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SENSIBILIDAD A SOJA EN RATAS PREPUBERES
ALTERACIONES INTESTINALES Y DISMINUCION DEL CRECIMIENTO EN RATAS
PREPUBERES ALIMENTADAS CON SOJA
MARIA CATALINA OLGUIN1,
NORIYUKI HISANO2, ALBERTO E. D’OTTAVIO2, MARIA ISABEL ZINGALE1,
MARIA DEL CARMEN GAYOL3, GILDA REVELANT1, VERONICA B. LABOURDETTE3,
SUSANA A. CALDERARI3
1 Cátedra de Química
Analítica de Alimentos; 2 Cátedra de Histología y Embriología; 3
Cátedra de Biología; Facultades de Ciencias Médicas y de Ciencias
Bioquímicas y Farmacéuticas, C.I.U.N.R. Universidad Nacional de
Rosario
Key words: soybean, weanling rats, antinutritional factors,
protein digestibility, intestinal epithelium
Resumen
Ratas al
destete de las líneas endocriadas a y b, genéticamente diferentes,
fueron alimentadas con una mezcla de soja y cereales formulada para
consumo humano disponible en el comercio, (AN). Se usó como testigo
un balanceado comercial (AC). Se evaluaron el crecimiento, variables
nutricionales y la morfohistometría intestinal. El aumento de peso
vivo y la biomasa final fueron mayores con AC para ambas líneas. La
eficiencia de conversión de alimento en biomasa de AN respecto de AC
fue mayor inicialmente pero menor al final, especialmente en b. Los
contenidos fecales de nitrógeno y grasa fueron significativamente
mayores con AN para ambas líneas. La digestibilidad aparente de
nitrógeno (N), definida como la diferencia entre el N ingerido y el N
excretado en heces respecto del N ingerido en la línea a fue AC <
AN (p < 0.01) y AC > AN en la línea b (p < 0.01). El peso de
intestino delgado y el espesor de su mucosa fueron AC > AN en ambas
líneas. La dieta AN disminuyó significativamente el número de
células caliciformes vellositarias (p < 0.005) en las dos líneas
de ratas. El peso del ciego en la línea b fue AC > AN (p <
0.01). Los resultados alertan respecto del consumo indiscriminado de
productos en base a soja sin tratamientos adecuados de inhibición de
antinutrientes, particularmente riesgosos para animales en
crecimiento.
Abstract
Intestinal
alterations and weight loss in prepuberal rats fed with soybean.
Weanling rats from the inbred lines a and b were fed with a
soybean-cereal mixture used for human consumption (AN). A group fed
with laboratory rat chow was used as reference (AC). Growth and other
nutritional parameters as well as intestinal morphohystometry were
evaluated from 22 to 44 days of age. Growth rate and final weight were
greater with AC in both lines of rats. The greater initial food
conversion efficiency of AN diet, compared to AC, decreased rapidly
with the progression of age, particularly in the b strain. Nitrogen
(N) and lipid fecal contents were significantly larger for AN in both
lines. Apparent nitrogen digestibility, expressed as the difference
between N intake and fecal N with respect to N intake was AC < AN
(p< 0.01) for line a and AC > AN (p < 0.01) for line b. The
weight and the mucosal total width of the small intestine were AC >
AN in both lines. AN produced a significant decrease of villi goblet
cells in both strains (p < 0.005). Cecum weight was AC > AN (p
< 0.01) for the b strain. These results alert about uncontrolled
consumption of soybean products without adequate inhibition of
antinutritional factors, a potential risk for growing animal
populations.
