|  |  | FISIOPATOLOGIA DEL OXIDO NITRICO Shock 1998: Oxígeno, Oxido Nítrico y perspectivas terapéuticas
 Simposio Internacional, Academia Nacional de Medicina
 Buenos Aires, 30 abril 1998
 
 EFECTOS FISIOPATOLOGICOS DEL OXIDO NITRICO Y SU RELACION CON EL
          ESTRES OXIDATIVO PATRICIA H. CARRIZO, MARTA
          DUBIN, ANDRES O. M. STOPPANI Centro de Investigaciones
          Bioenergéticas, Facultad de Medicina, CONICET, Universidad de Buenos
          Aires Key words: nitric oxide, oxidative stress Resumen  El
          óxido nítrico (NO·) es producido por la oxidación de la arginina a
          citrulina, una reacción catalizada por las enzimas óxido nítrico
          sintasas (NOS). Se acepta que esa reacción es la única capaz de
          producir NO. en los sistemas biológicos, en condiciones normales o
          patológicas. El NO. regula diferentes funciones en células y tejidos
          de mamíferos, tales como: (a) el control de la presión sanguínea;
          (b) la relajación del tono del músculo liso arterial; (c) la
          agregación y adhesión plaquetaria; (d) la neurotransmisión; (e) la
          función neuro-endócrina. El NO· también participa en la
          destrucción de microorganismos patógenos y de células tumorales por
          leucocitos y macrófagos. La producción de anión superóxido (O2-) y
          NO· ha sido asociada al desarrollo de muchas patologías, pero
          recientemente se ha comprobado que la interacción de esas moléculas
          genera el ión peroxinitrito (ONOO-), lo que constituye un importante
          mecanismo fisiopatológico pues, como oxidante, el ONOO- ataca un gran
          número de blancos biológicos. Por su influencia sobre la producción
          de ONOO-, el balance entre la producción de NO. y O2- es crítico en
          la etiología de procesos como hipertensión, ateroesclerosis,
          enfermedades neurodegenerativas, infecciones virales, daño por
          isquemia-reperfusión y cáncer. Abstract  Physiopathologic
          effects of nitric oxide and its relationship with oxidative stress.
          Nitric oxide (NO·) is produced from L-arginine, as result of a
          reaction catalyzed by the enzyme nitric oxide synthase (NOS). The
          reaction is the sole source of NO· in animal tissues. NO· can
          control physiological processes (or systems) such as (a) blood
          pressure; (b) relaxation of arterial smooth muscle; (c) platelet
          aggregation and adhesion; (d) neurotransmission; (e) neuroendocrine
          secretion. NO· contributes to the killing of patogenic microorganisms
          and tumoral cells by phagocytes. NO· reacts with superoxide anion
          thus producing peroxynitrite, a cytotoxic ion capable of destroying
          many biological targets. The superoxide/peroxinitrite balance
          determines the ONOO- production and, accordingly, is essential for the
          development of hypertension, atheroesclerosis, neurodegenerative
          diseases, viral infections, ischemia-reperfusion injury, and cancer.   Dirección postal: Dr. Andrés Stoppani, Centro de
          Investigaciones Bioenergéticas, Facultad de Medicina, Paraguay 2155,
          1121 Buenos Aires, ArgentinaFax: 54-1-961-6521; E-mail: stoppani@mail.retina.ar
   Producción y acciones del NO· El estrés oxidativo puede ser explicado como una situación
          derivada de un aumento en la velocidad de producción de radicales
          libres, o de una disminución de los sistemas antioxidantes de defensa
          enzimáticos o no enzimáticos, o de ambos1, 2. Es por ello que una
          situación biológica asociada con el estrés oxidativo puede ser
          estimada por una condición físico-química en la cual haya un
          incremento en las concentraciones de especies reactivas del oxígeno
          (ROS) como el anión superóxido (O2-), peróxido de hidrógeno
          (H2O2), radical hidroxilo (OH·), radical alquilo (R·), radical
          peroxilo (ROO·) y oxígeno singulete (1O2),entre otros.Recientemente se ha encontrado el papel fisiológico de las especies
          reactivas del nitrógeno (RNS), a partir del hallazgo de que el óxido
          nítrico (NO·), radical libre estable y segundo mensajero, es
          producido «in vivo».3. El NO· tiene un electrón no apareado, hecho
          que le confiere propiedades paramagnéticas. Es sintetizado a partir
          de la oxidación de la arginina a citrulina4 (Figura 1), en una
          reacción catalizada por óxido nítrico sintasas (NOS), un grupo de
          enzimas que, según los casos, pueden ser: 1) constitutivas, reguladas
          por Ca2+ y calmodulina (cNOS) y 2) inducibles por citoquinas e
          independientes de Ca2+ (iNOS). Las cNOS están presentes en neuronas y
          células endoteliales, mientras que las iNOS se encuentran en
          macrófagos, astrocitos y células de la microglia5. Además, estas
          enzimas están presentes en el hígado6, músculo esquelético,
          granulocitos, neutrófilos peritoneales, macrófagos y células de
          Kupffer, entre otras7, 8.
