|
|
INFARTO INTESTINAL CAUSADO POR ARTERITIS DE CELULAS GIGANTES
VERONICA KALBERMATTER,
CARLOS LAUDANNO, DANIEL BAGILET, MARIO DIAB, DORA GIMENEZ,
FERNANDO SERRA
Servicio de Clínica
Médica, Reumatología y Clínica Quirúrgica, Sanatorio Delta,
Rosario
Key words: arteritis, giant cell arteritis
Resumen
La
arteritis de células gigantes (ACG) con compromiso extracraneal y
particularmente intestinal es infrecuente. No es raro, por lo
tanto, que el diagnóstico se establezca retrospectivamente luego
de analizar la pieza quirúrgica. Se presenta el caso clínico una
mujer de 83 años internada en el servicio de Clínica Médica por
un cuadro de 3 días de evolución y caracterizado por fiebre y
dolor en hemiabdomen izquierdo. Sus antecedentes personales
incluían diverticulosis múltiple del colon, colecistectomía y
apendicectomía. Al ingreso la uremia era 0.75 gr./l. (V.N. 0.20 a
0.45 gr./l.), VES 90 mm en la primer hora, y el resto de las
determinaciones normales. Las radiografías de tórax y abdomen,
así como las ecografías de abdomen y pelvis, fueron normales. Se
interpretó el cuadro como diverticulitis aguda y se trató con
400 mg/día de ciprofloxacina y 2.000 mg/día de metronidazol. La
paciente continuó febril y con dolor abdominal por lo que se
realizó una tomografía axial computada de abdomen que demostró
engrosamiento de fascias peritoneales con escaso líquido en la
gotera parietocólica izquierda y fondo de saco de Douglas. A las
96 horas se decidió realizar una exploración quirúrgica. Se
constataron lesiones en el colon izquierdo compatibles con infarto
por lo que debió ser extirpado. El estudio anatomopatológico de
la pieza quirúrgica demostró infarto del colon por trombosis
arterial secundaria a ACG. Luego del diagnóstico se realizaron
estudios inmunológicos y biopsia de la arteria temporal izquierda
que posteriormente fueron informados como normales. La enferma fue
tratada con 40 mg/día de prednisona obteniéndose una rápida
mejoría.
Abstract
Intestinal
infarct caused by giant cell arteritis. Arteritis of giant cells
compromising extracranial and particularly intestinal tissues is
not frequent. Therefore, it is common practice to make the
diagnosis retrospectively after analyzing the surgical sample. A
case is presented of an 83 year old woman admitted to the Clinical
Department with a clinical course of 3 days of evolution
characterized by fever and pain in the left hemiabdomen. Her
personal medical history included multiple diverticulosis of
colon, collecistectomy and appendicectomy. Laboratory tests showed
that uremia was 0.75 g/L (N.L to 0.45 g/L), V.E.S. 90 mm at the
first hour, and the rest of the determinations were normal. The
chest and abdomen rays as well as the abdomen and pelvis
ecographies were normal. A diagnosis was reached as acute
diverticulitis and the patient was treated with 400 mgr of
ciprofloxacina and 2.000 mgr a day of metronidazol. She continued
in a feverish state and with abdominal pain, so that an anexial
tomography of abdomen was taken. It showed a widening of
peritoneal fascias with scarce liquid in the left parietocolic
dripping and Douglas septum. After 96 hours, surgery exploration
was done and injuries in the left colon revealed compatibility
with an infarct of the colon which had to be extirpated.
Pathological examination revealed an infarct of colon due to a
secondary arterial thrombosis characteristic of giant cell
arteritis. After the diagnosis, immunological studies and biopsy
of the left temporal artery were performed and reported as normal.
The patient was treated with 40 mgr of prednisone a day improving
rapidly.
Dirección postal: Dra. Verónica Kalbermatter,
Ituzaingó 3359, 2000 Rosario, Argentina
Fax: 0341-4260300; E-mail: sdelta@infovia.com.ar
Recibido: 19-V-1998 Aceptado: 5-VIII-1998
La arteritis de células gigantes (ACG) es una enfermedad
sistémica que provoca síntomas generales y locales relacionados
con la zona irrigada por las arterias inflamadas1. Si bien otras
formas de vasculitis como la arteritis nudosa causan con
frecuencia isquemia intestinal, la ACG lo hace sólo
excepcionalmente2.
Existen pocos casos publicados de ACG que presentaron infarto o
perforación del intestino delgado pero ninguno, en la literatura
revisada, que debutara con isquemia del colon.
En este trabajo se presenta un caso de ACG con compromiso del
colon que resulta útil para demostrar que no todas las trombosis
arteriales por ACG tienen manifestaciones neuro-oftalmológicas.
Caso clínico
Una mujer de 83 años de edad fue admitida al servicio de
Clínica Médica en febrero de 1998 por un cuadro de 3 días de
evolución caracterizado por fiebre y dolor en hemiabdomen
izquierdo.
Refería padecer de diverticulosis múltiple del colon y haber
sido colecistectomizada y apendicectomizada hacía años.
