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PROBLEMATICA DE LA ENFERMEDAD DE CHAGAS
Simposio internacional. Academia Nacional de Medicina.
Buenos Aires, 19-20 abril 1999
LA CRUZIPAINA, CISTEINA PROTEINASA PRINCIPAL DEL TRYPANOSOMA CRUZI.
SECUENCIA Y ORGANIZACION
GENOMICA DE LOS GENES QUE LA CODIFICAN.
JUAN JOSE CAZZULO*
Instituto de
Investigaciones Biotecnológicas, Universidad Nacional de General San
Martín, San Martín, Provincia de Buenos Aires
*Miembro de la Carrera del Investigador del CONICET (Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas)
Palabras clave: Trypanosoma cruzi, cysteine proteinase,
cruzipain
Resumen
La
cruzipaína es la cisteína proteinasa principal del parásito
causante de la enfermedad de Chagas, Trypanosoma cruzi. La enzima
está codificada por un número grande de genes (hasta 130 en la cepa
Tul 2) dispuestos en tandem cabeza-cola, y ubicados en dos a cuatro
cromosomas diferenes, según el clon o cepa del parásito. La
expresión simultánea de varios genes diferentes lleva a la
producción de una mezcla compleja de isoformas. Las isoformas
englobadas en el término «cruzipaína 1» difieren esencialmente en
el dominio C-terminal, en su secuencia de aminoácidos y en su patrón
de N-glicosilación. Se ha determinado la presencia de una forma que
difiere más marcadamente, particularmente en la región catalítica,
la cruzipaína 2.
Abstract
Cruzipain,
major cysteine proteinase of Trypanosoma cruzi: sequence and genomic
organization of the codifying genes. Cruzipain is the major cysteine
proteinase present in Trypanosoma cruzi, the parasite causing the
American Trypanosomiasis, Chagas disease. The enzyme is encoded by a
high number of genes (up to 130 in the Tul 2 stock) placed in
head-to-tail tandems, and located in two to four chromosomes. The
simultaneous expression of several different genes results in the
production of a complex mixture of isoforms. Those known as a group as
«cruzipain 1» differ essentially at the level of the C-terminal
domain, in their aminoacid sequence and in their type of
N-glycosylation. The existence of a more distantly related cysteine
proteinase, «cruzipain 2», has been demonstrated; it differs
markedly, particularly at the level of the catalytic moiety.
Dirección postal: Dr. Juan José Cazzulo, Instituto de
Investigaciones Biotecnológicas, Universidad Nacional de General San
Martín. INTI, Edificio 24. Av. Gral. Paz entre Constituyentes y
Albarellos, Casilla de Correo 30, 1650 San Martín, Prov. de Buenos
Aires, Argentina. Fax: (54-11) 4752-9639 E-mail: jcazzulo@iib.unsam.edu.ar
Todas las células eucarióticas poseen un conjunto de actividades
de peptidasas, incluyendo tanto endopep-tidasas o proteinasas, como
exopeptidasas1. Sus funciones son muchas, y van desde la digestión de
proteínas endocitadas con fines nutricionales, hasta el procesado de
proteínas a través de una proteólisis limitada y muy específica,
que lleva a la producción de las proteínas funcionales maduras. En
el caso de las células de mamífero, la variedad de actividades
proteolíticas presentes es apreciablemente mayor que la que se
encuentra en células de eucariotes inferiores, y en éstas es, a su
vez, mayor que la presente en procariotes. La universalidad de estas
enzimas se observa en el hecho de que aún ciertos virus poseen
proteinasas específicas, que les sirven para el procesamiento de la
poliproteína en que se expresa primariamente el genoma viral1.
El Trypanosoma cruzi, parásito causante de la enfermedad de Chagas,
es un flagelado perteneciente al Orden Kinetoplastida. Como en otros
miembros de la familia Trypanosomatidae, se encuentran proteinasas
pertenecientes a cuatro de las clases principales, a saber cisteína
proteinasas, que son las más abundantes, serina proteinasas,
metaloproteinasas y treonina proteinasas (el proteasoma)2. Las
cisteína proteinasas informadas hasta el presente corresponden
esencialmente al Tipo I según la clasificación de Coombs y Mottram3,
que se caracteriza por presentar una extensión C-terminal, si bien
recientemente se ha clonado el gen que codifica una catepsina de tipo
B, correspondiente al Tipo III4.