 El NO· formado puede actuar dentro de la célula en la cual fue
          generado o difundir a las células adyacentes, regulando las funciones
          de diferentes células y tejidos de mamíferos sanos, entre las que se
          incluyen: control de la presión sanguínea, relajación del músculo
          liso, mantenimiento del tono vascular, inhibición de la agregación y
          adhesión plaquetaria, neurotransmisión, neuromo-dulación,
          formación de la memoria y la secreción neuro-endocrina, entre otras.
          El NO· participa, además, en procesos inflamatorios, acción
          citostática y citotóxica de los macrófagos, muerte de organismos
          patógenos y de células tumorales5, 9-11.
 Experimentos realizados en modelos de shock y reperfusión isquémica
          en cerebro y corazón12 han sugerido diferentes mecanismos de acción
          del NO·. Se ha propuesto que la activación de la enzima
          guanilato-ciclasa soluble, ocurrida en presencia de NO·, resulta en
          un aumento de los niveles de GMPc. Este aumento puede conducir al
          estímulo de la quinasa de las proteínas dependiente de GMPc, la
          fosforilación alterada de muchas proteínas endógenas, la
          disminución de la actividad de la enzima fosfolipasa C y la
          disminución del calcio citosólico. La disminución del calcio
          intracelular mediada por NO· es la responsable de la relajación del
          músculo liso vascular y no vascular, de la inhibición de la
          agregación y adhesión plaquetaria, de la inhibición de la adhesión
          leucocitaria y es una señal de transducción del sistema nervioso
          central y periférico13.
 La mayoría de los efectos fisiológicos y patológicos del NO·
          están relacionados con la inhibición de la respiración celular por
          competencia con el oxígeno a nivel de la enzima citocromo c oxidasa
          mitocondrial y, en consecuencia, con la producción celular de ATP9.
          El NO· inhibe la transferencia de electrones y aumenta la producción
          de O2- en mitocondrias de corazón de rata y partículas
          submitocondriales14. Se ha demostrado que, a concentraciones
          citosólicas de O2, el NO· participa en la regulación del
          metabolismo energético mitocondrial15. Los niveles de NO· superiores
          a los requeridos para activar la enzima guanilato-ciclasa pueden
          inhibir la glicólisis, la cadena respiratoria mitocondrial y la
          replicación del ADN16-20, a través de la interacción directa del
          NO· con un grupo prostético férrico. Por ejemplo, el NO·
          interac-ciona con el centro Fe-S de la aconitasa16 o de algunas
          enzimas de la cadena mitocondrial de transporte de electrones como la
          NADH-óxidorreductasa o succinato-óxidorreductasa, alterando el
          metabolismo energético y la respiración celular17. El NO· también
          actúa sobre la ribonucleótido reductasa inhibiendo la replicación
          celular18. Por otro lado, el bloqueo persistente de la citocromo c
          oxidasa por NO· puede llevar a la liberación de los iones Ca2+
          libres desde la matriz mitocondrial hacia el citosol celular19-21.
          Estos efectos pueden ser directos como, por ejemplo: la inhibición de
          las enzimas citocromo c oxidasa17 y ribonucleótido reductasa18.
