MEDICINA - Volumen 61 - Nº 1, 2001
MEDICINA (Buenos Aires) 2001; 61:93-104

       
     

       
   

TRANSFUSION DE GRANULOCITOS

TRANSFUSION DE GRANULOCITOS EN ENFERMOS NEUTROPENICOS POR LA VUELTA

JOSE FERNANDEZ1, 2, 3, VIVIANA PRESSIANI1, 2, JORGE SOLIMANO1, 2, BENJAMIN KOZINER1

Unidades de Trasplante de Médula Osea, CEMIC (Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas Norberto Quirno) y FLENI (Fundación de Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia Dr. Luis Carrea); 2 Secciones de Hematología y Hemoterapia, CEMIC y FLENI; 3 Servicio de Hematología y Hemoterapia, Corporación Médica de Gral. San Martín, Buenos Aires

Key words: granulocyte, neutrophil, transfusion, neutropenia, apheresis, growth factors

Palabras clave: granulocito, neutrófilo, aféresis, factores estimulantes

Resumen

Existe un renovado interés en el uso de transfusiones  de granulocitos con el  objetivo de ofrecer un              mejor soporte a enfermos con neutropenia severa y prolongada. Ello se debe a los avances en la metodología de la movilización y colecta, lo que ha permitido la obtención de productos con mayor número y función de neutrófilos comparados a los obtenidos en la década del 70. En esta revisión se discute la experiencia referida en la literatura en las pasadas tres décadas, los progresos en la selección de donantes, y el uso de factores estimulantes de colonias y de separadores celulares. Comentamos también los efectos adversos, enfatizamos sus indicaciones actuales, y nuestra propia experiencia en la utilización de transfusiones granulocíticas. Es de esperar que los progresos realizados en esta área justifiquen tener en cuenta a las transfusiones de granulocitos en el tratamiento del paciente con neutropenia severa, y que ofrezcan documentación que permita no reiterar las decepciones experimentadas en los últimos veinte años.

Abstract

Granulocyte transfusions for neutropenic patients. A renewed interest in the transfusion of granulocytes for support of patients afflicted by severe and prolonged neutropenia has resulted from improved methods of mobilization and collection that provide cellular products superior in number and functions as compared with historical experiences of the 70’s. In this review we discuss the clinical experience reported in the literature over the past three decades, the progress made in donor selection, the use of growth factors and mechanical apheresis. We comment on adverse effects, emphasize present indications and our own experience for the use of granulocyte transfusions. Hopefully, the progress made in this area will justify the consideration of granulocyte transfusions in the management of the severely neutropenic patient and provide proper documentation to avoid repeating the disappointment experienced in the previous two decades.

La transfusión de granulocitos (TG) fue utilizada por décadas en el tratamiento de pacientes con infecciones severas relacionadas a neutropenia profunda y prolongada1. Los enfermos con una cifra absoluta de neutrófilos debajo de 0.5 x 109/l, por tiempo prolongado, presentan alto riesgo de contraer infecciones bacterianas o por hongos2, 3. En pacientes con recuentos de granulocitos inferiores a 0.2 x 109/l la posibilidad de presentar sepsis de difícil control es un evento observado de manera casi universal4. Los regímenes de quimioterapia anti-neo-plásica se han tornado cada vez más potentes y con mayor capacidad de ablación medular5 y, como consecuencia de ello, la morbilidad y la mortandad secundaria a infecciones oportunistas constituye aún hoy un importante desafío1. La mortalidad aumenta en pacientes de alto riesgo definidos por Pizzo como aquellos con neutropenia mayor a 10 días6 o cuando coexiste infección progresiva, definida esta como falla en obtener respuesta a la terapéutica contra los agentes causales, conocidos o no3, 7.

Aproximadamente en 30 a 50% de los pacientes se logra identificar el agente etiológico, pero aún en estas circunstancias el tratamiento antibacteriano o antifúngico puede no ser suficiente para erradicar infecciones que comprometen la vida7, 9. Es por ello que el acelerar la recuperación de neutrófilos u obtener su repleción por el suplir externo son disposiciones que parecen poseer una lógica adecuada. Sin embargo, la segunda medida cayó en marcado desuso y fue incluso desaconsejada. ¿Por qué?

