|  |  | USO DE LA TROVAFLOXACINA EN EL TRATAMIENTO DE LA NEUMONIA
          ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD Carlos M. Luna, Ricardo J.
          GenéDepartamento de Medicina, División Neumonología, Hospital de
          Clínicas “José de San Martín”, Universidad de Buenos Aires.
 Palabras claves: Neumonía, neumonía adquirida en la
          comunidad, tratamiento,trovafloxacina
 Título para cabeza de página: Trovafloxacina en el
          tratamiento de las NAC Resumen En la
          neumonía adquirida en la comunidad (NAC), al momento del diagnóstico
          el microorganismo responsable es desconocido, por lo cual el
          tratamiento es empírico, basado en el cuadro clínico y el o los
          presuntos agentes causales. La internación es una decisión
          trascendente en los pacientes con NAC. Deben usarse criterios que
          permitan la fácil identificación del grupo que requiere internación
          para la administración del tratamiento y un mejor control. La
          división de los pacientes en distintos grupos según la presencia de
          factores de riesgo tales como edad y co-morbilidades, permite predecir
          los potenciales microorganismos blanco y su terapéutica adecuada. La
          trovafloxacina cubre las expectativas de espectro antibacteriano,
          farmacodinamia, simplicidad de administración y facilidad de pasaje a
          la vía oral, aplicable a todos los grupos en cuestión. Muestra
          claras ventajas para los pacientes mayores de 65 años o con
          co-morbilidades y aquellos que necesitan internarse por su neumonía
          tanto en sala general como en terapia intensiva. Abstract In
          community - acquired pneumonia (CAP) the pathogenic microorganism is
          unknown at the time of diagnosis. For that reason the antimicrobial
          therapy is empirical, based in the clinical picture and the
          presumptive causal microorganisms. Hospitalization is one of the most
          important decisions in patients with CAP. Clinical criteria
          appropriate to identifying those patients requiring hospital admission
          for antimicrobial administration and clinical control must be defined.
          The stratification of patients according to the presence of risk
          factors such as age and co-morbidities permit to predict which are the
          potential pathogenic microorganisms and their adequate therapy.
          Trovafloxacin covers all the presumed bacterial spectrum,
          pharmacokinetics, easiness to be administered and to pass to the oral
          route, advantageous for all the groups under consideration. Patients
          older than 65 years of age or with co-morbidities and those that need
          to be hospitalized receive clear benefits from this antibiotic.   Dirección postal: Carlos M. Luna / Ricardo Gené.División
          Neumonología,Hospital de Clínicas “José de San Martín,” Avenida Córdoba
          2351, (1120), Buenos Aires, Argentina. Tel: 54 1 961-6654. Fax: 54 1
          202-6068. E-mail: cymluna@fmed.uba.ar.
   IntroducciónLa neumonía adquirida en la comunidad (NAC) es más frecuente en
          los extremos de la vida (mayores de 65 años y menores de 5 años), en
          afectados por co-morbilidades y en inmunosuprimidos. Su verdadera
          incidencia es desconocida. En Argentina, anualmente se presentarían
          más de 300000 casos(1,4). El patógeno responsable es casi siempre
          desconocido al formular el tratamiento, ya que los resultados de los
          cultivos recién se conocen después, al 2º ó 3º día, y las
          pruebas serológicas demoran más. Por lo tanto, el tratamiento
          inicial es empírico, basado en el cuadro clínico y el o los
          presuntos agentes causales. La necesidad de usar terapéutica
          empírica llevó al empleo de múltiples esquemas basados en
          argumentos no siempre fundamentados científicamente. Esto conduce a
          malos resultados clínicos, favorece el desarrollo de resistencia
          bacteriana y aumenta los costos(5).
 Etiología Históricamente, la NAC era responsable de la muerte de 200 cada
          100000 habitantes por año(6). Esta cifra descendió luego de la
          aparición de los antibióticos, pero la NAC continúa provocando
          muchas muertes(7,8). En la Argentina es la 3ª causa de muerte en
          lactantes, la 4ª en niños de 1 a 4 años y la 5ª en mayores de 60
          años(2). La mortalidad en pacientes ambulatorios es menor al 1%(9).
