|  |  | TRH/PRL Y RESPUESTA INMUNE T-DEPENDIENTE EL PERFIL NEUROENDOCRINO ESPECIFICO ES CRITICO PARA UNA CORRECTA
          RESPUESTA INMUNE T-DEPENDIENTE* CAROLINA PEREZ CASTRO,
          MARCELO PAEZ PEREDA, ELIZABETH A. KELLER, EDUARDO ARZT Laboratorio de Fisiología
          y Biología Molecular, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales,
          Universidad de Buenos Aires * Trabajo premiado durante la reunión anual de la Sociedad
          Argentina de Investigación Clínica, Mar del Plata, noviembre 1997 Key words: SRBC, TRH antisense, prolactin, T-lymphocytes,
          immune modulation Resumen  Existe
          una relación funcional entre los sistemas neuroendocrino e inmune.
          Examinamos el rol de los cambios neuroendocrinos, particularmente
          hormona liberadora de tirotrofina (TRH) y prolactina (PRL), durante el
          curso de la respuesta inmune T-dependiente. En ratas inmunizadas ip
          con eritrocitos de carnero (SRBC, antígeno T-dependiente), se
          observó: a) un incremento del ARNm de TRH hipotalámica entre las 4 y
          24 h post-inmunización (ej: SRBC vs salina: 4 h, 2,8x), en contraste
          a una disminución del ARNm de TRH observado por tratamiento con
          antígenos T-independientes (ej: LPS vs salina: 4 h, 1,6x); b) un
          incremento del ARNm del receptor de TRH y de los niveles de PRL
          plasmática sin observarse cambios, en los niveles plasmáticos de
          hormona de crecimiento y tirotrofina. La inyección
          intracerebroventricular (icv) en ratas conscientes y en movimiento de
          oligonucleótidos antisentido al mRNA de TRH produjo: a) una
          inhibición en la producción de anticuerpos anti-SRBC [ELISA 7 días:
          Ig(M+G): TRH sentido vs TRH-antisentido: 384 ± 27 vs 193 ± 22 (n =
          11); p < 0.001, ANOVA con test de Scheffé’s]; b) una incapacidad
          en producir el pico de liberación de PRL luego de la inmunización
          (12 h post-inmunización, TRH-sentido vs TRH-antisentido: 8.3 ± 1.4
          vs 2.2 ± 0.5 (n = 6), p < 0.01, ANOVA con test de Scheffé’s);
          c) una disminución del ARNm de TRH hipotalámica (TRH-sentido vs
          TRH-antisentido: 12 h, 1.7x). Estos estudios demuestran que un
          antígeno T-dependiente requiere de una activación temprana de TRH y
          PRL , instrumental para montar una respuesta adecuada, en contraste a
          la inhibición inducida por antígenos T-independientes. Abstract  The
          specific neuroendocrine profile is critically involved in an adequate
          T-dependent immune response. A functional relationship between the
          neuroendocrine and immune systems has been clearly established. We
          examined the role of neuroendocrine changes, particularly
          thyrotropin-releasing hormone (TRH) and prolactin (PRL), during the T
          cell-dependent immune response. After immunization of rats with sheep
          red blood cells (SRBC, a T cell-dependent antigen) we observed: a) an
          increase of hypothalamic TRH mRNA at 4 to 24 h post-immunization (i.e:
          SRBC vs saline: 4 h, 2.8x), in contrast to the decrease of TRH mRNA
          observed following treatment with LPS, a T-independent antigen (LPS vs
          saline: 4 h, 1.6x); b) an increase in pituitary TRH receptor mRNA and
          plasma PRL levels but no changes in thyroid-stimulating hormone and
          growth hormone plasma levels. Intracerebroventricular (icv) injection
          in conscious freely-moving rats of antisense oligonucleotide
          complementary to rat TRH mRNA resulted in: a) a significant inhibition
          of specific antibody production [ELISA 7 days: Ig(M+G): TRH sense vs
          TRH-antisense: 384 ± 27 (n = 11) vs 193 ± 22 (n = 11); p < 0.001]
          b) an inability to produce the peak in plasma PRL levels in rats
          immunized with SRBC [(12h post-immunization, TRH-sense vs
          TRH-antisense: 8.3 ± 1.4 (n = 6) vs 2.2 ± 0.5 (n = 6); p < 0.01];
          c) a decrease in hypothalamic TRH mRNA (TRH-sense vs TRH-antisense:
          12h, 1.7x). These studies demonstrate that the T-cell antigen needs an
          early activation of TRH and PRL for an adequate immune response, in
          contrast to the inhibition induced by a T-cell independent antigen.   Dirección postal:
          Dr. Eduardo Arzt, Laboratorio de Fisiología y Biología Molecular,
          Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA, Ciudad Universitaria -
          Pabellón II, 1428 Buenos Aires, Argentina.  Fax: 54-1-780-2788.