Principalmente en la década del 70, fueron realizados numerosos estudios básicos y clínicos que demostraron el aumento de los granulocitos circulantes luego de su infusión, y muchos trabajos con escasos pacientes sugirieron la posibilidad que se obtenía beneficio clínico en enfermos neutropénicos con infección bacteriana documentada. Fueron menos numerosos los trabajos en pacientes con infecciones fúngicas y en estos no existió inferencia benéfica de las TG10, 17. Incluso, el entusiasmo fue tal, que algunos autores propiciaron el uso profiláctico de las TG sin trabajos que documentaran su beneficio, a tal punto que Higby10 y Strauss18 plantearon que continuar realizando estudios controlados era innecesario y hasta pudiera ser considerado anti-ético. Sin embargo, el interés de esta práctica decae a principios de los 80 y continúa hasta más de la mitad de la década de los 90, cuando aparecen una serie de artículos que intentan revitalizar y justificar su utilización. Existieron diferentes causas para que las TG cayeran en desuso que se intentarán enumerar: 1) complicaciones opera-tivas. Se requerían dos o más TG diarias lo que implicaba marcados inconvenientes en la donación, significativo consumo de tiempo e importantes esfuerzos de coordinación entre la recolección y la transfusión, 2) antibióticos más efectivos2, 3) aparición de los factores estimulantes de colonias (FEC)19, 4) mayor familiaridad con algunos síndromes específicos (p. ej. candidiasis hepatoesplénica)20, 5) mayor experiencia de los grupos infectológicos en el manejo del enfermo neutropénico y febril, 6) temor a las frecuentes reacciones indeseadas de las TG, fundamentalmente pulmonares21, 7) aumento de la incidencia de refractariedad a plaquetas por alo- inmunización anti HLA22, 8) temor a la transmisión de enfermedades por hemo-componentes23, y en nuestra opinión el punto más importante, 9) lo oneroso del procedimiento, que en la razón costo/beneficio probablemente inclinase el fiel hacia el primer término de la relación.

No obstante, tal cual se manifestó precedentemente, existe un renovado interés en la utilización de TG puesto que muchas de las inconveniencias se podrían subsanar con nuevos aportes1, 23, 37. En primer lugar, la recolección por donante podría alcanzar números de granulocitos marcadamente superiores por tres circunstancias: la primera es la administración de FEC al dador, la segunda es la mejor capacidad de las máquinas de aféresis actuales en la cosecha celular y por último la posibilidad de procesar grandes volúmenes de sangre. El aumento de neutrófilos en el producto, respecto de lo obtenido en los 70', oscilaría entre 400 y 500%1; además, se especula que el uso de factores estimulantes brinda granulocitos con mejor funcionalidad y mayor vida media, observándose incrementos post-transfusión que perduran más allá de las 24 horas1. A ello debe agregarse la mayor capacidad de los laboratorios para descartar enfermedades transmisibles por sangre y para ofrecer estudios que permitan detectar donantes con mayor homología HLA y descartar a aquellos hacia los cuales el receptor presente anticuerpos anti-granulocíticos. La gran mayoría de lo antedicho redunda en una mayor cantidad de neutrófilos en circulación y/o en los sitios de infección y con mayor tiempo de vida, lo que permitiría menor número de aféresis. Todos estos puntos se analizarán con detenimiento más adelante.

No nos referiremos en este artículo a otros usos de la TG tales como enfermedad granulomatosa crónica, disfunciones severas de los neutrófilos o sepsis neonatal.

Antecedentes

Inicialmente se utilizaron donantes con leucemia mieloide crónica y que poseían elevados conteos leucocitarios. Se constató algún beneficio en los enfermos que habían recibido dosis muy elevadas de granulocitos38. Treinta y cuatro artículos refieren el uso de TG más terapia anti- microbiana y fueron analizados por Chanock y Gorlin9 a partir de meta-análisis previos de Strauss23, 24, 36 sobre 34 trabajos.

En su gran mayoría correspondían a la década del 70 y fueron evaluables solamente el 51% de los pacientes tratados. Evolucionaron satisfactoriamente el 63% (rango: 11-89) con porcentajes de éxito superiores al promedio en las septicemias a Gram positivos, infecciones localizadas y en fiebre de origen desconocido. Las infecciones fúngicas (sepsis, sinusitis y neumonía) presentaron evolución favorable en menos de un tercio de los casos. Muchos de estos estudios fueron no controlados, con escaso número de pacientes, con diversos tipos de infección y enfermedades de base y con distintas cantidades e incluso calidad de granulocitos transfundidos (Tabla 1).

Ello hace que pretender extraer conclusiones se convierta en hecho seguramente imprudente. Por dicho motivo resulta más adecuado el análisis de los siete trabajos con mejor metodología de estudio. En todos ellos se valoró la evolución de dos grupos de pacientes neutropénicos e infectados: un grupo bajo anti- microbianos y TG y un grupo control sin TG11, 17. Tres de ellos demostraron diferencia estadísticamente significativa en la supervivencia a favor del grupo con TG14, 16. En dos artículos11, 13 fue demostrado éxito a favor de los enfermos con TG en el sobrevivir de algunos grupos. En el primer trabajo11, vivieron el 80% de los pacientes que recibieron TG en al menos cuatro oportunidades mientras que sólo lo hicieron el 30% de los transfundidos con granulocitos en tres o menos de tres ocasiones. En la otra publicación13, se describe que el 80% de los pacientes con insuficiencia persistente de la médula ósea sobrevivieron en el grupo con TG comparado con el 20% del grupo control. Dos trabajos no mostraron beneficio12, 17. Al analizar estas diferencias en la efectividad de las  TG se advierte: a) en los tres trabajos en los que la TG fue exitosa, la cifra de neutrófilos infundida fue ³ 1.7 x 1010/día, b) los donantes tenían compatibilidad eritro y granulocítica con el receptor, c) en los estudios negativos la dosis de granulocitos fue marcadamente inferior: 0.41-0.56 x 1010/día y por último, d) en algunos fueron utilizadas técnicas de filtración las que posteriormente demostraron que provocaban disfunción celular12, 14 y en otros los donantes fueron seleccionados exclusivamente sobre la base de la compatibilidad eritrocitaria. El meta- análisis de estos siete trabajos muestra que la supervivencia media en los grupos con TG fue de 65% y en los grupos controles de 51%, lo que arroja una diferencia estadísticamente significativa (Tabla 2).

