 mmHg. de la PaCO2, aumento que se estabiliza entre la 4ta y la 8va hora y que regresa lentamente en las semanas que siguen, de manera que el riesgo de hipercapnia en general es mínimo a los flujos que habitualmente se indican en la OCD (85% de los pacientes requieren entre 1 y 3 lt/min)24. Sin embargo, es necesario valorar la respuesta individual de cada paciente. Esto implica realizar un test de tolerancia al O2 con el flujo indicado para observar el comportamiento de la PaCO2; la tolerancia del paciente puede ser suficiente a pesar del nivel de hipercapnia a condición que este se estabilice sin acidosis intensa, aún si la PaCO2 resta elevada. No obstante, un aumento mayor de 20 mm Hg. de la PaCO2 debe alertar y conducirá a un control estrecho del paciente. Aumentos de ese tipo deben sospecharse cuando existe una cefalea inducida por la OCD24.
El comportamiento durante el sueño muestra una elevación de la PaCO2 al comienzo de la noche, que luego se estabiliza y salvo patología asociada, la administración de O2 durante la noche no implica riesgos. Una situación distinta es el caso de la asociación de una EPOC con un SAS (Overlap Syndrome); si la OCD es mal tolerada durante el sueño (cefaleas matinales, acentuación franca de la hipercapnia), es necesario solicitar un estudio polisomnográfico para identificar la posible coexistencia de eventos obstructivos de la vía aérea superior87.
La hipercapnia no es la única consecuencia funcional de la oxigenoterapia: otras alteraciones secundarias al desequilibrio V/Q inducido por el O2 pueden ocurrir. En efecto, un aumento de la FiO2 resulta en un aumento de la Pa O2 con la consiguiente disminución de N2 en el alvéolo23. Esta pérdida de N2 sumada a la perdida de la vasoconstricción hipóxica secundaria a la administración de O2 , en alvéolos de baja relación V/Q, puede producir un aumento del shunt, y a largo plazo atelectasias por reabsorción. No obstante, esta complicación se ve casi con exclusividad cuando se administran altos flujos de O2.
3) Manifestaciones citotóxicas: Incluyen la toxicidad pulmonar por O2 ya citada con anterioridad. Además algunos estudios utilizando altas FiO2 reportaron una disminución de la capacidad vital y de la capacidad de difusión de CO, como así también del clearence mucociliar y de la actividad fagocítica. La relevancia clínica de estos hallazgos es desconocida23.

