|  |  | PERITONITIS CHAGASICA EN SIDA PERITONITIS ESPONTANEA CHAGASICA EN UN ENFERMO DE SIDA ERNESTO ILIOVICH1, ROXANA
          LOPEZ1, MONIKA KUM1, GRACIELA UZANDIZAGA2 1 Servicio de
          Infectología, 2 Servicio de Microbiología, Hospital Julio C.
          Perrando, Resistencia, Chaco Key words: AIDS, Chagas disease, peritonitis Resumen  La
          asociación Chagas-SIDA ha sido ampliamente comunicada en la
          bibliografía en especial en su lo- calización cardíaca y cerebral.
          Se presenta un paciente de sexo masculino de 36 años afectado de
          SIDA, con serología reactiva para Chagas y hepatopatía crónica con
          un recuento de CD4 de 31. Durante la internación desarrolla un cuadro
          clínico compatible con peritonitis espontánea que revela la
          presencia de numerosas formas tripomastigotas de T. cruzi en el
          líquido ascítico. Esta forma clínica de reactivación chagásica no
          ha sido previamente descrita en la literatura. Abstract  Spontaneous
          Chagasic peritonitis in a patient with AIDS. An AIDS-Chagas
          association has been extensively reported in the literature specially
          in cardiac and cerebral localizations. A case is presented of a 36
          year old male patient with a diagnosis of AIDS and positive serology
          for Chagas, as well as chronic hepatopathy and CD4 cell count of 31.
          While in the hospital he developed ascitis which revealed the presence
          of numerous tripomastigote forms of T. cruzi in the ascitic fluid.
          This clinical presentation of Chagasic reactivation has not been
          reported in the literature.   Dirección postal: Dr. Ernesto Iliovich, Gob. Lagraña 182,
          3500 Resistencia, Chaco, Argentina. Fax: 54-0722-48029 E-mail: delgado@lared.com.ar Recibido: 21-VII-1998 Aceptado:25-VIII-1998   La reactivación de la infección chagásica en pacientes
          portadores de SIDA ha sido comunicada desde 1990 en numerosas
          oportunidades. Su localización con evidencia clínica más frecuente
          es la cerebral, que adopta la forma de «chagoma», prácticamente
          indistinguible de la toxoplasmosis1-4. En segundo lugar, se sitúa la
          miocarditis, frecuentemente sin manifestación clínica5, 6. Han sido
          descritas también gastro-esofagomiositis5, fiebre prolongada y la
          asociación de origen congénito en recién nacidos6.Comunicamos aquí un paciente con infección chagásica en ascitis,
          localización que no hemos encontrado previamente en la literatura.
 Caso clínico Paciente de 36 años, sexo masculino, con diagnóstico de SIDA
          desde 14 meses antes. En el momento del diagnóstico su recuento de
          CD4 era de 231. Recibió tratamiento en forma irregular con AZT y DDI.
          Presenta como antecedentes retinitis por citomegalovirus tratada con
          foscarnet durante 14 días.Ingresa por presentar neumonía de base derecha, candidiasis
          orofaucial y «wasting». Su hemograma al ingreso mostró anemia (22%
          de Hto.), 8.900 leucocitos siendo 92% neutrófilos, con 89%
          segmentados y 3% en cayado; 1% de linfocitos y 7 de monocitos. El
          hepatograma y la función renal eran normales, presentando en cambio
          129 meq/l de sodio y 2,7 meq/l de potasio. El estado ácido-base
          mostró una leve alcalosis respiratoria. Tres muestras de hemocultivo
          fueron negativas, pero desarrolló un Proteus Mirabilis en la orina, y
          Candida Albicans en el hisopado de fauces. El coprocultivo fue
          también negativo, pero se encontraron en materia fecal quistes de E
          Coli, huevos de Strongiloides stercoralis y Ascaris lumbricoides. No
          fueron hallados bacilos ácido-alcohol resistentes en esputo ni en
          orina. La reacción de VDRL y la serología para toxoplasmosis y
          micosis fueron negativas. La Hemaglu-tinación Indirecta para Chagas
          arrojó un título de 1/64, y la Aglutinación Directa con 2
          mercapto-etanol, 1/64. La inmunofluorescencia fue informada como
          reactiva sin título. La radiografía de tórax mostró infiltrados
          bilaterales de tipo mixto. Por persistir febril, y con semiología
          compatible con condensación en ambas bases, se realiza lavado
          bronquioalveolar en cuyo cultivo se aísla Enterobacter Cloacae y
          Candida Albicans, siendo negativa la búsqueda de directa de BAAR, que
          desarrollan luego en el cultivo específico. El recuento de CD4 en
          esta oportunidad fue de 31.