 El NO· reacciona muy rápidamente con los radicales libres del
          oxígeno. La reacción del NO· con O2- genera peroxinitrito
          (ONOO-)22. Aunque ni el NO· ni el O2- son potentes oxidantes, el
          ONOO- es un oxidante muy potente que puede atacar un amplio rango de
          blancos biológicos22. En condiciones fisiológicas, este radical
          tiene una vida media de 1 seg. En consecuencia, la molécula de ONOO-
          puede mediar varios de los efectos citotóxicos del NO· como la
          oxidación de tioles de péptidos y proteínas, la destrucción de los
          centros Fe-S en las enzimas y el daño oxidativo al ADN23,
          contribuyendo de esta manera al daño tisular observado en muchas
          enfermedades humanas. La evidencia presentada para la participación
          del ONOO- incluye el hallazgo de altos niveles de nitrotirosina en el
          tejido dañado, debido a que el ONOO- es capaz de llevar a la
          nitración de la tirosina24. Teniendo en cuenta que los macrófagos
          sintetizan simultáneamente O2- y NO·, el ONOO- así formado puede
          ser considerado un agente bactericida producido por esas células. En
          la Tabla 1 se mencionan algunas de las condiciones en las cuales la
          formación de ONOO- sería la responsable del daño tisular.
 Por otro lado, el NO· puede combinarse con el oxígeno y formar N2O3.
          El ataque nucleofílico del N2O3 sobre las moléculas que contienen
          nitrógeno y azufre puede modificar grupos sulfhidrilos esenciales,
          producir la formación de compuestos carcinogénicos o la diazotación
          de aminas primarias. Cuando las aminas son purinas o pirimidinas, el
          resultado es la alteración de las bases de los ácidos nucleicos por
          deaminación o entrecruzamiento. Es interesante destacar que las
          reacciones endógenas que más comúnmente contribuyen al daño al ADN
          son la oxidación, metilación, depurinación y deaminación. El NO·,
          o más probablemente las especies reactivas derivadas del mismo tales
          como el NO2-, ONOO-, N2O3 y NO2H· son agentes mutagénicos que pueden
          llegar a producir reacciones de nitración, nitrosoación y
          deaminación con las bases del ADN25.
 Efecto antioxidante del NO· El NO· reacciona con los radicales orgánicos ROO· y RO· para
          generar peroxinitritos orgánicos mucho más estables que ONOO-. Un
          ejemplo de este proceso es la reacción del NO· con los radicales
          lipofílicos peroxilo (LOO·)26, importantes especies propagadoras de
          las reacciones en cadena de peroxidación de lípidos, generando
          alquilperoxinitratos (LOONO-). Estas moléculas parecen ser más
          estables que ONOO- 20. El metabolismo de los derivados LOONO- sin la
          liberación de radicales libres tóxicos es potencialmente beneficioso
          ya que le permite al NO· frenar la peroxidación de lípidos. Es por
          eso que, en estos casos, la relación de NO· a ROS es importante ya
          que, dependiendo de las condiciones del medio, el ONOO- puede
          funcionar como especie oxidante o antioxidante. De esta forma, una
          relación O2-: NO. 1:1 genera ONOO- e induce la peroxidación de
          lípidos (actividad oxidante)23, mientras que un exceso de NO. puede
          inhibir la peroxidación lipídica por secuestro de radicales
          peroxilo, mitigando los efectos biológicos de estos radicales
          (actividad antioxidante)20. NO·: algunos ejemplos en relación con la fisiopatología Algunos de los estados fisiológicos y fisiopatológicos en los
          cuales está comprometido el NO· se describen a continuación.La disminución en los niveles de NO· ha sido implicada en el
          mecanismo de hipertensión primaria o esencial27. El grado de
          disfunción endotelial es paralelo al grado de hipertensión. La
          imposibilidad de los vasos para dilatarse estaría asociada a una
          disminución en la liberación de NO· y no a una incapacidad de las
          células del músculo liso para responder al NO·.
 Se ha demostrado que en la ateroesclerosis hay un defecto en la
          relajación vascular. Uno de los mecanismos propuestos implica la
          participación de las ROS, ya que el O2- y el HO· contribuyen a la
          oxidación de las LDL, un evento crítico en el desarrollo de la
          lesión aterogénica28. Tanto el O2- como el NO· y el producto de la
          reacción entre ambos, ONOO-, participan activamente en la iniciación
          y el mantenimiento del estado ateroesclerótico y contribuyen a la
          deficiencia en la relajación vascular29. Además, el ONOO- puede
          iniciar la oxidación de lipoproteínas, lo que contribuye al
          engrosamiento de las venas con posterior formación de las placas
          características de la lesión ateroesclerótica30.
