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PATOLOGIA CHAGASICA, ¿CEPA DEPENDIENTE?
PROBLEMATICA DE LA ENFERMEDAD DE CHAGAS
Simposio internacional. Academia Nacional de Medicina.
Buenos Aires, 19-20 abril 1999
Patología por
Trypanosoma cruzi ¿Cepa dependiente?
Stella
M. GonzAlez Cappa, Gerardo A. Mirkin, Maria E. Solana, Valeria S.
Tekiel
Departamento de
Microbiología, Parasitología e Inmunología, Facultad de Medicina,
Universidad de Buenos Aires
Key words: Trypanosoma cruzi, parasite subpopulations,
pathology, immunopathology, autoimmunity, T lymphocytes, antibodies,
congenital transmission.
Resumen
En la
actualidad existe consenso en el papel que las características de la
población de Trypanosoma cruzi tienen en la patogénesis de las
distintas formas clínicas de la enfermedad de Chagas. En nuestro
laboratorio, estudiamos en el modelo murino las consecuencias de la
infección con dos poblaciones de características biológicas
polares: RA y CA-I. Demostramos que el daño neuromuscular es, en
parte, mediado por diferentes subpoblaciones de linfocitos T. Además,
observamos que el fenotipo celular responsable de la patología y los
distintos blancos tisulares dependen de la población parasitaria. A
pesar de no haber observado diferencias en la reactividad de los
sueros de ratones infectados con RA y CA-I frente a estructuras
nativas del nervio, la respuesta humoral jugaría un papel adicional
en el desarrollo de la patología neuromuscular: sueros de ratones
infectados con RA, pero no con CA-I, desencadenaron alteraciones en el
potencial de acción nerviosa. También hemos detectado, en el modelo
murino, una disminución en la fertilidad de las hembras infectadas
con CA-I/K-98, mientras que las hembras infectadas con RA se
comportaron igual a los controles. Sin embargo, sólo pudo comprobarse
pasaje transplacentario de T.cruzi en la cepa RA. Las diferencias
encontradas en la fertilidad, en la sobrevida de las crías nacidas de
madres infectadas, así como en el número de resorciones fetales
detectadas con la cepa miotrópica, podrían atribuirse a la respuesta
inflamatoria hallada en el útero de estas hembras, ya que no se
observaron alteraciones en el estro de ambos grupos infectados con
respecto a los controles.
Abstract
Is
Trypanosoma cruzi pathology strain dependent? There is agreement today
about the role that the characteristics of the population of
Trypanosoma cruzi play in the pathogenesis of the different clinical
forms of Chagas disease. In our laboratory, we have studied the
outcome of the infection of mice with two populations with polar
biological behaviour: RA and CA-I. We have demonstrated that the
neuromuscular damage is, in part, mediated by different T cell
subsets. We have also observed that the T cell phenotype responsible
for the pathology and the targetted tissues depend on the parasite
population. Although we found no differences regarding the reactivity
of IgG to native nerve structures in sera from mice infected with
either strain, it is presumed that the humoral response would play an
additional role in the development of strain-dependent neuromuscular
pathology since passive transfer of sera from mice infected with RA
triggered alterations of the nerve action potential whereas sera from
CA-I-infected mice did not. We have also detected a reduction in the
fertility of female mice infected with CA-I/K98, whereas females
infected with RA showed no difference in comparison with uninfected
controls. However, congenital transmission was only observed in mice
infected with RA. The differences observed in fertility, in newborn
survival, and in the number of fetal resorptions in mice infected with
the myotropic strain could be attributed to the uterine inflammatory
response, since no estrous alterations were observed between infected
and control groups.
Dirección postal: Dra. Stella M. González Cappa,
Departamento de Microbiología, Facultad de Medicina, Paraguay 2155,
1121 Buenos Aires, Argentina
Fax: (54-11)4963-7078 E-mail: smgcappa@fmed.uba.ar
La enfermedad de Chagas presenta diferentes formas clínicas1-3.
