|  |  | CLINICA Y TRATAMIENTO DEL SHOCK Shock 1998: Oxígeno, Oxido Nítrico y perspectivas terapéuticas
 Simposio Internacional, Academia Nacional de Medicina
 Buenos Aires, 30 abril 1998
 
 BASES FISIOLOGICAS DE LA CLINICA Y DEL TRATAMIENTO DEL SHOCK CARLOS GUILLERMO DEL BOSCO División Terapia
          Intensiva, Hospital de Clínicas José de San Martín, Facultad de
          Medicina, Universidad de Buenos Aires Key words: nitric oxide, myocardial dysfunction, oxygen
          delivery, sepsis, shock Resumen  Los
          estados de shock ocurren cuando el sistema circulatorio no puede
          sostener un estado de perfusión celular adecuado y el aporte de
          nutrientes a los tejidos se reduce a niveles críticos. Si esta
          condición no es compensada rápidamente suele desarrollarse daño
          celular irreversible y disfunción orgánica múltiple. En los shock
          hipovolémicos, cardiogénicos y vasculares obstructivos la
          resistencia vascular sistémica está aumentada y la oxigenación
          arterial pulmonar disminuida. El shock distributivo es causado
          primariamente por una severa disfunción vasomotora que origina
          pérdida del tono arteriolar, aumento del lecho de capacitancia y
          trastornos distributivos del flujo. El gasto cardíaco y el volumen
          intravascular pueden estar disminuidos, ser normales o estar
          incrementados en presencia de hipotensión en el shock distributivo.
          El patrón característico de la función cardíaca en el shock
          séptico consiste en reducción de la fracción de eyección
          ventricular izquierda y derecha, aumento de los volúmenes de fin de
          diástole y de fin de sístole de ambos ventrículos y volúmenes
          sistólicos normales. Abstract  Physiological
          basis of the evolution and treatment of shock. Shock occurs when the
          circulatory system fails to maintain adequate cellular perfusion, with
          widespread reduction in delivery of oxygen and other nutrients to
          tissues. Irreversible celular injury and multisystem organ failure
          develop if the condition is not promptly remedied. In cardiogenic,
          hypovolemic and vascular obstructive shock, systemic vascular
          resistance is elevated and pulmonary artery oxygenation is decreased.
          Distributive shock is caused primarily by vasomotor dysfunction
          resulting in excessive venous pooling, loss of arteriolar tone, and
          redistribution of blood flow. Cardiac output and intravascular volume
          may be low, normal or increased in the presence of hypotension in
          distributive shock. The characteristic pattern of cardiac performance
          of septic shock is reduced left and right ventricular ejection
          fractions, increased end-diastolic and end-systolic volumes of both
          ventricles and normal stroke volumes.   Dirección postal: Dr. Carlos G. Del Bosco, División
          Terapia Intensiva, Hospital de Clínicas José de San Martín, Avda.
          Córdoba 2351, Buenos Aires, Argentina.Fax: 54-1-961-1017
   Se define al shock como un síndrome precipitado por el deterioro
          sistémico de la perfusión que genera hipoxia celular generalizada y
          disfunciones orgánicas que amenazan la vida. En los cuadros asociados
          a infección se destaca la llamada «particularidad séptica»
          condición en que la perfusión puede ser normal o supranormal. En sus
          formas hipovolémica, extracardíaca obstructiva (ej: taponamiento
          pericárdico) y cardiogénica, la hipotensión y el shock son causados
          por disminución del volumen minuto (VM) y alteración primaria de la
          disponibilidad de O2 (DO2). En el shock séptico menos del 10% de los
          pacientes presentan bajo gasto y en la mayoría el shock es causado
          por vasodilatación periférica con disminución de la resistencia
          vascular sistémica. El O2 no es almacenado por los tejidos (salvo la
          oxihemoglobina de los miocitos) y el metabolismo oxidativo depende del
          DO2 y en la mayor parte de los tejidos el consumo de O2 (VO2) está
          determinado por la demanda y no por la disponibilidad. Si el DO2
          disminuye (trastorno primario de la disponibilidad) y la demanda es
          constante, el VO2 se mantiene estable hasta que la extracción es
          máxima. Por debajo de un nivel crítico de DO2 el VO2 disminuye y se
          hace dependiente del DO2 y se origina un déficit en la oxigenación
          que genera anaerobiosis, aumento en la producción de lactato y
          acidosis metabólica. Si el déficit es importante o prolongado
          disminuyen los fosfatos intracelulares de alta energía y se
          deterioran las bombas de transporte iónico transmembrana. El colapso
          energético genera despolarización y pérdida de la integridad de las
          membranas, edema celular, alteraciones del calcio intracelular y
          muerte celular.En el trastorno séptico, el DO2 y VO2 son normales o supranormales y
          el déficit de O2 está presente a pesar de DO2 supuestamente
          adecuada. Se discuten diversas hipótesis para explicar este
          fenómeno: a) deterioro de la extracción periférica, b) dependencia
          patológica de la DO2, c) trastornos distributivos de la perfusión y
          d) deterioro de la función mitocondrial. La afinidad de la
          hemoglobina (Hb) por el O2 también se modifica en el shock en
          relación con cambios en la temperatura, CO2, 2,3 difosfoglicerato y
          concentración de hidrogeniones. La DO2 depende de la Hb, PaO2, SaO2 y
          VM. El VM a su vez se vincula con la frecuencia cardíaca, la
          precarga, la postcarga y la contractilidad. El manejo de la precarga
          es decisivo en los cuadros de shock dado que el volumen de fin de
          diástole (VFD) es el principal determinante de la fuerza contrátil.