Dirección postal: Dra. Susana A. Calderari, Cátedra de
Biología, Facultad de Ciencias Médicas, Santa Fe 3100, 2000 Rosario,
Argentina. Fax: (54-0341) 4804576 E-mail: home@arnet.com.ar
Recibido: 10-VI-1999 Aceptado: 8-IX-1999
Los porotos de soja y sus derivados tienen gran riqueza en
proteínas de elevado valor biológico y razonable digestibilidad que
los convierten en una fuente nitrogenada de reemplazo con costo
sustancialmente inferior a las proteínas de origen animal. Sin
embargo, los porotos de esta leguminosa se caracterizan por la
presencia de compuestos químicos con efectos adversos sobre la
biodisponibilidad de amionoácidos esenciales. Este hecho se traduce
finalmente en una disminución de la eficiencia nutricional de dietas
con soja respecto de lo que se podría esperar si sólo se tuviera en
cuenta su composición química1.
Los animales en plena etapa de crecimiento y maduración intestinal
son particularmente sensibles a la acción de estos compuestos
químicos de la soja2: inhibidores de tripsina y de quimotripsina,
lectinas, taninos, fitatos, saponinas, denominados genéricamente
«antinutrientes» o «factores antinutricionales»3-7. Algunos de
estos antinutrientes son de naturaleza proteica como los inhibidores
de proteasas y las lectinas8 y poseen diferente y en general moderada
estabilidad frente a la acción de calor9 y humedad y de la acidez
clorhídrica gástrica10. Otros, como los fitatos y taninos son
considerablemente termoestables.
Una mezcla de soja y cereales para consumo humano, disponible en el
comercio, con alto contenido de proteínas de soja, que ofrecida a
ratas adultas de 90 días demostró ser palatable y no alterar su
crecimien-to11, se ofreció como único alimento a ratas al destete de
dos líneas endocriadas a y b, genéticamente diferentes.
El objetivo de este trabajo fue evaluar el crecimiento y otras
variables nutricionales desde los 22 hasta los 44 días de edad. Al
cabo de dicho lapso se estudiaron la morfohistometría intestinal y el
peso del páncreas.
Materiales y métodos
Alimentos y técnicas analíticas: Se analizaron dos alimentos: Un
balanceado comercial para roedores (AC) y una mezcla totalmente
vegetal de fabricación panadera regional, disponible en el comercio,
hecha con harina de porotos de soja enteros, cocidos y tostados,
previamente sometidos a un tratamiento térmico húmedo para la
inactivación de antinutrientes, harina de trigo entero molido,
centeno, salvado de avena y margarina vegetal (AN). Se midieron: a)
Humedad: pérdida de peso a 105°C, b) Nitrógeno proteico por el
método de Kjeldahl12 usando como factores para expresar la
concentración de proteínas para AC: 6.25 y para AN: 5.75 en función
de los porcentajes diferentes de Nitrógeno de las proteínas de cada
dieta, c) Materia grasa: extracto etéreo, d) Fibra: detergente neutro
y método enzimático13, e) Glúcidos: azúcares reductores sin y con
hidrólisis en medio de ácido clorhídrico. Para el caso de AN fue
necesario recurrir a un tratamiento con HCl 3 M en caliente,
neutralización y acción enzimática, dado que con la hidrólisis
clorhídrica no se obtenía la totalidad de la concentración
presente, f) Minerales: previa incineración en mufla a 700°C,
disolución en medio ácido HNO3 0.3M de las cenizas de
mineralización y determinación de Ca y P con métodos
espectrofotométricos con equipos de diagnóstico Wiener Lab y de Na y
K por fotometría de llama (Tabla 1).
