MEDICINA - Volumen 61 - Nº 1, 2001
MEDICINA (Buenos Aires) 2001; 61:15-22

       
     

       
   

Curvas de peso al nacimiento

ESTANDAR DE PESO PARA LA EDAD GESTACIONAL EN 55.706 RECIEN NACIDOS SANOS DE UNA MATERNIDAD PUBLICA DE BUENOS AIRES

Marcelo San Pedro1, Carlos Grandi2, Miguel Larguía2, Claudio Solana2

Fundación Epson; 2 División Neonatología, Sector de Epidemiología Perinatal, Hospital Materno-Infantil Ramón Sardá, Buenos Aires

Resumen

Las curvas de referencia  del peso al nacer  para la edad gestacional de la Argentina son escasas y no actualizadas. Los  objetivos de este trabajo fueron: 1) determinar nuevos valores normales de peso al nacimiento (PN) por sexo y paridad,  2) comparar estos  resultados por trienios y  3) comparar  con un estudio anterior. Se  incluyeron  los RN vivos durante el período 1988-1999 (n = 55 706). Se excluyeron aquellos con PN menor a 500 g, edad gestacional (EG) menor a 25 semanas , con errores en la apreciación de la EG  o antecedentes maternos u obstétricos que pudieran influir en el  PN. Como fuente de datos se utilizó  el Sistema Informático Perinatal (SIP, v. Agustina 5.1). Se  calculó el PN medio, DS, ES, coeficiente de variación, histograma y ojivas, coeficientes de sesgo y curtosis, percentilados real y polinómico y distribución normalizada (Z). Se halló una  variabilidad  máxima del 15%, velocidad máxima absoluta de  263 g/ sem. y  aceleración positiva hasta las 36 semanas. Coeficiente de sesgo:  -0.247 a  0.129  y el de curtosis:  3. Error  máximo del 7.5% para el percentilo 10 y del 6.5% para el 50  comparado con el score z. La diferencia máxima entre sexos fue del 3.6%. La paridad  influyó positivamente sobre el PN. Por trienios (88-90,91-93,94-96 y 97-99) el PN medio mostró una tendencia sistemática y creciente (3243 ± 539g  a  3286 ± 508g) (p < 0.001). Comparado con un estudio anterior se observó una disminución del PN debajo de la 37ª semana.

Palabras clave: peso al nacimiento, edad gestacional, recién nacido

 

Abstract

Standard of birth weight for gestational age in 55 706 newborns of an Argentine population. Birth-weight-for-gestational-age patterns in Argentina are scarce and outdated. The same study has been performed within our institution for 8 years already. Our hypothesis is that there could have been population changes with repercussions on fetal growth. The objectives were: 1) to determine new normal values of birth weight (BW) -for-gestational-age; 2) to study growth speed and acceleration, and  3) to compare these new results between trienniums. Population: All  liveborn babies between 1988-1998 (n= 67 857) were included. Those with BW lower than 500 g, gestational age (GA) lower than 25 weeks or  mistakes in the appraisal of GA and outliers (birth-weight-for gestational-age > 2.5 DS of the median) were excluded. Those without maternal or obstetric history that could have influenced the BW were defined as “healthy newborns” (n = 55 706). The software Persi, that employs 34 of the 93 variables included in the Perinatal Clinical Record (SIP/OPS/OMS, Agustina v 5.1), was used. Birth weight median, standard deviation and error, coefficient of variation, skewness and kurtosis’s coefficients, real and polynomial percentiles, standard distribution (Z), and the corresponding charts were generated  in an automatic  way for each gestational week and through the use of the method of  least squares (polynomial models up to 4th grade). Results were as follows: maximum variability 15% as from the 30th week, maximum absolute speed in the 36th week (263 g / week) and a positive acceleration, up to the 36th week, and then a negative one (maximum –127g/week2 in the 42nd week) was observed. Skewness  varied between –0.247 (31st week) and 0.129 (38th week), and  kurtosis was around 3, from which it can be inferred that the population has a normal distribution. Compared to the score z, the new curves showed a maximum error of 1.53% for the 10 percentile and 1.50% for the 50 percentile. By analyzing the data by trienniums (88-91, 91-93, 94-96 and 97-98) a growing mean BW (3243 ± 539g to 3286 ± 508g;  p<0.001) and 10 percentile (2600 to 2690 g, p< 0.001) trend was appreciated. In conclusion: new values of birth weight-for-gestational-age were determined, and  a secular  increase trend of the mean birth weight  (+ 43 g) was observed.

