|
|
El Premio Nobel 1998: la
resurrección de un gas inorgánico como una molécula de alta
significación biológica
Juan José Poderoso
Departamento de Medicina y Laboratorio de Metabolismo de
Oxígeno, Hospital de Clínicas José de San Martín, Facultad de
Medicina, Universidad de Buenos Aires
El Premio Nobel 1998 fue entregado a los Dres. Robert Furchgott,
Louis Ignarro y Ferid Murad por el descubrimiento del óxido nítrico
(NO), una pequeña molécula anfófila tan liposoluble y difusible
como el oxígeno y que, por tener un electrón no apareado en su
orbital externo, acuña su condición mágica de ser un radical libre
del nitrógeno1. Esta condición determina una alta, aunque variable,
reactividad con compuestos orgánicos y grupos funcionales como hemo y
tioles y con otros radicales como el anión superóxido2. Esta
propiedad y su difusibilidad apoyan su función como mensajero en la
trasmisión de señales entre células3. De este modo, el NO producido
por células endoteliales, neuronas o células inflamatorias puede
modular funciones en células adyacentes4.
El proceso de estudio del NO comenzó con el experimento sandwich de
Furchgott, quien estudió la respuesta a la acetilcolina de segmentos
vasculares con y sin endotelio5; al remover el endotelio la
acetilcolina perdía su propiedad vasodilatadora y aun provocaba
constricción arterial, lo que proponía la existencia de un factor de
relajación endotelial o EDRF. En las largas conversaciones
crepusculares en Colonia o Los Angeles que llevaron a la creación de
la Nitric Oxide Society, Furchgott nos narró sus peripecias para
publicar estos elegantes experimentos, lo que consiguió al cabo de
varios intentos infructuosos en 1980. Su palabra es muy agradable, ya
que se trata de un hombre cálido y sencillo, su talento no le impide
tomar apuntes de casi todas las presentaciones en las reuniones
científicas.
Posteriormente, por medio de estudios espectrales en reacciones del
EDRF con la hemoglobina, Louis Ignarro confirmó que esta sustancia
era capaz de generar metahemoglobina como el óxido nítrico y la
identificó con este último6. Estudios similares y simultáneos
realizados por el grupo de Salvador Moncada en Londres confirmaron
estas experiencias por lo cual la mayoría de los investigadores en
este tema pensamos que Moncada tambien merecía el Premio Nobel. Louis
Ignarro es Profesor en el Departamento de Farmacología Molecular y
Médica en la Escuela de Medicina de la Universidad de California Los
Angeles (UCLA).Nacido en 1941 en el barrio de Brooklyn en Nueva York,
Ignarro es una muestra del esfuerzo de un descendiente de italianos
por acceder al sueño americano. Este hombre temperamental, conserva
las características peninsulares como simpatía, afición por la
música latina, culto a la amistad y amor por las pastas.
Finalmente, fue Ferid Murad, Profesor de Biología Integrada,
Farmacología y Fisiología en la Escuela de Medicina de la
Universidad de Texas, quien burbujeó NO gas en tejidos que contienen
a la enzima GMP cíclico sintasa y observó el aumento consecutivo de
las concentraciones de GMP cíclico8. El NO reacciona con el grupo
prostético hemo de la enzima y la activa; el aumento de GMP cíclico
produce un desplazamiento del Ca2+ hacia el interior del retículo
sarcoplásmico del músculo liso vascular y se produce relajación
vascular y por ende, vasodilatación.
Curiosamente, las investigaciones de los Premios Nobel 1998 explican
las propiedades de las drogas vasodilatadoras como la nitroglicerina
descubierta como poderoso explosivo por Alfred Nobel e ingerida por
él como medicamento antianginoso. El mismo Nobel escribió a un
amigo: «It sounds like the Fate of irony that I have been prescribed
nitroglycerine internally. They have named it Trinitrin in order not
to upset pharmacists and the public». La perspicacia médica se
anticipó en muchos años al descubrimiento de los mecanismos de
acción farmacológicos, tal como sucedió con muchas otras drogas. No
obstante, además de consolidar el conocimiento de las drogas
vasodilatadoras de uso corriente, el descubrimiento del óxido
nítrico permitió desarrollar nuevos recursos terapeúticos. La
inhalación controlada de NO es corrientemente utilizada para tratar
la hipertensión pulmonar de los niños con malformaciones cardíacas
congénitas, lo que ha mejorado sus posibilidades quirúrgicas9.
