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ABLACION DEL NODULO AV
ABLACION DEL NODULO ATRIOVENTRICULAR CON DESCARGA DE
CONDENSADORES Y RADIOFRECUENCIA
Elina
VALERO, Mariano Favaloro, Karina Alonso, Daniel Dasso, Nestor Galizio,
Jose Gonzalez, Roberto Peidro, Ricardo Pesce
Sección
Electrocardiología, Instituto de Cardiología y Cirugía
Cardiovascular. Fundación Favaloro, Buenos Aires
Key Words: AV node ablation, radiofrequency energy, current
direct energy, AV block
Resumen
La
ablación del nódulo atrioventricular (AV) en aquellos pacientes con
arritmias supraventriculares re- fractarias a tratamiento
farmacológico constituye una alternativa terapéutica que les permite
mejorar la calidad de vida. Con este fin se han utilizado dos tipos de
energía: corriente directa y radiofrecuencia. El objetivo del
presente estudio fue evaluar la tasa de éxito primario y hacer el
seguimiento a largo plazo de la ablación del nódulo AV comparando
dos tipos de energía: descarga de condensadores y radiofrecuencia. Se
realizó ablación del nódulo AV en 80 pacientes: 40 por descarga de
condensadores (Grupo I) con una media de seguimiento de 76 ± 49 meses
y 40 por radiofrecuencia (Grupo II) con un seguimiento medio de 28.1
± 20.8 meses. Se logró bloqueo AV completo luego del primer
procedimiento en el 45% de los pacientes y se observó modificación
del nódulo AV en el 50% del Grupo I. En el 100% del Grupo II se
logró bloqueo AV completo. Tres pacientes del Grupo I (7.5%) tuvieron
arritmias auriculares rápidas durante el seguimiento. Dos de ellos
recibieron medicación y 1 un nuevo procedimiento ablativo. En el
Grupo II 1 paciente (2.5%) requirió un segundo procedimiento. En
cuanto a las complicaciones no hubo diferencias entre los dos grupos
tanto en las tempranas como a largo plazo, con registro de una muerte
súbita en cada grupo. La ablación selectiva del nódulo AV con
radiofrecuencia en pacientes con arritmia supraventricular refractaria
es un método tan seguro como el utilizado previamente (descarga de
condensadores) con la ventaja de una tasa de éxito primario cercana
al 100%.
Abstract
Atrioventricular
nodal catheter ablation with direct current and radiofrequency energy.
The AV junction ablation was useful to treat patients with
drug-refractory supraventricular arrhythmias. The purpose of this
study was to determine short and long-term success and complications
of the atrioventricular nodal catheter ablation and to compare direct
current and radiofrequency energy. Forty patients underwent AV nodal
ablation with direct current energy (Group I) and forty patients with
radiofrequency (Group II). They were followed up for a mean of 76 ±
49 and 28 ± 20 months, respectively. Persistent complete AV block was
successfully induced during the first ablation session in 45% of 40
patients who underwent DC energy, while in 50% it was modulated. All
patients in the radiofrequency group had complete AV block. The rate
of recurrence of AV conduction was 7.5% and 2.5% respectively.
Immediate complications did not occur after either procedure. One
patient died suddenly in each group during follow-up. AV nodal
ablation with radiofrequency energy appears to be as efficacious and
safe as direct current energy.
La ablación del nódulo AV fue propuesta para controlar la
frecuencia ventricular en presencia de arritmias supraventriculares
rápidas (fibrilación auricular, aleteo auricular) sin respuesta a la
medicación antiarrítmica o posibilidad de tratamiento ablativo
selectivo. Se presenta, en forma comparativa, la experiencia de 12
años de procedimientos ablativos del nódulo AV con dos fuentes de
energía: la descarga de condensadores y la radiofrecuencia.
Material y métodos
Descarga de Condensadores: Se trataron 40 pacientes con edades
entre 26 y 80 años (media: 58±14 años). Las características de la
población se describen en la Tabla 1.
Los pacientes, previo consentimiento informado, fueron sometidos a un
estudio electrofisiológico basal en que se analizaron las propiedades
electrofisiológicas del nódulo sinusal, nódulo A-V y sistema His
-Purkinje de acuerdo con las técnicas habituales.