 Debido a su capacidad de incrementar los niveles de GMPc el NO· es un
          potente vasodilatador. En el músculo liso cavernoso, la
          vasodilatación inducida por NO· resulta en la relajación del
          músculo y, en consecuencia, en la erección peneana. El NO· es
          sintetizado en las glándulas adrenal y pituitaria y en los
          testículos, donde el bloqueo de las NOS afecta la producción de
          testosterona. Por otra parte, Rosselli y col.31 han demostrado que el
          NO· disminuye la movilidad y viabilidad de los esper-matozoides por
          varios mecanismos: a) a través de la inhibición de la síntesis de
          ATP; b) por reacción con el O2- para dar ONOO-, potente oxidante que
          gana un protón y forma HO· y NO2. A su vez, Weinberg y col.32
          encontraron que elevadas concentraciones de GMPc (segundo mensajero en
          la acción del NO·) disminuyeron la motilidad de los espermatozoides.
 Se ha relacionado la actividad NOS con el grado de malignidad de
          tumores de mama. Mientras que el NO· puede causar
          citostasis/citoxicidad en las células tumorales, también podría
          incrementar el flujo sanguíneo hacia el tumor y promover la
          angiogénesis33.
 La producción de NO· es importante en la inducción de la inmunidad
          inespecífica y la respuesta antimicro-biana a diferentes parásitos
          extracelulares. Mecanismos NO·-dependientes han sido identificados en
          la destrucción de organismos (por ejemplo: Trypanosoma,
          Mycobacterium, Schistosoma y Leishmania) mediada por macrófagos34-35.
 En la sepsis, endotoxinas y citoquinas inducen las NOS en el
          endotelio, músculo liso vascular y otras células y tejidos, lo que
          acentúa la vasodilatación, sobrepasa la actividad de los
          vasoconstrictores y lleva al daño del endotelio. Por otra parte, el
          NO· tiene efectos beneficiosos: a) antagoniza la acción de los
          vasoconstrictores generados en la sepsis; b) previene la formación de
          trombos y el daño mediado por los neutrófilos. Estudios realizados
          en pacientes con causas múltiples de sepsis (excluyendo el trauma)
          han mostrado niveles elevados de NO·, medidos como la relación NO2-/
          NO3-36. En cambio, todos los pacientes con trauma, incluyendo el
          trauma séptico, tienen niveles de NO· inferiores a los controles
          normales, probablemente debido a la inhibición de la liberación de
          NO· secundaria a la hipovolemia.
 En ratones se observó que el NO· presenta una acción dual sobre las
          hormonas reguladoras del metabolismo de la glucosa tanto «in vivo»
          como «in vitro».37. El NO· es un modulador negativo de la
          secreción de insulina y un regulador positivo de la secreción de
          glucagon, lo cual tendría profundas implicancias en varios aspectos
          de la fisiopatología de la diabetes mellitus. En pacientes con
          diabetes mellitus no insulino-dependientes se han encontrado
          anormalidades en la vía metabólica del NO·, las que podrían
          deberse a la inactivación del NO· o a la incapacidad del músculo
          liso vascular para responder al NO·. Esto podría contribuir a la
          elevada incidencia de la enfermedad vascular en estos pacientes37, 38.
 En los enfermos de Alzheimer se postula que un incremento en la
          producción vascular de NO·, mediador potencialmente neurotóxico en
          el sistema nervioso central, puede contribuir a la susceptibilidad de
          las neuronas al daño y muerte celular en esa patología39.
 Un caso particular: daño por isquemia y reperfusión. Su
          relación con el transplante hepático Se ha propuesto que en los tejidos con una alta velocidad
          metabólica como hígado, corazón, cerebro, músculo y riñón, el
          daño celular provocado por la isquemia y reperfusión está
          relacionado con la generación de radicales libres en la mitocondria
          durante la reperfusión. La hipótesis mitocondrial que explica el
          daño en los tejidos producido por la isquemia-reperfusión propone
          que, durante la isquemia, se produce la pérdida del aceptor de
          electrones (oxígeno molecular), la inhibición de la transferencia de
          electrones causada por los subproductos de la isquemia y la reducción
          de todos los componentes de la cadena respiratoria mitocondrial.