Estado actual de la OCD en los diferentes países

Cabe formularse dos preguntas en relación a la oxigeno-terapia a largo plazo: cuántos pacientes reciben actualmente esta terapéutica y cuál es el costo de esta prescripción? En relación a la primera pregunta, los datos son dispares entre los distintos países. En Estados Unidos de América, con datos de 1993, alrededor de 616.000 pacientes reciben OCD, lo que implica una prevalencia de pacientes bajo esta terapéutica de 241/100.000. Este valor excede marcadamente el uso reportado en otros países: Francia 49/100.000; Australia 43/100.000; Reino Unido18/100.000; Suecia 15/100.000; Japón 19/100.000, Canadá 60/100.000; Finlandia 21/100.000; España 115/100.000, Holanda 45/100.000, Italia 20/100.00088-90.
Las razones de estas diferencias pueden basarse en diferentes motivos: frecuencia y facilidades para la realización de gases en sangre arterial y oximetría de pulso, diferencias en cuanto a la precocidad con la que los pacientes portadores de hipoxemia crónica severa son identificados, grado de conocimiento de las indicaciones de la OCD entre la población médica, disponibilidad de empresas que prestan los servicios domiciliarios y cobertura económica del tratamiento por parte del Estado o la Seguridad Social. En el caso de nuestro país, se carece de cifras exactas de pacientes bajo OCD surgidas de un registro nacional, pero se estima que en 1998 unos 2.200 pacientes estaban bajo este tratamiento25. En base a los datos de prevalencia citados en la mayoría de los países, entre 8.000 y 24.000 pacientes tendrían indicación de OCD, lo que marca la franca subutilización de esta modalidad terapéutica en nuestro medio.
En relación a la segunda pregunta, a pesar de la probada eficacia y de los indiscutibles beneficios de la OCD en EPOC, el costo no es desdeñable. En los EEUU el costo de esta terapéutica (1400 millones de dólares) ha superado en 1993 el presupuesto global del NHLBI, Instituto Nacional de Corazón, Pulmón y Sangre (1,1 billones de dólares). Sin embargo, sin OCD, el costo total de los cuidados médicos para la mayoría de estos pacientes sería mayor con un incremento de la mortalidad y una reducción de la calidad de vida y de la productividad individual89. En la experiencia francesa, la provisión y el control de la oxigenoterapia domiciliaria por parte de entidades asociativas con participación estatal, permite ahorrar hasta un 37% en los costos de esta práctica90.
Una puesta al día de la realidad de la OCD en diferentes países puede verse en la Tabla 7.
En conclusión la HCG constituye una condición perjudicial para el organismo. Entre sus consecuencias deletéreas se cuenta la hipertensión arterial pulmonar responsable del cor pulmonale crónico, que habitualmente complica a estos pacientes en estadíos avanzados de su enfermedad. El nivel de hipoxemia crónica a partir del cual sobrevienen consecuencias graves no está bien definido, pero la mayoría de los autores coinciden en señalar un valor limite de 55 mm Hg, siendo éste el um-bral utilizado habitualmente como criterio de inclusión en un programa de OCD.
La principal causa de HCG es la EPOC. Estos pacientes poseen un pronóstico pobre vinculado a la hipoxemia y sus efectos, siendo una Pa O2 inferior a 60 mm Hg uno de los factores predictivos de mortalidad más importantes. Es en este grupo en el cual se demostró que la OCD se asociaba frecuentemente a una reducción de la RVP y por consiguiente de la PAP, disminuía el hematocrito y mejoraba las funciones neuropsi-cológicas sin modificar la función pulmonar.
En los pacientes con HCG, la OCD permite un tratamiento racional y efectivo con base fisiopatológica, capaz de modificar la sobrevida, mejorar la calidad de vida y reducir las complicaciones. Además, resulta seguro, sin riesgos significativos y sin casos reportados de toxicidad.

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TABLA 1.– Variables pronósticas en el paciente EPOC (Robert10)

Variable Valor Porcentaje de sobrevida

VEF1 < 1.0 lt/s 35/40% a 5 años
PAP media > 30 mm Hg 30% a 5 años Pa O2 < 60 mm Hg 40% a 2.5 años IRA 1° episodio 30% a 5 años

VEF1: Volumen espiratorio forzado en el 1° segundo
PAP media: Presión media en la arteria pulmonar
IRA: Insuficiencia respiratoria aguda

TABLA 2.– Rol de la OCD en función de la etiología de la hipoxemia

Etiología Terapéutica Tratamiento
recomendada alternativo
EPOC OCDa
Bronquiectasias OCDs
Neumoconiosis OCDs
EPID OCDs
Secuelas de TBC VMN OCD
Cifoescoliosis VMN OCD
Afecciones neuromusc. VMN OCD
Miopatías VMN OCD
SAS CPAP ONo

OCDa: Oxigenoterapia crónica VMN: Ventilación por máscara
domiciliaria admitida nasal
OCDs: Oxigenoterapia crónica ONo: Oxigenoterapia nocturna
domiciliaria sugerida
EPID: Enfermedad pulmonar SAS: Síndrome de apnea-sueño
intersticial difusa
TABLA 3.– Aporte de los exámenes complementarios a la institución de una OCD

Examen Problema a detectar Interés

Cateterismo derecho HTP pre capilar Decidir la indicación de OCD en casos límite
Prueba de esfuerzo Hipoxemia de esfuerzo Determinar la indicación
oxigenoterapia al esfuerzo
Determinar el flujo
adecuado al esfuerzo
Estudio del comportamiento Desaturaciones Cuantificar la hipoxemia
respiratorio nocturno nocturna y los dips
(OXN, PG, PSG)
Trastornos ventilatorios Evaluación de un probable SAS
asociados al sueño asociado