Ninguno de estos trabajos fue randomizado, los grupos de pacientes fueron seleccionados por disponibilidad de donantes, ABO compatibilidad, presencia de anticuerpos anti granulocitos y compatibilidad HLA.

En seis artículos fue valorada la TG profiláctica y en sólo dos de ellos existió diferencia estadísticamente significativa a favor de la TG en la utilidad para evitar infección. Sin embargo, no se demostró diferencia en la supervivencia entre los grupos y sí marcado agregado de morbilidad: alo-inmunización plaquetaria, reacciones por transfusión, infiltrados pulmonares e incremento de enfermedad por CMV39, 44. Es por ello que las TG profi-lácticas no contaron con el aval necesario para recomendar su utilización a partir de los trabajos originales. No obstante, Vamvakas y Pineda refieren en 1997 un meta-análisis de 8 trabajos elegidos y publicados entre 1970 y 1995. Concluyen que la transfusión de dosis adecuadas de granulocitos compatibles, suministrados en forma profiláctica reduce el riesgo relativo de infección, muerte y muerte por infección (p< 0.05)30.

 

Progresos en la movilización y recolección de granulocitos 

Selección del donante de granulocitos

A efectos de mejorar la recolección de granulocitos, la correcta selección del donante es de importancia sustantiva. Los concentrados de granulocitos poseen importante cantidad de glóbulos rojos, por lo tanto el dador debe ser ABO compatible con el receptor y Rh idéntico45, 47. Los granulocitos poseen antígenos HLA, ciertos antígenos eritrocitarios y otros granulocito-específicos. Los pacientes que reciben transfusiones de neutrófilos pueden presentar alo-inmunización por transfusiones, embarazos previos y obviamente por las propias transfusiones de granulocitos; es conocido el hecho que tanto la recuperación, la vida media y la capacidad de migración hacia los sitios de infección de esta célula están comprometidas en los pacientes que desarrollan tanto anticuerpos granulocito-específicos como HLA relacionados48, 49. No obstante, es operativamente muy complejo disponer de donantes HLA idénticos excepto en pacientes sometidos a trasplante alogénico donde el donante de células progenitoras hemato-poyéticas puede ser donante reiterado de granulocitos. La determinación de la presencia de anticuerpos anti- HLA y anti-granulocitarios es una medida rápida que puede permitir obtener donantes más compatibles con el receptor.

El hecho de utilizar donantes consanguíneos puede ser una decisión correcta en algunas circunstancias por la habitual mayor similitud HLA; constituye una excepción el paciente con aplasia medular que ha de ser sometido a un trasplante alogénico posterior.

Un importante aprendizaje que se obtiene de los estudios de la década del 70 fue que seleccionar donantes sobre la única base de la compatibilidad eritrocitaria era insuficiente y se asoció a falta de beneficios de la TG9.

En base a la experiencia de Schiffer1, Chanock9 y Strauss23, 24 la selección de donantes debe ser aquellos sin anticuerpos HLA ni granulocíticos ABO compatibles, con serologías negativas.

Factores estimulantes de colonias

 

Se han desarrollado distintos métodos de movilización y recolección de granulocitos con el principal objetivo de aumentar la cosecha de éstos y obtener un número mayor para ser transfundido. El uso de separadores por centrifugación de flujo continuo o discontinuo constituye el método de elección para la obtención de concentrados granulocitarios (CG)50. La AABB requiere al menos 1 x 1010 granulocitos por concentrado recolectado45, 46. Si consideramos que la liberación medular de granulocitos diaria se halla en la potencia 12 y, además, puede aumentar de 3 a 4 veces por estímulos farmacológicos o de otra índole25, la cifra recomendada por la AABB es baja para obtener los beneficios terapéuticos pretendidos51, 52. Es opinión generalizada la necesidad de su modificación a la luz del propósito actual de obtener mayores cantidades de granulocitos. Concentraciones mayores a 4 x 1010 son con las que probablemente se obtengan mejores respuestas y constituyen los números diana a los que debemos apuntar47, 53.

La introducción de los FEC ha disminuido la duración de la neutropenia inducida por agentes mielotóxicos21, 53. Su uso es liberal y en la práctica clínica se han incorporado estas drogas como tratamiento adyuvante y rutinario en el paciente neutropénico o en vías de estarlo. Un comité de la American Society of Clinical Oncology ha producido guías y recomendaciones para asistir al médico en el uso juicioso de los FEC en la terapia de soporte54, 55.