Posteriormente se procedió a realizar la fulguración. Para ello se
posicionó un catéter bipolar en la zona de registro del haz de His y
se “mapeó” el área hasta obtener una deflexión hisiana de por
lo menos 0.5 milivolts y hasta que la onda A endocavitaria fuera igual
o mayor que la onda V (expresión endocavitaria del complejo QRS). Se
colocó un catéter bipolar de seguridad en la punta del ventrículo
derecho. Un electrodo indiferente de 10 x 10 cm se ubicó en el dorso,
en la zona interescapular. Ambos polos del catéter se conectaron al
cátodo de un defibrilador y el indiferente al ánodo.
La anestesia general se realizó por vía endovenosa sin intubación
endotraqueal produciendo hipnosis y analgesia con dosis repetidas de
diazepan e Innovan (R) Droperidol -Fentanil 50:1 hasta completar 3 cc
de Innovan y 5 cc de diazepan. En el momento de la fulguración se
inyectaron 100 a 150 mg de tiopental para asegurar la inmovilidad.
Se procedió entonces a administrar un choque sincronizado con la onda
R. La energía almacenada era 4 Joules/kg de peso. Recibieron entre 1
y 4 descargas (11 pacientes más de 1 choque) (media 2.6±0.81) con
energía entre 200 y 1400 Joules (media 405±233 Joules).
El procedimiento fue constrolado constantemente y se filmó el momento
del choque. Si se documentaba bloqueo A-V completo se procedía a
realizar el «marcapaseo» asincrónico del ventrículo derecho. De no
ser así se aplicaba un nuevo choque con la finalidad de obtener el
bloqueo. Si éste no se lograba pero se observaba un intervalo AH
prolongado, o un punto de Wenckebach descendido, el procedimiento era
considerado igualmente exitoso.
Se realizaron controles enzimáticos posteriores al choque (TGO, TGP,
LDH, CPK).
Equipo técnico
Catéteres: se utilizaron catéteres USCI F7 bipolares. Previamente
se había medido la resistencia eléctrica y la aislación a una
tensión fija de 3000 volts. Se seleccionaron los de menor resistencia
y aquellos que no presentaran pérdidas de corriente.
Desfibrilador-Fulgurador: Se utilizó un equipo marca Electrodyne al
que se le efectuaron mediciones previas de energía liberada y se
adaptaron los conectores de salida de electrodos. En este caso el
capacitor del equipo es de 6 microfaradios y para 200 Joules le
correspondía una tensión de 5000Volts.
Accesorios: Se empleó un prolongador del catéter envainado en
material de alta aislación, un electrodo indiferente au-toadhesivo de
suficiente superficie como para no producir densidades de corriente
peligrosas y una unidad interconectora que fue diseñada para permitir
una conmutación rápida y segura de la posición de mapeo a la de
fulguración. Esta desconecta sincronizadamente el registrador a fin
de evitar la saturación de los preamplificadores por efecto de la
elevada energía liberada.
Todos los catéteres fueron controlados postchoque en forma similar a
la prueba previa no detectándose ninguna alteración eléctrica o
mecánica. También el equipo constituido por el desfibrilador, placa
y unidad de conmutación fue verificado al final del proceso sin
encontrar alteraciones.
Con esta energía y metodología se trabajó hasta junio de 199. Desde
entonces hasta la fecha se empleó la radiofrecuencia como fuente de
energía y el método se varió ligeramente.
Ablación por Radiofrecuencia: Se trataron 40 pacientes con edades
entre 34 y 81 años (media 64±11 años). En la Tabla 1 se describen
las características de la población. No se observaron diferencias
significativas entre ambos grupos con respecto a la edad, la
cardiopatía de base y el tipo de arritmia . El número de drogas
utilizadas por paciente previo al procedimiento era menor en éste
último grupo (p < 0.00001).
Todos los procedimientos fueron realizados en una sola sesión. El
catéter para “mapeo” se ubicó en la zona del Haz de His
descendiendo luego a la región medioseptal hasta obtener un buen
registro auricular con un registro del His de baja amplitud . Se
efectuaron entre 1 y 20 aplicaciones (me-dia 6.56 ± 6.5) con energía
entre 540 J y 26719 Joules (media 6482 ± 6406) desde el lado derecho.
Equipo Técnico
La energía fue provista por un equipo Radionics (R) modelo RFG 3D
que libera una corriente no modulada a una frecuencia de 500 ± 10
KHz, con tiempo seleccionable entre 0 y 120 seg, Volts 0-100,
corriente 0-999 mA y de 0 a 50 Watts.
El catéter para ablacionar fue deflectable con un polo distal de 4 mm
de longitud y por lo tanto superficie mayor en el polo distal, que es
el que se conectaba para aplicar la energía. Se realizaron mediciones
de impedancia antes de cada aplicación y ésta no se efectuaba si los
valores eran mayores de 200 Ohms.