También se sabe desde hace tiempo que el Trypanosoma cruzi presenta
variación intraespe-cífica4. En nuestro laboratorio estamos
interesados en establecer cuál es la responsabilidad de las cepas en
desencadenar patología y para ello procedimos a aislar y caracterizar
cepas de T. cruzi de pacientes tanto con enfermedad de Chagas aguda
como con infección crónica. En este momento contamos con dos
poblaciones parasitarias que difieren polarmente en diversas de sus
características biológicas: la cepa RA y la CA-I. Además, un clon
de esta última, K-98, presenta un comportamiento biológico
prácticamente indistinguible del de su cepa madre por lo que nos
referiremos a éstos como CA-I/K-98.
Las características generales de estas dos poblaciones se muestran en
la Tabla 1. La cepa RA es altamente letal para el ratón, en
circulación predominan las formas delgadas, estimula la producción
de anticuerpos (Ac) con capacidad para interferir con la viabilidad
del estadio circulante (con función lítica, opsonizante y
neutra-lizante) y presenta alta capacidad para interiorizarse y
multiplicarse tanto en células fagocíticas como no fagocíticas. Por
el contrario, CA-I/K-98 no es letal para el hospedero murino, en
circulación predominan las formas gruesas, es ineficiente para
gatillar Ac efectivos contra la forma circulante del parásito y su
capacidad para interiorizarse y multiplicarse intracelularmente es
baja comparada con la cepa RA5-8. En relación al tropismo tisular in
vivo, CA-I/K-98 es altamente miotrópica mientras que RA, que se
define habitualmente como reticulotrópica, es en realidad
pantrópica7, 8.
En un modelo que hemos desarrollado en el laboratorio para estudiar el
arco médula espinal dorso lumbar-nervio ciático-músculo
esquelético y que denominamos “modelo de sistema nervioso
periférico” (SNP)9, estas 2 poblaciones presentan un patrón de
patología diferente. Los estudios electrofisiológicos e
histopatológicos reflejan compromiso neuropático primario en los
animales infectados con la cepa RA y, opuestamente, los animales
infectados con CA-I/K-98 presentan compromiso miopático primario
(Tablas 1 y 2)10.
En este modelo también se registran diferencias cuanti y cualitativas
en los infiltrados tisulares. En la infección con RA los infiltrados
en nervio y médula espinal son de mayor tamaño que los que se
detectan con CA-I/K-98, pero al considerar músculo esquelético esto
se invierte. En relación a su composición, si bien en ambos casos se
observan linfocitos T (LT) CD4+, LT CD8+ y macró-fagos, en la
infección con la cepa pantrópica RA predominan los LT CD8+ mientras
que con la miotrópica el predominio de este fenotipo sólo se ve en
músculo esquelético en el período crónico tardío, cuando los
infiltrados alcanzan su mayor tamaño. Además, en las lesiones
musculares de los ratones infectados con RA hay células NK y en las
de sistema nervioso hay células con doble marcación negativa# ,
mientras que en ratones infectados con la cepa miotrópica hallamos
linfocitos BsIgM+ y depósitos de IgG. (Tabla 1)10.
Con estos antecedentes nuestro interés y primer objetivo fue estudiar
el papel de los LT y de los Ac en la inducción de patología en este
modelo de SNP.
Paralelamente nos interesó indagar qué sucede en un sitio particular
para la respuesta inmune como es la placenta, donde debe existir un
perfil de citoquinas Th2 para que no se produzca el rechazo del
feto11. Para ello estandarizamos un segundo modelo que denominaremos
de “transmisión congénita” inoculando hembras adultas con dosis
óptimas de cada cepa de T. cruzi para lograr cronicidad en la
infección y máxima respuesta inmune5. En estos experimentos
preliminares comprobamos que los ratones hembras inoculados con la
cepa miotrópica CA-I/K-98, pero no los infectados con la cepa
pantrópica RA, presentaban alteraciones de la fertilidad que
resultaban en una disminución significativa tanto en el número de
hembras preñadas como en el número de crías por hembra; en las
pocas crías que nacían no se registraba transmisión del parásito.
En las hembras inoculadas con RA, en cambio, si bien no se alteraba la
preñez, se registraba una tasa de transmisión de T. cruzi cercana al
4%.