          En contraste, en los que se internan varía entre el 6% y el
          46%(10-13). En neumonías severas (en unidades de terapia intensiva),
          estas cifras son mucho mayores.Las personas de más de 65 años son quienes tienen mayor incidencia
          de NAC entre los adultos, y los que con mayor frecuencia deben
          internarse. Otros factores empeoran el pronóstico, entre ellos: las
          co-morbilidades (diabetes mellitus, insuficiencia renal, insuficiencia
          cardíaca, EPOC y hepatopatía crónica), el alcoholismo y
          antecedentes de neoplasias, inmunosupresión e internación por
          neumonía en el año previo a la intervención.(1,3,14,15).
 El microorganismo más frecuentemente aislado es el Streptococcus
          pneumoniae, si bien su incidencia relativa parece haberse reducido
          últimamente. La frecuencia de bacteriemia es variable, siendo más
          común en personas con enfermedades asociadas como EPOC, diabetes,
          etc(16). Es preocupante el tema de la resistencia a la penicilina.
          Cepas con una CIM £ 0,06; entre 0,1 y 1 y ³ 2 mg/ml se consideran,
          respectivamente, susceptibles, parcialmente resistentes y altamente
          resistentes a la penicilina. Un número creciente de estas cepas
          muestran resistencia también a macrólidos, tetraciclinas,
          trimetoprima-sulfametoxazol y cefalosporinas(17,18). Haemophilus
          influenzae es uno de los gérmenes que con menor frecuencia causa NAC,
          sobre todo en pacientes con co-morbilidades y en mayores de 65
          años(19,21). Crece el número de cepas productoras de
          betalactamasas(22,23). El Staphylococcus aureus aparece en epidemias
          de influenza, en pacientes mayores o con co-morbilidades y neumonías
          que requieren hospitalización. Habitualmente es meticilino sensible,
          aunque en residentes en instituciones geriátricas pueden encontrarse
          meticilino resistentes. Se han señalado algunos bacilos Gram
          negativos aerobios (Klebsiella pneumoniae, Escherichia coli,
          Enterobacter sp, Acinetobacter sp y Pseudomonas aeruginosa) entre los
          patógenos. Se los ha hallado en ancianos, personas con
          co-morbilidades y/o enfermedad pulmonar estructural y en aquellos
          individuos con NAC que reúnen criterios de hospitalización,
          particularmente en terapia intensiva(12,24,25). Existe en los
          pacientes con NAC severa un incremento de la resistencia a los
          antibacterianos frente a los Gram negativos, incluyendo a Pseudomonas
          aeruginosa(19,27,28). Moraxella catarrhalis es común en bronquitis,
          pero no tanto en neumonías; la mayoría de las cepas son productoras
          de betalactamasas(29). Los virus (especialmente Influenza A y B,
          Adenovirus y Parainfluenza) son responsables de NAC en un porcentaje
          apreciable de casos. También Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia
          psitacci, Chlamydia pneumoniae, Legionella pneumophila y Coxiella
          burnetti son causantes de neumonía, aunque su incidencia sigue siendo
          incierta en nuestro medio(25). Los trabajos recientes indican que su
          papel en la etiología de las NAC es importante, tanto en pacientes
          ambulatorios como internados, aún con NAC severa. La denominación
          “neumonías atípicas” aplicada a las producidas por estos
          microorganismos según el cuadro clínico y/o radiológico, no es de
          utilidad en la práctica, de acuerdo a lo corroborado por varios
          autores(30,33). Si bien la tuberculosis es una enfermedad crónica,
          puede presentarse como una NAC y siempre debe ser tenida en
          cuenta(33,40). Las micosis profundas (criptococosis, histoplasmosis,
          coccidioidomicosis y paracoccidioidomicosis) también pueden tener una
          presentación de este tipo(41,42). En determinadas áreas y
          dependiendo de la exposición a factores ambientales que influyen en
          la etiología deben considerarse al hantavirus en el noroeste y la
          zona de El Bolsón en la Argentina, la Leptospira interrogans cuando
          hay inundaciones o la relación con exposición a aves observada con
          la Chlamydia psitacci.
