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CARTA AL COMITE DE REDACCION
En defensa de la
aminofilina
M. Teresa Guereño, M.
Cecilia Fornari, Daniel L. Livio, Roberto A. Diez
Segunda Cátedra de Farmacología, Facultad de Medicina,
Universidad de Buenos Aires
Hemos leído con interés el Editorial de los Dres. Cardone y
Barousse1 referido a la teofilina, bajo la forma de aminofilina
(teofilina con el agregado de etilendiamina para aumentar su
solubilidad). Se menciona en él, sin entrar en detalles por la
extensión lógica que debe tener un editorial, que la teofilina tiene
efecto anti-inflamatorio. A nuestro juicio, esos efectos de la
teofilina merecen un comentario adicional, ya que ilustran varias de
las áreas que menos conocemos de la respuesta infla-matoria, y en
consecuencia, de su eventual regulación por drogas. La teofilina
afecta los leucocitos y la respuesta inflamatoria en modelos muy
diversos: desde la inducción de apoptosis en células leucémicas
hasta la respuesta vascular en modelos experimentales de sepsis. Estos
efectos son mediados por su acción como antagonista competitivo de
los receptores de adenosina, como inhibidor poco selectivo de la
fosfodiesterasa, y probablemente, otros aún pobremente definidos;
todo esto se discute extensamente en la revisión de Vasallo y Lipsky
citada en el Editorial y a la que remitimos a todo lector interesado
en el tema. Dado que el Editorial se refería preferentemente a
enfermedades obstructivas de la vía aérea, nos restringiremos a
ellas.
El análisis de la composición celular del infiltrado en las biopsias
de la vía aérea es una de las formas de evaluar in vivo la
extensión de la inflamación de la mucosa. La cantidad de cada tipo
celular presente localmente es el resultado de un fino balance entre
las células que llegan y las que salen del tejido, junto con la
sobrevida de cada una de ellas en el mismo. Ya en la revisión
mencionada por Cardone y Barousse se describió la menor infiltración
por eosinófilos, neutrófilos, monocitos y linfocitos en pacientes
asmáticos tratados con teofilina. De aquí en más no mencionaremos
monocitos y linfocitos, ya que la información relevante se encuentra
en la revisión de Vasallo y Lipsky; analizaremos en cambio
eosinófilos (quizás el principal efector citotóxico en asma),
neutrófilos, mastocitos y las citokinas más relevantes para su
actividad.
La llegada de eosinófilos a la vía aérea involucra dos procesos
consecutivos: adhesión al endotelio (dependiente de la unión mediada
por VCAM-1 en la célula endotelial y a4-integrinas en el eosinófilo)
y transmigración a través del mismo (dependiente de ICAM-1 y
b2-integrinas, respectivamente), regulado en forma diferencial por
citokinas como Factor de Necrosis Tumoral a(TNF-a), Interleukina 1b
(IL-1b) e IL-4. En concentraciones obtenibles en pacientes (10-4 M,
aproximadamente 18 µg/ml), la teofilina in vitro disminuye el aumento
de densidad de la b2-integrina CD11b y la liberación de L-selectina
asociados a la activación de neutrófilos y eosinófilos2, incluso la
gatillada por el Factor Activador de las Plaquetas3. Hasta donde
conocemos, no existen trabajos que hayan evaluado el eflujo celular en
pulmón, con o sin teofilina.
Muy recientemente se ha descripto que la proporción de células
inflamatorias apoptóticas en asma es menor que en otra enfermedad
inflamatoria de la vía aérea, la bronquitis crónica. Además, en
asma el número de células que expresan la proteína anti-apoptótica
Bcl-2 es mayor que en bronquitis crónica o en sujetos normales. Los
eosinófilos tienen una muy corta vida, ya que espontáneamente entran
rápidamente en apoptosis y mueren. La IL-5 induce en ellos la
expresión de Bcl-2 (tanto el ARNm como la proteína4) e inhibe su
apoptosis. La teofilina in vitro es capaz de revertir directamente el
efecto anti-apoptótico de la IL-5 sobre los eosinófilos. Una posible
explicación es la menor liberación de otras citokinas
anti-apoptóticas, como el Factor Estimulante de Colonias
Granulocito-macrofágicas (GM-CSF) y la IL-85.