Por lo tanto, nuestro segundo objetivo fue iniciar estudios tendientes
a establecer las causas de la disminución de la fertilidad en las
hembras infectadas con parásitos CA-I/K-98.
En cumplimiento del primer objetivo y para verificar la
responsabilidad que los LT tenían en la producción de daño, primero
analizamos si eran capaces de reconocer tejido muscular y nervioso del
huésped. Para ello se realizaron estudios de proliferación de LT
CD4+ y LT CD8+ de ratones infectados con CA-I/K-98 ó RA, frente a
homogenatos de músculo esquelético, nervio ciático y médula
espinal obtenidos de ratones normales. En el caso de la cepa
miotrópica se observó que ambos fenotipos linfocitarios proliferaban
frente a los tres complejos antigénicos aunque su grado de
reactividad era bajo. Por otra parte, cuando se ensayaron LT obtenidos
de ratones infectados con RA, sólo se registró proliferación frente
a Ag de sistema nervioso, alcanzando niveles de respuesta elevados.
Estos resultados se muestran en la Figura 112. Pensamos que esto
podía deberse a una activación policlonal en el primer caso y a un
reconocimiento específico en el segundo, por lo que decidimos
realizar transferencia pasiva de ambos fenotipos de LT, a ratones
singeneicos no infectados, a fin de verificar si eran capaces de
producir patología.
Para ello utilizamos como dadores, ratones con infección crónica por
ambas cepas de T. cruzi. Se purificaron los LT CD4+ y CD8+ y se
transfirieron a receptores singeneicos normales. En éstos verificamos
que, cuando transferíamos LT CD4+ de ratones infectados con la cepa
miotrópica CA-I/K-98, el blanco tisular era músculo. La
transferencia de LT CD8+ no indujo patología. En cambio, cuando se
transfirieron linfocitos de ratones infectados con RA, ambos fenotipos
fueron capaces de producir daño, siendo nervio ciático el blanco de
la lesión (Tabla 3). En todos los casos en los infiltrados se
registraba la presencia de macrófagos, LT CD4+ y LT CD8+. En aquellos
ratones que habían recibido LT de animales infectados con la cepa
pantrópica RA, se observaban además células doble negativas12.
Recordemos que los ratones infectados con esta misma cepa presentaban
en los infiltrados de músculo esquelético células NK y que en
sistema nervioso (donde técnicamente no podíamos buscar células NK)
se encontraban células no marcadas10. En ninguno de los tejidos que
presentaba lesión pudo detectarse la presencia de parásitos mediante
PCR12.
En resumen, los LT de ratones infectados son capaces de transferir
patología. El fenotipo y el blanco tisular de la agresión dependen
de la cepa de T. cruzi utilizada para infectar al dador.
A fin de analizar si los Ac tienen algún papel en la patogenia de la
lesión, iniciamos el estudio de los sueros evaluando si eran capaces
de reconocer Ag de sistema nervioso y músculo esquelético murinos
por Western-blot. Con este propósito evaluamos la reactivi-dad de
sueros anti-RA y anti-CA-I/K-98 contra Ag de músculo esquelético,
médula espinal, nervio ciático y cerebro obtenidos de ratones
singeneicos normales. Independientemente de la población parasitaria
usada en la infección, todos los sueros que reconocieron Ag murinos
(93,7%) reaccionaron con algún tejido de sistema nervioso. En todos
los casos el patrón de bandas revelado fue altamente heterogéneo no
encontrándose perfil alguno que correlacionara polipéptidos
detectados con cepa infectante y/o tiempo post-infección (pi). Por el
contrario, la reactividad frente a Ag de músculo esquelético fue
sólo relevante en los sueros crónicos de ratones infectados con
CA-I/K-98. Cuando se analizaron estos sueros mediante IFI en cortes de
tejidos de ratones normales, se observó reactividad de IgG frente a
matriz intersticial de nervio ciático, tanto en sueros anti-RA como
anti-CA-I/K-98. También se observó reactividad de IgG frente a
músculo esquelético, independientemente de la población de T. cruzi
infectante13.