En una instancia previa al desarrollo del presente trabajo se evaluó
la calidad proteica del balanceado y de la mezcla vegetal mediante el
método del Cociente de Eficacia Proteica modificado (NPR) expresado
como la suma algebraica del aumento de peso en g más la pérdida de
peso en g del lote libre de proteínas/g de proteína ingerida14. En
dicha instancia se emplearon 40 ratas a y b sin selección de sexo
pero manteniendo la misma proporción de machos y hembras en cada
grupo, alimentadas ad libitum a partir del destete y durante 14 días
con 4 dietas diferentes. Tres de las dietas (Ac, AN y Caseinato de
Calcio [dieta de referencia]) se ajustaron al 10% de contenido
proteico. La cuarta dieta se formuló libre de proteínas. En la
formulación de las dietas se emplearon mezcla vitamínica (0.3 g%),
mezcla de minerales (3 g%), celulosa (3 g%), aceite vegetal al 10% y
almidón de maíz hasta completar 100 g. La ingesta de nitrógeno y la
variación de biomasa se midieron 3 veces por semana para los
cálculos del NPR para cada alimento y línea de ratas. Los valores
obtenidos (Tabla 2) no difirieron significativamente ente dietas ni
respecto de caseína para ambas cepas de ratas, concluyéndose que el
valor biológico de las proteínas de soja resulta satisfactorio para
estos animales.
Animales y experimentos: Se utilizaron ratas al destete de las cepas
endocriadas IIMa/Fm(a) y IIM b/Fm b (b)15, 16. La línea b muestra
sobrepeso debido a mayor cantidad de grasa total que a. Cuando
adultas, exhiben diabetes tipo II17. Se utilizaron 12 machos a y 12 b
al destete (21 días de edad), alojadas en jaulas individuales con
agua y comida ad libitum, bajo condiciones estándar de luz y
temperatura. Cada grupo se subdividió en sendos grupos de 6 ratas
cada uno, que recibieron AC y AN respectivamente. Día por medio se
midieron la biomasa y la ingestión de alimentos.
La eficiencia de conversión del alimento en biomasa se calculó como
el cociente entre el aumento de biomasa y el peso de alimento ingerido
en igual lapso. Dicho cociente se estimó a los 25 (inicial), a los 32
(intermedio) y a los 40 días de edad (final).
Se recogieron las heces emitidas durante el último día del
experimento.
En la materia fecal se determinó el contenido acuoso sumando las
pérdidas de peso a 42 y a 105°C. Sobre la muestra seca se efectuó
la determinación de lípidos mediante extracciones con cloroformo:
metanol (60:40) y posterior gravimetría18. Para obtener los valores
de digestibilidad aparente de nitrógeno –expresada como el cociente
de la diferencia entre el nitrógeno ingerido y el excretado por
materia fecal respecto del nitrógeno ingerido– sobre las heces
molidas y homogeneizadas se efectuaron dosajes de nitrógeno por el
método de Kjeldahl12.
Estudios morfohistométricos: A los 44 días de edad las ratas se
sacrificaron bajo sobredosis de éter. La cavidad abdominal se abrió
por incisión longitudinal. El intestino delgado se cortó en el
límite píloro-duodenal y en la unión ileocecal y se quitaron grasa
y mesenterio. El ciego se separó del colon. Cada segmento se abrió
por la línea mesentérica y suavemente se removió el contenido
intestinal bajo agua. Se registraron pesos y longitudes de intestino
delgado, ciego y colon. Los resultados se expresaron en g/cm x 100.
Pequeñas muestras de intestino delgado obtenidas distalmente a 25 cm
del píloro se fijaron inmediatamente en formol neutro al 10%, se
incluyeron en parafina, se cortaron a 5 µm y se colorearon con PAS
(Periodic Acid Schiff) y HE (Hematoxilina-Eosina). Los cortes se
visualizaron a través de una escala lineal calibrada ubicada en el
ocular 10 X de un microscopio Leitz. Las variables histométricas
analizadas en el intestino delgado incluyeron: espesor total de pared
y de mucosa, altura y ancho vellositario, profundidad de criptas
(medida desde la base vellositaria hasta la muscularis mucosae),
cocientes altura vellositaria/profundidad de cripta, número de
células caliciformes/vellosidad y número de enterocitos/vellosidad.
Estas medidas se tomaron ignorando los tratamientos dietarios de
origen y sólo teniendo en cuenta las criptas y vellosidades
orientadas verticalmente, promediando la observación de diez campos
por muestra19, 20.