Como efector, el eosinófilo puede emplear una batería de mecanismos,
incluyendo productos oxidativos derivados del oxígeno y varias
proteínas granulares, como la proteína catiónica del eosinófilo
(ECP). En un estudio reciente, la administración de un preparado de
acción prolongada de teofilina disminuyó los niveles de ECP en suero
y esputo de pacientes asmáticos, así como el número de eosinófilos
en esputo6, 7.
El otro granulocito frecuentemente involucrado en todas las etapas del
asma, especialmente las iniciales, es el neutrófilo, cuyo mecanismo
de daño más importante es la generación de radicales derivados del
oxí-geno. Una breve incubación con teofilina, en concen-tración
entre 37.5 µM y 300 µM (aproximadamente 6.7 µg/ml y 53.7 µg/ml)
inhibe en forma dosis-dependiente el estallido respiratorio de los
neutrófilos, afectando eventos tempranos de señalización, ya que
interfiere la estimulación con FMLP, zymosán opsonizado y el
ionóforo de calcio A-23187 pero no con PMA, que activa directamente
la proteín-kinasa C8. Lamentablemente, el efecto más relevante se
produce en concentraciones tóxicas.
Otra célula extremadamente importante en asma es el mastocito. Hace
algunas décadas se le asignaba un papel relativamente sencillo,
visión que ha cambiado sustancialmente. Además de participar en las
respuestas dependientes de linfocitos TH2 e IgE, tiene una función
relevante en las respuestas inmunes innatas, frente a diversos tipos
de estímulos, incluyendo productos de origen microbiológico (LPS,
fimbrias, hemolisinas y toxinas entre los bacterianos; sin contar los
de protozoarios o virus), IgG, productos de activación del
complemento y algunas citokinas (notablemente, el factor de células
madre, SCF, por Stem Cell Factor). Además de liberar histamina, el
mastocito produce y libera al medio extracelular leucotrienos y
prostaglandinas, entre los mediadores lipídicos, y también
citokinas, incluyendo TNF-a, IL-6, IL-8 y GM-CSF. Varias de estas
citokinas son producidas utilizando el factor transcrip-cional NF-kB;
al menos el TNF-a puede encontrarse presintetizado (lo que permite su
rápida liberación) o resultar de neosíntesis (la cual requiere
tiempo para ponerse en evidencia). La teofilina tiene varios efectos
sobre los mastocitos: el tratamiento in vitro con teofilina disminuye
el número de mastocitos humanos purificados que expresan NF-kB,
GM-CSF, IL-8 y TNF-a, detectados como inmunorreactividad9. Aunque la
disminución parece ser dosis-dependiente, sólo se alcanzó
significación con valores de teofilina en el rango tóxico (280 µM,
o superior, que equivale a 50 µg/ml o superior).
Son varias las citokinas involucradas en asma. En la revisión de
Vasallo y Lipsky se analiza especialmente el papel de las citokinas
pro-inflamatorias. Recientemente se ha confirmado información que al
momento de la revisión era preliminar, demostrando que la teofilina
aumenta la producción de una citokina antiinflamatoria, la IL-10, que
a su vez inhibe la producción de IL-1b, IL-6 y TNF-a10. En relación
a señalización por citokinas, aún no hay resultados publicados con
teofilina en asma, pero otra metilxantina es capaz de inhibir la
expresión de la tirosina-kinasa JAK-3 en linfocitos activados, lo
cual, de ocurrir también con teofilina, podría explicar no sólo su
efecto inhibitorio sobre linfocitos T sino también algunos de los
defectos funcionales que induce en otros leucocitos.
Muchas de las enfermedades conocidas tienen tratamientos «de antes»
y «modernos». En muchos casos los antiguos tratamientos empíricos
encuentran una explicación racional aunque las mismas frecuentemente
van cambiando con las modas del pensamiento médico. Lo novedoso de un
tratamiento no necesariamente implica un claro beneficio. Aunque el
tema es extenso, y seguramente los lectores de Medicina podrán
encontrar material referido al efecto antiinflamatorio de teofilina en
abundancia creciente en el futuro próximo, quisiéramos cerrar estas
líneas mencionando que la defensa de la aminofilina de los Dres.
Cardone y Barousse, más que ponerlos en el listado de «médicos de
antes» muestra que un poco de buen juicio y afán de conocimiento son
parte esencial de la medicina, incluso la moderna, y por cierto
característica de quienes cumplen el rol de maestros para las nuevas
generaciones de residentes de clínica médica.
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