 Diagnóstico El diagnóstico es clínico, frente a un cuadro compatible en el
          seno de la comunidad. Los síntomas y signos son altamente frecuentes
          y sensibles para determinar la presencia de una neumonía. La
          radiografía de tórax mostrando un infiltrado pulmonar nuevo es una
          pieza clave para el diagnóstico.En estudios sobre NAC se suelen usar ciertos criterios para el
          diagnóstico de neumonía. Fang y colaboradores(43) recomiendan
          considerar el diagnóstico cuando, aparte de un infiltrado nuevo en la
          radiografía, aparecen al menos uno de los siguientes 3 criterios
          mayores: fiebre, tos y expectoración; o al menos 2 de los siguientes
          5 criterios menores: leucocitosis mayor de 12000/mm3, disnea,
          alteración del estado mental, síndrome de condensación y dolor
          pleurítico. En la evaluación inicial de una NAC, existe un mínimo
          de estudios que no deben ser omitidos; otros pueden usarse en la
          medida de lo posible.
 En personas jóvenes y sin co-morbilidad, en general basta con
          realizar una radiografía. En mayores de 65 años o con
          co-morbilidades, otros estudios permiten evaluar la repercusión
          pulmonar y general, decidir la internación (hiperglucemia,
          hiperazoemia, leucocitosis extrema) o el ingreso a unidades de terapia
          intensiva (hipoxemia severa, acidosis, compromiso extenso). En
          pacientes mayores o con co-morbilidades puede ser útil tratar de
          determinar la etiología. Los cultivos de esputo y sangre y los
          exámenes serológicos suelen realizarse especialmente en internados;
          su resultado raramente sirve para indicar o modificar el tratamiento
          empírico(19,17,19,21,44,49). Los métodos invasivos tienen
          indicaciones limitadas a unos pocos pacientes bajo ventilación
          mecánica, en los cuales la broncoscopía con lavado broncoalveolar o
          cepillado con catéter envainado puede aportar información para la
          modificación eventual de la terapéutica empírica inicial(50,51).
 Decisión de internar La internación es una decisión trascendente en estos pacientes.
          Si bien la mayoría puede tratarse en forma ambulatoria, es necesario
          definir criterios para la identificación de quien requiere
          internación. Aunque no resulta sencillo estratificar esa gravedad: la
          edad, la presencia de co-morbilidades y los índices de severidad de
          la propia neumonía son las bases para tomar esta
          decisión(16,27,52,55). En este sentido, el uso de las recomendaciones
          incluidas en la normativa para el manejo de la NAC en la Argentina(25)
          para la decisión de internar (Tabla 1) es un método práctico para
          actuar, al distinguir los pacientes en los cuales se puede predecir un
          curso complicado y una mayor mortalidad.La internación está indicada cuando existen dos o más de las
          siguientes condiciones: edad mayor de 65, enfermedad pulmonar
          crónica, insuficiencia cardíaca, diabetes mellitus, insuficiencia
          renal, hepatopatías, alcoholismo o neoplasia. Aparte, los hallazgos
          indicativos de severidad de la propia neumonía predicen una mala
          evolución. En esta categoría se incluyen: anormalidades en los
          signos vitales, complicaciones infecciosas a distancia, alteración de
          la conciencia y graves alteraciones de los análisis de laboratorio.
          La presencia de al menos uno de estos hechos hace necesaria la
          internación (Tabla 1).
