|  |  | INDICADORES BIOQUIMICOS E INGESTA DE HIERRO INDICADORES BIOQUIMICOS E INGESTA DE HIERRO EN UN GRUPO DE
          GESTANTES DEL GRAN BUENOS AIRES MARIA LUZ PITA MARTIN DE
          PORTELA1, SILVIA H. LANGINI1, SILVANA FLEISCHMAN1, LAURA B. LOPEZ2,
          MONICA GARCIA2, CARLOS R. ORTEGA SOLER2 1Cátedra de Nutrición,
          Facultad de Farmacia y Bioquímica, Universidad de Buenos Aires;
          2Servicio de Obstetricia, Hospital General de Agudos Diego Paroissien,
          La Matanza, Provincia de Buenos Aires Key words: iron, pregnancy, anemia, erythrocyte
          protoporphyrin, serum ferritin Resumen  Se
          estudió la relación entre ingesta de Fe (IFe) e indicadores
          bioquímicos (IB) en 113 gestantes clí- nicamente sanas (edad: 24,8
          ± 6,1 años), asistidas en el Htal. Paroissien (La Matanza, Buenos
          Aires). Al comienzo del segundo trimestre del embarazo (edad
          gestacional: 16,9 ± 3,8 semanas) se realizó una encuesta dietética,
          por recordatorio de 24 hs, calculando la ingesta de hierro (IFe) en
          base a Tablas de Composición de Alimentos latinoamericanas y
          alemanas; el mismo día se determinó: en sangre entera, Hematocrito,
          Hemoglobina (Hb) y Protoporfirina Eritrocitaria (PE); en suero:
          ferritina (FERR). La IFe (x_ ± DE) (mg/día) fue: 10,8 ± 4,6. El
          porcentaje de mujeres con IB inadecuados fue: Hb (g/dl) < 10.5: 2%;
          PE > 70 µg/dl de glóbulos rojos: 6,5%; FERR (ng/ml) < 12: 6%;
          12 - 20 : 16%. Según el Instituto Americano de Medicina, sólo en las
          gestantes con FERR < 20 ng/ml (22%) sería aconsejable la
          suplementación con Fe, haciéndose necesario en las restantes
          realizar el seguimiento bioquímico del estado de los depósitos,
          antes de la administración de suplementos de Fe. Abstract  Biochemical
          iron status and intake in a population of pregnant women of Buenos
          Aires. The iron (Fe) nutritional status was studied in 113 healthy
          pregnant women, age: 24.8 ± 6.1 Ys. During the second trimester
          (gestational age: 16.9 ± 3.8 weeks), a 24 h dietary recall was
          carried out and daily Fe intake was calculated, according to
          Latinoamerican and German Food Composition Tables. On the same day,
          hematocrit (Hct), hemoglobin (Hb), erythrocyte protoporphyrin (EP) and
          serum ferritin (SF) were determined in fasting blood samples. Mean
          daily Fe intake was 10.8 ± 4.6 mg. The percentage of population with
          abnormal biochemical values was: Hb (g/dL) < 10.5: 2%; PE > 70
          µg/dL of red blood cells: 6.5%; SF (ng/mL) < 12: 6%; 12-20: 16%.
          According to the new recommendations of the American Institute of
          Medicine, Fe supplementation would be necessary in women with SF <
          20 ng/mL (22%). Therefore, the follow-up of iron stores would be
          necessary in those with SF > 20 ng/mL before Fe administration.   Dirección postal: Dra. María Luz Pita Martín de Portela,
          Cátedra de Nutrición, Facultad de Farmacia y Bioquímica, UBA,
          Junín 956, 1113 Buenos Aires, Argentina. Fax: 54-1-964-8243 Recibido: 30-X-1997 Aceptado: 2-III-1998   La anemia por deficiencia de hierro (Fe), problema de Salud
          Pública de amplia prevalencia en el mundo, es causada por el bajo
          consumo de alimentos aportadores de Fe hemínico (principalmente
          carnes rojas) y/o vitamina C, así como por otras causas no
          nutricionales (pérdidas anormales de sangre, parasitosis y embarazos
          repetidos)1.La prevalencia de anemia durante el embarazo supera el 50% en ciertas
          regiones de Asia, Africa y América Latina; las causas residen en que
          el Fe biodisponible aportado por la dieta no cubre los requerimientos;
          y, si la mujer no dispone de depósitos suficientes de Fe al inicio
          del embarazo (> 500 mg) es altamente probable que desarrolle anemia
          ferropénica1.