La cruzipaína5, 6 es una cisteína proteinasa lisosomal (aunque hay
también localización de algunas isoformas minoritarias en la
membrana plasmática7), presente en los epimastigotes a una
concentración apreciablemente mayor que en los otros estadíos del
parásito. Se trata de una glicoproteína del tipo de alta manosa, con
un peso molecular aproximado de 41 kDa. La enzima está codificada por
un número particularmente grande de genes (130 en la cepa Tul 2),
colocados en serie y separados por espacios intergénicos de algo más
de 400 pares de bases. Estas series (‘«tandems») se encuentran
ubicadas, según la cepa o clon del parásito, en dos o cuatro
cromosomas diferentes. El grupo de J. Scharfstein ha clonado un gen
que codifica una cisteína proteinasa similar a la cruzipaína, y
también perteneciente al Tipo I, pero con mayor divergencia a nivel
de la parte catalítica; esta enzima ha sido denominada «cruzipaína
2»8. La Fig. 1 compara las secuencias de aminoácidos derivadas de
ambos genes.
La cruzipaína se sintetiza como una proteína formada por cuatro
partes bien diferenciadas (Fig. 1): un dominio pre (péptido señal)
de 18 aminoácidos, que se pierde inmediatamente de la síntesis, al
entrar la enzima naciente al retículo endoplásmico; un dominio pro-
de 104 aminoácidos que, como en otras proteinasas, sería esencial
para el plegamiento correcto de la enzima madura y la mantendría
inhibida, hasta que se separa proteolíticamente, probablemente al
activarse el lisosoma; una parte catalítica de 214 aminoácidos,
altamente homóloga a las catepsinas S y L de mamífero y, en menor
grado, a la papaína, formado a su vez por dos dominios que dejan
entre ellos el surco corres-pondiente al sitio activo; y un dominio
C-terminal de 130 aminoácidos, que caracteriza a las cisteína
proteinasas de Tipo I de los trypanosomátidos. Este último presenta
características estructurales notables, que incluyen la presencia de
siete residuos de Thr modificados (las modificaciones
post-traduccionales presentes son aún desconocidas) acompañados por
siete residuos de Pro, entre los primeros 21 aminoácidos; ocho
residuos de Cys, que parecen estar formando cuatro puentes disulfuro,
en la zona central, y un extremo C-terminal que sobre 27 aminoácidos
presenta 18 residuos hidrofílicos, 11 de ellos cargados (Fig. 2)5, 6.
El único sitio potencial de N-glicosilación presente en el
C-terminal, Asn 255, puede presentar, en diferentes moléculas,
oligosacáridos de alta manosa, híbridos monoantenarios o complejos
biantenarios5. Estudios muy recientes indican también la presencia de
restos de ácido siálico y de oligosacáridos cortos unidos en
O-glicosilación, en el dominio C-terminal (M Barboza, VG Duschak, JJ
Cazzulo, A Couto y RM de Lederkremer, resultados no publicados).
Recientemente hemos demostrado que el dominio C-terminal de la
cruzipaína presenta, además, hetero-geneidades a nivel de su
secuencia de aminoácidos5, 6. Las diferentes secuencias del
C-terminal mostradas en la Fig. 3 fueron obtenidas a partir de cDNAs,
lo cual hace altamente probable la expresión simultánea de un cierto
número de genes diferentes en la forma epimastigote del parásito, de
donde fueron aisladas9. Estas secuencias predicen proteínas con
valores de pI que difieren en algo más de 1 unidad de pH. Este hecho,
junto con la aparente falta de un puente disulfuro en algunas de las
isoformas, sería la causa de diferencias estructurales, que
re-sultarían en un diferente procesamiento del oligosacárido
presente en Asn255. Estas variaciones en secuencia aminoacídica y en
glicosilación del dominio C-terminal serían las principales
responsables de la mezcla de isoformas que constituye la cruzipaína
natural. En el caso de la cruzipaína 2, las mayores diferencias se
encuen-tran, en cambio, a nivel de la parte catalítica de la
molécula, y resultarían en la expresión de una cisteína proteinasa
con diferente especificidad5, 8.