Además, se disecaron y pesaron los páncreas, calculándose los pesos
relativos a la biomasa total, que se expresaron en g/g x 1.000.
Análisis estadístico: Los resultados se presentaron como media ±
desvío estándar (x- ± SD). Las comparaciones se efectuaron mediante
prueba de t de Student para muestras independientes. Para evaluar el
incremento de ingestión así como la disminución de la eficiencia
del alimento durante el experimento, se compararon los valores
iniciales con los finales dentro de cada grupo por medio de prueba de
t de Student para datos apareados. Todo valor de p < 0.05 se
consideró estadís-ticamente significativo.
Resultados
Eficiencia de los alimentos: La composición nutricional de las
dietas y su aporte energético se detallan en la Tabla 1. El aumento
de peso vivo y la biomasa final fueron mayores con el alimento
balanceado testigo para ambas líneas genéticas (Fig. 1). El cociente
ganancia de biomasa/cantidad de alimento ingerido mostró que la
eficiencia inicial del alimento con soja fue mayor que la del
balanceado testigo (Fig. 2), con una diferencia altamente
significativa dentro de la línea b obesa, de mayor crecimiento que a.
Sin embargo, la elevada eficiencia inicial de la dieta con soja
decayó más abruptamente que la de la dieta testigo, de modo que la
disminución de la eficiencia durante el experimento para la línea b
fue la siguiente: AN, 0.28 vs AC, 0.09 (p < 0.001). El aumento de
ingestión con la edad fue significativamente menor con el alimento AN
que con el testigo para ambas líneas genéticas: AN, 7.0 ± 5.8 g vs
AC, 17.8 ± 8.4 (p < 0.01). En la dieta con soja, la ingestión de
alimento para b durante el experimento no aumentó significativamente:
al comienzo, 18.0 ± 3.8; al final, 23.8 ± 6.0 g, de modo que su
habitual hiperfagia respecto de a no se puso en evidencia.
Excreción fecal y digestibilidad aparente: La materia fecal fue más
pesada y voluminosa en las ratas alimentadas con AC, pero el contenido
de agua fue significa-tivamente mayor en las que comieron dieta con
soja (Tabla 3). Los contenidos de N y de grasa fecales en g/100 g,
fueron significativamente mayores con AN para ambas líneas genéticas
(Tabla 3). Pero la excreción diaria, condicionada por el peso y
volumen fecal según la dieta, reflejó interesantes diferencias entre
líneas genéticas (Tabla 4). Así, en el caso de b la pérdida fecal
de N resultó similar entre dietas, si bien su ingestión fue
significativamente menor en el alimento con soja (Tabla 4). Las
diferencias mencionadas redundaron en resultados opuestos de
digestibilidad aparente de N entre dietas dentro de líneas
genéticas: en a, menor con AC y en b, menor con AN (Tabla 4).
Morfohistometría intestinal: El peso del intestino delgado por unidad
de longitud fue significativamente menor en las ratas alimentadas con
soja, a expensas de un menor espesor de mucosa, significativo este
último en la línea b (Tabla 5). La relación altura
vellositaria/profundidad de cripta no difirió significativamente ente
dietas. El alimento con soja disminuyó significativamente el número
de células caliciformes vellositarias en ambas líneas genéticas
(Tabla 5).
El peso del ciego por unidad de longitud fue significativamente menor
en la línea b alimentada con soja (Tabla 5). Si bien el peso del
colon por unidad de longitud no difirió entre tratamientos, en ambas
líneas con soja el colon fue más corto y liviano. Si bien las
diferencias no alcanzaron significado estadístico, en a el páncreas
fue más pesado con la dieta testigo: AC, 2.84 ± 0.6 vs AN, 2.38 ±
0.5 g (ns), pero en b el peso pancreático fue mayor con la dieta de
soja: AC, 2.75 ± 0.5 vs AN, 3.50 ± 1.2 g (ns).