          E-mail: earzt@b6.fcen.uba.ar   La respuesta inmune se ve acompañada por cambios homeostáticos en
          el sistema neuroendocrino. Neurotransmisores y hormonas endocrinas son
          los principales mensajeros por los cuales el cerebro influye sobre los
          procesos inmunes. A su vez, citoquinas secretadas por células inmunes
          y otros tipos celulares actúan sobre el sistema nervioso central
          (SNC), autónomo y neuroendocrino1. La mayoría de los mecanismos
          involucrados en estas interacciones han sido caracterizadas por
          administración de endotoxina (LPS), un inmunógeno que causa una
          respuesta de tipo T-independiente a través de la activación de
          macrófagos y linfocitos B. Esta respuesta, en contraste a una de tipo
          T-dependiente (Eritrocitos de Carnero-SRBC), no induce expansión
          clonal. A diferencia del LPS, que produce una activación temprana del
          eje hipotálamo-pituitario-adrenal (HPA), el SRBC induce un incremento
          en la producción de corticosterona plasmática entre el día 5 y 7 de
          la inmunización, concomitante con el incremento en la producción de
          anticuerpos2.Existen numerosas evidencias que indican la importancia de la
          prolactina (PRL) y de la hormona liberadora de tirotrofina (TRH)
          durante la respuesta inmune. TRH, un tripéptido, es tanto el mayor
          factor liberador hipotalámico de TSH como el factor estimulador de
          PRL mejor conocido. Se ha observado que células humanas mononucleares
          periféricas expresan el ARNm del receptor de TRH (TRH-R)3. A su vez,
          un incremento significativo en la síntesis de ADN es observada en
          esplenocitos estimulados con Concanavalina A (Con A) y
          fitohema-glutinina (PHA), al añadir TRH al cultivo. Este aumento en
          la capacidad proliferativa de esplenocitos y timocitos ha sido
          observada al inyectar TRH en animales de experimentación3. La TRH
          estimula la producción de interferón-g e interleuquina-2 (IL-2) en
          linfocitos, y un incremento de los niveles de IL-2 en humanos a los 30
          min de haber sido sometidos al test de TRH. La PRL es sintetizada y
          secretada por células lactotrofas de la pituitaria anterior, donde su
          secreción es inhibida por catecolaminas, particularmente dopamina.
          Ejerce un potente rol inmunomodulador4. El receptor de PRL es
          expresado en todas las c?ulas inmunes y la PRL podr? ser producida por
          los linfocitos T4. Además, induce la expresión del receptor de IL-2
          en estas células. Roedores de experimentación hypofisectomizados
          exhiben una importante disminución en la capacidad de producir
          anticuerpos, en la respuesta proliferativa linfocitaria y en la
          reducción de la actividad de células natural killer (NK). El
          transplante de pituitarias a ratas hipofisectomizadas restaura la
          capacidad de producir anticuerpos, luego de ser inyectados los
          animales con SRBC. Similarmente, la administración in vivo de
          bromocriptina, un inhibidor de PRL, inhibe la proliferación de
          células T5.