Hasta el presente no se han detectado genes de cruzipaína con un
dominio C-terminal diferente que permita predecir la sustitución de
su extremo por un ancla de glicosil fosfatidil inositol; es probable
que las isoformas de membrana7 se encuentren ligadas de esa manera. Se
ha demostrado, en cambio, que el último gen de un tandem clonado y
secuenciado por el grupo de J. Kelly en Londres, presenta un dominio
C-terminal más corto y completamente diferente en secuencia10. Este
gen, sin embargo, parece no expresarse, como tampoco se expresa el
último gen de un tandem de cisteína proteinasas del Tipo I clonado
de Leishmania mexicana3.
La cruzipaína es un antígeno reconocido por sueros de pacientes
chagásicos crónicos; la gran mayoría de los anticuerpos presentes
en estos sueros están dirigidos contra el dominio C-terminal y no
contra el dominio catalítico, y son capaces de inmunoprecipitar a la
enzima sin inhibir a su actividad proteolítica, al menos usando
sustratos cromogénicos pequeños5.
Las funciones de la cruzipaína no están aún completamente
definidas, pero incluirían: 1) la digestión lisosomal de proteínas,
exógenas o del propio parásito; 2) la protección contra la
respuesta inmune del hospedador, por destrucción del fragmento Fc de
las inmunoglobulinas ligadas a los respectivos antígenos, lo que
dejaría el fragmento F(ab’)2, incapaz de activar el complemento y
que actuaría así como protector; 3) un papel en la penetración del
trypomastigote en la célula del mamífero, pues se sabe que
inhibidores de protei-nasas inhiben parcialmente este proceso, 4) un
papel en las etapas de diferenciación en diferentes puntos del ciclo
de vida del parásito. Estudios recientes de varios laboratorios,
empleando inhibidores de cisteína protei-nasas capaces de penetrar en
el parásito11, 13, indican claramente una participación importante
de estas enzimas, entre ellas presumiblemente la cruzipaína13, en
estos procesos. Estos estudios abren la posibilidad de desarrollar
inhibidores de la cruzipaína como drogas antichagásicas.
Agradecimientos: Los trabajos realizados se efectuaron
gracias a subsidios de CONICET, SECYT, SAREC/Sida (Suecia) y TDR/WHO.
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Fig. 1.– Comparación de las secuencias de aminoácidos derivadas
de las secuencias de los genes que codifican a la cruzipaína 15 y a
la cruzipaína 28. Las flechas indican los puntos de corte entre el
péptido señal y el dominio pro-, entre el dominio pro- y la parte
catalítica, y entre la parte catalítica y el dominio C-terminal. Se
indican sólo los aminoácidos reemplazados en la cruzipaína 2 con
respecto a la 1. Los puntos indican identidad.
Fig. 2.– Secuencia madura de la cruzipaína, indicando los sitios de
modificación post-traduccional. Los sitios potenciales de
N-glicosilación se indican con *; los restos de Thr modificados con
#. Están subrayados dos grupos de seis residuos consecutivos,
indicando los sitios de autoprocesamiento, y los quince restos de Cys,
catorce de los cuales estarían formando siete puentes disulfuro. Las
sustituciones de aminoácidos encontradas en diferentes isoformas de
cruzipaína 1 se indican debajo de la secuencia principal.
Fig. 3.– Comparación de las secuencias del dominio C-terminal en
ocho grupos de clones de cDNA9 con los clones originales cruzip 4 y
cruzip 2 y C-terminal. Se indican en la parte inferior derecha el
número de clones en cada grupo y los valores de punto isoeléctrico
calculado para cada grupo en base a su composición en aminoácidos.
Las refs. originales de cruzip 4 y 2 y de C-terminal son Åslund et
al. (1991) y Campetella et al. (1992) en la ref. 5.
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