La energía se llevaba a 30 Watts que se interrumpía a los 10 seg si
no se obtenían trastornos de conducción y se mantenían por 30 seg
si éstos estaban presentes. Otra causa de interrupción de la
aplicación fue el desplazamiento del catéter. Para detectarlo se
observaba constantemente en radioscopía durante las aplicaciones. No
se empleaba anestesia general durante la aplicación, sólo sedación
con diazepan y analgésicos.
Análisis estadístico: Se utilizó el test de Z (equivalente a
Chi-cuadrado) y el test de T para porcentajes considerándo- se una
diferencia estadísticamente significativa un valor de p < 0.05.
Resultados
Descarga de Condensadores: Una vez finalizado el procedimiento 18
pacientes (45%) tuvieron bloqueo AV completo y en 2 pacientes (5%) se
obtuvo bloqueo AV de segundo grado tipo Wenckebach.
Veinte pacientes continuaron en ritmo sinusal con conducción AV 1:1.
Se les efectuó un nuevo estudio electrofisiológico horas o días
después demostrando que el intervalo AH, el período refractario del
nódulo AV y el punto de Wenckebach ante la estimulación auricular
habían sufrido variaciones en 18 pacientes (45%). Estas fueron:
Intervalo AH basal 82 ± 8 mseg, post-fulguración 138 ± 44 mseg (p
< 0.005); período refractario del nódulo AV basal 253 ± 55 mseg,
post-fulguración 388 ± 118 mseg (p<0.005); punto de Wenckbach 315
± 41mseg y 461± 90 mseg respectivamente (p < 0.05). En 2
pacientes (5%) el método se consideró inefectivo, pero se negaron a
un nuevo procedimiento. Los pacientes fueron seguidos entre 4 y 139
meses (media 76 ± 49 meses).
En los 18 casos con bloqueo AV completo se implantó un marcapasos
definitivo horas o un día después del procedimiento (Tabla 2). De
los 22 que permanecieron en ritmo sinusal 6 recibieron un marcapasos
definitivo por su bradicardia sinusal y los 2 pacientes con Wenckebach
requirieron marcapasos, uno a los 30 días. De los 14 restantes, 1
tuvo nuevos episodios de fibrilación auricular rápida y se le
realizó nuevo procedimiento 8 meses más tarde implantándose un
marcapasos definitivo. Dos pacientes con taquicardia auricular se
controlaron con medicación. Uno desarrolló a los 8 meses bloqueo
completo de rama derecha que permaneció invariable durante 97 meses.
Del total, 27 (67.5%) recibieron marcapasos por uno u otro motivo.
Ninguno lo tenía implantado previo a la fulguración.
No se observaron complicaciones inmediatas al procedimiento
Durante el seguimiento, 8 pacientes presentaron fibrilación auricular
sintomática requiriendo medicación. En todos ellos el éxito fue
valorado por modificaciones en las propiedades del nódulo AV. Se
logró el control de la frecuencia cardíaca con beta bloqueantes,
digital o bloqueantes cálcicos en bajas dosis (Tabla 3).
Cuatro fallecieron de causa no cardíaca. Uno de ellos a los cuatro
meses como complicación pulmonar (padecía cor pulmonale crónico),
uno a los 43 meses por accidente cerebrovascular y los dos restantes a
los 8 y 10 años respectivamente por una neoplasia.
Cinco pacientes fallecieron de causa cardíaca: uno a los 49 meses por
infarto agudo de miocardio, uno con prolapso de válvula mitral
desarrolló angina de pecho y falleció subitamente (45 meses), tres
fallecieron en insuficiencia cardíaca a los 4, 11 y 12 meses
respectivamente y 5 se perdieron en el seguimiento (Tabla 3).
RADIOFRECUENCIA: Se logró inducir bloqueo AV completo con QRS angosto
en 39 pacientes, en uno se produjo bloqueo completo con QRS ancho e
imagen de bloqueo de rama derecha (Tabla 4). Todos requirieron
marcapasos definitivo posterior al procedimiento que fue implantado
horas más tarde, excepto en dos casos que lo tenían implantado
previamente.