Key words: : birth weight, gestational age, newborn

 

El peso corporal de cada recién nacido (RN) es el resultado de su crecimiento intrauterino desde la concepción hasta el parto. Es variable según su edad gestacional (EG), su potencial genético y la presencia o ausencia de factores de desviación de la normalidad.

El enfoque perinatológico actual exige poder evaluar el peso de nacimiento (PN) como adecuado, alto o bajo en relación a la duración de la gestación, para efectuar diagnósticos epidemiológicos, medir el impacto de enfermedades asociadas e interpretar resultados de intervenciones.

Existen  numerosos  estándares de peso para la edad gestacional publicados en el extranjero1-3   pero, sin embargo, en la Argentina  hasta la fecha hay solamente dos4-5, de los cuales el último5 ,realizado como el  presente en la Maternidad Sardá de Buenos Aires, ha  sido  incorporado a las  normas de atención perinatal  argentinas6 .

Además se presentan diferencias en estos estándares en cuanto a fuente de los datos (hospital o poblacional), composición de la población, región geográfica, determinación de la edad gestacional y criterios de exclusión.

Bajo la hipótesis de que podrían haberse producido cambios poblacionales con repercusión en el crecimiento fetal desde la publicación de los estudios anteriores los objetivos del presente fueron: 1) describir nuevos valores de peso al nacer para la edad gestacional, por sexo y paridad, ampliando de esta manera la represen-tatividad  de la  muestra; 2) comparar estos nuevos resultados por trienios (1988 a 1999), y 3) compararlos con un estudio anterior4 

Material y método 

Población

La fuente de los datos fueron las Historias Clínicas Perinatales  (HCP) almacenadas en la base de datos Agustina (versión  5.1) del Hospital Materno-Infantil Ramón Sardá de Buenos Aires del período  1988-1999 (n = 67 857; cobertura 97%), que utiliza la estructura del Sistema Informático Perinatal del Centro Latinoamericano de Perinatología y Desarrollo Humanos (CLAP/ OPS/ OMS)7.  

Se decidió  adoptar la edad gestacional (EG) por el examen físico (EF) del recién nacido (Test de Capurro)8  debido a  su probada validez en la sub-población de pretérminos  (EG 24-36 semanas; 8.9 %) de la Maternidad  Sardá. Por debajo de la 33ª semana los datos de la  EG  fueron cuidadosamente revisados para evitar los problemas de incompatibilidad biológica de la relación peso de nacimiento /edad gestacional en los registros; en aquellos casos puntuales de sospecha de error de la EG por  examen físico o en aquellas situaciones en que no se aplicaba la distribución normal del Peso de Nacimiento (> 2.5 desvíos estándar de la media) se  la reemplazó por la derivada de  la fecha de última menstruación (FUM) confiable.

  Se incluyeron  aquellos RN vivos con PN  mayor o igual  a 500 gramos y edad gestacional  mayor o igual a 25  y menor a 43 semanas. Se excluyeron  los registros que presentaban las siguientes patologías obstétricas reconocidas universalmente por  afectar el crecimiento fetal: embarazo múltiple, hipertensión arterial previa, preeclampsia, eclampsia, diabetes mellitus  y anomalías congénitas. La aplicación de  estos criterios arrojó  una eliminación de 12 151 registros (17.9%) por lo que la población en estudio comprendió 55 706  recién nacidos vivos.

Para la distribución del PN según la paridad y la edad gestacional  el tamaño muestral se redujo a 42 684 debido al escaso número de casos en las paridades extremas (6 o más); treinta y siete porciento (n = 16 683) de las mujeres eran primíparas 

Métodos

Al nacer los RN fueron pesados  desnudos en una balanza de palanca luego de la sección del cordón umbilical. Las lecturas fueron realizadas hasta los últimos 10 gramos y transcritas en la HCP.  Todos los  RN fueron examinados por un médico pediatra con entrenamiento neonatológico que incluyó la evaluación de la EG  en semanas completas.

Para los cálculos se utilizó el programa de computación Persi (incluido en la base Agustina ) que emplea 34 de las 154 variables de la Historia Clínica Perinatal. Se dispuso de los siguientes estadísticos para los intervalos de clase entre las  semanas 25ª  y  42ª de gestación y para cada población estudiada referentes a su PN: media, desvío y error  estándar de la media, intervalo de confianza al 95% de la media, coeficiente de variación, coeficiente de sesgo y curtosis, velocidad (g/sem) y aceleración semanal  (g/sem2)  y distribución normalizada (Z ).