 Neumonía severa de la comunidad Algunos pacientes desarrollan grave repercusión general,
          insuficiencia respiratoria y la necesidad potencial o concreta de
          asistencia respiratoria mecánica. Este es un grupo especial, se lo
          conoce como neumonía severa(12,46,55). Caracterizan a estos
          pacientes: a) alta mortalidad; b) etiología diferente que incluye
          mayor frecuencia de bacilos Gram negativos (entre ellos Pseudomonas
          aeruginosa), Staphylococcus aureus, agentes intracelulares (como
          Mycoplasma) y, en ocasiones, microorganismos cuya incidencia depende
          de condiciones epidemiológicas especiales (Chlamydia psitacci,
          hantavirus, Leptospira interrogans y Legionella
          pneumophila)(12,35,37,55,57); c) tratamiento específico diferente con
          cuidadosa atención en la elección de los antibióticos; d)
          complicaciones asociadas a las técnicas de soporte ventilatorio(12) y
          e) mortalidad elevada cuando la terapéutica empírica inicial es
          inadecuada(57).Estos pacientes suelen presentar evidencias semiológicas de
          severidad, descompensación de enfermedades asociadas y graves
          alteraciones en los exámenes del laboratorio.
 Se ha reconocido que existe una población con alto riesgo de
          mortalidad cuando existen algunos criterios. Los que cumplen estos
          criterios deben internarse en unidades de terapia intensiva o ser
          seguidos cuidadosamente acerca de la necesidad de internación en una
          unidad de ese tipo (Tabla 2).
 Tratamiento El tratamiento ideal de una NAC se basa en el uso de un
          antibiótico activo contra el microorganismo responsable. La elección
          es dictada por el juicio clínico, teniendo en cuenta en primer lugar
          su eficacia comprobada y luego la toxicidad o efectos colaterales y la
          minimización de los costos. Dado que, en la práctica, la etiología
          de la neumonía es desconocida en el momento de iniciar el
          tratamiento, el mismo debe ser empírico(30,33). La presunción de la
          etiología fundamentada en la clínica y/o la radiología, ha
          demostrado no ser una adecuada base del tratamiento empírico y, por
          lo tanto, este tratamiento debe realizarse basado en la
          epidemiología, tratando de cubrir a los microrganismos más
          probables. El tema de la resistencia antibiótica del neumococo debe
          ser tenido en cuenta en la terapéutica de una NAC(58).Existen 3 grupos de pacientes claramente delimitados (Tabla 3), a
          saber:
 Grupo 1: Pacientes jóvenes y previamente sanos: en éstos la
          neumonía no es un cuadro grave. El agente etiológico más común es
          el neumococo, menos frecuentes son los virus respiratorios y el
          Mycoplasma pneumoniae. Se manejan en forma ambulatoria y pueden
          medicarse por vía oral con un solo antibiótico. La mortalidad es
          menor al 1%. En este grupo, los macrólidos son de primera elección,
          ya que tienen buena acción sobre S.pneumoniae, Mycoplasma y, en el
          caso de los nuevos macrólidos (azitromicina, claritromicina,
          diritromicina y roxitromicina), sobre H.influenzae. En mayores de
          40-50 años, la amoxicilina por vía oral es la alternativa dado que,
          a mayor edad, se presume que la incidencia de Mycoplasma es menos
          frecuente. Sin embargo, se demostró en un estudio que el 9% de las
          NAC en mayores de 65 años que requirieron internación eran debidas a
          Mycoplasma(59). Es prudente controlar al paciente a los 2 ó 3 días
          para evaluar un posible fracaso del tratamiento.