 Durante la internación presenta dolor abdominal difuso, leve
          distensión y diarrea. Una ecografía mostró parénquima hepático
          heterogéneo y líquido libre en la cavidad abdominal. El examen del
          líquido ascítico en fresco mostró: 5 leucocitos polimorfonucleares
          por campo de 400 aumentos; extendidos con coloración de Gram
          negativos para bacterias; con la coloración de Giemsa se observaron
          numerosas formas tripomastigotas de Trypanosoma cruzi.
 Se realiza entonces búsqueda de parásitos en sangre por el método
          de Strout, que resulta fuertemente positiva. Una TAC del abdomen
          evidenció: mínima dilatación de la vía biliar intrahepática;
          numerosos ganglios mesentéricos de aproximadamente un cm de
          diámetro; moderada cantidad de líquido ascítico; colección
          líquida en el fondo de saco de Douglas que refuerza en su periferia
          con el contraste iodado; derrame pleural leve. El ecocardiograma
          bidimensional mostró cavidades de tamaño normal con función
          sistólica conservada, leve reflujo mitral, leve derrame pericárdico.
 Inicia tratamiento con Nifurtimox en dosis de 10 mg/kg/día, y es dado
          de alta con leve mejoría del cuadro.
 A los dos meses reingresa presentando convulsiones tónico-clónicas
          generalizadas; la Tomografía Computada evidencia una imagen nodular
          hipodensa temporoparietal izquierda, que con el contraste refuerza
          «en anillo». Se decide mantener el Nifurtimox por 30 días más. El
          paciente presenta luego convulsiones de hemicuerpo derecho y síndrome
          confusional. El 8 de enero de 1998 sus familiares solicitan el alta
          voluntaria, y fallece en su domicilio pocos días después.
 Discusión La presencia de T. cruzi en líquido ascítico no ha sido reportada
          antes en la literatura. El cuadro clínico que hemos descrito,
          asociado a la misma, la negatividad de los exámenes bacteriológicos
          y el número de leucocitos permite suponer que se trata de una
          peritonitis espontánea debida a la presencia del parásito. Como
          describen otros autores, la reactivación de la infección chagásica
          en pacientes HIV se acompaña de alta parasitemia, detectable por
          métodos directos7. Debe tenerse en cuenta que este episodio se
          produce en una etapa muy avanzada de la enfermedad, con un recuento de
          CD4 extremadamente bajo, en un paciente proveniente de área endémica
          para Chagas y seguramente portador de una infección crónica. Los
          hallazgos ecocardiográficos sugieren la presencia de una miocarditis,
          cuyo origen no es posible asegurar, pero que podría estar vinculada a
          la infección chagásica.Si bien el episodio final que lo lleva a la muerte pudiera
          corresponder a toxoplasmosis, la imagen tomográfica y el diagnóstico
          previo de reactivación chagásica hacen suponer la misma etiología.
 Concluimos que en pacientes con SIDA y bajo recuento de CD4, que
          provienen o viven en área endémica, la enfermedad de Chagas debe ser
          investigada frente a cuadros abdominales como el que presentamos.
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