Discusión
La acelerada disminución de la eficiencia de conversión de la
dieta con soja sugiere que, si bien la calidad proteica de este
alimento demostró ser tan buena como la del alimento balanceado
según el resultado del NPR, estas ratas prepúberes serían sensibles
a efectos adversos de la preparación de soja. En este sentido,
Grant21 refiere que la absorción enterocítica del inhibidor de
tripsina de la soja no es significativa en ratas de edad madura pero
sí lo es en ratas lactantes. Los animales que comieron AN
evidenciaron menor aumento de ingestión con la edad así como retardo
del crecimiento intestinal comparados con los que ingirieron AC. Esto
sugiere insuficiencia de la función digestiva. Respecto de estas
observaciones existe numerosa literatura, en la que se manifiesta que
los variados métodos de tratamiento de productos de porotos de soja
con calor para eliminar antinutrientes, pueden por un lado no ser lo
suficientemente drásticos como para garantizar inactivación de
factores antitrípsicos y por otro, una inadecuada combinación
temperatura-presión-humedad puede conducir tanto a la reducción de
la disponibilidad de aminoácidos esenciales como a la producción
colateral de compuestos tóxicos22-26.
Estos resultados muestran claramente que las altas eficiencias de la
dieta con soja en ambas líneas durante los primeros días del
experimento sufren un notorio y brusco decremento, que contrasta con
el habitual y paulatino descenso de la eficiencia del alimento
balanceado (Fig. 2). Esta abrupta disminución de la eficiencia de la
dieta con soja es congruente con el deterioro de la maduración
intestinal producido por la misma y evidenciado al final del
experimento en pesos significativamente menores de colon, ciego e
intestino delgado, a expensas, en este último caso del menor espesor
de la pared y de su mucosa, así como de menor altura vellositaria y
menor profundidad de criptas, (Tabla 5). La disminución del número
de células caliciformes por vellosidad en las ratas alimentadas con
soja es sorprendente. (Tabla 5). Las alteraciones detectadas harían
pensar en la presencia de compuestos tóxicos como consecuencia de un
tratamiento inadecuado de la soja. La acelerada disminución de la
eficiencia de esta dieta con soja en ambas líneas, expresaría una
disminución en la biodisponibilidad de aminoácidos esenciales. Si
bien la concentración de taninos termoestables en los porotos de soja
en general, no es tan alta como en otras legumbres27, estos compuestos
propios de la cubierta de la semilla tienen efectos antinutricionales
no del todo conocidos. Se han comprobado disminución de la
digestibilidad de proteínas y carbohidratos responsables de
desaceleración del crecimiento, daño a la mucosa intestinal28,
interferencia en la absorción de hierro, glucosa y vitamina B 1229.
Dado que este alimento con soja se elabora incluyendo la cubierta del
poroto, estas acciones tóxicas podrían estar colaborando en algún
grado en la llamativa desace-leración del crecimiento observada.
El menor peso y volumen de la materia fecal con la dieta de soja así
como el contenido significativamente mayor de agua, se atribuyen a la
diferencia en la composición de la fibra entre ambas dietas. En
efecto, la dieta testigo tiene un importante contenido de lignina que
se condice con mayores peso y volumen fecal y la de soja, un
predominio de fibra de tipo soluble como hemicelulosa, con capacidad
de formar geles.
