|  |  | CANCER EN ENFERMOS DE
          SIDA EXPERIENCIA EN UN
          HOSPITAL GENERAL EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES   ADRIANA E. TOMADONI, RAUL
          C. WAINSTEIN Servicio de Oncología,
          Hospital Nacional Prof. Alejandro Posadas, Haedo Key words: cancer in AIDS, lymphoma, Kaposi sarcoma Resumen  Entre
          enero de 1987 y julio de 1997 en el Hospital Nacional “Profesor
          Alejandro Posadas” se trataron 23 pacientes HIV+ con cáncer (2% de
          la población infectada por HIV: 1.100 pacientes). Doce de los
          pacientes (52%) presentaron sarcoma de Kaposi (SK), otros 5 (22%)
          presentaron linfomas no Hodgkin a células B (LNH); los restantes
          padecieron otras neoplasias no marcadoras. En los pacientes con LNH se
          observaron localizaciones infrecuentes como forma de presentación,
          mala tolerancia a los esquemas quimioterápicos insaturados y una
          sobrevida media de 3 meses. Los pacientes con SK no mostraron
          respuesta positiva al Interferón alfa 2 recombinante ni a los
          esquemas quimioterápicos a base de etopósido. Se notó una alta
          incidencia proporcional de linfomas de Hodgkin (LH) (13% del total de
          las neoplasias). A diferencia de lo publicado anteriormente en la
          bibliografía consultada, no hubo aquí aumento observable en la
          incidencia de linfomas no Hodgkin. Los pacientes HIV+ con cáncer que
          fueron sometidos a radioterapia presentaron mala tolerancia al método
          terapéutico y efectos adversos no observados habitualmente en
          pacientes no HIV+. Abstract  Cancer
          in AIDS patients. Experience of a General Hospital in the Province of
          Buenos Aires. Twenty three HIV+ patients with cancer (2% of the
          infected population: 1100 patients) were treated at our Hospital
          between January 1987 and July 1997. Twelve patients (52%) had Kaposi’s
          sarcoma (KS), five (22%) presented non Hodgkin lymphoma - B cell type
          (NHL), the remaining patients presented other non AIDS defining
          neoplasias. The patients with NHL presented, at the time of diagnosis,
          several infrequent localizations, poor tolerance to chemotherapy with
          a mean survival of 3 months. The patients with Kaposi sarcoma had
          neither positive response to recombinant Interferon alfa 2 nor to the
          etoposide regimens. A relatively high percentage (13%) of
          Hodgkin-disease (HL) was observed. Unlike previously consulted data,
          there was no apparent increased incidence of NHL. HIV+ patients with
          cancer who underwent conventional radiotherapy presented major
          toxicity and adverse effects not currently observed in non HIV+
          patients.   Dirección postal: Dra. Adriana Tomadoni, Lafuente 723, 1406
          Buenos Aires, Argentina. Fax: 54-1-307-4847 Recibido: 18-VI-1997 Aceptado: 5-XI-1997   Los primeros informes sobre la alta incidencia en pacientes
          HIV/SIDA de neoplasias de bajísima frecuencia en la población
          general, (1981-1982)1, 3, confirmaron en gran escala, lo que hasta esa
          fecha era observado en otras poblaciones de pacientes con inmunidad
          celular alterada: transplantados renales y cardíacos o con
          enfermedades congénitas del tipo de la hipogama-globulinemia ligada
          al sexo, enfermedad de Wiskot-Aldrich y enfermedad de Di George, entre
          otras4, 7.La infección por HIV produce alteración profunda de la inmunidad
          mediada por células y desde los inicios de la epidemia se interpretó
          que el sarcoma de Kaposi (SK) y el linfoma no Hodgkin a células B
          (LNH) eran un resultado directo de la inmunodeficiencia subyacente8,
          9.
 De hecho, el centro para el Control de Enfermedades de EE.UU (CDC) les
          asignó rango de enfermedades marcadoras de SIDA: al SK desde 1981, al
          LNH (con su variedad primaria de cerebro) desde 1985 y al cáncer de
          cuello uterino desde 199310, 11.
