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           TRATAMIENTO EMPIRICO ANTI-TOXOPLASMA EN SIDA Y CHAGAS
          CEREBRAL. RELATO DE DOS CASOS, REVISION DE LA BIBLIOGRAFIA Y PROPUESTA DE
          UN ALGORITMO   ANTONIO MONTERO1, JOSE E.
          COHEN2, DAVID P. MARTINEZ2, Adria
          G. Giovannoni3 1 Area de
          Inmunodeficiencias, 2 Servicio de Neurocirugía, 3 Servicio de
          Clínica Médica,Hospital de Emergencias Dr. Clemente Alvarez, Rosario
 Resumen  El
          Tripanosoma cruzi, agente causal de la tripanosomiasis americana o
          enfermedad de Chagas es endémico en extensas áreas de América del
          Sur y Central, y existen numerosas comunicaciones documentando la
          invasión del sistema nervioso central por T. cruzi en pacientes con
          SIDA. Presentamos dos casos que ilustran claramente que el compromiso
          neurológico causado por T. cruzi resulta frecuentemente
          indistinguible de la toxoplasmosis del sistema nervioso central. Como
          el tratamiento precoz del Chagas neurológico ha sido asociado con una
          mayor sobrevida, y esta enfermedad es fácilmente diagnosticable
          mediante la identificación del agente en líquido cefalorraquídeo,
          proponemos que se realice sistemáticamente el estudio serológico de
          anticuerpos anti- T. cruzi en todos los pacientes con SIDA y
          diagnóstico presuntivo de toxoplasmosis cerebral. En aquellos
          pacientes que sean reactivos para Chagas debería realizarse además
          el estudio sistemático del líquido cefalorraquídeo. O dicho en
          otras palabras, la imposibilidad para diferenciar clínicamente el
          compromiso neurológico por T. cruzi del causado por Toxoplasma gondii
          hace necesario replantear el abordaje diagnóstico y terapéutico de
          las lesiones focales agudas del sistema nervioso central en pacientes
          con SIDA residentes o procedentes de áreas endémicas de Chagas. Abstract  Empirical
          anti-toxoplasma therapy in cerebral AIDS and Chagas invasion.
          Presentation of two cases, survey of the literature and proposal of an
          algorithm. Trypanosoma cruzi is the responsible agent of Chagas
          disease and is endemic in extended areas of South and Central America.
          There are many previous reports indicating that T. cruzi frequently
          involves the central nervous system in AIDS patients. Here, we present
          two cases illustrating that neurological involvement caused by T.
          cruzi frequently shows a clinical picture similar to that caused by
          Toxoplasma gondii. Since in neurological Chagas disease early
          treatment has been associated with a better outcome and considering
          that the diagnosis is easily reached by the detection of the agent in
          the cerebrospinal fluid, we propose a new algorithm for the management
          of AIDS patients presenting neurological focal lesions in endemic
          areas for T. cruzi.   Dirección postal: Dr. Antonio Montero, Dorrego 156, 2000Rosario, Argentina. Fax: 54-041-402768; E-mail: amontero@sede.unr.edu.ar
 Recibido: 12-VIII-1998 Aceptado: 25-VIII-1998   La infección por Trypanosoma cruzi es endémica en extensas áreas
          de América del Sur y Central, y numerosas comunicaciones documentan
          la invasión del sistema nervioso central por T. cruzi en pacientes
          con SIDA. La dificultad para diferenciar clínicamente el compromiso
          neurológico por T. cruzi del causado por Toxoplasma gondii, y los
          beneficios del tratamiento precoz de la tripanosomiasis hacen
          necesario replantear el abordaje diagnóstico y terapéutico de las
          lesiones focales agudas del sistema nervioso central en aquellos
          pacientes con SIDA que residan o procedan de áreas endémicas de
          Chagas. Casos clínicos Caso 1: Un paciente infectado por HIV de 38 años de edad consultó
          por hipersomnia y hemiparesia izquierda de instalación brusca, tras
          sufrir durante los dos últimos meses de astenia progresiva, pérdida
          de peso, y trastornos de la sensibilidad en el miembro inferior
          izquierdo.A la admisión apareció estuporoso, con hemiparesia izquierda y
          Babinsky homolateral. Una tomografía computada de cráneo (TC)
          mostró una masa anular hipodensa parietal derecha rodeada por marcado
          edema perilesional que reforzaba con contraste. Los principales
          resultados de laboratorio fueron un recuento de células CD4+ de 125 x
          106/l y serología reactiva para Trypanosoma cruzi por ELISA,
          Machado-Guerreiro (MG) e inmunofluorescencia indirecta (IFI).