 En el presente trabajo estudiamos los cambios neuroendocrinos que
          tienen lugar durante la respuesta inmune T-dependiente. Centrándonos
          en las acciones de PRL y TRH, investigamos si estas hormonas juegan
          algún rol durante la fase de expansión clonal de células T en
          respuesta a SRBC. Para ello, ratas Wistar macho (180-200 g) fueron
          inmunizadas intraperitonealmente (ip) con SRBC (10 x 109
          células/ml)6. Tanto el grupo experimental (inmunización con SRBC),
          como el control (inyectados con solución fisiológica libre de
          endotoxina), fueron sacrificados a distintos tiempos (2-4-6-24 h y 4-7
          d) post-inyección. En cada tiempo, fueron removidos pituitaria,
          hipotálamo y bazo obteniéndose muestras de sangre troncal. La
          respuesta T-independiente fue inducida por una inyección con LPS (1
          mg/kg).
 Con el objeto de validar el modelo de inmunización con SRBC
          comparamos con reportes previos2 la activación del eje HPA, así como
          de linfocitos T2. Al día 7 de la inmunización los niveles de
          corticosterona en plasma (RIA) fueron significativamente elevados en
          comparación a los niveles de los animales control (Tabla 1), tiempo
          en el cual ya se ha montado la respuesta primaria a SRBC, evidenciada
          por un elevado título de anticuerpos anti-SRBC (ELISA)6 (srbc vs.
          salina: 488 ± 45 vs 206 ± 66, respectivamente, p < 0.01, ANOVA
          con test de Scheffé’s). Para verificar una correcta estimulación
          de las células T, medimos los niveles de IL-2 (el principal factor de
          crecimiento de las células T) en el sobrenadante de esplenocitos
          proveniente de animales inmunizados y animales control, estimulados
          con Con A luego de 48 h de cultivo. En tiempos tempranos de la
          inmunización (6 h post-inmunización: SRBC vs salina: 33.1 ± 3.51
          U/ml vs 20.4 ± 2.1 U/ml; p < 0.01, ANOVA con test de Scheffé’s;
          n = 8), los niveles de la citoquina fueron incrementados, mientras que
          a los 7 días post-inmunización, fueron similares a los de los
          animales control.
 Habíamos demostrado previamente que los niveles en plasma de PRL se
          incrementan significativamente en animales inmunizados con SRBC
          respecto de los animales control en tiempos tempranos de la
          inmunización (2, 6 y 24 h post-inmunización), mientras que a los 4 y
          7 días no se encuentran diferencias significativas. Por el contrario,
          encontramos que tanto los niveles en plasma de TSH como los de GH, no
          muestran cambios significativos (Tabla 1).
 Para investigar si los niveles del ARNm de TRH hipotal?ica est?
          alterados luego de una inmunizaci? con SRBC, los medimos mediante la
          t?nica de Northern blot, evidenci?dose por una ?ica banda de 1.7 kb.
          Como consecuencia de la inmunizaci? con SRBC encontramos un aumento en
          los niveles del ARNm de TRH a las 4, 6, 18 y 24 h post-inmunizaci?.
          Dicho incremento no fue observado a las 2 h o > 24 h
          post-inmunizaci? (SRBC vs salina: 4 h, 2, 8x), obteni?dose valores
          similares entre las 4 y 24 h). Es importante remarcar que el efecto
          que el SRBC produce sobre los niveles del ARNm de TRH es opuesto al
          evidenciado previamente7 por el tratamiento con LPS (LPS vs salina: 4
          h, 1.6x).
 La expresión del ARNm el TRH-R fue examinada en los mismos
          experimentos. Luego de 6 h de inmunización, los niveles del ARNm del
          TRH-R fueron marcadamente elevados con comparación con los animales
          control, con una disminución a las 24 h y 4 días de la
          inmunización, sin evidenciar cambios a los 7 días
          post-inmunización.