 La prevención de la deficiencia de Fe es un objetivo prioritario de
          la OMS, que ha aconsejado administrar rutinariamente suplementos de Fe
          durante el segundo y tercer trimestre del embarazo, suponiendo que las
          elevadas necesidades de Fe de ese período no se pueden cubrir con una
          dieta equilibrada, aun cuando el Fe sea de elevada biodisponibilidad1.
          Sin embargo, existe controversia en relación a este criterio y,
          además, se reconoce que el exceso de Fe es perjudicial, ya que
          disminuye la absorción de otros nutrientes esenciales, como el zinc,
          y promueve la generación de radicales libres2.
 El estado nutricional con respecto al Fe en Argentina es poco
          conocido, existiendo datos de algunos estudios parciales en mujeres no
          embarazadas de distintas zonas del país3, 4. No obstante, es habitual
          la administración rutinaria de suplementos de Fe sin realizar el
          diagnóstico bioquímico o contando solamente con una determinación
          de hematocrito y/o de hemoglobina.
 Con objeto de evitar la administración indiscriminada de suplementos
          de Fe, estamos llevando a cabo el diagnóstico y seguimiento
          bioquímico - nutricional de gestantes, de la zona Oeste del Gran
          Buenos Aires, a partir del segundo trimestre del embarazo. En este
          trabajo se presentan los datos de ingesta de Fe y de una batería de
          indicadores bioquímicos, en 113 gestantes clínicamente sanas,
          asistidas prenatalmente en el Hospital Diego Paroissien (La Matanza,
          Pcia. de Buenos Aires) entre los años 1994-1996. El trabajo fue
          aprobado por las autoridades del Hospital y las gestantes dieron su
          consentimiento luego de informarles el objetivo del mismo. Las
          características de la población estudiada fueron (x_ ± DE): edad
          (años) 24,8 ± 6,1; altura (cm) 157,0 ± 5,5; peso (previo al
          embarazo) (Kg): 59,3 ± 9,7; edad gestacional (semanas) 16,9 ± 3,8;
          las gestas previas oscilaron entre 1 y 10.
 En la primera visita prenatal se realizó una encuesta, por
          recordatorio de 24 hs de la ingesta de alimentos del día anterior,
          calculando la ingesta de energía (IE), de proteínas (IPr) y de
          hierro (IFe) a partir de Tablas de Composición latinoamericanas y
          alemanas5, 6. El porcentaje de adecuación con respecto a energía y
          proteínas se calculó utilizando los últimos criterios FAO/OMS/UNU7.
          El mismo día, se extrajo sangre venosa en ayunas, determinando:
          Hematocrito (Hto), micrométodo estándar; Hemoglobina (Hb,g/dl),
          método de cianometahe-moglobina8; Protoporfirina Eritrocitaria (µg
          PE/dl glóbulos rojos) (µg PE/dl g.r.), según Piomelli9; en suero,
          Ferritina (ng FERR/ml) (Enzymun - Test Ferritina, Boehringer Lab).
 La ingesta diaria (x_ ± DE) de energía fue: 2075 ± 792 Kcal y la de
          proteínas (g) 70,5 ± 29,0 g, representando porcentajes de
          adecuación de: 83 ± 34 y 144 ± 67, respectivamente. La ingesta
          promedio de Fe (mg/día) fue de 10,8 ± 4,6 (rango: 2,5 - 26,3),
          siendo en el 100% de los casos inferior a la ingesta recomendada de 30
          mg/día, cifra establecida teniendo en cuenta una biodisponibilidad
          del Fe de 15% en dietas con consumo frecuente de carnes1 , 10.