Asimismo, compuestos capaces de prolongar los efectos del NO son
utilizados en la disfunción erectil del pene y en otras enfermedades
vasculares. La utilización de inhibidores de las NO sintasas podría
anular efectos tóxicos del NO per se o a través de sus productos de
oxidación, como el anión peroxinitrito10.
Finalmente, nuevas perspectivas se abren al estudiar otros efectos del
NO como aquellos ejercidos sobre el metabolismo oxidativo
mitocondrial. Es destacable mencionar que el NO en concentraciones
nanomolares inhibe a la citocromo oxidasa mitocondrial en forma
reversible11,12 y que estimula la producción de radicales libres del
oxígeno como el anión superóxido12, que a su vez reacciona con el
NO para generar peroxinitrito. En este sentido y considerando los
efectos sobre la citocromo oxidasa, la síntesis mitocondrial de
anión superóxido puede ejercer funciones regulatorias de la
concentración de NO y del consumo de oxígeno mitocondrial y
tisular13 . La amplificación de este proceso por la presencia de
elevadas concentraciones de NO en el estado estacionario conduce a la
formación de un mayor tenor de peroxinitrito que actúa como un
poderoso oxidante y conduce a la nitrosilación y nitración de
proteínas y lípidos y consecuentemente daña las membranas celulares
y mitocondriales14 . Esta situación puede explicar algunos aspectos
del efecto deletéreo de la sepsis o la endotoxemia que se acompañan
de un aumento de la expresión y actividad de la óxido nítrico
sintetasa inducible en diversos tejidos15 . Por otro lado, el reciente
descubrimiento de la existencia de una óxido nítrico sintasa
mitocondrial16 ha ampliado el campo regulatorio y patogénico del NO
en las organelas generadoras de energía. Las mitocondrias como
bacterias modificadas endosimbiontes con la célula procariota para
evolucionar hacia la célula eucariota que hoy conocemos, conservan
algunas propiedades originales de su estado independiente. En efecto,
las bacterias metabolizan el nitrógeno y producen y consumen óxido
nítrico en el proceso de nitrificación-desnitrificación17 .
Fue precisamente este hecho lo que nos llevó a interesarnos en el
óxido nítrico; la aparición del NO le dio consistencia a trabajos
publicados en años anteriores en esta revista, Medicina, en los que
proponíamos un deterioro de la función mitocondrial en la sepsis18 y
una guerra mitocondria-bacteria como eje patogénico de la misma
situación19 . Hemos tenido la suerte de interesarnos por el tema
precozmente y así, asistir y compartir la evolución y crecimiento
del NO con unos pocos trabajos en 1987 hasta los miles que son
publicados cada año en la actualidad. Los Premios Nobel 1998 han
apoyado las investigaciones en la región latinoamericana y
particularmente en Buenos Aires y Montevideo. El Prof. Ignarro ha
estado en Buenos Aires donde nos anticipamos (por una vez) y se le
reconoció sus méritos al designarlo Doctor Honoris Causa de la
Universidad de Buenos Aires. Actualmente, colaboramos en la edición
de su libro Nitric Oxide precisamente en el capítulo de la
Regulación del Metabolismo Oxidativo por Oxido Nítrico.
El ejemplo de los premios Nobel 1998 es el de sumar instinto,
perspicacia, conocimiento y personalidad, en torno a un tema al que
todavía le faltan muchas aristas para comprenderlo en su totalidad.
Pero por sobre todas las cosas, es destacable la preservación de su
identidad. Estos Premios Nobel no sólo son expresión de una
intelectualidad superior sino que ellos mismos transitan, cotidianos y
humanos, un mundo de desafíos en una escala reproducible por nosotros
y por cualquiera que tenga el placer de disfrutar del mundo del
pensamiento.