 De acuerdo al protocolo habitual para el tratamiento de las lesiones
          encefálicas anulares en pacientes con SIDA, se inició tratamiento
          anti-toxoplasma con sulfadiacina y pirimetamina. 48 horas más tarde
          apareció un evidente deterioro neurológico, con midriasis fija
          bilateral y ausencia de respuesta motora al dolor. Una segunda TC
          demostraba una clara expansión del área de edema. Una biopsia
          cerebral realizada al 5° día de internación reveló formas
          amastigotes de Trypanosoma cruzi, y se observaron ejemplares de
          Trypanosoma cruzi en sangre y líquido cefalorraquídeo mediante la
          tinción de Giemsa. El paciente recibió tratamiento con nifurtimox,
          pero falleció tres días después.
 Caso 2: Un paciente de 27 años de edad, adicto a drogas por vía
          intravenosa e infectado por HIV ingresó con una paresia del miembro
          superior derecho de 48 h de evolución y cefaleas frontales intensas
          desde siete días atrás. Al examen físico aparecía febril (38°C),
          alerta y orientado pero disártrico. El recuento de células CD4+ fue
          de 62 x 106/l. Una TC mostró una imagen anular de 3 cm de diámetro y
          densidad intermedia que reforzaba con contraste y aparecía rodeada de
          edema perilesional en el lóbulo frontal izquierdo. Era evidente un
          efecto de masa que desplazaba la línea media cerebral y colapsaba
          parcialmente el ventrículo izquierdo.
 Ante la sospecha clínica de toxoplasmosis del sistema nervioso
          central se inició tratamiento empírico anti-toxoplasma con
          sulfadiacina más pirimetamina. Al 5° día de internación la
          disartria progresó hacia una afasia completa de expresión y el nivel
          de conciencia se deterioró progresivamente hasta llegar al coma. Una
          segunda TC mostró una importante extensión del edema comprometiendo
          casi todo el lóbulo frontal. La detección de anticuerpos
          anti-Trypanosoma cruzi por ELISA, MG e IFI fueron fuertemente
          reactivas. La tinción de muestras de sangre y líquido
          cefalorraquídeo tomadas el mismo día mostraron abundantes ejemplares
          de Trypanosoma cruzi mediante la tinción de Giemsa. Se inició
          tratamiento con nifurtimox, pero el paciente falleció al noveno día
          de internación.
 Discusión La forma crónica de la enfermedad de Chagas se asocia con
          miocardiopatía9, megacolon12 y megaesófa-go16 en pacientes
          inmunocompetentes. Otras manifestaciones como parálisis espástica,
          deficiencia mental y síntomas cerebelosos son menos frecuentes,
          aunque se han reportado ocasionalmente en pacientes seropositivos para
          el Trypanosoma cruzi sin compromiso neurológico previo6, 7.La forma aguda de la enfermedad de Chagas es usualmente leve y
          presenta una mortalidad menor al 15%9. Tras la inoculación, los
          parásitos se multiplican en el sitio de entrada para diseminarse en
          forma sistémica, mostrando especial predilección por el miocardio,
          donde ocasionalmente producen miocarditis severas. El Trypanosoma
          cruzi invade también el sistema nervioso central durante su
          diseminación aguda, y se ha comunicado su frecuente hallazgo en
          líquido cefalorraquídeo6. Aunque es infrecuente que los pacientes
          inmunocompetentes sufran meninfoencefalitis chagásica durante la
          infección aguda, su comienzo es agudo y habitualmente tiene un curso
          fatal15.
