EL FUTURO DE MEDICINA
EL FUTURO DE MEDICINA (BUENOS AIRES)
Amadeo P. Barousse
Presidente, Fundación Revista Medicina.
La experiencia acumulada en 60 años no es crédito suficiente para
la toma de decisiones con vistas a los cambios previstos para el
año 2000. Estamos necesitados de respuestas a preguntas tales como:
¿editar la oferta? ¿atender preferentemente a la demanda?
¿facilitar una mejor aplicación del conocimiento actual?
¿preparar al médico para la medicina molecular del futuro? ¿qué
información se buscará en el libro y cuál en las revistas?
¿seguir imprimiendo en papel o editar on line? ¿editar en
castellano o en inglés? ¿conservar la independencia o
globalizarse?
Vamos por partes. Se ofrecen a Medicina (Buenos Aires) trabajos de
investigación básica y clínica. A igual calidad privilegiamos los
trabajos clínicos y pedimos a los autores de trabajos básicos que
tengan la caridad de introducir al lector clínico en el tema de su
interés para facilitar la comprensión de su tarea y la lectura de
su manuscrito. El Comité Editorial de Medicina (Buenos Aires)
dispone de un conjunto de jueces idóneos para el análisis del
material que se recibe, no sólo jueces residentes en el país sino
también en el extranjero, para los casos poco frecuentes que, en
razón de su especificidad, merezcan el juicio de investigadores
ajenos a la comunidad científica argentina. Estamos bien preparados
para seleccionar la oferta.
En la era de las encuestas de opinión, estudios de mercado, etc.,
debe atenderse a la demanda, lo que hace más difícil la toma de
decisiones. El médico joven, el médico residente como parte de un
subgrupo lector habitual de Medicina (Buenos Aires), acosado por
tareas de largo horario y poco pago y presionado por los auditores
de la medicina gerenciada, demanda síntesis críticas de todo lo
que atañe a su práctica diaria. Apetece estar informado de los
progresos del conocimiento pero sólo lee los resúmenes de los
trabajos originales. Finalizada su residencia, el médico joven es
atraído por la medicina basada en la evidencia y lee
preferentemente trabajos cooperativos, multicéntricos, nacionales o
supranacionales, consensos de especialistas y actualizaciones
firmadas por grandes y sobresalientes popes.
Los clínicos de experiencia son los que más se interesan por los
trabajos originales, sean éstos referidos a temas básicos o
clínicos. Leen atentamente la introducción y discusión y pocas
veces son atentos con material y métodos. Se interesan por los
editoriales y aun se complacen con algunos que de por sí son
polémicos. Los editoriales son apetecidos por aquellos médicos que
por su edad ya han reducido su actividad profesional pero que aún
gozan con el conocimiento.
Todos prefieren leer en castellano, aun los que dominan el idioma
inglés, pero todos otorgan más credibilidad a lo editado en
inglés. El análisis de la demanda incluye la selección del
idioma. Los autores desean que sus manuscritos sean leídos en todo
el mundo, revista en mano o por medios informáticos: para
satisfacerlos debiera editarse en idioma inglés. La generalidad de
los médicos lee con más facilidad y rapidez en castellano. Esto
plantea un conflicto de intereses que debe resolverse tratando de
evitar que los autores nativos prefieran enviar tentativamente su
mejor producción a revistas extranjeras.
¿Afianzar el método científico actual basado en la fisiología
clásica o dar más espacio a la biología molecular por ahora y
pronto a la medicina molecular? Un número grande de lectores
reaccionará con estupor, como los vieneses de 1903 oyendo la
música de Arnold Schönberg aunque fuera promovida por el ya
consagrado Gustav Mahler. Los investigadores invitados al Simposio
Internacional mediante el cual Medicina (Buenos Aires) celebró sus
60 años de existencia, indicaron claramente el camino y lo
transitaremos con valentía: la medicina en poco tiempo será
prioritariamente molecular.
Las revistas no reemplazan al libro: leer un libro enriquece más y
produce más placer. La revista no sólo actualiza sino da a conocer
dónde se gesta el conocimiento y en ese sentido acerca el lector al
autor. Medicina (Buenos Aires) es un mapa dinámico de los centros
nacionales desde donde se irradia el progreso médico (en tanto y en
cuanto el gerenciamiento de la salud permita su subsistencia).
Existe el peligro, el término aquí es peyorativo, de no querer
culturalizarse con la revista y leer en casa, desde la computadora
personal, sólo los temas que facilitan la tarea especializada de
cada artesano (¿o no es acaso artesanal lo que se adquiere para
usar de inmediato?). ¿Ofreceremos una suscripción on line? Ya nos
lo hemos planteado, pero aún no hemos tomado decisiones.
Finalmente, ¿subsistiremos como empresa? Si los autores,
suscriptores y avisadores nos ayudan como hasta ahora, la respuesta
es sí. Hemos sido tentados por la globalización y toda tentación
que prometa facilismos puede hacernos caer en el pecado de la
transferencia de esfuerzos. Por ahora la respuesta es «vade retro,
Satanás». Veinte personas, veintiuna con el meritorio asesor
estadístico, seguirán haciendo el esfuerzo en los comienzos del
próximo milenio.
Dirección Postal: Fundación Revista Medicina, Combatientes
de Malvinas 3150,
1427 Buenos Aires, Argentina FAX: (54-11) 4523-6619 E-mail:revmed@intramed.net.ar
60° ANIVERSARIO DE MEDICINA (BUENOS AIRES)
Simposio internacional. Academia Nacional de Medicina.
Buenos Aires, 6-7 octubre 1999
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Todos los sabios de la tierra han necesitado llenar las bibliotecas
del orbe con los productos de su ingenio para que la humanidad haya
dado algunos pasos en la senda de la civilización. Jesucristo, para
llevar a cabo la revolución más colosal que han visto los siglos,
no necesitó más que dos palabras: «No quieras para otro lo que no
quieras para ti».
Mariano José de Larra (1809-1837)
El pobrecito labrador
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