Bibliografía
1. Fukuto J. Chemistry of nitric oxide: biologically relevant
aspects. In: Ignarro L, Murad F, Nitric Oxide, San Diego: Academic
Press, 1995, p. 1-13.
2. Beckman JS. Ischemic injury mediator. Nature 1990, 345: 27-28.
3. Bredt DS, Snyder SH. Nitric oxide: a physiologic messenger
molecule. Annu Rev Biochem 1994, 63: 175.
4. Adams DO, Hamilton TA. The cell biology of macrophage activation.
Annu Rev Immunol 1984; 2: 283-318.
5. Furchgott RF, Zawadzki JV. The obligatory role of endothelial cells
in the relaxation of arterial smooth muscle by acetylcholine. Nature
1980; 288: 373-6.
6. Ignarro L, Buga GM, Wood KS, Byrns RE, Chaudhuri G.
Endothelium-derived relaxing factor produced and released from artery
and vein is nitric oxide. Proc Natl Acad Sci 1987; 84: 9265-9.
7. Palmer RMJ, Ferrige AG, Moncada S. Nitric oxide release accounts
for the biological activity of endothelium-derived relaxing factor.
Nature 1987; 327: 524-6.
8. Arnold WP, Mittal CK, Katsubi S, Murad F. Nitric oxide activates
guanylate cyclase and increases guanosine 3', 5' -monophosphate levels
in various tissue preparations. Proc Natl Acad Sci 1977; 74: 3203-7.
9. Zapol WM, Rimar S, Gillis M, Marletta M, Bosken CH. NHLBI workshop
summary-nitric oxide and the lung. Am J Respir Crit Care Med 1994;
149: 1375-80.
10. Radi R, Beckman JS, Bush KM, Freeman BA. Peroxy-nitrite-induced
membrane lipid peroxidation: the cytotoxic potential of superoxide and
nitric oxide. Arch Biochem Biophys 1991; 288: 481-7.
11. Cleeter MWJ, Cooper JM, Darley-Usmar VM. Moncada S, Schapira AHV.
Reversible inhibition of cytochrome c oxidase, the terminal enzyme of
the mitochondrial respiratory chain, by nitric oxide. FEBS Lett 1994;
345: 50-4.
12. Poderoso JJ, Carreras MC, Lisdero C, Riobó N, Schöpfer F,
Boveris A. Nitric oxide inhibits electron transfer and increases
superoxide radical production in rat heart mitochondria and
submitochondrial particles. Arch Biochem Biophys 1996; 328: 85-92.
13. Poderoso JJ, Peralta J, Lisdero C, Carreras MC, Radisic M,
Schöpfer F, Cadenas E, Boveris A. Nitric oxide regu-lates oxygen
uptake and hydrogen peroxide release by the isolated beating rat
heart. Am J Physiol 1998; 274: 112-9.
14. Cassina A, Radi R. Differential inhibitory action of nitric oxide
and peroxynitrite on mitochondrial electron transport. Arch Biochem
Biophys 1996; 309-16.
15. Boczkowski J, Lanone S, Ungureanu-Longrois D, Danialou G, Fournier
T, Aubier M. Induction of diaphragmatic nitric oxide synthase after
endotoxin administration in rats. J Clin Invest 1996; 98: 1550-9.
16. Giulivi C, Poderoso JJ, Boveris A. Production of nitric oxide by
mitochondria. J Biol Chem 1998; 273: 11038-43.
17. Goretski J, Zafiriou CC, Hollocher TC. Steady-state nitric oxide
concentrations during denitrification. J Biol Chem 1990; 265: 11535-8.
18. Poderoso JJ, Boveris A, Gherardi CR, Caprile AW, Turrens J,
Stoppani AOM. Función mitocondrial en el shock séptico. Medicina
(Buenos Aires) 1978; 38: 371-5.
19. Poderoso JJ. Algunos aspectos en torno del shock séptico.
Medicina (Buenos Aires) 1982; 42: 448-50.
|
|
|
|
|