 En la Tabla 1 figuran los valores promedio, desvíos estándar y
          rangos de los indicadores bioquímicos. En la Fig. 1 se muestra la
          distribución de la población de acuerdo a rangos de valores de los
          indicadores bioquímicos, según el criterio diagnóstico sugerido por
          el Instituto Americano de Medicina (IAM)2: anemia: Hb < 10,5 g/dl;
          agotamiento de depósitos de Fe: FERR < 12 ng/ml; deficiencia de
          hierro: FERR < 20 ng/ml. Se debe tener en cuenta que el valor de
          FERR (ng/ml) x 10 es indicativo de los mg de Fe de depósito11, 12.
 Pese a las bajas ingestas de Fe, la Hb fue inferior a 10,5 g/dL en
          sólo dos casos y superior a 13,2 g/dl en el 30% de las gestantes. Por
          otra parte, en el 93,5% los valores de PE fueron compatibles con
          adecuada eritropoyesis (PE < 70 µg/dl g.r.). La FERR fue inferior
          a 20 ng/ml en 22% de gestantes; en estos casos se debería administrar
          suplementos de Fe, según el IAM. En 40% de los casos la FERR fue
          superior a 50 ng/ml indicando más de 500 mg Fe de depósito, cifra
          adecuada según FAO/OMS para afrontar las elevadas necesidades del
          embarazo, sin necesidad de administrar suplementos de Fe (fig. 1)1.
 Esta aparente discrepancia entre los datos de encuesta dietética y
          los de los indicadores bioquímicos puede explicarse en función de
          las características de la dieta del grupo estudiado. Como es sabido,
          la cifra de IFe, por sí sola, no es un indicador confiable de estado
          nutricional, si no se conoce su biodisponibilidad, que depende de la
          composición de la dieta.
 En nuestro estudio se constató que el 96% de las mujeres había
          consumido carnes el día de la encuesta, con un consumo promedio de
          152 g por día; estas cifras sugieren que la biodisponibilidad del Fe
          de esas dietas puede ser superior al 15%, cubriendo las necesidades
          con menos de 30 mg/día. Por otra parte, la IFe, expresada en mg/1000
          Kcal fue de 5,31 ± 1,67, cercana a la aconsejada para Latinoamérica
          de 6 mg/1000 Kcal13, y los casos de ingestas bajas se debieron a la
          baja ingesta energética.Estos resultados explicarían que en el 40%
          de las mujeres se hayan encontrado valores de FERR > 50 ng/ml,
          indicando que los depósitos de Fe son suficientes para cubrir las
          necesidades del embarazo sin la administración de suplementos. Por
          otra parte, en la población estudiada se han evidenciado altas
          concentraciones de Hemoglobina (> 13,2 g/dl) asociadas con
          hipertensión inducida por el embarazo (HIE)14, 15. Por todo ello, se
          ha considerado necesario realizar el seguimiento longitudinal de las
          gestantes, observando la evolución de los diferentes indicadores
          bioquímicos, para realizar la suplementación de aquellas con
          depósitos insuficientes, evitando la prescripción rutinaria de Fe y
          sus potenciales riesgos.
 Agradecimientos:Trabajo financiado por UBA FA 086.A Boehringer Mannheim Argentina y Wiener lab que colaboraron
          proveyendo reactivos para las determinaciones de laboratorio.
 A la Dra. Silvia Giráldez, ex-médica del Servicio de Obstetricia del
          Hospital D. Paroissien, quien posibilitó la toma de las muestras de
          las gestantes.
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 Fig. 1.- Distribución de la población de gestantes
 TABLA 1.- Valores promedio, desvío estándar y rangos (entre
          paréntesis) de los indicadores bioquímicos en las gestantes
          estudiadas Hematocrito (%) 38,2 ± 3,4 (30,0 - 50,0)Hemoglobina (g/dl) 12,5 ± 1,3 (8,5 - 16,4)
 Protoporfirina Eritrocitaria (µg/dl
 de glóbulos rojos) 31 ± 20 (1 - 119)
 Ferritina Sérica (ng/ml) 54 ± 40 (4 - 200)
 
 
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