Examen físico: Las mucosas se encontraban secas, las
escleróticas pálidas y manifestaba dolor espontáneo en
hemiabdomen izquierdo que se intensificaba con la palpación
profunda.
Laboratorio: Leucocitos 6.500 mm3 (N: 70%, L: 26%, M: 4%, E: 0%,
B: 0%); Hto. 36%; Glicemia 1.28 gr/l (V.N 0.70-1.10 gr/l); Na+ 136
mEq/l (V.N 135-145 mEq/l); K+ 4.2 mEq/l (V.N 3.5-5.5 mEq/l);
Uremia 0.75 mg/dl (V.N 0.15-0.45 mg/dl); Creatinina 1.79 mg/dl
(V.N 0.5-1.5 mg/dl); ASAT 32 mU/ml. (V.N 31 mU/ml); ALAT 32 mU/ml
(V.N 31 mU/ml); Bilirrubina total 6.5 mg/l (V.N hasta 10 mg/dl),
Directa 1 mg/l (V.N 2 mg/l); FA 109 mU/l (V.N hasta 279 mU/l); VES
90 mm en la primera hora, Orina: normal.
Radiografía de tórax y abdomen: normales.
Ecografía de abdomen y pelvis: normales.
Se interpretó el cuadro como diverticulitis aguda y se trató con
400 mg/día de ciprofloxacina y 2.000 mg/día de metroni-dazol.
A pesar de la terapéutica instituida la paciente continuó febril
y con dolor abdominal por lo que se realizó una tomografía axial
computada de abdomen que demostró engrosamiento de fascias
peritoneales con escaso líquido en la gotera parietocólica
izquierda y fondo de saco de Douglas. A las 96 horas se decidió
realizar una exploración quirúrgica.
En la laparotomía se observaron asas de intestino delgado de
color vinoso con petequias y múltiples adherencias
enteroentéricas laxas que fueron liberadas. A nivel del colon
descendente se halló una masa de 8 x 6 cm que comprometía la
pared del mismo y se extendía al mesocolon. En la vertiente
esplénica del colon transverso se observó otra masa de 4 cm de
similares características.
Se realizó una hemicolectomía izquierda con cierre del muñón
distal y colostomía transversa terminal, se colocaron drenajes y
se cerró por planos.
Informe anatomopatológico: Segmento colónico con inflamación
aguda y necrobiosis parcial por oclusión trombótica. Reacción
giganto celular en las arteria vecinas. Diverticulosis múltiple
en el resto del colon izquierdo (Fig. 1).
Estudios recibidos posteriormente: FAN (–); ADN nativo (–);
CH50 27 UH 50% (V.N 27-32 UH 50%); C3 105 mg/dl (V.N 80-193
mg/dl); C4 36 mg/dl (V.N 20-40 mg/dl); P-anca (–); C-anca (–);
Anticardiolipinas (–); proteinograma electroforético e
inmunoelectroforesis: normales; Proteína C reactiva (+) débil.
Biopsia de la arteria temporal: normal.
Luego de la cirugía la paciente persistió con astenia y fiebre
hasta que fue conocido el diagnóstico y tratada con 40 mg/día de
prednisona. A las 24 horas de recibir la primera dosis
experimentó una rápida mejoría del estado general y
desapareció la fiebre.
Discusión
La ACG fue descripta por Hutchinson en 1890 pero no fue
conocida universalmente hasta que Horton y cols. comunicaron dos
casos en 19343, 4.
El nombre de ACG fue utilizado pro primera vez por Gilmour, un
patólogo que descubrió que la arteritis temporal formaba parte
de una enfermedad generalizada5.
La ACG es un trastorno casi exclusivo de la raza blanca y afecta a
personas mayores con una relación mujeres/hombres de 3/16.
La etiología es desconocida, pero parece existir una
predisposición genética en los individuos con antígeno
HLA-DR47. Las infecciones en general, y la hepatitis B en
particular, fueron involucradas como causa de este trastorno por
algunos autores8.
Histopatológicamente la ACG se caracteriza por presentar una
inflamación crónica focal y segmentaria, próxima a la lámina
elástica interna con destrucción de la misma y en la mitad de
los casos formación de células gigantes9.
Las manifestaciones generales de la enfermedad incluyen astenia,
pérdida de peso, sudores nocturnos, fiebre y una variedad de
síntomas que simulan enfermedades neoplásicas o infecciosas
crónicas10.
Las expresiones locales de la ACG, por su parte, dependen del
territorio arterial afectado10. Como las arterias involucradas con
más frecuencia son las craneales y las del cayado aórtico los
síntomas neuro-oftalmológi-cos los más frecuentes.
La ACG, a diferencia de otras vasculitis, rara vez compromete el
tracto gastrointestinal. Burke y cols. describieron 63 pacientes
con vasculitis localizadas en el tracto gastrointestinal pero
sólo uno tenía afectación del intestino delgado por ACG11. El
compromiso del colon no se pudo hallar en la bibliografía
revisada.
El American College of Rheumatology propuso en el año 1990 cinco
criterios para el diagnóstico de la ACG de los cuales deben
cumplirse al menos tres12.
