|  |  | Intraquinas: artificios con
          posible aplicación en la batalla contra el HIV
 María Marta E. de BraccoInstituto de Investigaciones Hematológicas, Academia Nacional
          de Medicina.
 
 El virus de la inmunodeficiencia adquirida humana (HIV) se une a la
          molécula CD4 presente en la superficie de linfocitos T colaboradores
          (Th) y de los monocitos/macrófagos (M/M), pero requiere otros
          co-receptores para infectar efectivamente a estas células.El descubrimiento de que los receptores para miembros de la familia de
          las quimioquinas podían actuar como co-receptores para HIV tanto en
          células permisivas T como en M/M abrió un enorme campo de
          investigación en el área1. Se planteó la posibilidad de interferir
          la infección empleando las quimioquinas o quimioquinas modificadas
          capaces de unirse al co-receptor CXCR-4 (co-receptor presente en las
          células T utilizado por las cepas de HIV llamadas «linfotrópicas»)
          o las b-quimioquinas que reaccionan con los co-receptores CCR-5,
          CCR-3, etc (co-receptores presentes en linfocitos y M/M, utilizados
          por cepas llamadas «macrófago-trópicas»). Se demostró que la
          a-quimioquina SDF-1 (ligando natural de CXCR-4) era capaz de inhibir
          la infección de líneas celulares T permisivas in vitro, mientras que
          b-quimioquinas como RANTES, MIP-1a y MIP-1b (ligandos de CCR-5)
          inhibían la infección de células de estirpe M/M y células
          mononucleares de cultivos primarios in vitro2. La acción de las
          quimioquinas se debería a la interferencia con la unión de HIV al
          co-receptor correspondiente, lo que impediría la infección
          productiva.
 Recientemente, Medicina publicó una revisión bibliográfica sobre el
          tema3, en la que se enfocan diferentes aspectos relacionados a las
          quimioquinas y sus receptores en la infección por HIV. Como las
          quimioquinas pertenecen a la familia de receptores con siete dominios
          transmembrana acoplados a proteínas G reguladoras, una posibilidad
          terapéutica sería interferir farmacológicamente las vías de
          transducción de señales controladas por estas proteínas, pero es
          necesario previamente establecer fehacientemente qué mecanismos de
          transducción están involucrados en la función del co-receptor como
          facilitador de la infección por HIV.
 Los problemas teóricos y prácticos que presenta la estrategia de
          interferencia de la infección HIV por medio de quimioquinas agregadas
          por fuera de las células permisivas, son muy grandes. La vida media
          de las quimioquinas en plasma es extremadamente corta y los riesgos
          derivados del amplio espectro de sus acciones inflamatorias son
          obstáculos mayores para una utilización terapéutica eficiente4.
 Recientemente, Chen y col.5, 6 desarrollaron una estrategia diferente
          basada en interferir la infección por HIV desde el compartimiento
          intracelular, ya sea por el uso de anticuerpos neutralizantes anti-HIV
          modificados para permanecer dentro del retículo endoplásmico de la
          célula: «intrabodies»7, por modificaciones del receptor CD48 o de
          las quimioquinas que actúan como ligandos de los co-receptores CXCR-4
          (CXC quimioquinas) y CCR-5 (CC-quimioquinas) alterando el tráfico de
          los mismos y su expresión a nivel de membrana plasmática5, 6. Esta
          última metodología, la de aplicación de «intraquinas» como
          estrategia antiviral, es ingeniosa y abre un enfoque terapéutico
          distinto, aunque su aplicación clínica sea aún alejada.
 Básicamente, Chen y col.5, 6 construyen «intraquinas» modificando
          con ingeniería genética las quimioquinas naturales, de manera que
          porten una señal de retención en el retículo endoplásmico (ER).