          Cuando se restaura la oxigenación, este «estrés reductivo»
          promueve la formación intracelular de especies reactivas del oxígeno
          que pueden atacar lípidos, tioles y otros componentes celulares,
          culminando en daño letal. En estas condiciones, se dispara la
          generación de O2- catalizada por el complejo I (NADH-ubiquinona
          óxidorreductasa) y complejo II (ubiquinol-citocromo c
          óxidorreductasa), lo cual permite el aumento en la velocidad de
          auto-oxidación de las principales fuentes de O2- como la
          ubisemiquinona (UHQ·) y la flavin-semiquinona NADH deshidrogenasa
          (FMNH.). Ambas concentraciones de semiquinona están aumentadas debido
          a la inhibición de la transferencia de electrones. El O2-
          intramitocondrial es incapaz de salir de la mitocondria y, por acción
          de la enzima Mn-superóxido dismutasa, dismuta a H2O2 que difunde a
          través de las membranas mitocondriales hacia el citosol. En
          consecuencia, el resultado del incremento en la velocidad de
          producción de O2- intramitocondrial será el aumento de
          concentración de H2O2 celular. El H2O2 puede reaccionar con el grupo
          hemo del citocromo c mitocondrial y del citocromo P450 citosólico
          formando el radical hidroxilo (HO·) o ferrilhemoproteínas (FeIV = O)
          y especies oxidantes altamente reactivas capaces de iniciar las
          reacciones en cadena de los radicales libres como la peroxidación de
          lípidos (Figura 2).La hipótesis que postula la conversión de la enzima xantina
          deshidrogenasa (XD) a la forma oxidasa (XO) durante la isquemia
          tisular, con un incremento concomitante en la velocidad de la
          producción de O2- durante la reperfusión sería aplicable al
          intestino y otros tejidos con alta actividad XD. Sin embargo, la misma
          hipótesis falla al explicar la injuria por reperfusión observada en
          corazón humano y otros tejidos en los que la actividad XD es
          prácticamente no detectable40.
 Transplante hepático, inmunosupresión y producción de NO· Desde 1963, el transplante de hígado se ha convertido en una
          terapia acertada para los pacientes con fallo hepático severo.
          Durante la última década, los avances realizados en las técnicas
          quirúrgicas y de inmunosu-presión han logrado que el transplante
          hepático sea una herramienta clínica importante. Es necesario tener
          en cuenta que en el transplante hepático el hígado se somete a
          isquemia fría, la cual trae aparejada la anoxia y sus consecuencias
          dañinas en las células del órgano a transplantar. Uno de los
          mayores problemas asociados a este tratamiento es la aparición,
          relativamente frecuente (10% de los casos), de la pérdida de
          funcionalidad del órgano transplantado, con un alto grado de daño
          producido por preservación/reoxigenación. El origen de la falta de
          funcionalidad del órgano está dado por una serie de factores, entre
          los que se incluyen: el estado clínico del receptor, factores
          inmunológi-cos, calidad de la preservación del órgano a
          transplantar y duración de la isquemia41. A pesar de que se ha
          investigado exhaustivamente la injuria por reperfusión en corazón,
          intestino, hígado y riñón, no existe un amplio consenso acerca de
          los mecanismos clave que participan en este proceso. La mayoría de
          los investigadores sostiene que los radicales libres (derivados del
          oxígeno) formados durante la reperfusión son los elementos
          importantes en este tipo de daño42. Esos radicales están
          involucrados en la peroxidación de lípidos43, oxidación de
          proteínas, entrecruzamiento de cadenas proteicas y como señales para
          otros procesos dañinos como la quimiotaxis de los neutrófilos y el
          bloqueo microvas-cular44.Se han realizado varios estudios para establecer el papel del NO· en
          la respuesta inmunológica al transplan-te. En modelos animales,
          Langrehr y col.45 demostraron que la síntesis de NO· aumenta en la
          respuesta aloinmune. La participación del NO· en los procesos
          relacionados con el rechazo se evidenció estudiando, en plasma, la
          cinética de la producción de nitrito (NO2-) y nitrato (NO3-),
          productos finales del metabolismo del NO. en la sangre, después del
          transplante. Experimentos realizados con ratas que recibieron hígado
          ortotópico, corazón heterotópico o intestino delgado ortotópico
          dieron como resultado niveles elevados de NO2- y NO3- durante el
          rechazo del órgano transplantado45. En el hombre, Ioannidis y col.46
          encontraron un aumento significativo de los niveles plasmáticos de
          nitratos durante los primeros diez días posteriores al transplante.