Por otra parte el genotipo b en comparación con a evidenció mayor
sensibilidad al efecto adverso del alimento con soja, ya que el
decremento de su eficiencia fue más notorio (Fig. 2). El aumento de
la ingestión en pleno crecimiento llegó a estabilizarse en una cepa
que es habitualmente hiperfágica en comparación con a30. Si se
compara con a, la línea b perdió por día más nitrógeno fecal con
la dieta con soja. Esta diferencia entre líneas genéticas no se
observó con la dieta testigo (Tabla 4). Además, el menor peso cecal
por unidad de longitud y en el intestino delgado, los menores espesor
de mucosa y altura vellositaria en las ratas que comieron soja, sólo
alcanzaron significado estadístico en la línea b obesa (Tabla 5). Si
bien la diferencia entre pesos de páncreas no llegó a ser
significativa respecto de la dieta testigo, algunos páncreas de los
animales b que comieron soja mostraron pesos particularmente altos,
resultado consistente con alguna actividad antitripsínica residual.
Estos resultados permiten suponer diferencias genéticas de
sensibilidad a la soja entre las cepas estudiadas.
En conclusión, este estudio pretende alertar respecto del consumo
indiscriminado de productos en base a soja sin tratamientos
comprobadamente eficaces de inhibición de antinutrientes. Estos
alimentos deberían ser rigurosamente controlados por los fabricantes
así como por las autoridades sanitarias mediante pruebas in vitro
como también mediante ensayos biológicos, en particular cuando se
destinan a poblaciones infantiles, las cuales, como se sugiere en este
trabajo, serían en general más vulnerables a los efectos
perjudiciales de la soja, sin dejar de tener en cuenta diferentes
sensibilidades de origen genético. En países como el nuestro, donde
planes gubernamentales y no gubernamentales, destinados principalmente
a poblaciones infantiles, tienden a reemplazar las proteínas animales
por proteínas de soja incorporadas a preparaciones de buena
palatabilidad, es necesario extremar las exigencias en cuanto al
tratamiento previo de la soja, para garantizar tanto la eficiencia
como la inocuidad de dicha fuente proteica.
Agradecimiento: Este trabajo ha sido realizado mediante
subsidio de la ANPCYT Agencia Nacional de Promoción Científica y
Tecnológica PMT-PICT 0520.
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TABLA 1.– Composición de las dietas
Componentes (g/100g) AC AN
proteínas 25.3 31.0
hidratos de carbono 38.8 34.5
lípidos 6.2 13.0
humedad 9.2 7.1
fibra A.O.A.C. 12.5 11.4
minerales 7.4 3.2
Energía
kcal/g 3.03 3.85
kJ/g 12.67 16.09
AC: alimento balanceado para roedores (testigo).
AN: alimento vegetal con soja.
TABLA 2.– Cociente proteico neto (NPR) en ratas post destete de
las líneas genéticas a y b con dos dietas diferentes, en
comparación con caseína como fuente proteica testigo
Línea genética AC AN Caseinato
a 2.17 ± 0.60 2.34 ± 0.80 2.60 ± 0.65
b 2.65 ± 1.10 2.60 ± 0.95 2.92 ± 1.00
AC: alimento balanceado para roedores (testigo); AN: alimento
vegetal con soja. No hay diferencias significativas entre ninguno de
los valores
TABLA 3.– Composición de materia fecal a los 44 días de edad en
ratas macho a y b con dos alimentos diferentes
Línea Tipo de n Peso total Agua Nitrógeno Materia grasa