 El gran número de infectados que en los albores de la enfermedad
          desarrollaron SK en sus formas sistémicas (no vistas antes salvo en
          informes de Africa)12, el gran número de pacientes con LNH, que
          aumenta en la actualidad en virtud de la mayor sobrevida y el mejor
          control de las infecciones oportunistas, la disyuntiva médica de
          utilizar terapéuticas mielodepresoras en pacientes leucopénicos e
          inmunoincompetentes (con las alternativas que esto conlleva), han
          hecho que esta asociación (cáncer y SIDA) se convierta en una
          situación a la vez desgraciada para el paciente, de desafío para el
          equipo médico y de preocupación para los sistemas de salud.
 Pacientes y métodos Nuestro hospital de 500 camas, enclavado en el oeste del Gran
          Buenos Aires recibió al primer paciente HIV+ en 1987. Desde esa fecha
          hasta ahora consultaron, aproximadamente 1100 infectados (550 con
          SIDA) con una relación hombre:mujer de 3:1.El 50% fueron adictos endovenosos y el 50% fueron contagiados por vía
          sexual. De ellos 23 tuvieron neoplasias asociadas (2%), 12 SK (1%), 5
          LNH (0.45%) y otros 6 cánceres (0.55%). (ver Tabla 1).
 De los 12 individuos con sarcoma de Kaposi (52% de las neoplasias), 3
          fueron mujeres (25%) con parejas bisexuales; diez pacientes
          presentaron expresión dérmica (entre otras localizaciones) y en 2
          casos, exclusivamente ganglionar.
 Dos pacientes recibieron quimioterapia (QMT) a base de etopósido
          debido a infiltración pulmonar rápidamente evolutiva. En 4 casos
          (33% del total) indicamos radioterapia (RT) para paliar infiltraciones
          dolorosas o afecciones disfuncio-nales (edemas secundarios, compromiso
          del glande o plantar). En un único caso se irradió la cara de un
          paciente infiltrada por sarcoma de Kaposi que le producía una
          malformación que remedaba las descripciones clásicas de la lepra
          lepromatosa.
 El interferón alfa 2 recombinante fue indicado en los 4 pacientes
          que, teniendo CD4 > 200 cél/mm, presentaban compromiso ganglionar
          o dérmico rápidamente evolutivo. Se comenzó con 3 millones de
          unidades subcutáneas día por medio. Se escaló la dosis cada dos
          semanas (5 millones de unidades subcutáneas día por medio, 6
          millones, etc.) hasta observar efectos adversos (síndrome gripal
          severo).
 De los 5 pacientes con LNH (22% de las neoplasias) 4 desarrollaron
          formas sistémicas y uno, localización primaria de cerebro. Este
          último se biopsió por esteroataxia y recibió RT como único
          tratamiento. De las formas sistémicas, 2 fueron inmunoblásticas y 2
          del tipo Burkitt. Tres de los pacientes (60%) eran adictos
          endovenosos.
 Los pacientes con enfermedad sistémica presentaron síntomas B (en
          ausencia de infecciones oportunistas) y estadios avanzados (III-IV)
          con gran carga tumoral (enfermedad «bulky»). Dos de ellos tuvieron
          localizaciones infrecuentes: una mujer debutó con una metrorragia por
          infiltración linfomatosa del endometrio y un varón -adicto
          endovenoso- tenía una formación en su cavidad oral de
          aproximadamente 8 cm de diámetro. Esta formación ocupaba la
          totalidad de la cavidad impidiendo la deglución, salía por la boca y
          se hallaba ulcerada y sobreinfectada.
 El tratamiento, en todos los casos, fue QMT con esquema CHOP
          (ciclofosfamida, doxorrubicina, vincristina y prednisona) a dosis
          estandar, con un promedio de 2 cursos por paciente. La suspensión del
          tratamiento se debió a progresión o muerte.
 En cuanto a los restantes pacientes se observó:
 I) un individuo con cáncer de testículo variedad no seminoma, quien
          recibió quimioterapia con esquema BEP (bleomicina, etópsido y
          platino) pro 4 cursos.