Los FEC, fundamentalmente G-CSF, se utilizan también con marcado éxito para la movilización de células progenitoras hematopoyéticas, las cuales poseen la capacidad de repoblar la médula luego de protocolos de radio y/o quimioterapia ablativos. La capacidad del G-CSF en provocar la aparición en sangre periférica de una importante cantidad de células con atributos para reconstituir la función medular a corto y largo plazo ha obviado la recolección de médula ósea en la mayoría de los protocolos de trasplante. Inicialmente sólo eran utilizados FEC en el donante-receptor de un trasplante autólogo56, 58. Más recientemente los donantes sanos de células progenitoras para trasplante alogénico también son movilizados de igual forma, obteniéndose excelente número de dichas células, con muy buena respuesta clínica post-trasplante y con escasos efectos colaterales para el donante59, 67. Con similar línea de razonamiento se utiliza G-CSF para la obtención de mayor cantidad de granulocitos a partir de donantes sanos para ser transfundidos posteriormente al receptor, adulto o pediátrico27, 68, 76.

Además de incrementar el número de granulocitos movilizados, se ha descrito la capacidad de los FEC, tanto G como GM-CSF para activar neutrófilos77 y datos in vitro sugirieron un aumento marcado de la actividad microbicida de los polimorfonucleares luego del tratamiento con estas citoquinas78; el mecanismo por el cual logran este efecto consiste en la habilidad de estos factores o de moléculas pro-inflamatorias inducidas por ellos para preparar el sistema de la cadena respiratoria celular que permitiría una respuesta más vigorosa frente a un segundo estímulo79. Por el contrario, los neutrófilos estimulados presentan incremento de la expresión antigénica en su superficie de CD11b, CD18, CD14, y de receptores Fc (CD32, CD64) pero in vivo fallaron en aumentar su capacidad bactericida y de migración70. Stroncek y col. demostraron luego de 10 días de estimulación con G-CSF disminución de L-selectina, del receptor FcgammaRIII y del antígeno CD11a y aumento de expresión de FcgammaRII y CD14. La mayoría de los cambios ocurrieron luego de la primera dosis y los autores sugieren un probable acrecentamiento de la función fundamentalmente por la expresión aumentada de CD14, que es proteína receptora de lipopolisacáridos bacterianos80. El grupo catalán describe los cambios fenotípicos del granulocito luego de la estimulación con G-CSF. Refieren incrementos de la expresión de HLA-DR, CD34, CD14 y CD71 con disminución de CD10 y CD15 y los autores sugieren que dichos cambios después de la estimulación con G-CSF implican la presencia de neutrófilos con fenotipo más inmaduro y con aumento de su funcionalidad81. Fue demostrado en varios trabajos el alargamiento de la vida media del neutrófilo en la circulación 60, 68. En el artículo de Bensinger y col.60, el nivel promedio de granulocitos en circulación a las 24 horas posteriores a la infusión fue de 954 por mm3 contra 50 por mm3 de los grupos históricos; debe tenerse en cuenta que en esta serie el donante de granulocitos fue el mismo que el de médula ósea y pese a no haberse realizado detección de anticuerpos anti-granulocíticos, probablemente el apareamiento HLA idéntico ocasionara importantes ventajas para la sobrevida del neutrófilo. Existen diversos estudios de laboratorio que demuestran que los granulocitos movilizados con citoquinas son más resistentes a la apoptosis82, 85 y se ha comprobado que el agregado de g-interferón retarda la muerte celular programada y prolonga la vida media durante el almacenamiento del producto de aféresis86, 87. Se ha demostrado, además, que los granulocitos obtenidos luego de la estimulación con G-CSF y marcados con indio migraron hacia los sitios de infección88. La posología y el momento de la administración de los FEC con agregado o no de esteroides no se hallan definidos al presente. Distintos trabajos recomiendan estrategias diferentes en este aspecto (Tabla 3).

Separadores celulares

La recolección basada en gradientes de densidad bajo fuerzas centrífugas cosechan junto con los granulocitos una importante cantidad de células de estirpe eritroide. Por dicho motivo se han suministrado sustancias que incrementan el gradiente de densidad y así facilitan la sedimentación de eritorictos; los dextranos y el hexa y pentastarch han sido utilizados para dicho objetivo. El hetastarch al 6% ha demostrado ser el más efectivo y el que presenta menor cantidad de reacciones adversas tales como edema y aumento de peso94, 95. Grigg y col. han obtenido recolecciones exitosas empleando dextrano 40 o 70 y una interfaz que permita introducirse en la capa de eritrocitos, de tal forma de no perder gran cantidad de granulocitos no separados de ella96. Utilizando esta metodología en 55 recolecciones de 26 donantes movilizados con G-CSF obtuvieron cifras satisfactorias de granulocitos a transfundir; no obstante, los autores refieren una débil correlación entre la cifra de neutrófilos transfundida y la cuenta recuperadora97; este dato es sugerido por otros trabajos y puede obedecer a distintos factores: p. ej. falta de compatibilidad leucocitaria, importante migración a sitios de infección y/o lesión del leucocito por almacenamiento o radiación.

Un importante avance, reconocido por la necesidad de obtener recolecciones con cantidades suficientes de CD34+ en los procedimientos con donantes para trasplante autólogo y alogénico, consistió en el hecho de procesar grandes volúmenes (de 3-5 volemias) sin haberse observado inconvenientes de significación si se consideran atentamente los recaudos para evitar la toxicidad del citrato98, 106.

Experiencia actual de las TG terapéuticas y profiláctic

 

En los últimos años se han publicado trabajos en los que se refiere beneficios en la evolución de pacientes con infecciones severas o en la profilaxis de éstas con TG. Ninguno de los trabajos es controlado, siendo la mayoría de escasa cantidad de pacientes.