Para cada EG el programa Persi calculó los PN de los percentilos reales  5, 10, 25, 50, 75, 90 y 95. Para suavizar las curvas de peso para la edad gestacional y por el método de los cuadrados mínimos  se exploraron  modelos  polinómicos ponderados de 2º a 5º grados. En base a los R 2  (suma de residuos cuadráticas) se halló el polinomio de 4º grado como el más apropiado (y = a + b1 x  + b2 x2  + b3 x3  + b4 x 4). Las bondades del ajuste fueron analizadas por medio del error estándar del ajuste esperado en función de los desvíos cuadráticos entre el dato observado y el interpolado. Los gráficos se generaron en forma automática.

El programa Persi  permite la comparación   entre diferentes  poblaciones produciendo gráficos de superposición de resultados que claramente identifican  a éstas.  Debido a  que la población del anterior estudio  de la Maternidad Sardá5  está  incluída en el presente se utilizó como comparación al  publicado por Lejarraga y col.4  realizado  en la misma Institución pero que  abarca solamente las semanas 35ª a 42ª. Para ello se analizaron por separado los  varones   (n = 25 265) y  las mujeres  (n = 24 623)  correspondientes a ese intervalo de edad gestacional 

Resultados

La tabla 1 presenta los  resultados para las semanas 25ª a 42ª. La variabilidad, como era esperable, fue mayor a menor EG (20.1% en la 30ª semana) debido al menor número de casos, alcanzando a partir de la 31ª semana un valor máximo del 15,8%. El coeficiente de sesgo osciló entre – 0.247 (31ª sem.) y  0.129 (38ª sem.) y el de curtosis  alrededor de 3, de lo que se infiere que la población presenta una distribución  normal, levemente sesgada y mesocúrtica.

La máxima velocidad  absoluta  interpolada se observó en la 36ª semana (263 g/sem.) mientras que la aceleración  interpolada fue positiva hasta la 36ª semana y luego negativa (máximo – 127 g /sem2  en la 42ª sem.) (Fig.1). El ajuste de las curvas, estimado por el R2  , fue de 0.8864 para la velocidad y 0.3699  para la aceleración respectivamente.

Comparando  el percentilado real  con  el  teórico (analizado por el  score z) se apreció un error  máximo del 7.54%, 4.64% y  6.44% para  los  percentilos 10, 25 y 50 respectivamente.

En la Figura 2 se presenta  el peso de nacimiento para la  EG  de  RN sanos  como  percentilos 10, 25, 50, 75 y  90  mediante la interpolación polinómica;  en cortas gestaciones se aprecian  percentilos  más  estrechos que al final de la distribución.

El  analisis por sexo  redujo significativamente el  tamaño muestral en las gestaciones más cortas por lo que se extrajo de la población total en estudio (n = 55 706)  otra subpoblación entre la 32ª  y 42ª semana de gestación y se la dividió en dos, 23 808 niñas y 27 588 varones. Se observó que desde la 35ª semana en adelante la media del peso de nacimiento de los varones  es mayor  que el de las niñas, siendo la máxima diferencia del 3.6% (Fig. 3).

Los hijos de madres adolescentes  (< 17 años) pesaron al nacer significativamente menos que los de  las adultas ( 3 195 + 485 vs 3 328 + 560, p< 0.001).

La Figura 4 presenta los pesos medios al nacer  según la paridad. Se puede apreciar que la curva, con un adecuado ajuste   (R2   = 0.9852),  es  bimodal, siendo el  peso medio  3335 g (DS 400) en la paridad  2 a 3  y  3392 g  (DS 431) en la paridad 8. El coeficiente de variación osciló alrededor del 12%.

 Al analizar por trienios (1988-90,1991-93,1994-96 y 1997-99)  la evolución de las medias del PN   se apreció una tendencia sistemática, creciente (3243 + 539 g a 3286 + 508 g) y estadísticamente significativa ( Tabla 2) .  Mientras que el promedio del  percentilo  10  mostró un incremento de  90 gramos (2600 g a 2690 g) durante el período observado, el  percentilo 90  no mostró diferencias (3900 g).