 II) un paciente con adenocarcinoma de pulmón, estadío III a
          (loco-regionalmente avanzado) al que se le indicó radioterapia.
 III) un paciente con un fibrosarcoma que comprometía estructuras de
          base de cráneo y macizo facial, que se irradió.
 IV) tres pacientes con linfoma de Hodgkin (13% de nuestras neoplasias)
          en estadios IIb, IIIb y IVb, con infiltración del canal medular y
          paraplejia en este último caso. En el caso del estadio IIb, se
          trataba de una portadora con carga viral no dosable luego de
          tratamiento antirretroviral.
 Los tres pacientes con linfoma de Hodgkin recibieron quimioterapia con
          COPP y/o ABV (ciclofosfamida, vincristina, procarbazina y prednisona
          y/o doxorrubicina, bleomicina y vin-blastina).
 v) una paciente con cáncer de cuello uterino cuya neoplasia fue
          hallazgo de la necropsia.
 Resultados De los pacients con SK, once fallecieron por otras patologías, en
          tanto sólo uno de ellos lo hizo a raíz de la insuficiencia
          respiratoria secundaria al SK pulmonar.Los dos pacientes que recibieron QMT fallecieron con progresión de
          enfermedad sin respuesta objetiva al tratamiento.
 Los pacientes sometidos a radioterapia, a excepción del caso en que
          se utilizó acelerador lineal, tuvieron intolerancia al tratamiento
          (leucopenias severas, deterioro del estado general, mucositis) y aún
          lesiones producidas por éste.
 Los pacientes que recibieron Interferón no tuvieron respuestas
          objetivas, presentando síndrome gripal moderado-severo. No se pudo
          llegar a las dosis sugeridas en la literatura (20 millones de
          unidades) por efectos adversos, negativa del paciente o falta de
          obtención del fármaco.
 Los pacientes con LNH con formas sistémicas recibieron quimioterapia
          con esquema CHOP, con un promedio de 2 cursos por paciente. La
          suspensión del tratamiento se debió a progresión o muerte. En dos
          casos la respuesta a los antineoplásicos fue del 90% con progresión
          ulterior. La paciente con linfoma primario de cerebro recibió
          tratamiento radiante cerebral total, con progresión posterior.
 En los 5 pacientes el cáncer fue su causa de muerte por progresión
          de la enfermedad o por infección intercurrente en período de
          neutropenia post QMT, con una sobrevida media de 2.8 meses.
 Con respecto a los pacientes portadores de otros cánceres no
          marcadores, las respuestas observadas fueron:
 I) el paciente con cáncer de testículo tuvo respuesta parcial al
          tratamiento antineoplásico.
 II) el individuo con cáncer de pulmón debió suspender la
          radioterapia por un herpes zoster de extensión atípica en el área
          irradiada.
 III) el paciente con fibrosarcoma presentó progresión de enfermedad
          2 meses post radioterapia.
 IV) dos de los pacientes con linfoma de Hodgkin tuvieron mala
          respuesta a los agentes quimioterápicos con mala evolución y
          sobrevida media de 9 meses. En el caso de la paciente portadora (HIV+)
          presentó respuesta completa clínica y sobrevive libre de enfermedad
          al año del fin de tratamiento.
 Discusión El SK es 1.000 veces más frecuente en pacientes HIV+ que en la
          población general y dentro de la población infectada es 10 veces
          más frecuente en varones homo y bisexuales que en los adictos
          endovenosos. El LNH es 150 veces más frecuente y el LH es 40 veces
          más frecuente de hallar en un paciente HIV/SIDA que en un
          seronegativo13.A diferencia de la literatura extranjera, la incidencia de neoplasias
          en nuestra población seropositiva es muy baja (2%).
 Mucho más bajo aún es el porcentaje de pacientes que debutan con una
          neoplasia como enfermedad marcadora (0.18%). En la ciudad de Nueva
          York durante 1988, sólo el SK era el primer diagnóstico marcador en
          el 18% de los HIV+ 14, 15.
