LA TAPA:
        Lucio Fontana (1899-1968). Concepto espacial. 
      Oleo 0.59  x 0.80 m. Cortesía del Museo Municipal de Bellas Artes Juan B.  Castagnino, Rosario, Argentina
      «Finito, el hombre continúa lo infinito», declaraba Lucio  Fontana (Rosario, 1899-1968), asumiendo sobre sí el compromiso y el desafío de  inscribir sus creaciones no sólo en los avatares de la época sino en la  «naturaleza».
        Un año después de haber formulado en Buenos Aires sus primeras  declaraciones en torno al arte espacial, en el «Manifiesto Blanco» (1946),  Fontana escoge un título genérico, «Concepto espacial», para bautizar toda una  serie de sus obras. Este cuadro es un testimonio de su búsqueda exploratoria en  el espacio. Veamos. Estamos ante la superficie monocroma de la tela, pero no es  suficiente. La tela constituye precisamente un límite, 
        un umbral que deberá ser  franqueado para que el espacio y eso «otro» que pugna por emerger a través de  él se expanda y se libere. En este caso la apertura son los numerosos agujeros  diseminados que atraviesan el lienzo de afuera hacia adentro, en un intento de  penetración que permita vislumbrar, más allá del plano confín del cuadro, lo  ilimitado (1).
      1() Extractado  de: Traficante Eleonora. En: «Obras del Museo Castagnino». Secretaría  de Cultura y Educación, Municipalidad de Rosario, 1996, pp 58-9.