Las experiencias más importantes en transfusión de granulocitos terapéutica han sido las de MD Anderson108, 109, 110, Bowden91, Illerhaus116, Aufferman117 y Peters118 en adultos y en población pediátrica se han publicado dos series de De Montalembert119 y Kolher75.

El grupo del MD Anderson, publica estudios piloto en el cual se administran TG a pacientes adultos con infecciones fúngicas documentadas refractarias a anfotericina B y con cifras de neutrófilos inferiores a 0.5 x 109/l. Fueron incorporados 38 pacientes (Aspergilus: 18, Fusarium: 6, Candida: 8 y otros: 6). Los enfermos recibieron una media de 8 TG (r: 3-23) con un promedio de 4.1 x 1010 granulocitos por transfusión (r: 1-11.6). Las recuperaciones medias de granulocitos a la 1 hora y a las 24 horas fueron de 1.2 y 0.7 x 109/l, respectivamente. Veinte pacientes tuvieron respuesta favorable y 8 de ellos permanecieron libres de infección tres semanas después de la terapéutica; los autores concluyen que las TG son una modalidad promisoria en el tratamiento de infecciones fúngicas asociadas a neutropenia108, 109; en un artículo previo, informan que la toxicidad no fue significativa en los donantes y existió tendencia a una mejor respuesta en aquellos enfermos que iniciaron las TG tempranamente110. Boutati y Anaissie presentan pacientes neutropénicos propios del MD Anderson y de la literatura con infecciones invasoras por el hongo Fusarium y refieren que la respuesta se presentó asociada a TG y a fórmulas lipídicas de anfotericina B111. El mismo grupo describe un paciente con aspergilosis de senos paranasales y trasplante alogénico de médula ósea por leucemia mieloblástica aguda refractaria; el tratamiento combinado de cirugía, anfotericina y TG resultó efectivo112. Bowden y col. estudiaron la evolución de 11 pacientes neutropénicos, 8 de ellos post-trasplante de médula ósea, en los que se anticipaba 5 o más días de neutropenia y con infecciones bacterianas o fúngicas que comprometían sus vidas. El recuento de granulocitos transfundidos presentó una media de 8 x 1010 y las TG fueron iniciadas al día + 19 de promedio. Diez pacientes presentaban recuento 0 de neutrófilos pre-tratamiento con TG. Los enfermos recibieron una media de 7 TG (r: 1-14). Después de la segunda TG, la media de neutrófilos en el conteo a la hora fue de 1.8 x 109/l y aparecieron granulocitos en el lavado oral a las 4 horas post-transfusión. Un paciente presentó caída significativa de la PO2 y otro paciente presentó hipoxia leve durante 3 de las últimas 7 TG. Tres de los 11 pacientes presentaron respuesta a la infección. Los autores concluyen que las TG de donantes no relacionados son posibles, seguras y provocan excelentes incrementos de granulocitos en el 90% de los pacientes; además, sugieren que su eficacia debe ser evaluada en trabajos aleatorios91. En Alemania, Illerhaus y col. describen 24 pacientes neutropénicos, y con infección documentada que recibieron un promedio de 3 TG (r: 1-25) con 1 x 1010 granulocitos de media. Tres enfermos (aspergilosis pulmonar: 2, y enterococo multi-resistente + cándida: 1), se recuperaron del cuadro infeccioso. Otros tres pacientes (aspergilosis pulmonar: 2, e infiltrados pulmonares de origen no determinado: 1) fallecieron116. Auffermann y col. describen 17 pacientes que recibieron TG por neutropenia, fiebre e infiltrados pulmonares sin respuesta luego de 48 horas con tratamientos antibacteriano y antimicótico combinados. Siete de los 17 pacientes recibieron catecola-minas debido a trastornos hemodinámicos por sepsis. Los CG contaban con una media de 5.5 x 1010 por infusión. Los 10 pacientes sin requerimientos de catecola-minas sobrevivieron al cuadro infeccioso así como 2 de 5 que las habían requerido. Las TG fueron bien toleradas y no se constató toxicidad pulmonar117. Peters y col. presentan 30 pacientes con cifra de neutrófilos menor de 0.2 x 109/l, 17 con infecciones bacterianas y 13 con infecciones fúngicas (9 de ellos con Aspergilosis). Los donantes de granulocitos fueron estimulados con G-CSF o prednisolona y los concentrados obtenidos con factor estimulante fueron superiores aproximadamente en ocho veces en el número de granulocitos. Fueron administradas un promedio de 7 TG y la duración media del tratamiento fue de 8 días. La probabilidad de alcanzar cifras de neutrófilos superiores a 0.5 x 109/l dentro de los 5 días fue de 83%. Luego de 100 días de iniciado el tratamiento, 82% de los pacientes con infecciones bacterianas y 38% de los pacientes con infecciones fúngicas se hallaban vivos y sin evidencia de infección. Los autores ocncluyen que las TG pueden ser de utilidad en pacientes con neutropenia severa y sepsis sin respuesta a tratamiento convencional. Argumentan, además, la necesidad de estudios comparativos aleatorios118.