Con el propósito de confirmar si estos sueros autorreac-tivos
participaban en la producción de daño en SNP, se decidió realizar
ensayos de transferencia pasiva por vía perineural. Sueros de ratones
infectados con las cepas RA y CA-I/K98, con reactividad positiva
contra nervio ciático por Western-blot y/o IFI, se inocularon en
ratones singeneicos normales y a los 4 días post-transferencia se
registró in vivo la latencia y amplitud del potencial de acción
nervioso (PAN) del nervio ciático. Como controles negativos se
utilizaron animales inoculados con suero normal y como controles
positivos, ratones inoculados con parásitos viables, utilizando la
misma vía. Se verificó que los sueros anti-RA inducían alteraciones
significativas del PAN, con aumento de la latencia y disminución de
la amplitud, cuando se utilizaban sueros que habían reconocido el
tejido nervioso por IFI, independientemente de la reactividad
evidenciada por Western blot. Por otra parte, los sueros
anti-CA-I/K-98 no indujeron modificación alguna sobre el patrón de
conducción nerviosa, aún cuando fueran reactivos por IFI (manuscrito
en preparación) (Tabla 4). Estas alteraciones indican que,
dependiendo de la población parasitaria utilizada en la infección,
existen factores humorales reactivos contra antígenos de mielina en
su estructura nativa, con capacidad de afectar el número de axones
funcionantes y la velocidad de conducción. Además, estos resultados
reafirman que ambas poblaciones parasitarias inducen Ac con diferente
funcio-nalidad5, 8.
Con el objeto de cumplir con el segundo objetivo planteado, nos
propusimos averiguar las posibles causas que determinan la
disminución de la fertilidad en hembras infectadas con CA-I/K-98. Al
estudiar el ciclo estral de animales infectados y controles,
encontramos que todos los grupos desarrollaban el estro sin
diferencias significativas y en forma asincrónica. El próximo paso
fue analizar si existían interferencias en la fecundación para lo
cuál se determinó el número de hembras que se preñaban y el tiempo
que esto requería desde el momento en que se establecían las
parejas. Comprobamos que todas las hembras infectadas requerían mayor
tiempo de “convivencia” con los machos para preñarse, pero
mientras que aquellas infectadas con RA alcanzaban este estado en el
100% de los casos, las infectadas con la cepa miotrópica no se
preñaban en su totalidad aún después de 2 meses y medio. Así, en
un ensayo con 10 hembras por grupo, todos los controles se preñaron
al cabo de 35 días, las infectadas con RA a los 70 días, mientras
que sólo el 70% de las infectadas con CA-I/K-98 estaban preñadas a
los 75 días (Tabla 5). Esta dificultad, que se expresa por requerir
un mayor período de contacto con el macho, podría estar relacionada
con alteraciones funcionales de la musculatura y del SNP, que
dificulten mecánicamente el acto de la cópula, ya que no puede
atribuirse a diferencias en el ciclo estral.
El tercer punto fue determinar si existían diferencias en el número
resorciones fetales desarrolladas por hembras infectadas y controles.
En este caso observamos que el comportamiento de los ratones
infectados con RA no difería del de los controles, mientras que en el
grupo infectado con CA-I/K-98 su frecuencia era mayor marcando un
tendencia en el límite con la significación estadística. Los
valores, expresados como índice de frecuencias de resorciones fueron
0,10 para el grupo control vs 0,12 y 0,32 para los grupos infectados
con RA y con CA-I/K-98.
El último punto fue analizar el cuadro histopatológico presente en
el aparato reproductor en hembras infectadas con una u otra población
parasitaria. A los 30 días pi, y diferenciándose de los controles y
del grupo infectado con RA, en las hembras infectadas con la cepa
CA-I/K-98 miotrópica se registró endo y miometritis (Tabla 5); en
ambos grupos se detectó periooforitis pero de intensidad moderada
para la cepa miotrópica y leve para RA. Actualmente estamos
estudiando la composición de estos infiltrados. Avalando la
hipótesis de que la infección pudiese resultar en una dificultad
mecánica para el éxito de la cópula, se registró miositis en
músculo esquelético más intensa (moderada a grave) en los ratones
con infección por CA-I/K-98, que en los infectados con RA (leve a
moderada).