          En clínica se utilza la presión de fin de diástole (PFD) como una
          aproximación al VFD. La relación entre VFD y PFD depende de la
          compliance diastólica ventricular que puede deteriorarse
          sensiblemente en isquemia e hipertrofia miocárdica. Esto implica que
          presiones venosas centrales o de enclavamiento aparentemente normales,
          podr?n no excluir precargas inadecuadas como causa de shock. El
          retorno venoso (RV) se reduce en hipovolemia y el tono vasomotor
          venoso, determinante del volumen del lecho de capacitancia, disminuye
          en el shock neurog?ico y anafil?tico. El aumento de las presiones
          intrator?icas, visible en pacientes con neumot?ax, ventilaci? positiva
          intermitente y presi? positiva espiratoria, tambi? disminuye el RV y
          modifica la interacción ventricular al modificar la geometría de las
          cámaras por desplazamiento del septum.
 En estadíos iniciales es usualmente posible identificar la causa
          primaria del shock y la precocidad y certeza del diagnóstico son
          fundamentales para el pronóstico. Si el cuadro inicial evoluciona se
          pierde la nitidez inicial y comienza el «overlap». Los eventos
          subcelulares de mayor importancia (despolarización de membranas y
          disfunción de las bombas iónicas) son muy similares en todas las
          formas de shock y las disfunciones orgánicas también se superponen
          (ej: depresión miocárdica del shock séptico y bacteriemia y
          endotoxemia del shock hemorrágico).
 En la evolución se diferencian tres estadios: 1) sin daño en
          órganos vitales y de buen pronóstico, 2) con daño microvascular y
          celular y recuperación problemática por daño de uno o más órganos
          y 3) tardío, con daño irreversible en órganos vitales, deterioro de
          la maquinaria oxidativa y muerte inevitable. En emergencia se activan
          respuestas fisiológicas compensadoras que tienden a preservar la
          perfusión cerebral y cardíaca a expensas de la esplácnica, muscular
          y cutánea, a aumentar el VM y a recuperar el volumen intravascular
          efectivo mediante venoconstricción y relleno transcapilar. Los
          sistemas presores autonómico, renina-angiotensina y
          arginina-vasopresina sostienen los intentos de compensación
          hemodinámica. El relleno transcapilar se relaciona con fenómenos
          hidrostáticos y osmóticos. La vasoconstric-ción precapilar
          disminuye la presión microvascular y la liberación de glucosa al
          intersticio aumenta el volumen y la presión intersticial, ambos
          mecanismos aumentan el volumen intravascular.
 En la refractariedad del estadío tardío se reconocen seis fenómenos
          responsables: 1) descompensación vasomotora periférica por
          vasodilatación de los esfínteres precapilares asociada a
          sobreliberación de óxido nítrico (NO) y prostaglandinas y
          deplección adrenérgica, 2) interacciones neutrófilo-endotelio
          favorecidas por la activación de moléculas de adhesión (selectinas,
          ICAM, integrinas) con aumento de la permeabilidad microvas-cular y
          obstrucción por agregados de leucocitos y plaquetas, 3) alteraciones
          de la deformabilidad de los eritrocitos (atribuida a peroxidación de
          los lípidos de membrana), 4) despolarización celular (vinculada a
          disminución del ATP intracelular), 5) falla cardíaca por isquemia y
          acción de factores depresores y 6) bradicardia paradojal por
          activación vagal.