 Como la rama celular del sistema inmune es necesaria para limitar la
          replicación del Trypanosoma cruzi, la inmunosupresión causada por
          HIV permite que la infección se reactive con la consiguiente
          reaparición de parasitemia y el consiguiente riesgo de
          meninfoencefalitis aguda y carditis2, 4, 10, 11, 15, 16, 17.
 Al igual que en el caso de la toxoplasmosis cerebral, no existen
          imágenes patognomónicas de Chagas identificables mediante métodos
          de diagnóstico por imágenes, como TC o resonancia magnética
          nuclear, habiéndose reportado una amplia gama de imágenes focales,
          desde imágenes infiltrativas hasta pseudotu-morales2.
 Toxoplasma gondii y Cisticercus cellulosae son considerados en la
          literatura médica12 como los agentes más frecuentemente hallados en
          las lesiones focales del encéfalo que pueden aparecer en SIDA. En
          Sud-América, existe evidencia de que la enfermedad de Chagas crónica
          efectivamente se reactiva en pacientes con SIDA, pudiendo presentarse
          como masas cerebrales indis-tinguibles de otros procesos, las que
          frecuentemente son tratadas empíricamente como toxoplasmosis. Como el
          tratamiento con beznidazol seguido por itraconazol y fluconazol han
          sido asociados con una significativa mejoría clínica y
          radiológica19 el diagnóstico y tratamiento precoz resultan de la
          mayor importancia.
 Curiosamente, la influencia de las normas diag-nósticas y
          terapéuticas aplicadas internacionalmente ha determinado que no se
          tenga en cuenta el Chagas como diagnóstico a considerar en este tipo
          de pacientes, aunque existen al menos tres circunstancias que obligan
          a hacerlo: 1) Argentina presenta una enorme población infectada por
          Trypanosoma cruzi; 2) al igual que HIV, el Trypanosoma cruzi es
          transmisible por la sangre, y su prevalencia es mayor en adictos a
          drogas por vía intravenosa; 3) el compromiso neurológico de la
          enfermedad de Chagas puede diagnosticarse fácilmente identificando el
          parásito en líquido cefalorraquídeo6, como lo demuestran los casos
          presentados.
 En base a esta evidencia, consideramos que el algoritmo usado para
          manejar las lesiones focales agudas del sistema nervioso central en
          infectados por HIV debería replantearse en países donde la
          enfermedad de Chagas es endémica, por cuanto el clásico inicio de
          terapia empírica anti-toxoplasma con reevaluación tomográfica a los
          quince días no toma en cuenta la posibilidad de Chagas neurológico,
          pudiendo ocasionar de este modo un retraso diagnóstico y terapéutico
          potencialmente fatal.
 En su reemplazo, proponemos que todos los infectados por HIV que
          presenten lesiones neurológicas focales y habiten países con una
          elevada prevalencia de Chagas sean estudiados serológicamente para
          Chagas mediante ELISA, MG o IFI, y que se estudie la presencia de
          parasitemia mediante técnica de gota gruesa en los casos
          seropositivos. Cuando se detecte parasitemia, y con la debida
          precaución a la posible hipertensión endocraneana presente, debería
          realizarse una punción lumbar buscando Trypanosoma cruzi en el
          sedimento de centrifugado del líquido cefalorraquídeo mediante la
          coloración de Giemsa (Fig. 1).
 El algoritmo de manejo propuesto permitiría el correcto diagnóstico
          y tratamiento precoz a un costo exigüo, obviando el retardo
          inadmisible que ocasiona la actual indicación sistemática de
          tratamiento empírico antito-xoplasma.
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 Fig. 1.– Algoritmo para el diagnóstico y tratamiento de las
          lesiones neurológicas focales en Sida en área endémicas para
          enfermedad de Chagas.
 
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