El seguimiento de los 40 pacientes se llevó a cabo entre 2 y 66 meses
(media 28.1 ± 20.8) (Tabla 3). Durante este período falleció
súbitamente uno de ellos (2.5%) dos años después. Tres pacientes
(7.5%) requirieron nueva internación, en un caso por falla del
mar-capasos definitivo, otro para realizarle una angioplastia y el
tercero recuperó la conducción AV durante el seguimiento
realizándose un segundo procedimiento dos meses más tarde, exitoso
hasta la fecha.
Actualmente se encuentran bajo tratamiento médico 7 pacientes
(17.5%), pero sólo 2 por palpitaciones rápidas, en un caso por falla
en la conmutación del marcapasos implantado durante los episodios de
taquiarritmia y en el otro no se logró documentar la arritmia. En
ninguno de los dos casos se recuperó la conducción AV. Los restantes
reciben tratamiento farma-cológico por insuficiencia cardíaca,
hipertensión arterial o cardiopatía coronaria.
Discusión
Los pacientes afectados por un síndrome bradicardia-taquicardia
son tratados con drogas antiarrítmicas y el implante de un marcapasos
definitivo por el componente bradicárdico. Las drogas pueden actuar
en la prevención de las arritmias auriculares o enlenteciendo la
conducción en el nódulo AV para disminuir el número de impulsos que
pasan al ventrículo4, 8. En aquellos pacientes en quienes las drogas
no son efectivas, el manejo resulta complejo. La posibilidad de lograr
bloqueo AV en forma quirúrgica1 llevó al intento de
perfeccionamiento mediante catéteres, primero en animales2, 3, 9 y
luego en seres humanos. Se intentó tratar selectivamente arritmias
auriculares5, 7 o bloquear la conducción de impulsos a través del
nódulo AV4, 6, 7, 8.
Para ello se han utilizado dos tipos diferentes de energía,
inicialmente la fulguración del nodo AV a través de la descarga de
condensadores y posteriormente la radiofrecuencia.
En 127 pacientes provenientes del Registro Internacional del Comité
de Mapeo y Ablación Cardíaca Percutánea10, la arritmia más
frecuentemente tratada con descarga de condensadores fue la
fibrilación auricular crónica o paroxística y el aleteo auricular
asociado con respuesta ventricular rápida (61% de los casos). En
nuestra serie el 50% de los pacientes que fueron sometidos a descarga
de condensadores presentaban fibrilación auricular. Todos los
pacientes habían recibido al menos tres drogas que resultaron
inefectivas, incluyendo amiodarona en el 40% de los casos.
La reaparición de la conducción A-V luego de la fulguración admite
como explicaciones una insuficiente cantidad de energía o ubicación
inadecuada del electrodo. Los datos obtenidos del registro mundial de
fulguración10 mostraron que sólo en el 35% de los casos fulgurados
se obtuvo un bloqueo A-V estable, considerándose que las ablaciones
fueron exitosas en un 50% con un solo choque. En comunicaciones
posteriores el porcentaje de bloqueo AV de 3er grado subió al 64% en
una serie de 499 pacientes y mejora aún más (83%) en un grupo
posterior de 136 pacientes15. Nathan y col11 en 35 casos de un estudio
inglés cooperativo obtuvieron bloqueo AV completo persistente en el
74%, intermitente 6% y de primer grado 9%. Entre nuestros 40 pacientes
la tasa de bloqueo AV completo fue de 45%, Wenckebach 5% y
modificaciones en la vía rápida (PR prolongado) o lenta (Frecuencia
de Wenckebach AV) fue del 45%.
No puede establecerse una relación entre la cantidad total de
energía utilizada, el número de choques y las posibilidades de
lograr o no bloqueo AV completo (58%)10, pues si bien la cantidad de
energía total administrada fue mayor con los casos no exitosos, ésto
se debió precisamente a la realización de choques repetidos. Holt12
comunicó muy buenos resultados (70% de bloqueo AV completo) empleando
4 choques de 50 J cada uno con intervalos de un minuto, con un
catéter atornillable en la zona de registro del haz de His. En la
serie internacional10 se utilizó la descarga unipolar distal en el
93%, proximal en un 15% y bipolar sólo en el 3%.
Nuestra serie fue realizada con catéteres electrodo bipolares con
registros bipolares y la atención se ha dirigido a obtener una buena
deflexión hisiana (mayor de 0.5 milivolts) y una deflexión auricular
igual o mayor que la deflexión ventricular, es decir con el catéter
registrando la porción más proximal del haz de His. Sin embargo la
relación A:H no mostró ser de importancia para separar casos de
éxito y fracaso10.