Comparamos  nuestras curvas con  las de Lejarraga  y col.4  derivadas de una muestra de 1401 RN vivos entre 1974 y 1975, cuya edad  gestacional se calculó a partir de la fecha de la última menstruación “confiable” y que utilizó similares criterios de exclusión (24.5% de la muestra original). A nivel del percentilo 50 se pudo  apreciar, tanto para varones como para mujeres, un  marcado descenso del PN en  las semanas 35ª ,36ª y 37ª  en el presente estudio (2361 + 319 g  vs 2703 + 388,  2619 + 311 vs 2980 + 542 y 2932 + 356 vs 3020 + 506 respectivamente para varones) así como un leve incremento a partir de la 39ª semana para varones y 40ª para mu-jeres. 

Discusión

El peso para la edad gestacional  es la variable   que más se asocia estadísticamente con todos los eventos perinatales, en especial con aquellos llamados “duros” como la mortalidad perinatal y aún con la post-neonatal 9, 10, además de la reconocida asociación con secuelas alejadas11.

Tanto la  duración  de la gesta  como el peso  al nacer son datos valiosos para comprender la interacción de los factores responsables del estado de las madres y sus hijos recién nacidos12, 13.

El presente estudio  que incluyó  la  población asistida en la Maternidad Sardá   de Buenos Aires entre 1988 y 1999 es el más grande de su tipo en describir los patrones del peso de nacimiento relacionados con la duración de la gestación en la Argentina. La información contenida en la base Sardá fue auditada y aprobada por el Centro Latinoamericano de Perinatología y Desarrollo Humano (CLAP/OPS/OMS, Montevideo,Uruguay) en 1998  por lo que se  puede confiar en  su validez interna.

Sin embargo debemos asumir algunas limitaciones  del estudio. En primer lugar los datos obtenidos al nacimiento en estudios transversales como el presente no presuponen que reflejen el crecimiento longitudinal de los niños in-útero. Estos percentilos no identifican aquellos RN cuyo crecimiento intrauterino podría haber estado severamente comprometido pero que al nacer pesaron mas del 10º (o 5º) percentilo, puntos de corte habitualmente utilizados  para  clasificarlos como  de “bajo peso para la edad gestacional”14.

Un punto crucial es la estimación de la edad gestacional.  El método de Capurro8  basado en el examen clínico del RN - en forma similar al score de Dubowitz15  o  Ballard16  - es ampliamente utilizado para calcular la EG de los recién nacidos. La exactitud de estos métodos al emplearlos en RN de muy bajo peso (< 1500 gramos) o < 32 semanas de gestación ha sido cuestionado debido a la escasez de dichos RN en los trabajos originales17.

Alexander et al.18 estudiando una serie de 4193 embarazos únicos en el que la EG se calculó por ultrasonografía  antes de la 20ª semana de gestación, encontró que la estimación de la edad gestacional por el examen clínico resultó en  una sobrestimación de la EG en 50% de pretérminos y una subestimación del 75% en los postérminos. Una rigurosa clasificación de la EG basada en el examen del RN depende de cuán cuidadosamente se realiza la evaluación, el criterio usado y el grado en que el examinador  puede estar  influenciado por los estimadores obstétricos (última fecha menstrual, ultrasonografía). En la Maternidad Sardá este dato es relevante mereciendo una permanente supervisión por  parte de los  profesionales de mayor experiencia.

Además la  EG basada exclusivamente en la fecha de la última menstruación  puede estar viciada por diversos factores (irregularidad de los ciclos, variaciones de la fase folicular, uso de contraceptivos, etc)19 por lo que existe la posibilidad de clasificar erróneamente a pretérminos así como postérminos20.

Generando aún más controversias se conoce que el valor predictivo positivo de la edad gestacional por la  FUM (confiable) para el diagnóstico del parto prematuro llega hasta el 77.5% (en poblaciones donde la incidencia alcanza al 8.6%, similar a la del presente estudio) en comparación con la calculada por ultrasonografía precoz21.

En la actualidad la ultrasonografía precoz es considerada  no solo como  el mejor método de estimación de la edad gestacional22, 23 sino que es frecuentemente usada como “patrón de oro”21. Sin embargo estas curvas están basadas en mujeres con embarazos normales, menstuaciones regulares y FUM confiables, lo que elimina la variación individual natural  produciendo de esta manera percentilos de peso más bajos para los pretérminos y más elevados en postérminos24; esto podría explicar ,aparte de los criterios de selección utilizados, la estrechez de los percentilos  observada en menores tiempos de gestación (Fig. 2).