          Este incremento fue aún mayor en presencia de complica- ciones
          clínicas como rechazo, infección45 y/o fallo re- nal47.
 Los niveles de nitratos en plasma dependen de la efectividad del
          tratamiento inmunosupresor del organismo receptor. Cuanto más
          agresiva sea la inmunosupre-sión, mayor será la disminución en la
          producción de NO·. Hasta el presente no está claro cuáles son las
          células responsables de la síntesis de NO· posterior al transplante
          ortotópico de hígado en humanos. Los altos niveles de nitratos
          hallados no pueden ser atribuidos a un aumento en la producción de
          NO· en las células mononucleares o en los granulocitos. En estudios
          realizados con animales, se ha demostrado claramente la liberación de
          NO· por las células de Kupffer. En ratas, se ha observado que el
          número de células de Kupffer aumenta después del transplante
          ortotópico de hígado48. En consecuencia, en los seres humanos, los
          macrófagos tisulares constituyen una fuente posible para la elevada
          producción de NO· observada después del transplante de hígado. Es
          por ello que la determinación de los niveles de nitrato sería
          apropiada para controlar diariamente el seguimiento clínico de los
          pacientes sometidos a transplante ortotópico de hígado y así poder
          detectar el rechazo o una infección asociada.
 Estos son sólo algunos ejemplos de estados fisiopatológicos en los
          cuales está implicado el NO·. Es importante destacar que en algunos
          de los ejemplos aquí mencionados y, para otros en general, el NO·
          presenta efectos beneficiosos y tóxicos asociados en una misma
          patología. El lector interesado en ampliar la información puede
          recurrir a las revisiones3, 49, 50. Si bien la participación del NO·
          se sugiere en un gran espectro de ejemplos clínicos (no mencionados
          aquí por razones de espacio), está aún en discusión la verdadera
          función del NO· en cada una de las diferentes patologías, dejando
          abierto un interesante campo de investigación básica y clínica.
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 Fig. 1.- Síntesis de óxido nítrico (NO·). La activación de las
          células endoteliales por el ionóforo A23187, estimulación
          eléctrica o por agonistas que interaccionan con receptores
          específicos, aumentan los niveles intracelulares de Ca2+ que llevan a
          la activación de la síntesis de NO·. La formación de NO· ocurre
          en dos etapas catalizadas por la óxido nítrico sintasa (NOS): la
          primera consiste en la N-oxigenación del grupo guanidino terminal de
          la L-arginina a Nw-hidroxil-L-arginina (NOHA) y la segunda, catalizada
          por el citocromo P-450, consiste en la ruptura oxidativa de la unión
          C = N del NOHA llevando a la producción de citrulina y NO·. La NOS
          endotelial usa como cofactores NADPH, O2, Ca2+, FAD, FMN y
          tetrahidroxibiopterina (H4B). Esta enzima es inhibida competitivamente
          por NG-monometil-L.arginina (L-NMMA) y otros análogos de la
          L-arginina (Extraído de Ref. 4).
 TABLA 1.- Algunas condiciones en las que participa el ONOO- como
          causante del daño tisular Condición AteroesclerosisMiositis con cuerpos de inclusión
 Artritis reumatoidea
 Enfermedad inflamatoria del intestino
 Enfermedad neurodegenerativa
 Inflamación aguda
 Intoxicación por monóxido de carbono
 Síndrome de distrés respiratorio en adultos
 Inflamación de la piel
 Gastritis (infección por H. pylori)
 Fibrosis quística
 Shock por endotoxinas
 Envejecimiento del músculo esquelético
 Infección viral
 Fig. 2.- Esquema de pasos bioquímicos asociados a la isquemia o
          anoxia y la reperfusión en el hígado.UQ y UQH·: ubiquinona oxidada
          y parcialmente reducida, respectivamente; cyt c: citocromo FMN y
          FMNH·: NADH deshidrogenasa oxidada y parcialmente reducida,
          respectivamente; c; P450: citocromo P-450 (extraído de Ref. 51).
 
 
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