De Montalembert y col. describen su experiencia con TG en 45 niños de 5 años de ead y 15.2 kg de peso de promedio, respectivamente. Veinticuatro fueron sometido a trasplante alogénico, 1 a trasplante autólogo, 16 a quimioterapia, y en 4 niños existía disfunción severa del neutrófilo. La dosis media de los TG fue de 0.9 x 109. Los 45 niños recibieron 316 TG. Veintiséis de los 37 niños neutropénicos evaluables tuvieron evolución favorable. Cuatro niños presentaron complicaciones pulmonares; en tres de ellos agravamiento de patología pulmonar previa y en uno se observó neumopatía intersticial horas después de la TG. En todos ellos, los cuadros retrogradaron con la suspensión de las TG. Dos niños presentaron alo-inmunización Rh y 1 paciente que recibió 87 Tg desarrolló alo-inmunización masiva a antígenos HLA119. Kolher y col. describen 9 niños con neutropenia que recibieron 97 TG con un promedio de 2.14 x 1010 por unidad transfundida. Todos los pacientes presentaron evolución favorable de su infección severa y mostraron disminución de los parámetros de ésta como resultado de la TG75.

Existen escasas publicaciones actuales referidas a la utilización profiláctica de las TG. Dos publicaciones actuales demuestran la experiencia de las TG profilácticas, el grupo de MD Anderson120 sin resultado positivo y el grupo de Addkins con resultados auspiciosos121. Por otro lado el grupo español de Galmés122 reporta buena viabilidad de neutrófilos criopreservdos. Las TG propios podría constituir una alternativa válida y operativamente conveniente de confirmarse clínicamente un artículo reciente del grupo balear. Galmés y col. refieren que los granulocitos de 11 pacientes fueron crío-preservados a  –80°C con dimetil-sulfóxido al 5%, hidroxi-etil-almidón al 3% y albúmina al 10% y descongelados una semana más tarde. Presentaban elevada recuperación en el conteo y en la viabilidad mensurada con tripan blue. El índice de apoptosis y la actividad bactericida (esta última determinada por reacción de polimerasa en cadena) tuvieron resultados similares a los basales y se observó incremento post-descongelación de la actividad de fagocitosis contra estafilococo, neumococo y hemo-philus122.

Efectos adversos de la transfusión de granulocitos

Las reacciones febriles representan un evento común y se refieren en el 25-50% de los trabajos publicados. Sin embargo, sólo el 1% de ellas son severas26, 123. La tranfusión de granulocitos se puede asociar al desarrollo de alo-anticuerpos que reaccionen tanto con antígenos HLA específicos como neutrófilo específicos, lo que puede ocasionar refractariedad a la TG y tambien a plaquetas39, 124. La infección por citomegalovirus constituye un riesgo de importancia en receptores de TG seronegativos. Los receptores CMV negativos deben recibir productos CMV negativos26. El más serio efecto adverso lo constituye la reacción pulmonar aguda post- TG125 ya sea por sobrecarga de volumen (HES, dextranos), por secuestro granulocítico en áreas de infección pulmonar que se hallaban previamente libres de exudación, por agregados de granulocitos dentro de la red vascular pulmonar debido a leucoaglutininas del receptor o por activación de complemento. Es por ello que la incidencia de infiltrados pulmonares es mayor en los pacientes que reciben TG. En 1979 fue publicado un artículo donde se sugería interacción potenciada entre TG y anfotericina B, fatal en algunos casos126. Esta situación no fue documentada en estudios subsiguientes y en la actualidad ambas terapéuticas pueden utilizarse de hallarse clínicamente indicadas124, 127, 128. Sin embargo, algunos autores recomiendan un intervalo mayor a las 6 horas entre la administración de anfotericina B y las TG9. A fines de evitar enfermedad injerto contra huésped post- transfusión es necesario irradiar la unidad con una dosis de 2.500 cGy129. Otros autores argumentan que la dosis de 1.500 cGy es suficiente, no siendo deletérea para la cadena respiratoria del neutrófilo y para su respuesta quimiotáctica130, 131.

Obviamente, no deben utilizarse filtros de leuco-reducción como tampoco de micro-agregados (20 µ). Es recomendable el uso de filtros convencionales de 170 µ.

 

¿Cuándo utilizar TG?

Los pacientes deben reunir los siguientes requisitos para ingresar en un programa de TG terapéutica. En primer lugar presentar un recuento absoluto de neutrófilos inferior de 0.5 x 109/l, preferentemente con sepsis documentada a bacterias u hongos. Este último requisito aparenta no ser absolutamente necesario, considerando la alta incidencia de pacientes con grave enfermedad séptica sin cultivo positivo y que sugieren vigorosamente la muy probable responsabilidad de determinado micro-organismo. Los enfermos deben presentar granulocitopenias que se presupongan que durarán más de 7 días después del inicio de la terapia con TG y deben tener progresión pese a instituir tratamiento anti-microbiano adecuado. Los pacientes deben recibir al menos 4 días de TG con la mayor dosis posible26. En lo que respecta a TG profilácticas se requieren estudios comparativos en trasplante alogénico similares a los referidos por Adkins y col.121 y en TG autólogas quizá se justifique realizar en principio estudios piloto y no comparativos en pacientes seleccionados. Todo donante, alogénico o autólogo, deberá rubricar un consentimiento informado.