 La fisiopatología del shock séptico (SS) ofrece información sobre
          algunos de estos mecanismos. El insulto infeccioso origina respuestas
          humorales (activación del sistema del complemento y de la cascada de
          la coagulación) y celulares (activación de macrófagos, monocitos y
          neutrófilos). La sepsis y el SS se entienden como una disregulación
          de la respuesta inmune que genera un disbalance entre citoquinas
          proinflamatorias y antiin-flamatorias. Se describen dos trastornos
          principales: 1) depresión miocárdica y 2) injuria microvascular. El
          TNF y la IL-1 son las m? importantes citoquinas inflamatorias, el TNF
          a su vez estimula la liberaci? de citoquinas secundarias y activa la
          coagulaci? y la IL-1 genera hipotensi? mediada por NO, PAF y
          prostaglandinas. Las interleuquinas 4, 10 y 13 son algunas de las
          citoquinas antiinflamatorias. El 40% de los pacientes s?ticos presenta
          SS y ?tos cuando est? adecuadamente hidratados tienen aumento del VM,
          de la tensi? arterial diferencial y descenso de la tensi? arterial
          media. Con la evolución el VM disminuye a pesar del uso de
          inotrópicos y en estadíos avanzados es evidente el deterioro de la
          contractilidad con limitación de la eyección sistólica y
          disfunción diastólica con limitación de la capacidad de llenado. En
          los sobrevivientes la contractilidad sistólica disminuye y hay
          aumento compensador del volumen diastólico (mayor compliance) y la
          eyección sistólica se normaliza en 10 días. En los no
          sobrevivientes hay disfunción diastólica, falta de dilatación
          compensadora y también deterioro de la contractilidad. La
          disminución del volumen sistólico por llenado inadecuado tiene tanta
          importancia como la disminución por contractilidad inadecuada.
 Se proponen diversas hipótesis para explicar la cardiopatía
          séptica: 1) acción directa del TNF e IL-1, 2) retención
          leucocitaria en la microcirculación coronaria y daño endotelial, 3)
          activación por citoquinas de la NO sintetasa inducible endotelial y
          miocítica con sobrelibe-ración de NO, deterioro del transporte de
          electrones, disminución del calcio intracelular y caída de la
          contractilidad, 4) activación leucocitaria, daño por radicales
          libres y edema y necrosis en banda y 5) flujo heterogéneo con hipoxia
          en parches análogo a la cianosis moteada de los enfermos con SS
          terminal.
 La elevada mortalidad del cuadro, persistente a pesar del sostén
          vital muy sofisticado y los interesan- tísimos descubrimientos
          relacionados con la patoge- nia, han originado diversas estrategias
          terapéuticas experimentales. Ninguna de las nuevas alternativas ha
          demostrado a la fecha utilidad clínica en estudios controlados. Se
          propone: 1) limitar la respuesta, 2) estimular la reacción del
          huésped. La limitación de la respuesta se intenta mediante: a)
          bloqueo de endotoxinas utilizando anticuerpos, scavengers
          (lipoproteínas de alta densidad) y antibióticos catiónicos
          (polimixina), b) ac-ciones anti-TNF con anticuerpos monoclonales,
          cor-ticoides y pentoxifilina, c) antagonistas de los receptores de
          IL-1 y PAF, d) antiinflamatorios esteroides, no esteroides y
          ketoconazol (inhibidor de la síntesis del tromboxano), e) citoquinas
          antiinflamatorias (IL-4, IL-10), f) antioxidantes (n-acetil
          cisteína), g) inhibido- res de la NO sintetasa (análogos de la
          L-arginina) y h) remoción de mediadores mediante hemofiltra- ción.
 El estímulo de la reacción del huésped se ha intentado con el
          factor estimulante de colonias de granulocitos. El fracaso en las
          pruebas clínicas de terapéuticas basadas en mecanismos demostrados
          llama mucho la atención. J. Vincent ofrece las siguientes
          explicaciones: 1) los agentes estudiados son inefectivos, 2) existen
          fenómenos compensadores, todavía desconocidos, que neutralizan la
          intervención, 3) la dosis y el momento de la indicación serían
          cruciales, 4) las poblaciones estudiadas son demasiado heterogéneas,
          5) se enfatiza demasiado en valorar la mortalidad y 6) es poco
          probable que un solo agente sea beneficioso.
 
 
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