El procedimiento fue considerado exitoso en esta serie aún en los
pacientes en quienes no se logró bloqueo A-V completo definitivo16 y
no se intentó otra sesión pues se había logrado el objetivo
terapéutico que era evitar la respuesta ventricular rápida ante la
fibrilación auricular. Este fue el comienzo de la modulación del
nódulo AV. Sin embargo no pudieron establecerse reglas que
permitieran selectivamente modular el nódulo AV o provocar la
interrupción total de la conducción. Los pacientes que no
desarrollaron bloqueo completo permanecieron sin evolucionar hacia él
en un seguimiento prolongado.
En la serie internacional tal como en la presente se controló la
arritmia con o sin drogas en el 20% de los casos en que persistió la
conducción A-V10. Otros autores comunicaron el 86% de pacientes
asintomáticos y sin terapéutica antiarrítmica11.
Con radiofrecuencia los resultados han sido similares, especialmente
cuando se empleaban electrodos de 2 mm de longitud. Langberg y col17
reportaron éxito en el 56% de 16 pacientes y el registro de ablación
en el 36%18. Con el advenimiento de los electrodos de 4 mm el éxito
ha subido al 88 o 100%12, 19, 20. En nuestra serie el éxito para
alcanzar el bloqueo AV completo con radiofrecuencia ha sido del 100%,
sólo con una recurrencia.
A pesar de los aparentes mejores resultados con la radiofrecuencia no
existen aún muchos estudios a largo plazo con respecto a la eficacia,
las tasas de éxito y las complicaciones. En la serie de Olgin13
comparando la corriente directa y la radiofrecuencia para la ablación
de la unión aurículoventricular las tasas de éxito eran similares,
85.7% y 81.5% respectivamente (p = NS).
Morady y col21 demostraron mayor utilidad de la radiofrecuencia para
provocar un BAVC definitivo que la descarga de condensadores. El 35%
de los pacientes con fulguración recuperaron el ritmo sinusal horas
después requiriendo un segundo procedimiento. En cuanto a la
radiofrecuencia la transitoriedad del bloqueo se observa más
precozmente, en general durante los 30 minutos de espera luego de
aplicada la energía permitiendo la aplicación de descargas
adicionales. En la serie de Olgin14 se requirieron menor número de
sesiones para lograr el bloqueo completo con la radiofrecuencia 1.05
± 0.23 que con la corriente directa 1.21 ± 0.41 (p = 0.01). Nuestros
resultados no expresan el número real de sesiones necesarias para
provocar bloqueo AV completo pues el procedimiento no se repetía si
se había obtenido un resultado clínico adecuado, es decir el control
de la frecuencia cardíaca (modulación).
Una ventaja adicional del uso de radiofrecuencia es el hecho de no
requerir anestesia general por tratarse de un procedimiento invasivo,
pero no doloroso.
También en la serie de Olgin14 las tasas de complicaciones eran
similares 9.3 y 8.2% en los dos grupos, pero las complicaciones
tempranas con compromiso para la vida eran mayores en el grupo de
corriente directa 6.8% vs 2.3% (p = 0.1). En ese grupo de 54 pacientes
con radiofrecuencia sólo se observó una embolia pulmonar como
complicación grave, pero hubo dos muertes súbitas 7 y 11 meses
después, mientras en el otro grupo de 49 pacientes se produjo una
muerte súbita, dos taquicardias ventriculares y un taponamiento
cardíaco precozmente.
No se encontraron complicaciones tempranas graves en los dos grupos de
este estudio.
La incidencia de muerte súbita reportada para la radiofrecuencia es
del 3.7%. En nuestra serie de 80 pacientes uno de cada grupo falleció
súbitamente durante el seguimiento. Entre los pacientes tratados con
choque de corriente directa, la enferma tenía cardiopatía coronaria
con angina de reciente comienzo, no pudiéndose relacionar con
arritmia. En el grupo de radiofre-cuencia el paciente tenía como
antecedente una miocardiopatía dilatada de causa no aclarada y no
pudo establecerse claramente la causa del evento.
Como ya ha sido descripto la muerte relacionada con la ablación del
nódulo AV ha sido reportada en pacientes con miocardiopatía de base.
Tal como lo recomienda el comité internacional el procedimiento debe
ser realizado por un equipo de médicos experimentados en estudios
electrofisiológicos invasivos, preparados para tratar arritmias
cardíacas graves.
Las limitaciones del presente estudio son: No fue randomizado con
análisis retrospectivo, consecutivo donde se incluyeron pacientes con
procedimientos realizados con la misma técnica, pero donde se
emplearon diferentes catéteres por tratarse de distintos períodos
donde hubo gran desarrollo de materiales.