Dichos criterios son: edad > de 65 años, cefalea nueva,
anormalidad de la arteria temporal, VES acelerado, y biopsia
arterial anormal.
Cuando la ACG afecta el tracto gastrointestinal se manifiesta como
abdomen agudo, hemorragia gastrointestinal o tumor palpable
acompañado o no de manifestaciones sistémicas11.
La paciente presentada debutó con un cuadro de abdomen agudo y
reunía tres de los cinco criterios diagnósticos.
Para el tratamiento de los enfermos portadores de ACG con
trastornos visuales o compromiso de grandes arterias se
recomiendan altas dosis de corticoesteroides VO, 60-80 mg/día o
pulsos IV. Para el resto de los pacientes dosis menores, 20-40
mg/día, suelen ser suficientes13, 14, 15.
El descenso de la dosis de corticoesteroides puede intentarse, si
la evolución es favorable, luego de un mes de tratamiento. El
tiempo durante el cual debe mantenerse el tratamiento es variable
y debe adaptarse a cada caso en particular13, 14, 15.
Algunos autores han observado que el tiempo medio de tratamiento
para las mujeres fue de 5.5 años y para hombres de 2.3 años. Por
lo tanto los corticoesteroides a dosis de mantenimiento deberían
prescribirse al menos durante 2 años16.
En pacientes con ACG refractaria a la terapéutica convencional o
en aquellos donde los efectos indeseables de los corticoesteroides
son inaceptables debería considerarse la posibilidad de utilizar
metotrexate, azatioprina o dapsona15.
La enferma comunicada mejoró con dosis intermedias de
corticoesteroides. Actualmente cursa el tercer mes del
postoperatorio y su evolución clínica es satisfactoria.
Este caso demuestra, que aunque excepcional, el compromiso
isquémico del colon por ACG existe y por lo tanto dicho
diagnóstico debería plantearse en pacientes mayores de 50 años,
preferentemente del sexo femenino, con dolor abdominal, fiebre y
VES acelerado sin otra causa que los justifique.
Bibliografía
1. Machado EBV, Michet CJ, Ballard DJ, Hunder GG, Beard CM, Chu
Pin C, et al. Trends incidence and clinical presentation of
temporal arteritis in Olmsted County Minnesota, 1950-1985.
Arthritis Rheum 1988; 31: 745-9.
2. Calamia KT, Hunder GG. Clinical manifestations of giant cell
(temporal arteritis) arteritis. Clin Rheum Dis 1980; 6: 389-403.
3. Hutchinson J. Diseases of the arteries. On a peculiar form of
thrombotic arteries of the aged which is sometimes productive of
gangrene. Arch Surg (London) 1890; 1: 323-9.
4. Horton BT, Magath TB, Brown GE. Arteritis of the temporal
arteries. Arch Intern Med 1983; 53: 400-9.
5. Gilmour JR. Giant cell Chronic arteritis. J Path 1941; 53: 263.
6. Bengtsson BA, Malmvall BE. The epidemiology of giant cell
arteritis and polymyalgia rheumatic, incidences of different
clinical presentations and eye complications. Arthritis Rheum
1981; 24: 899-904.
7. Barrier J, Bignon JD, Souliou JP, Grolleau J. Increased
prevalence of HLA-DR4 in giant cell arteritis. N Engl J Med 1981;
305: 104-5.
8. Bacon PA, Doherty SM, Zuckerman AJ. Hepatitis B antibody in
polymyalgia rheumatic. Lancet 1975; 2: 476-8.
9. Nordborg E, Nordborg C, Bengtsson BA. Temporal artery
morphology in giant cell arteritis. Acta Pathol Microbiol Inmunol
Scand 1991; 99: 1013-23.
10. Nordborg E, Nordborg C, Bengtsson BA. Giant cell arteritis.
Curr Opin Rheumatol 1992; 4: 23-30.
11. Allen P, Burke MD, Leslie H, Sobin MD, Renu Virmani MD.
Localized vasculitis of the gastrointestinal tract. Am J Surg
Pathol 1995; 19: 338-49.
12. Hunder GG, Bloch DA, Michel BA, Stevens MB, Arend WP,
Calabrese LH et al. American College of Rheuma-tology 1990
criteria for the classification of giant cell arteritis. Arthritis
Rheum 1990; 33: 1122-8.
13. Hunder GG, Michet CJ. Giant cell arteritis and polymyalgia
rheumatic. Clin Rheum Dis 1985; 11: 471-83.
14. Andersson R, Malvall BE, Bengtsson BA. Long term
corticosteroid treatment in giant cell arteritis. Acta Med Scand
1986; 220: 465-9.
15. Paget AS. New concept in the pathogenesis and treatment of
giant cell arteritis. Br J Rheumatol 1996; 35: 1161-8.
16. Nordborg E, Nordborg C, Malmvall BE et al. Giant cell
arteritis. Rheumatic Disease Clini NA 1995; 21, 4: 1013-26.
Fig. 1.– Segmento colónico con inflamación aguda y
necrobiosis parcial por oclusión trombótica. Reacción giganto
celular en las arterias vecinas. Tinción: hematoxilina-eosina.
Aumento: (x 100)
|
|
|
|
|