genética alimento (g/2 días) (g/100g) (g/100g) (g/100g)
a AC 6 4.21 ± 1.7 a 33.7 ± 07.5 a 2.28 ± 0.3 a 3.35 ± 0.6 a
b AC 6 3.24 ± 1.7 ab 31.3 ± 12.0 a 2.17 ± 0.3 a 2.88 ± 1.5 a
a AN 6 1.39 ± 1.0 b 47.0 ± 04.1 b 3.21 ± 0.2 b 8.08 ± 2.7 b
b AN 6 1.89 ± 0.9 b 50.6 ± 06.5 b 3.98 ± 1.0 b 5.95 ± 1.6 b
AC: alimento testigo balanceado para roedores. AN: alimento vegetal
con soja
En cada columna de datos, las cifras con letras diferentes en el
superíndice difieren significativamente entre sí
TABLA 4.– Digestibilidad aparente de nitrógeno y de grasa a los
44 días de edad en ratas macho a y b con dos alimentos diferentes
Línea Tipo de n N. ingerido N. fecal Digestibilidad Grasa ingerida
Grasa fecal Digestibilidad
genética alimento (g/día) (g/día) de N (%) (g/día) (g/día) de
grasa (%)
a AC 6 0.95 ± 0.07 a 0.08 ± 0.03 a 90.8 ± 2.29 ac 1.41 ± 0.11 a
0.14 ± 0.05 a 90.1 ± 3.04 a
b AC 6 1.03 ± 0.31 a 0.08 ± 0.03 a 92.7 ± 2.39 ab 1.66 ± 0.13 a
0.11 ± 0.05 a 93.5 ± 2.95 a
a AN 6 0.64 ± 0.18 b 0.03 ± 0.01 b 94.3 ± 1.30 b 1.59 ± 0.38 a
0.10 ± 0.08 a 94.3 ± 3.49 a
b AN 6 0.69 ± 0.17 b 0.07 ± 0.03 ab 88.6 ± 3.75 c 1.70 ± 0.34 a
0.11 ± 0.07 a 93.6 ± 2.85 a
AC: alimento testigo balanceado para roedores
AN: alimento vegetal con soja. En cada columna de datos, las cifras
con letras diferentes en el superíndice difieren significativamente
entre sí
TABLA 5.– Morfohistometría intestinal a los 44 días de edad en
ratas macho de dos líneas genéticas con dos tipos de alimento
Línea genética a a b b
Tipo de alimento AC AN AC AN
n 6 6 6 6
Colon (g/cm x 100) 010.4 ± 001.4 a 010.0 ± 02.9 a 012.0 ± 001.8
a 010.3 ± 01.3 a
Ciego (g/cm x 100) 027.7 ± 004.0 ab 024.3 ± 04.1 a 034.1 ± 011 b
021.3 ± 05.9 a
Intestino delgado (g/cm x 100) 010.8 ± 002.0 a 008.4 ± 01.5 b 010.2
± 002.2 ab 008.3 ± 01.6 b
espesor pared (µm) 736 ± 123 ac 595 ± 89 b 811 ± 110 a 665 ± 86
bc
espesor mucosa (µm) 644 ± 092 ab 537 ± 78 a 724 ± 082 b 598 ± 80
a
long. vellositaria (µm) 435 ± 051 ab 385 ± 71 a 488 ± 064 b 406 ±
58 a
profundidad cripta (µm) 222 ± 065 a 152 ± 10 b 234 ± 031 a 192 ±
41 ab
cél. caliciformes/vellosidad 039.0 ± 003.8 a 028.6 ± 06.3 b 038.7
± 009.3 a 027.2 ± 05.5 b
AC: alimento testigo balanceado para roedores; AN: alimento vegetal
con soja. En cada fila de datos, las cifras con letras diferentes en
el superíndice difieren significativamente entre sí
Fig. 1.– Evolución del peso vivo desde el destete hasta los 42
días de edad en ratas macho a y b con dos alimentos diferentes. AC:
alimento balanceado para roedores; AN: alimento vegetal con soja.
Dentro de cada línea genética, la diferencia de peso final ente
dietas fue (p < 0.01). La diferencia de peso final entre líneas no
fue significativa dentro de dietas.
Fig. 2.– Evolución de la eficiencia del alimento (aumento de
biomasa por unidad de alimento ingerido), medido desde el comienzo del
experimento (1), a los 30 días de edad (2) y al final (3); en ratas
macho a y b con dos alimentos diferentes: AC, alimento testigo
balanceado para roedores; AN, alimento vegetal con soja. Línea a (AN
vs AC) en (1), (2) y (3): (ns). Línea b (AN vs AC) (1=: (p <
0.001), (2): (p < 0.05), (3) (ns).
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