Por otro lado los objetivos propuestos para la descarga de
condensadores no fueron los mismos que para la utilización de
radiofrecuencia dado que en la primera etapa éste no siempre fue el
bloqueo AV completo. No obstante resulta de valor por el prolongado
seguimiento de esta población.
Las dos poblaciones estudiadas no difirieron significativamente. El
promedio de edad es mayor en el grupo ablacionado con radiofrecuencia,
tal vez debido a la indicación más amplia por mayor experiencia
grupal y sencillez del procedimiento. Por la misma razón también el
número de drogas refractarias resultó menor en el segundo grupo.
Cuando existe una arritmia auricular de difícil manejo clínico,
episodios muy frecuentes, intolerancia a las drogas o efectos
indeseables producidos por las mismas, la ablación selectiva del
nódulo AV permite mejorar a estos pacientes. El empleo de
radiofrecuencia es un método tan seguro como el utilizado previamente
(descarga de condensadores), con la ventaja de una tasa de éxito
primario cercano al 100% y la posibilidad de efectuarlo sin anestesia
general.
Si bien es difícil documentar la mejoría en la calidad de vida y no
ha sido el motivo de este estudio, el interrogatorio atestigua
mejoría de los síntomas, menor requerimiento de medicación y
disminución del número de internaciones.
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Tabla 1.– Características de población estudiada y métodos
empleados
Descarga de Radiofrecuencia P
Condensadores
Número de pacientes (n) n = 40 n = 40 NS
Edad X- 58 ± 14 (26-80) X- 64 ± 11 (34-81) NS
DIAGNOSTICO **
C. Coronaria 6 6 NS
C Hipertensiva 4 12 NS
PVM 2 2 NS
C. Reumática 0 2 NS
CIA 1 2 NS
C. Chagásica 2 0 NS
Miocardiopatía 2 3 NS
Corazón Pulmonar 1 0 NS
C. No demostrable 22 13 NS
ARRITMIA
Síndrome Taqui-bradicardia 16 18 NS
Fibrilación. auricular 20 9 NS
Aleteo auricular 4
FA-AA 5
Taquicardia Auricular 4 4 NS
DROGAS X- 4.3 ± 1.2 (2-7) X- 2.08 ± 1.3 (1-7) 00001*
C: Cardiopatía
NS: No Significativo
PVM: Prolapso de Válvula Mitral; CIA: Comunicación Interauricular,
FA: Fibrilación Auricular; AA:Aleteo Auricular.
*p<0.05 estadisticamente significativa.
**Número de pacientes
Tabla 3.– Seguimiento de pacientes: evolución observada
Descarga de Radiofrecuencia
condensadores
Seguimiento en meses X- 76 ± 49 (4 - 139) X- 28.1± 21 (2 - 66)
N° Pacientes con Reablación 1 1
Pacientes Asintomáticos 29 37
Tratamiento médico 10 2
Mortalidad
Cardíaca
IAM 1 –
ICC 3 –
Súbita 1 1
No Cardíaca 4 –
° Pacientes perdidos en el seguimiento 5 –
IAM: Infarto Agudo de Miocardio; ICC: Insuficiencia Cardíaca
Congestiva.
TABLA 2.– Descarga de condensadores: Resultados
40 pacientes
Modificación del nódulo Bloqueo AV
AV Completo
22 pacientes 18 pacientes
Fibrilación auricular Taquicardia auricular con Asintomáticos
Bradicardia sinusal Wenckebach Marcapasos
con alta respuesta alta respuesta ventricular 3 pacientes 6 pacientes
Nódulo A-V
ventircular 9 pacientes 2 pacientes 2 pacientes
Reablación Drogas Drogas Marcapasos Marcapasos
marcapasos antiarrítmicas antiarrítmicas
1 paciente 8 pacientes
Recibido: 14-IX-1998 Aceptado: 3-VI-1999
Dirección postal: Dra. Elina Valero, Fundación Favaloro, Av.
Belgrano 1746, 1093 Buenos Aires, Argentina.
Fax: (54-11)4378-1200 E-mail: pesce001@ffinme.edu.ar
TABLA 4.– Resultados de la ablación por radiofrecuencia
Número de pacientes
ablacionados: 40
Todos desarrollaron
bloqueo AV completo
El 100% se implantó
un marcapasos definitivo
1 paciente recuperó la conducción AV
y se realizó nueva ablación
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