De acuerdo con las sugerencias de Chanock y Gorlin9 existen importantes consideraciones en el desarrollo futuro de las TG. Nos hemos permitido agregar otras que también estimamos oportunas: a) diseñar protocolos que demuestren mayor eficacia y menor toxicidad para la movilización granulocítica, b) determinar por estudios controlados la eficacia de las TG, sin toxicidad prohibitiva, c) estudiar la vida media, reclutamiento en sitios de infección y capacidad funcional del neutrófilo in vivo, especialmente si se administran FEC, d) mejorar los programas de separación celular para que se incremente la eficiencia de las recolecciones y se preserve la funcionalidad del granulocito, e) demostrar eficacia tanto en infecciones bacterianas como fúngicas; reiteramos que no creemos que sea requisito indispensable la documentación microbiológica, especialmente si el paciente presenta evidencias compatibles con compromiso séptico, f) mejorar las técnicas de la preservación y almacenamiento en frío para su posterior uso autólogo o alogénico, g) confirmar el artículo finés que describe más rápido injerto y evolución del trasplante en pacientes que han recibido TG132 y, por último, h) efectuar un exhaustivo análisis costo/beneficio o mejor costo/eficiencia para determinar las bondades del procedimiento desde el punto de vista de la economía de la salud.

 uestra experiencia

En nuestra sección de hematología y hemoterapia se han recolectado 19 donantes (seleccionados por ABO compatibilidad, serologías y negatividad para anticuerpos antiHLA), movilizados según técnica de Liles72 con resultados similares pregranulocitoferesis a los referidos por los autores. Se procesaron en promedio 3 volemias sin efectos colaterales, con un separador celular Baxter-Fenwal CS 3.000 Plus, en tres horas de duración se logró eficiencia promedio en la recolección de un 68%. Existen trabajos recientes69 que demuestran que el uso de interfases con valor de 35 son superiores respecto a las de 15 en la eficiencia de la recolección. Siguiendo estas consideraciones hemos obtenido eficiencias promedio superiores a las reportadas por Lee93 (58%), y a los referidos por Adkins68 (60%).

Otra observación importante es que con estos valores de interfase hemos obtenido recuento de plaquetas en los productos similares a los obtenidos en una plaquetoféresis convencional, lo que permite realizar en estos pacientes (generalmente trombocitopénicos) una transfusión agregada equivalente a un concentrado plaquetario.

No hemos documentado toxicidad vinculada a infusiones en  28 de ellas en 4 pacientes con neutropenia severa prolongada y fiebre sin respuesta a tratamiento antimicrobiano. Las cifras promedio de granulocitos por concentrado fueron de 7 x 1010. Todos los pacientes obtuvieron recuentos de granulocitos post infusión superiores a los 500 x mm3. La eficacia clínica de dichas infusiones no puede valorarse por el insuficiente número de enfermos (experiencia personal no publicada).

Consideramos que futuros trabajos con los reparos metodológicos ya discutidos y con análisis costo beneficio permitirán dar una respuesta definitiva al valor clínico de las transfusiones de granulocitos para evitar aquello de que la historia vuelve a repetirse133.

 

Agradecimientos: Al técnico en hemoterapia Sergio Fridman por su invalorable colaboración en la asistencia de donantes y enfermos en los procedimientos de aféresis.

 

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   Tipo de infección         Tratados        Evaluables        Respuesta satisfactoria

                                                       %

 

Septicemias totales     437              248     145               59

     Gram negativos     238              172     103               60

     Gram positivos     44                  18     16                 89

     Poli- microbiana     16                  16     8                   50

     Fúngicas          7     3                       -     -

     Sin documentación  132     39                  18     46

Neomunías totales     130                45     23                 51

     Bacterianas      5     -                        -     -

     Fúngicas        10     9                      1     11

     Sin documentación  115     11                    7     64

Infecciones localizadas         143     47                  39     83

Fiebre de origen     184                85     64                 75

  indeterminado

Otras infecciones fúngicas               66     65                  17     33

invasoras

Total                  960     490              288     60

TABLA 2.– Resultados de 7 estudios controlados que valoraron la eficacia de las transfusiones de granulocitos en pacientes neutropénicos. Adaptado de Strauss R23, 24, 34

 

  Autores Grupo con TG Grupo sin TG    Exito        Tipo de Dosis de   Adminis- Selección          Ac

                                                                   leuco- granulocitos   tración             por    Anti-

                                                                  aféresis     por 1010                         HLA   granu-

                                                                                                                                   locitos

                       N° de      % de         N° de      % de                          

                         pac.   sobrevida       pac.   sobrevida                       

 

Higby y col.15        17                            76                            19                            26                                             Filtración                           2.2                      Diaria                           No                          

Vogler y col.16      17                            59                            13                            15                                     Centrifugación                           2.7                      Diaria                                                      

Herzing y col.14       13                            75                            14                            36                                                 Ambas                    0.4-1.7                      Diaria                           No                          

Alavi y col11          12                            82                            19                            62                     Parcial                 Filtración                           5.9                      Diaria                           No                         No