Por consiguiente y hasta que se realicen estudios con suficiente tamaño muestral que contemplen el cálculo de la edad gestacional basado en el registro de la fecha de la concepción  u ovulación  y ajustada por la heterogeneidad fisiológica, no tendremos un criterio estándar para su estimación.

Por último hubo que reducir la población al analizar la distribución por sexo , paridad y al compararlas con las curvas de Lejarraga y col., ya sea  por el  escaso número de partos en gestaciones tempranas o en paridades extremas. Esto podría ocultar una probable heterogeneidad de la población impidiendo medir el impacto de condiciones  como, por ejemplo, el parto prematuro.

La estimación de la velocidad del crecimiento logró un buen ajuste (R2 = 0.8864) pudiendo emplearse en la práctica clínica para monitorear el crecimiento intrauterino del caso individual a través de la estimación del peso fetal por ultrasonografía. Así entre la 32ª y 39ª semanas de gestación el incremento medio de peso semanal fue de 200 gramos, similar al calculado por la biometría fetal utilizando la fórmula de Hadlock25, mientras que después de las 39 semanas se observó una desaceleración característica de los embarazos humanos y que no se hace evidente en otros mamíferos26.

El mayor peso de los RN de postérmino concuerda con un estudio anterior20 que sugiere que estos RN podrían presentar mayor PN que los de término atribuíble a que ciertos RN son erróneamente clasificados como de mayor edad gestacional  debido a retardo en la ovulación.

La comparación de los percentilos reales con los teóricos mostró que los errores  no superaron el 7.5% y se observaron en las gestaciones más cortas (27ª semana para el percentilo 10, 31ª semana para el 25 y 25ª semana  para el 50), de lo que deducimos que las estimaciones del PN por este modelo polinómico son adecuadas.

La observación de que  cerca del término el PN de los varones es mayor que el de las niñas concuerda con la literatura4, 5, 27, 28 . Dos factores maternos, la edad y la paridad, se correlacionan con mayor peso en el momento del nacimiento29, 30 y, al estar relacionados entre sí, deberían estudiarse en forma conjunta31.

 Los hijos de madres adolescentes  (< 17 años) pesaron al nacer  menos que  los de las adultas, pudiéndose atribuir el hecho a su estado nutricional32. La multipa-ridad  tuvo un fuerte impacto en el crecimiento fetal especialmente al término del embarazo, con niños potencialmente macrosómicos que podrían motivar diversos riesgos obstétricos (desproporción feto-pélvica, distocias de contracción, mayor utilización de ocitócicos y terminación por cesárea, etc). En el estudio de Zhang y col. 28  las diferencias entre primíparas y multíparas (> 2) alcanzó a 100 gramos al término mientras que en el presente llegó a 200 gramos.

En forma similar a otras latitudes12 observamos un aumento sistemático y progresivo de los  percentilos 10 y 50 pero no así del 90 en el período del estudio, no  asociado a cambios en las  tendencias del Bajo Peso (PN < 2500 g ), Muy Bajo Peso (PN < 1500 g) o del Parto Prematuro33 . Por otro lado se descarta que el incremento del PN observado se atribuya a errores  de medición ya sea durante el registro y /o carga del dato en soporte magnético34  debido al permanente   entrenamiento del personal que registra el PN así como a la continua supervisión y monitoreo de las variables clínicas ingresadas a la  Base de Datos.

Es posible que desde 1988 se hayan producido cambios seculares  en el PN no descriptos hasta ahora en la Argentina,  imputables a modificaciones  en la estructura social de la población que concurre espontáneamente al Hospital Sardá y  a  actualizaciones en los criterios de atención del embarazo normal y de alto riesgo, siendo el “emergente” de este cambio el peso de nacimiento del producto de la concepción.

Así se ha documentado en la población  que asiste al Hospital Sardá un progresivo incremento de la instrucción secundaria en las embarazadas jóvenes (25-35 años) en comparación con el total del país (Informe Oficial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, OMS)35 que podría reflejar una demanda de atención de mujeres con mejor nivel de salud incluyendo el nutricional. Durante el   presente estudio el peso medio preconcepcional pasó de 58.6 (± 10.7) kg  en 1988 a 59.2 ( ± 10.7) kg en 1998 (p = 0.004) (datos no publicados).