OXN: oximetría nocturna PG: poligrafía
PSG: Polisomnografía SAS: Síndrome de apnea sueño
TABLA 4.– Elementos a considerar al elegir una fuente de OCD

Fuente Ventajas Desventajas Indicaciones

Simple y económico Poca movilidad
Control técnico necesario
Fácil de manipular Dificultad para la rehabilitación Paciente que no deambula
Concentrador Transportable (vacaciones, Ruidoso
fin de semana) Pierde eficacia a altos flujos Oxigenoterapia nocturna
Cilindro de O2 gaseoso
No necesidad de indispensable (corte de corriente) OCD <18 hs./día
reaprovisionamiento Produce calor
Caída de la FiO2 no detectable
por el paciente
Sistema bien conocido Dependencia de proveedor
Disponible Alto costo
Oxigeno Gaseoso Silencioso Fuente fija En vías de desaparición
Posibilidad de deambular Manipulación difícil como fuente de OCD
(pequeño cilindro) Riesgos ligados a la alta presión
Necesidad de fijar la botella
Oxigeno Líquido Silencioso Perdidas estáticas por evaporación Oxigenoterapia> de 18 hs
Posibilidad de un stock Fuente fija no transportable
importante en poco espacio Costo elevado
Problemas de seguridad Oxigenoterapia de Posibilidad de deambular Dependencia de un deambulación
(fuentes fija y portátil) distribuidor
Necesidad de educación Oxigenoterapia a altos
del paciente flujos
Puede asegurar Reaprovisionamiento
altos flujos periódico
TABLA 5.– Características, ventajas y desventajas de los distintos sistemas ahorradores de O2

Oxígeno Sistema Válvulas a demanda
transtraqueal «Reservorio»

Mecanismo de Reducción EM Llenado del Sistema activado por
conservación Reservorio en VAS reservorio durante la espiración la inspiración
Ventajas Estética No sujeto a fallo mecánico Libera O2 solo en inspiración
Mejora compliance
Necesidad de No No No
humidificación
Desventajas Invasivo Antiestético Sujeto a fallo mecánico
Complicaciones (infección, hemorragia)

EM: espacio muerto VAS: Vía aérea superior


TABLA 6.– Criterios sugeridos para la elección de la fuente y el método de administración en OCD

Fuente
Prescripción < 15 hs/día * > 15 hs/día Método de administración
(Flujo en l/min)

< 3 Concentrador Concentrador con o
sin botella de O2 gaseoso Bigotera
para deambulación u O2 líquido
> 3 Concentrador O2 líquido Catéter nasofaríngeo o
bigoteras con sistemas
conservadores de O2

* La Oxigenoterapia <15 hs/día es aplicable sólo a ciertos casos particulares como los desaturadores nocturnos (con reservas) el síndrome de apnea sueño de tipo central. De acuerdo a lo expuesto anteriormente y acorde a los resultados de los principales estudios (NOTT, MRC) la eficacia de una OCD inferior a 15 horas /día en el marco de la IRC hipoxémica no ha sido demostrada
TABLA 7.– Estado actual de la OCD en los diferentes países

País Año de Fuentes Reembolso del
inicio utilizadas* N° de pacientes** Control domiciliario Estado o SS

Francia39 1970 Concentrador 35.000 (2) Sist. asociativo (70%) 100 %
Sist privado (30%)
Canadá91 1970 O2 líquido 15.000 (1) Sist asociativo 100%
Sist privado
Australia92 1970 Concentrador 20.000 (1) Sist privado parcial (coseguro)
Alemania93 1981 Concentrador ND ND ND
Italia58 1980 O2 líquido ND Privado parcial
Inglaterra94 1975 O2 gaseoso 10.000 (1) Sist privado 100%
Concentrador
Polonia95 1986 Concentrador 1.200 (1) Sist asociativo 100%
USA 35 1965 O2 líquido 800.000 (1) Sist privado 100%

* Fuente más utilizada ND: No hay datos
** Estimado (1) datos de 1993 SS: Seguridad social
(2) datos de 1994