Graw y col13         39                            46                            37                            30                     Parcial                     Ambas                       0.6-2                      Diaria                           No                          

Winston y col17     48                            63                            47                            72                           No         Centrifugación                           0.5                      Diaria                           No                         No

Fortuny y col12     17                            78                            22                            80                           No         Centrifugación                           0.4                      Diaria                           No                          

Total                  163                            65                          171                            51                     p<.03

 

Ac: Anticuerpos

TABLA 3.– Esquemas para movilización de granulocitos con factores estimulantes de colonias con el agregado o no de esteroides

 

         Autores Dosis de FEC y/o corticoides y  Cifras de granulocitos        Cifras de granulocitos

                    tiempo previo a la recolección de      previas a la recolección    obtenidas por concentrado

                     granulocitos

 

Leitman y col89, 90 G-CSF 5 µg/kg más 8 mg de 29 ± 3.6 x 109/l 7.4 x 1010

               dexametasona 12 horas antes

Worel y col74 G-CSF 5 µ/kg/día por 4 días              -        5.9 x 1010

               dexametasona 12 horas antes

Bowden y col91 G-CSF 600 µg más 8 mg de 32 x 109/l        18 x 1010

Adkins y col68, 92 G-CSF 10 µg/kg 12 horas     -      5.1 por 1010

Jendiroba y col5 G-CSF 5 µg/día x 2 vs G-CSF 5 µg/día Los regímenes con G-CSF Los regímenes con G-CSF

                    por medio vs Prednisona superaron en 145 y 160% a superaron en 65 y 75% a

               (20 mg, 17, 12 y 2 horas) prednisona sola prednisona sola

Liles y col72 G-CSF 600 µg y 8 mg de 36.0 x 109/l a 43.0 x 109/l              -

               dexametasona 12 horas antes vs G-CSF

               a dosis de 300 µg con o sin

               dexametasona 12 horas antes  y vs G-CSF

               a dosis de 600 µg sin dexametasona

- - - -

Nineteenth century thinking was revolutionized by Darwin. A shocked world learned that ancient superstitions could be replaced by a solid, intellectually satisfying theory. The philosophical impact was tremendous. Man was no longer at the center of a universe created for his benefit. He was one of innumerable species, with no particular distinction in the eyes of the evolutionary process, however much his superior brain has contributed to his vast numbers and economic dominance. It seems to me that the twentieth century has brought no such enlightenment or trauma. One might think that our increasing view of life as an outgrowth of chemical change would have been even more traumatic than Darwinism; but it hasn’t been. Our generation seems more willing to accept our relatedness to the earth and stars than our Victorian ancestors were to accept our relatedness to the apes. Our lives have been changed enormously by transportation, by pain killers, by telecommunication, by computers - but I don’t think these have had a philosophical impact comparable to Darwin’s bombshell.

Will something philosophically comparable to Darwinism in the nineteenth century happen in the twenty-first? I think there is one possibility. I would predict that by the turn of the next century and possibly well before, we will have a chemical-mechanistic understanding of memory and thought. Will people find that shocking? Surely some will, those who think of the mind as being as nonmaterial as the soul. Among the kinds of knowledge most likely to cause a philosophical stir, this would be my candidate.

 

El pensamiento en el siglo XIX se vio revolucionado por Darwin. Un mundo en shock aprendió que las antiguas supersticiones podían ser reemplazadas por una teoría sólida e intelectualmente satisfactoria. El impacto filosófico fue tremendo. El hombre dejaba de estar en el centro de un universo creado para su propio beneficio. Se convertía en una de las innumerables especies sin ninguna distinción particular ante los ojos del proceso de evolución, por más que su cerebro superior haya contribuido a su dominación económica. Se podría suponer que nuestra actual visión del origen de la vida como surgida de cambios esencialmente químicos hubiera sido más traumática que el darwinismo; pero no lo fue. Nuestra generación parece ser más dispuesta a aceptar la interrelación de la tierra con las estrellas que nuestros antecesores victorianos a aceptar su relación con los simios. Nuestras vidas se han visto enormemente transformadas por los medios de comunicación, los sedantes, la telecomunicación, las computadoras, pero no creo que todo estos cambios hayan tenido un impacto filosófico comparable con la noticia bomba de Darwin.

¿Aparecerá algo filosóficamente comparable con el darwinismo en el siglo XXI? Creo que hay una posibilidad. Podría predecir que al final del próximo siglo y posiblemente bastante antes, tendremos una comprensión química-mecanística de la memoria y del pensamiento. ¿Será esto chocante? Para algunos, seguramente lo será, para los que piensan en la mente como en algo tan inmaterial como el alma. De los tipos de conocimientos que puedan tener el mayor de los impactos filosóficos, éste sería mi candidato.

 

 

James F. Crow

 

Two Centuries of Genetics: A View from Halftime. Annual Review of Genomics and Human

Genetics 2000; 1: 3

 

Recibido: 1-X-1999

Aceptado: 13-IX-2000

Dirección postal: Dr. José Fernández, Servicio de Hematología y Hemoterapia, CEMIC, Las Heras 2900, 1425 Buenos Aires, Argentina

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