 En cuanto al cáncer como causa de muerte, en nuestro medio
          constituyó el 0.73%. La situación socio-laboral -desocupación y
          falta de cobertura social- de los adictos y sus parejas, asistidos en
          este hospital, dificulta su correcta asistencia. La principal causa de
          muerte en la población HIV+ la constituyen las infecciones
          oportunistas.
 No hemos observado los porcentajes de respuestas a los tratamientos
          quimioterápicos o inmunológicos que figuran en la bibliografía
          consultada (75% de respuestas parciales con VP-16 y del 17 al 40% con
          interferón para el SK y 35 al 50% de respuestas completas con QMT
          para el LNH)16-20. En el caso de los LNH ello puede deberse al hecho
          que todos nuestros pacientes tenían signos de mal pronóstico: CD4
          < 100 cél/mm, Karnofsky < 70, EIII/IV21.
 En cuanto a los SK, hemos administrado dosis menores a las referidas
          en la bibliografía (20 millones de unidades). Esto se debe, por un
          lado a las dificultades que experimentan los pacientes sin cobertura
          para obtener medicación onerosa y por otro, a que el estado general
          de los pacientes no permitió alcanzar dichas dosis en función de sus
          efectos tóxicos. Estos hechos explicarían la razón por la cual
          nuestra experiencia difiere de los datos bibliográficos antes
          citados.
 No observamos aumento de incidencia de LNH en los últimos años,
          fenómeno observado en EEUU y Europa (citado como «the emerging
          epidemic») y adjudicado al aumento de la sobrevida y al mejor control
          de las infecciones oportunistas22, 23.
 En nuestra población HIV+ con baja incidencia de cáncer, llama la
          atención que el LH constituya el 13% del total de las neoplasias.
          Este porcentaje es más alto que en el resto de los informes, donde
          los primeros 4 casos aparecieron en 198524, 25. Si bien no es una
          enfermedad marcadora y no se ha podido hallar una cau-salidad entre el
          virus y el Hodgkin, a esta altura y a la luz de la literatura
          disponible, es difícil seguir adjudicándole características
          azarosas a esta asociación (como se piensa, si es el caso de los LNH
          de células T)26-28.
 Mención especial en esta discusión, por sólo ser un hallazgo de
          necropsia en nuestra casuística, merece el cáncer de cuello uterino.
          El papilomavirus humano es el cancerígeno implicado en el desarrollo
          de esta neoplasia29, 30. Se estima que la prevalencia de neopla- sia
          intraepitelial (CIN) en mujeres HIV+ está entre el 25-50%31-34. Las
          pacientes con carcinoma de cuello invasor de nuestro Servicio son
          sometidas a estudios para serología rutinariamente, con resultados
          negativos a la fecha.
 En conclusión, en líneas generales, a la luz de nuestra experiencia
          preferimos:
 1. No instaurar tratamiento a base de drogas citostáticas en
          pacientes con SIDA que padecen infecciones oportunistas.
 2. En caso de utilizar QMT, utilizar esquemas tradicionalmente
          probados y reconocidos para cada neoplasia, a dosis estándar.
 3. Utilizar factores estimulantes de colonias, ya que su
          administración rutinaria postquimioterapia disminuye los casos de
          neutropenia y permite respetar los tiempos y dosis planeados al inicio
          del tratamiento.
 4. Evitar la RT con fin cosmético.
 5. Utilizar la variante de «baño de electrones» o bajas dosis de
          cobaltoterapia para disminuir síntomas infiltrativos o
          disfuncionales, lo cual se logra en pocas sesiones y sin necesidad de
          que las mismas sean diarias (si el traslado es penoso para el
          paciente)35-37.
 6. No instaurar tratamiento etiológico en el SK, salvo compromiso
          visceral constatado o lesiones ganglionares o en piel rápidamente
          evolutivas.
 7. En la situación anterior, si el recuento de CD4 es > 200
          cél/mm indicamos interferón; si es menor: QMT.
 Bibliografía 1. Friendman-Kien, Laubenstein LJ, Rubinstein, Buimovici-Klein E,
          marm M, Stahl R, et al. Disseminated Kaposi’s sarcoma in homosexual
          men. An Intern Med 1982; 96: 693-700.2. Yaffe HW, Bregman DJ, Selik RM. Acquired immune deficiency syndrome
          in the United States: the first 1.000 cases. J Infect Dis 1983; 148:
          339-45.