          Esta señal es el tetrapéptido KDEL unido a la molécula de
          quimioquina (SDF-1 para CXCR-4, o RANTES y MP-1a para CCR-5) en su
          porción carboxi-terminal. Toda proteína que porta esa señal altera
          su tráfico hacia la superficie celular luego de su síntesis y
          permanece en el ER. La idea del experimento es la siguiente: al quedar
          las intraquinas dentro del ER, los co-receptores nacientes se unen a
          ellas y también permanecen en el ER formando complejos
          ligando-receptor, por lo que disminuye su expresión en la membrana
          plasmática. La disminución del número de co-receptores fue
          comprobada in vitro para células cargadas de intraquina SDF-1
          (SDF-1K)5 y RANTES o MIP-1a6. De esta manera, cuando el HIV enfrenta
          una célula potencialmente permisiva cargada intracelularmente con
          intraquinas y por lo tanto carente de los co-receptores adecuados no
          puede lograr una infección eficaz. Esto fue comprobado en cultivos in
          vitro por Chen y col. para linfocitos portadores del gen de la
          intraquina SDF-1K5 y quimioquinas CC modificadas (RANTES o MIP-1a
          unidas a KDEL)6. Una gran ventaja de esta estrategia es que además de
          interrumpir la infección HIV, se evitarían los posibles efectos
          laterales inflamatorios derivados de la presencia extracelular de
          quimioquinas.
 De allí a su posible aplicación clínica hay un largo trayecto, en
          el que los investigadores deberán enfrentar las dificultades de otros
          sistemas de terapia génica como especificidad, eficiencia y
          persistencia de la expresión, sumados en el caso de los M/M a la
          dificultad de incorporación de retrovirus vectores a células en
          reposo. Además es necesario tener en cuenta la complejidad adicional
          del sistema, ya que el HIV parece utilizar un número cada vez mayor
          de co-receptores aparentemente redundantes, lo que haría que el
          número de intraquinas modificadas a introducir en la célula a fin de
          bloquear efectivamente al HIV, sea muy grande.
 Sin embargo, es interesante abrir nuevas e innovadoras perspectivas
          terapéuticas que aborden todos los flancos posibles del agente
          infeccioso. De hecho, el optimismo inicial derivado del éxito de la
          terapia antirretroviral combinada, parece haber cedido paso a
          expectativas menos triunfalistas que tienen en cuenta la posibilidad
          de tener que convivir con la infección crónica controlada sin llegar
          a la erradicación y por lo tanto encaran que será necesario
          apuntalar el sistema inmune desde diferentes ángulos y contar con
          armas alternativas de acción anti-viral.
   Dirección postal: María Marta E. de Bracco. Instituto de
          Investigaciones Hematológicas. Academia Nacional de Medicina, 1425
          Buenos Aires
 Bibliografía 1. Berger EA. HIV entry and tropism: the chemokine receptor
          connection. AIDS 1997; 11 (Suppl A): S3-S16.2. Lusso P, Gallo RC. Chemokines and HIV infection. Curr Op Infect Dis
          1997; 10: 12-7.
 3. Davaro RE, Bottaro E. Quimiokinas y sus receptores. Dos nuevos
          actores en la fisiopatología de la infección por HIV. Medicina
          (Buenos Aires) 1998; 58: 78-84.
 4. Lusso P. A chemokine trap for HIV co-receptors. Nature Medicine
          1997; 3: 1074-5.
 5. Chen JD, Bai X, Yang AG, Cong Y, Chen SY. Inactivation of HIV-1
          co-receptor CXCR-4 by a novel intrakine strategy. Nature Medicine
          1997; 3: 1110-6.
 6. Yang AG, Bai X, Huang XF, Chen JD, Chen SY, Cong Y. Phenotypic
          knockout of HIV type 1 chemokine co-receptor CCR-5 by intrakines as
          potential therapeutic approach for HIV-1 infection. Proc Natl Acad Sci
          USA 1997; 94: 11567-72.
 7. Chen SY, Khouri Y, Bagley J, Marasco WA. Combined intra- and
          extracellular immunization against human im-munodeficiency virus type
          1 infection with a human anti gp-120 antibody. Proc Natl Acad Sci USA
          1994; 91: 5932-6.
 8. Buonocuore L, Rose JK. Blockade of human immu-nodeficiency virus
          type 1 production in CD4+ T cells by an intracellular CD4 expressed
          under control of the viral long term repeat. Proc Natl Acad Sci USA
          1993; 90: 2695-9.
 
         |   |  |  |  |