 Grupo 2 Pacientes ancianos o con enfermedades asociadas: en éstos, la
          neumonía es más grave, los agentes etiológicos más comunes son
          S.pneumoniae, H.influenzae, S.aureus y bacilos aerobios Gram
          negativos. Cabe considerar a agentes intracelulares tales como
          Mycoplasma pneumoniae, Legionella sp. y Chlamydia sp. Pueden recibir
          antibióticos por vía oral; a veces tienen criterios de
          hospitalización, siendo necesario internarlos y, en esos casos, deben
          ser tratados por vía parenteral. Sin embargo, algunos de los
          pacientes de este grupo, especialmente los ancianos, más allá de la
          edad, presentan buen estado general y son aptos para un tratamiento
          ambulatorio. En este grupo, combinar antibióticos suele ser necesario
          para cubrir a todos los patógenos probables, incluyendo (entre los
          hospitalizados) cobertura para gérmenes anaerobios. Aquí la lista de
          los patógenos mencionados hace necesario el uso de antibacterianos de
          más amplio espectro como las cefalosporinas de 3ª generación:
          (cefotaxima y ceftriaxona) o los betalactámicos con inhibidor de
          betalactamasas (ampicilina/sulbactama o amoxicilina/clavulanato). Si
          se desea cubrir a los agentes intracelulares, es menester agregar un
          macrólido al esquema. Cefotaxima y ceftriaxona muestran ligeras
          ventajas sobre los betalactámicos con inhibidor de betalactamasas
          frente a los aerobios Gram negativos de origen respiratorio
          (particularmente Klebsiella pneumoniae). Estos pueden administrarse
          por vía oral pero tienen la desventaja de producir con frecuencia
          diarreas.
 Grupo 3 Pacientes con neumonía severa: son pacientes graves,
          internados en unidades de terapia intensiva, en insuficiencia
          respiratoria, muchos en asistencia respiratoria mecánica. Todo lo
          anterior es reflejado por la presencia de los criterios de severidad
          enumerados al describir Neumonía Severa. La etiología de este grupo
          muestra un porcentaje mayor de Gram negativos aerobios (incluyendo
          Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter sp), Legionella (y otros
          patógenos intracelulares) y Mycobacterium tuberculosis, y una muy
          elevada mortalidad que obliga a que el esquema inicial cubra con su
          actividad al S. pneumoniae resistente, a agentes intracelulares como
          Chlamydia, Mycoplasma y Legionella y a los aerobios Gram negativos,
          incluyendo a Pseudomonas aeruginosa. Es necesario usar macrólidos,
          que en dosis altas y por vía endovenosa cubren a Mycoplasma sp.,
          Chlamydia sp. y Legionella sp. y también al neumococo, con acción
          sobre algunos (aunque no todos) los penicilino-resistentes. Para
          cubrir a los gérmenes del Grupo 2 y a P.aeruginosa, en el momento
          actual los carbapenemos serían los antibacterianos que mejor se
          adaptan a esa necesidad. Las cefalosporinas de 3ª generación con
          acción anti-pseudomona (APS) y la ciprofloxacina, si bien son activas
          contra la mayoría de los otros patógenos de este grupo tienen
          insuficiente actividad frente al neumococo. Si se prefiere no utilizar
          imipenem o meropenem, deberían considerarse asociaciones más
          complejas de 2 antibióticos tales como quinolonas más ceftriaxona o
          cefotaxima, o aún de 3 antibióticos como cefalosporinas de 3ª
          generación con acción APS, con la adición de un aminoglucósido y
          vancomicina o teicoplanina (estos últimos por su actividad frente al
          neumococo resistente). El uso de vancomicina debe ser restringido y
          preferirse sólo cuando no sea posible usar otro esquema, básicamente
          por el peligro que implica su uso frente a la emergencia de
          enterococos resistentes observada en otros países(60). Estos esquemas
          amplios se justifican ya que los pacientes críticos con NAC y en
          asistencia respiratoria mecánica requieren, como se mencionó, un
          acertado tratamiento empírico inicial. Una terapéutica inadecuada
          eleva notablemente su mortalidad. Estos esquemas tienen el
          inconveniente de requerir asociaciones de 2, 3 y aún 4 antibióticos,
          lo cual aumenta el riesgo de complicaciones y los costos.