 Lo siguiente fue evaluar si el aumento de TRH y PRL tempranos tienen
          un rol en la respuesta inmune humoral a SRBC. Para ello realizamos un
          tratamiento inyectando, en forma intracerebroventricular (icv) a ratas
          conscientes y en movimiento, oligonucleótidos antisentido al mRNA de
          TRH hipotalámica (GeneBank Data Base M12138;
          AACCAAGGTCCCGGCATCCTGGAGGATGC, secuencia complementaria a la región
          de iniciación de la transcripción del mRNA de TRH)8. En los
          experimentos ilustrados en la figura 1A-B, observamos una inhibición
          significativa en la producción primaria de anticuerpos anti-SRBC en
          los animales tratados con el TRH-antisentido [Ig(M+G)]. Por el
          contrario, en los grupos de animales control (animales tratados icv
          con oligonucleótido TRH-sentido y vehículo), no se observan
          modificaciones, siendo similar el título en ambos grupos.
 Bajo el conocimiento de que la presencia de inmunoglobulinas del tipo
          G1 (IgG1) y G2a (IgG2a) denota una respuesta T-helper 2 (Th2) y Th1
          respectivamente, decidimos medir ambos subtipos, mediante la técnica
          de ELISA. Como muestra la figura 1C-D, la producción específica de
          los distintos subtipos (IgG1 y IgG2) fue severamente suprimida en los
          animales tratados con el TRH-antisentido. Observamos una inhibición
          más pronunciada sobre la producción de IgG1 que sobre la de IgG2a.
          Este resultado podría estar sugiriendo una influencia mayor del
          tratamiento con el TRH-antisentido sobre la respuesta Th2.
 Doce horas post-inmunización, los niveles de expresión del ARNm de
          TRH hipotalámica fueron marca-damente menores en los animales
          tratados icv con el TRH-antisentido, respecto de los grupos control
          (12 h post-inmunización, 1.7x). Además, observamos que bajo este
          tratamiento se bloquea eficientemente el aumento en los niveles de PRL
          en plasma inducidos por la inmunización con SRBC, a diferencia de los
          grupos control, los cuales presentan niveles de la hormona
          incremen-tados en respuesta al antígeno (12 h post-inmunización,
          TRH-sentido vs TRH-antisentido): (8.3 ± 1.4 vs 2.2 ± 0.5) mg/ml, n =
          6, p < 0.01, ANOVA con test de Scheffé’s]. Se realizó además
          la confirmación histológica en el sitio de la inyección. Estos
          resultados demuestran la eficiencia del tratamiento con el
          oligonucleótido antisentido y la asociación entre la disminución
          del título de anticuerpos con la TRH y PRL.
 En el presente trabajo mostramos por primera vez que los cambios
          neuroendocrinos que ocurren durante el curso de una respuesta inmune
          T-dependiente (por ejemplo: modelo SRBC) son fundamentalmente
          diferentes a los que ocurren en una respuesta inflamatoria de tipo
          T-independiente (modelo LPS) e instrumentales para el montaje de una
          adecuada respuesta. Dentro de las primeras 24 horas, la respuesta
          T-dependiente evoca un aumento en los niveles de expresión del ARNm
          de TRH así como en los niveles de PRL en plasma. Este aumento
          temprano es cr?ico para el montaje de una adecuada respuesta, lo cual
          es demostrado al ser bloqueada por el tratamiento con el
          TRH-antisentido. Acorde con estos resultaddos, el ant?eno
          T-dependiente induce la respuesta supresora del eje HPA s?o en una
          fase tard? de la respuesta, cuando ?ta ya ha sido montada (5-7 d?s),
          logrando de esta forma suprimir la activaci? de clones inespec?icos;
          en contraste al temprano pico de corticosterona en plasma inducido por
          el ant?eno T-independiente. El rol instrumental de la activación
          temprana del eje TRH-PRL es demostrado por la inhibición en la
          producción de anticuerpos específicos anti-SRBC como consecuencia
          del tratamiento con oligonucleótidos antisentido al ARNm de TRH. La
          respuesta de TRH y PRL como consecuencia de un tratamiento con LPS (un
          antígeno que no induce expansión clonal de linfocitos T) es opuesta
          a la evidenciada por un antígeno de tipo T-dependiente. Se ha
          demostrado que IL-1 (inducida por LPS) inhibe tanto los niveles de PRL
          en plasma9, como los niveles del ARNm de TRH7. El efecto producido por
          el LPS sobre los niveles de TRH y PRL podría ser explicado sobre la
          base de que una respuesta de tipo inflamatoria, no requiere de estas
          hormonas para su activación, como sí ocurre en el caso de una
          respuesta de tipo IL-2-T-dependiente, sustentando la especificidad y
          el rol de este aumento en la respuesta T-dependiente.