Además el incremento del percentilo 10 puede señalar cambios de conducta frente al diagnóstico de  “restricción en el crecimiento intrauterino”36 que implican diagnósticos más precoces e interrupciones más frecuentes de los embarazos portadores de esta patología, ilustrado por el  aumento de la tasa de cesáreas que pasó del 19.6% al 21.7% (p = 0.004) durante el período del estudio33.

De manera  similar a los cambios poblacionales mencionados más arriba  un riguroso control prenatal de las gestantes portadoras de diabetes gestacional   podrían haber contribuído a la disminución de la macrosomía fetal (PN > 4000 g), desde 13.8% en 198837 a  8% en 199838 (p < 0.001), reflejado en la estabilidad del percentilo 90.

El estudio anterior de Lejarraga y col.4, aunque metodológicamente válido, difiere con el presente en que la EG se estimó por la FUM (confiable),  el cálculo de los percentilos no utilizó el método polinómico y las curvas fueron suavizadas manualmente.  Las mujeres que confunden una metrorragia precoz con una menstruación atrasada podrían tener una estimación  más baja de la EG de su gravidez y estos fetos presentarían un peso incompatiblemente más elevado en gestaciones tempranas39. Este error sumado a las diferencias en el tamaño muestral , criterios de exclusión más exigentes (25%) y al ya comentado  cambio en las prácticas obstétricas en el lapso de 14 años (1974-1988) entre ambos estudios podrían explicar las diferencias halladas,  especialmente  los mayores pesos en las EG más tempranas.

En el presente estudio  que actualiza  las curvas del peso  al nacimiento de acuerdo a la edad gestacional de una población representativa de la ciudad de Buenos Aires y el primer cordón del conurbano bonaerense  se comprobó un aumento sistemático del PN a través del período analizado (12 años).

 

Agradecimientos: Al Dr Horacio Lejarraga  y la  Dra. Elvira Calvo por  sus valiosas sugerencias.

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Fig. 4.– Peso medio al nacer por paridad   (Sardá 1988 – 1999)

TABLA 1.– Percentilos de peso al nacer según la edad gestacional mediante interpolación polinómica en 55 706 recién nacidos vivos sanos (Sardá 1988 -1999)

 

Edad gestacional        No.               %      Media           DS        CV         PER5     PER10    PER25     PER50    PER75     PER90  PER95

  (semanas)                                       (g)                        (%)

 

         25               27       0.07         748.1      125.7          16.8        550            580        640            700        850            920        950

         26               51       0.03         847.8      122.1          14.4        650            680        740            830        940            980       1050

         27               39       0.07         934.6      138.7         14.8        700            700        820            900       1000         1120       1150

         28               88       0.03       1050.7      194.9          18.5        700            760        940          1030       1200         1280       1340

         29               85       0.10       1116.7      186.9          16.7        800            880        970          1100       1280         1350       1380

         30               95       0.10       1310.0      263.4          20.1        900            970       1100         1280       1500         1600       1760

         31               75       0.07       1446.8      202.0          13.9       1140         1170       1250         1450       1600         1680       1780

         32             216       0.13       1645.6      259.2          15.7       1200         1300       1460         1650       1830         1970       2040

         33             238       0.10       1844.7      275.9          14.9       1380         1500       1650         1830       2030         2200       2300

         34             436       0.30       2075.2      305.3          14.7       1560         1700       1880         2080       2270         2480       2550

         35             836       0.50       2327.0      308.8          13.2       1810         1940       2100         2330       2550         2700       2820

         36           1559       2.51       2593.7      317.0          12.2       2080         2190       2400         2590       2820         3000       3100

         37           3688       5.28       2894.7      348.4          12.0       2320         2450       2650         2900       3120         3350       3490

         38           9526      15.68      3146.8      360.3          11.4       2570         2700       2900         3120       3400         3630       3770

         39         15546      29.89      3316.2      358.1          10.8       2740         2870       3050         3300       3560         3800       3930

         40         16376      33.20      3478.3      385.0          11.0       2850         3000       3200         3470       3750         4000       4130

         41           5811      10.53      3592.2      423.3          11.7       2900         3050       3300         3600       3900         4150       4300

         42           1001       1.40       3598.2      477.5          13.7       2800         3000       3250         3600       3940         4220       4380

 

DS: Desviación Estándar                                Per: Percentilo

CV: Coeficiente de variación

TABLA 2.–  Peso medio al nacer por trienios (1988-90, 1991-93, 1994-96 y 1997-99) en 55 706 recién nacidos vivos sanos (Sardá 1988-1999)