 Con respecto a la duración de los tratamientos, la mayoría de las
          neumonías deberían ser tratadas durante 7 a 10 días, los
          tratamientos innecesariamente prolongados no mejoran la evolución y
          aún pueden resultar perjudiciales. Los pacientes graves, sobre todo
          si requieren internación, suelen tratarse durante algunos días más;
          sin embargo si la respuesta al tratamiento es buena, no es necesario
          continuarlo más allá de 14 días. La Legionella requiere 21 días de
          tratamiento. En los pacientes que reciben medicación parenteral es
          aconsejable el pasaje a la vía oral en cuanto mejoren los síntomas,
          desaparezca la fiebre y se reduzcan los leucocitos, siempre y cuando
          la absorción gastrointestinal sea normal(61). Para el pasaje a vía
          oral se debe utilizar el mismo antibacteriano que se usó por vía
          parenteral; también puede usarse otro antibiótico si se identificó
          al patógeno y se cuenta con un estudio de sensibilidad. De no
          disponer del mismo antibiótico para pasar a la vía oral, deberá
          optarse por uno de espectro similar.
 Papel de la trovafloxacina en el tratamiento de las NAC Teniendo en cuenta la guía antes descripta, existe un lugar para
          las nuevas quinolonas y, entre ellas, para la trovafloxacina, en el
          tratamiento de las NAC. Estos antibióticos presentan ventajas en
          cuanto a farmacocinética y espectro de acción(62); las mismas han
          sido explicadas en otros lugares de este suplemento. En lo que
          respecta a aquellas cualidades que hacen de la trovafloxacina un
          agente interesante para ser usado en NAC, las mismas se enumeran en la
          Tabla 4.En el Grupo 1, por su acción frente al neumococo y los
          microorganismos denominados “intracelulares”, la trovafloxacina
          cubre las necesidades del espectro antibacteriano necesario. La
          disponibilidad por vía oral y la dosificación de una toma diaria
          agregan a su vez otras ventajas de interés. Su actividad es superior
          a la de los macrólidos frente al neumococo resistente a penicilina,
          Haemophilus y Mycoplasma pneumoniae y puede potencialmente mejorar su
          efectividad. En cuanto a vía de administración y comodidad de
          dosificación, las nuevas quinolonas no ofrecen ventajas sobre el uso
          de macrólidos, especialmente de los nuevos compuestos, en este grupo.
          Sin embargo, son una potencial alternativa a los mismos.
 En el Grupo 2, algunas de las características de la trovafloxacina
          aparecen como elementos muy interesantes para su uso terapéutico. En
          primer lugar, el antibiótico cubre a todos los patógenos potenciales
          del grupo(62,64). Como ya se mencionó, existen evidencias de su
          excelente actividad frente al neumococo resistente a la
          penicilina(64). Este tipo de agentes resistentes podría plantear
          problemas terapéuticos más importantes en este grupo. Su acción
          frente a los otros microorganismos blanco, incluyendo al H.
          influenzae, bacilos Gram negativos y S.aureus es, por lo menos, tan
          buena como la de cefotaxima/ceftriaxona y los beta-lactámicos con
          inhibidor de beta-lactamasas(65,67), que son los antimicrobianos
          recomendados para este grupo en el momento actual. En segundo lugar,
          trovafloxacina tiene frente a ceftriaxona la clara ventaja que
          significa la posibilidad de administrarla por vía oral, hecho muy
          conveniente en pacientes ambulatorios que pueden ingerir y no tienen
          claros problemas de absorción. Por otro lado, la administración de
          una sola dosis diaria contrasta con la doble, triple o cuádruple
          dosificación diaria requerida para los otros antibióticos de este
          grupo(35). En tercer lugar, su excelente acción frente a los
          microorganismos intracelulares permite que pueda administrarse como
          monoterapia(66,68), sin necesidad del agregado de un macrólido.