 Varios mecanismos podrían estar involucrados en la respuesta
          neuroendocrina a SRBC. Por una parte, citoquinas como por ejemplo la
          IL-2 (inducida sistémi-camente durante la expansión clonal de
          células T o producidas localmente en la pituitaria o en el SNC)
          podrían estar induciendo la expresión de TRH y/o PRL. Las células
          lacto/somatotrofas de la pituitaria expresan receptores a IL-210, y
          esta citoquina se ha observado in vitro que induce la síntesis de PRL
          en estas células, siendo inhibida por dopamina11. Por lo tanto, una
          combinación de una inhibición de dopamina y de estimulación de TRH
          podría estar actuando sobre la liberación de PRL. Dado que se
          observa un pico de PRL a las 2 h de haber sido los animales
          inmunizados, éste parecería ser demasiado temprano para ser
          atribuido a un aumento en la síntesis de citoquinas. Una posibilidad
          a considerar, podría ser vías nerviosas, que también podrían
          explicar los efectos sobre los niveles de ARNm de TRH como
          consecuencia de la inmunización. SRBC es procesado en el bazo, el
          cual se encuentra ampliamente inervado a través de vías nerviosas
          simpáticas y peptidérgicas. Además, fibras del núcleo
          paraventricular del hipotálamo se proyectan a la periferia a través
          de neuronas en la médula espinal. Apoyando esta idea, modificaciones
          en el recambio de norepinefrina en el hipotálamo12 así como de
          serotonina han sido descriptas luego de una inmunización con SRBC.
          Por último, podría considerarse la posibilidad que linfocitos T
          activados atravesaran la barrera hematoencefálica, pudiendo entonces
          actuar en el SNC13.
 Durante el tiempo estudiado y a diferencia de la PRL, los niveles de
          TSH como de GH no evidenciaron ninguna modificación como consecuencia
          de la inmunización. Los patrones de secreción de PRL y TSH, luego de
          una estimulación por TRH, dependen de la vía de administración y de
          la dosis de TRH, así como del estado previo del hipotálamo y de la
          glándula pituitaria. Muchas evidencias experimentales avalan esta
          idea. Una posible explicación a esta respuesta diferencial podría
          atribuirse a una desensibilización del tirotrofo, dado que se ha
          demostrado recientemente que luego de una administraci? puls?il de
          TRH, los niveles de TSH se ven incrementados, pero este incremento no
          se mantiene luego de una administraci? continua de TRH14. La falta de
          cambios en la respuesta de TSH y GH a SRBC, podría reflejar la
          integración compensatoria de múltiples vías. La activación
          diferencial en la secreción de PRL, parecería estar relacionada
          entonces con su rol instrumental en la respuesta T-dependiente.