Nuestras conclusiones hasta el momento son:
l Los LT transfieren daño. El fenotipo responsable al igual que el
blanco tisular serían dependientes de la cepa de T. cruzi.
l Los sueros reactivos que reconocen antígenos de tejido nervioso en
su forma nativa, modifican la velocidad de conducción. Esta acción
estaría diferencialmente inducida según la cepa del parásito
infectante.
l El grado de fertilidad de las hembras infectadas con T. cruzi es
dependiente de la cepa infectante. Su disminución es independiente
del desarrollo del ciclo estral. Se relacionaría con retardo en la
preñez, tendencia a mayor frecuencia de resorciones fetales y a la
presencia de infiltrados uterinos.
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TABLA 1.– Características de las cepas en el modelo murino
Características RA CA-I / K98
l Letalidad alta nula o escasa
l Estadío circulante
C Forma predominante delgada gruesa
· Anticuerpos
C líticos, opsonisantes, si no
neutralizantes
l Tropismo in vivo reticulotrópico/ miotrópico
pantrópico
l Estudios in vitro en
células Vero y MØ
C Interiorización 4-5 veces 1 vez
C Multiplicación alta baja
l Patrón de patología
C Electrofisiológico compromiso neuro- compromiso mio-
pático primario pático primario C Infiltr. histopatológicos
En nervio ++/+++ +
En músculo + +++
Caract. diferenciales NK LBs IgM
Depósitos IgG
C Fenotipo celular predom.
En nervio CD8 CD4=CD8
En músculo CD8 CD4/CD8 *
* Cambia fenotipo predominante con el aumento del infiltrado en el
tiempo.
TABLA 2.– Cambios electrofisiológicos e histológicos en músculo y
en nervio inducidos por la infección con Trypanosoma cruzi
Característica CA-I/K-98 RA
I-Electromiografía
Potencial de unidad motora
Amplitud disminuída aumentada
Duración disminuída aumentada
II-Histopatología
A- Cambios en músculo
Miopáticos
C centralización nuclear +++ +/++
C reemplazo por fibrosis y degeneración grasa +++ +/++
C splitting de miofibras ++ +
C fibras de tamaño variable ++ +
Neuropáticos
C atrofia aislada de miocélulas + ++
C atrofia agrupada de fibras musculares + ++
B- Cambios en nervio
C Degeneración axonal + ++
C Cámaras de digestión de mielina + ++
TABLA 3.– Lesiones en receptores de subpoblaciones de linfocitos T
Dadores Receptores
Cepa Fenotipo LT Músculo Nervio
K98 CD4 + -
CD8 - -
RA CD4 - +
CD8 - +
TABLA 4.– Efecto producido por la transferencia pasiva via
perineural, de sueros de ratones infectados
Característica RA CA-I/K-98
Potencial de acción latencia aumentada no se modifica
de nervio amplitud disminuída no se modifica
Alteraciones del PAN reconocimiento de ––––––
se relacionan con: estructuras nativas
del antígeno
TABLA 5.– Fertilidad en la infección por T. cruzi
Caracteristicas RA CA-I/K-98
Ciclo estral + +
Preñez demorada demorada
Alcanza 100% No alcanza 100%
Resorciones Sin diferencias Mayores#
Infiltrados
inflamatorios uterinos Ausentes Presentes
# tendencia en el límite de la significación estadística con
relación al grupo control no infectado.
# El marcador utilizado para NK (asialo-GM1) se expresa
constituti-vamente en sistema nervioso por lo que no se pudo confirmar
ni descartar su presencia en este tejido.
Fig. 1– Autorreactividad en la neuromiopatía chagásica
expe-rimental. Respuesta proliferativa (incorporación de 3H-timidina)
mediada por linfocitos T CD4 y CD8 de ratones infectados con las cepas
RA y CA-I/K98 de Trypanoso-ma cruzi (4 meses pi), frente a homogenatos
totales de músculo esquelético (A), nervio ciático (B) y médula
espinal (C).
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