          Finalmente, en los casos en que exista fuerte sospecha de mecanismo
          aspirativo, con la potencialidad de una infección por gérmenes
          anaerobios, estos gérmenes están también cubiertos por esta nueva
          quinolona(69). Cuando el paciente es internado y requiere tratamiento
          por vía intravenosa, la alatrofloxacina mantiene las otras ventajas
          de la trovafloxacina oral y suma la posibilidad de realizar a su
          tiempo el pasaje a la vía oral con el mismo compuesto, lo cual no es
          posible hacer con las cefalosporinas de 3ª generación. De manera
          que. en el paciente ambulatorio mayor de 65 años o con co-morbilidad,
          a nuestro criterio la trovafloxacina puede mejorar a las alternativas
          actuales para el tratamiento de las NAC.
 En el Grupo 3, los patógenos son similares a los del grupo anterior,
          con mayor frecuencia de gérmenes Gram negativos y, entre ellos,
          Pseudomonas aeruginosa. Pero quizás el elemento más importante a
          tener en cuenta en el tratamiento de estos pacientes sea la necesidad
          imperativa de acertar desde el comienzo con el tratamiento empírico
          más adecuado para los potenciales patógenos. Nuevamente, la completa
          cobertura de todos los patógenos involucrados, incluyendo al
          neumococo resistente a la penicilina, los Gram negativos aerobios
          (incluyendo Pseudomonas aeruginosa), los gérmenes “atípicos” y
          los anaerobios, hacen del antibiótico en cuestión una opción
          interesante(62,73). A ello debe agregársele la ventaja concreta de la
          posibilidad potencial de usar el antibiótico como monoterapia con una
          única dosis diaria y del fácil pasaje a la vía oral cuando la
          condición clínica del paciente lo permita(74). Nuevamente, la
          cobertura de todo el espectro de patógenos probables con un solo
          antibiótico ofrece una promisoria alternativa en este grupo de
          enfermos. La dosificación para los pacientes del grupo 1 sería de
          200 mg/día en una sola toma oral; para los del grupo 2, 200 a 300 mg
          por vía oral (o intravenosa pasando luego a la vía oral) y para los
          del grupo 3, 300 mg por vía intravenosa, siempre administrada una
          sola vez al día.
 En resumen, la trovafloxacina es una nueva quinolona que, por sus
          características farmacocinéticas y por su acción frente a los
          distintos microorganismos responsables de las NAC, parece estar
          llamada a ocupar un rol protagónico en el tratamiento de estas
          infecciones, cualquiera sea su grado de severidad. Sus ventajas son
          más claramente manifiestas en los pacientes con NAC mayores de 65
          años y/o con co-morbilidades y en todos aquellos que requieran
          internación por su neumonía, tanto en sala general como en unidades
          de terapia intensiva.
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 Tabla 1CRITERIOS DE INTERNACION PARA NEUMONIA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD (NAC)
          (Según la Guía de Práctica Clínica para la Argentina(25))
 Asociación (2 o más) de las siguientes situaciones: > 65
          años, enfermedad pulmonar crónica, insuficiencia cardíaca
          congestiva, insuficiencia renal crónica, hepatopatía crónica,
          alcoholismo, neoplasia, diabetes mellitus, internación por neumonía
          durante el último añoTaquipnea > 30/minuto
 Hipotensión arterial (< 90 sistólica o <60 diastólica)
 Mala mecánica respiratoria (paradojal, tiraje, etc)
 Alteración grave de pruebas de laboratorio: PaO2<60 mmHg;
          PaCO2>50 mmHg con acidosis; leucopenia < 4.000 leucocitos/mm3 ó
          leucocitosis > 30000/mm3 ; Urea> 50 mg%; Hematocito < 30%
 Transtorno del sensorio
 Serio transtorno deglutorio (que sugiera aspiración ostensible)
 Complicaciones supurativas (pericarditis, artritis,etc)
 Severidad por Rx (más de 1 lóbulo, cavitación, aumento del
          infiltrado mayor del 50% respecto a la Rx previa)
 Inseguridad en el cumplimiento del tratamiento (aún por razones
          sociales)
 
 
 
 Tabla 2CRITERIOS PARA INTERNAR CASOS DE NAC EN TERAPIA INTENSIVA (cuando
          cualquiera de los 7 siguientes esté presente)
 (Según la Guía de Práctica Clínica para la Argentina(25))
 HIPOTENSION SOSTENIDA (requiriendo vasopresores y/o monitoreo
          hemodinámico); SHOCK; SEPSIS o SRIS (síndrome de respuesta
          inflamatoria sistémica)FALLA MULTIORGANICA (RENAL= Oliguria o Urea>50 o Diálisis;
          NEUROLOGICA=Glasgow <10; CARDIACA= frecuencia cardíaca > 140
          y/o tensión arterial < 90/60; HEPATICA= pruebas de función
          alteradas)
 TAQUIPNEA SEVERA (> 35/minuto) y/o MALA MECANICA RESPIRATORIA
          (tiraje y/o alternancia toraco-abdominal y/o músculos accesorios). Se
          puede ser más tolerante en personas con enfermedaded. cardio-pulmonar
          preexistente (EPOC, Ineficiencia Cardíaca, etc).