 Ha sido recientemente demostrado que el gen de la preproTRH contiene
          una secuencia (178-199) que codifica para un péptido de 22aa, llamado
          factor inhibidor de la liberación de corticotrofina que inhibe la
          secreción de ACTH y debe proveer una clave en la regulación
          coordinada de las funciones de los ejes pituitario-adrenal y
          pituitario-tiroideo17. Este mecanismo podría explicar las diferentes
          respuestas del eje HPA en la respuesta inflamatoria T independiente y
          en la dependiente de células T. La expresión del gen de TRH durante
          la respuesta antigénica dependiente de células T podría ser no
          sólo instrumental en la activación del sistema inmune, sino también
          responsable de coordinar la inhibición del eje HPA durante la fase de
          activación temprana de la respuesta y su elevación en la fase
          tardía, cuando la expresión de TRH declina, controlando la
          expresión de los clones inespecíficos. Por lo tanto, en la
          expansión clonal dependiente de células T, la activación TRH/PRL es
          necesaria tempranamente, en tanto que más tardíamente es requerida
          la acción de los glucocorticoides; en cambio, en la respuesta
          inflamatoria (IL-1), la inhibición por glucocorticoides es
          inmediatamente necesaria.
 Nuestros resultados proveen un nuevo concepto sobre el rol de TRH/PRL
          y el eje HPA durante el curso de la respuesta T-dependiente y validan
          la necesidad de estudiar específicamente antígenos T para comprender
          los mecanismos involucrados en la interacción funcional con el
          sistema neuroendocrino.
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 TABLA 1.- Niveles de hormonas en plasma luego del tratamiento con
          SRBC. Los datos son expresados como promedio ± ES; **, p < 0.01;
          *, p < 0.05 (SRBC vs salina), n = 10 para cada condición, ANOVA
          con test de Scheffé’s. Hormona Tratamiento 2 horas 7 días(ng/ml)
 salina 33.6 ± 17.4 9.8 ± 3.1SRBC 36.6 ± 11.9 80.9 ± 33.9 *
 salina 15.9 ± 9.2 4.7 ± 1.0
 SRBC 10.5 ± 3.5 6.7 ± 3.2
 salina 3.6 ± 0.5 4.5 ± 0.9
 SRBC 7.9 ± 1.1 ** 4.5 ± 0.8
 salina 2.2 ± 0.1 1.5 ± 0.2
 SRBC 2.4 ± 0.3 3.2 ± 1.5
 Corticosterona
 GH PRL TSH Fig. 1.- Determinación del título de anticuerpos anti-SRBC por
          ELISA. Los niveles de anticuerpos anti-SRBC, Ig(M+G) (DIANOVA,
          Hamburg, Alemania) diluido 1:1.000 en PBS 1x; IgM (Southern
          Biotechnology Associates, Inc, Birmingham, USA) diluido 1:1.000; IgG1
          y IgG2a monoclonal de ratón anti-rata IgG2a y monoclonal de ratón
          anti-rata IgG1 (SERA-LAB, Sussex, Inglaterra) diluidos 1:2.000 en PBS,
          y revelados por un anticuerpo hecho en cabra (DIANOVA, Hamburg,
          Alemania) diluido 1:5.000 en PBS fueron determinados por duplicado en
          ratas conscientes y en movimiento inyectadas en forma
          intracerebroventricular (icv) con oligonucleótidos TRH-sentido y
          TRH-antisentido. Los datos son expresados como promedio ± ES de las
          densidades ópticas medidas por ELISA a 405 nm en diluciones del
          plasma 1/10 y 1/100. Las densidades ópticas provenientes del plasma
          de animales inyectados icv con vehículo no difieren en forma
          significativa del grupo tratado con TRH-sentido (no mostrado). La
          respuesta a anticuerpos anti-SRBC es espec?ica para animales
          inmunizados intraperitonealmente (ip) con SRBC, pero no para animales
          inyectados ip con soluci? salina. ***, p < 0.0001; **, p < 0.01;
          *, p < 0.05 (TRH-antisentido vs los correspondientes TRH-sentido),
          ANOVA con test de Scheff?s.
 
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