 

      Año    Casos (n) Media (g)         Int. Conf.95%          DS      ES     Diferencia        p

                                                                Peso (g)* (t,2 colas)

 

    88-90         14350     3243  3234-3252    539.4           4.50     ——          ——

    91-93         15918     3258  3250-3266    516.3           4.09       15      0.04460

    94-96         17231     3280  3272-3288    512.4           3.90       22    <0.00001

    97-99          8185     3286  3274-3297    508.8           5.62        6     <0.00001

 

* Referencia: 1988-90

DS: Desviación Estándar

ER: Error Estándar

Fig. 1.– Velocidad y aceleración medias del  crecimiento intrauterino mediante interpolación polinómica en 55 706 recién nacidos vivos sanos (Sardá 1988 – 1999)

 

Fig. 2.– Percentilos de peso al nacer  según  la edad gestacional  mediante interpolación polinómica en 55 706 recién nacidos vivos sanos (Sardá 1988 – 1999)

Fig. 3.– Comparación por sexos del peso medio al nacer en 51 396  recién nacidos vivos sanos (Sardá 1988 – 1999)

La Antigüedad

Grecia. En la alta antigüedad, los Dioses regían la vida de los hombres. El primer «médico» sería Esculapio, hijo de Apolo, nacido en Epidauro cerca de 1260 antes de J.C. El curaba por la palabra, las hierbas y el cuchillo.

El período que se extiende entre los siglos VIII a V antes de J.C., es el de los santuarios donde los sacerdotes de Esculapio ejercían la medicina. Así se formaron las escuelas de Cos, Cnida y Rodas.

Hipócrates (460-377 antes J.C.), creador de la medicina clínica, sienta las bases de la ética médica. Su obra, «Corpus Hippocraticum», ha llegado hasta nosotros a través de los escritos en lengua árabe.

 

La Edad Media

Los textos médicos antiguos se conservan y estudian en los monasterios. Los médicos son reclutados entre los letrados y los clérigos.

Hasta el siglo XV, el médico es obligado al celibato. Con la propagación del Evangelio, el sentido cristiano de la caridad se aplica a los cuidados al prójimo. La plegaria se asocia a las medicaciones para curar el mal.

En esta época, el médico es el «mirador», aquel que observa las orinas (acto esencial en la Edad Media para establecer un diagnóstico) y la mujer médica es la «miradora».

La cofradía de los cirujanos de San Cosme es fundada por Jean Pitard, cirujano de San Luis. Sus miembros usan la toga larga, mientras que los cirujanos de toga corta son los simples «barberos» (que sólo curan heridas, chichones y jorobas).

 

Musée d’histoire de la Médecine. Petit guide du visiteur. Université René Descartes, Paris, 1999, pp 5-7

- - - -

L’antiquité

La Grèce. Dans la haute antiquité, les Dieux régissaient la vie des hommes. Le premier «médecin» serait Asklépios, fils d’Apollon, né a Epidaure vers 1260 av. J.C. Il soignait par la parole, les simples (herbes) et le couteau.

La période qui s’étend du VIIIème au Vème siècle av. J.C. est celle des sanctuaires ou les prêtres d’Asklépios exercent la médecine. Les écoles de Cos, Cnide et Rhodes se forment alors.

Hippocrate (460-377 av. J.C.), créateur de la médecine clinique, pose les bases de l’éthique médicale. Son oeuvre «Corpus Hippocraticum» est parvenue jusqu’à nous par des écrits en langue arabe.

 

Le Moyen-Age

Dans les monastères sont conservés et étudiés les textes médicaux antiques. Les médecins sont recrutés parmi les lettrés et les clercs.

Jusqu’au XVème siècle, le médecin est astreint au célibat. Avec la propagation de l’Evangile, le sens chrétien de la charité passe par le soin du prochain. La prière est associée aux médictions pour guérir le mal.

A cette époque, le médecin est le «mire», celui qui regarde les urines (acte essentiel depuis le Moyen-Age, pour établir le diagnostic) et la femme médecin, la «miresse».

La confrérie des chirurgiens de Saint Come est fondée par jean Pitard, chirurgien de Saint Louis. Ils portent la robe longue, alors que les chirurgiens de robe courte sont des simples «barbiers» (qui ne soignent que les plaies et les bosses).

 

 

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