 HIPOXEMIA GRAVE (PaO2/FIO2 < 300) o HIPERCAPNIA AGUDA CON ACIDOSIS
          (PaCO2 > 50)
 SECRECIONES ABUNDANTES CON TOS INEFECTIVA
 COMPROMISO INFECCIOSO EXTRAPULMONAR GRAVE (Meningitis, Pericard)
 DESCOMPENSACION AGUDA GRAVE DE ENFERMEDADES PREEXISTENTES (EPOC,
          Acidosis diabética, Insuficiencia Cardíaca Severa, Insuficiencia
          Hepática Aguda)
 
 
 Tabla 3GUIA ACTUAL PARA EL TRATAMIENTO EMPIRICO DE NAC: (Según la Guía de
          Práctica Clínica para la Argentina(25))
 GRUPO 1 (sanos y menores de 65 años, ambulatorios):Macrólido oral (mayores de 40-50 años: alternativa: amoxicilina 3
          g/día)
 GRUPO 2 (con co-morbilidad o mayores de 65 años):Betalactámico con inhibidor de betalactamasa o
          ceftriaxona/cefotaxima* ± MACROLIDO (en ambulatorios preferir vía
          oral o intramuscular y en internados** vía endovenosa)
 GRUPO 3 (NAC SEVERA en Terapia Intensiva, especialmente en ARM):Macrólido EV + alguno de los 3 siguientes:
 a) Carbapenem
 b) Ciprofloxacina + ceftriaxona/cefotaxime*
 c) Ceftazidima + vancomicina/teicoplanina*
 * Ante sospecha de MECANISMO ASPIRATIVO incluir betalactámico con
          inhibidor de betalactamasas o agregar clindamicina o
          metronidazol/ornidazol** Según criterios de internación antes enumerados.
 
 
 Tabla 4CUALIDADES UTILES DE LAS NUEVAS FLUOROQUINOLONAS FRENTE A LAS NAC
 Actividad comprobada frente a patógenos Gram positivos
          (S.pneumoniae, S.pyogenes) y Gram negativos (H.influenzae,
          K.pneumoniae, P.aeruginosa, M.catarrhalis) frecuentes productores de
          NACActividad frente al neumococo resistente a la penicilina
          (sparfloxacina y trovafloxacina)
 Actividad frente a los patógenos intracelulares (Legionella sp.,
          Chlamydia pneumoniae, Chlamydia psitacci, Mycoplasma pneumoniae)
          frecuentes patogenos de NAC (levofloxacina, sparfloxacina y
          trovafloxacina)
 Buena penetración en el tejido y las secreciones pulmonares
          (grepafloxacina, sparfloxacina y trovafloxacina)
 Resistente a la destrucción por las betalactamasas bacterianas
          (levofloxacina, sparfloxacina y trovafloxacina)
 Vida media prolongada que permite la administración de una única
          dosis diaria
 Disponibilidad de forma oral e intravenosa que permite el pasaje de
          una a otra sin modificar la dosis.
 Actividad frente a gérmenes anaerobios (trovafloxacina)
 
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