 3. Estévez ME, Bruno S, Sen L, Scaglione C, Diez RA, Musso AM.
          Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) con sarcoma de Kaposi
          en varones homosexuales de Argentina. (carta). Medicina (Buenos Aires)
          1983; 43: 477.
 4. Harwood AR, Osoba D, Hofstader SL, Smith GV. Kaposi’s sarcoma in
          recipients of renal transplants. am J Med 1979; 67: 759-62.
 5. Hoover R, Fraumeni IF. Risk of cancer in renal transplant
          recipients. Lancet 1973; 2: 55-8.
 6. Broder S. Abnormal immunoregulation in pediatric cancer and
          immunodeficiency. Pediatr Oncol 1981; 1: 3-45.
 7. Purtilo DT, Linder I. Oncological consequences of impaired immune
          surveillance against ubiquitous viruses. J Clin Immunol 1983; 3:
          197-206.
 8. Mathé G. AIDS and its association with human tumors and viroses. A
          viral and/or immunogenetic cause? Biomed Pharmacother 1983; 37: 153-9.
 9. Giraldo G, Beth E, Buonaguro FM. Kaposi’s sarcoma: a natural
          model of interrelationships between viruses, immunologic responses,
          genetics and oncogenesis. Antibiot Chemother 1983; 32: 1-11.
 10. Centers for Disease Control: revision of the case definition of
          acquired immunodeficiency syndrome for national reporting. United
          States MMWR 1985; 4: 373-86.
 11. Centers For Disease Control: 1993 revised clasification system for
          HIV infection and expanded surveillence case definition for AIDs among
          adolescents and adults. MMWR 1992; 41 (No RR-17): 1-108.
 12. Dowwing RG, Eglin RP, Bayley AC, African Kaposi’s sarcoma and
          AIDS. Lancet 1984; 1 (375): 478-80.
 13. Serraino D, Pezzotti P, Dorrucci M, Alliegro MB, Sinicco A, Rezza
          G (for the HIV Italian serconversion study group). Cancer incidence in
          a cohort of human immunodeficiency virus seroconverters. Cancer 1997;
          79: 1004-8.
 14. Beral V, peterman T, Borkelman R, Jaffe H. Kaposi’s sarcoma
          among persons with AIDS: a sexually transmitted infection? Lancert
          1990; 335: 123-8.
 15. Des Iarlais DC, Stoneburner R, Thomas P, Friedman SR. Declines in
          proportion of Kaposi’s sarcoma among cases of AIDS in multiple risk
          groups in New York City (letter). Lancet 1987; 2: 1024-5.
 16. Goodman I, Chapman R, Meiri E. Clinical review of epidemic Kaposi’s
          sarcoma with focus on treatment modalities. Henry Ford Hosp Med J.
          1987; 35: 26-9.
 17. Volberding PA. The role of chemotherapy for epidemic Kaposi’s
          sarcoma. Semin Oncol 1987; 2 (Suppl 3): 23-6.
 18. Mitsuyasu RT. The pathogenesis and treatment of AIDs - related
          Kaposi’s sarcoma. In: Educational book of the 31 th anual meeting of
          the American Society of Clinical Oncology (ASCO) 1995, May: 160-4.
 19. levine AM, Weinz JC, Kaplan L, Tulpule A. Low dose chemotherapy
          with CNS prophylaxis and AZT maintenance in AIDS - related lymphoma: a
          prospective, multi-institutional trial. JAMA 1991; 266: 84-8.
 20. Scadden DT, Doweiko J, Schenkein D. A phase I/II trial of combined
          immunoconjugate and chemotherapy for AIDs-related lymphoma. Blood
          1993; 82: 386-90.
 21. Gill PS, Levine AM, Krailo M, Rarick MV, loureiro C and Levine AM.
          AIDs related malignant lymphoma: results of prospective treatment
          trials. J Clin Oncol 1987; 5: 1322-8.
 22. Levine AM. AIDS-related malignancies: the emerging epidemic
          (review). J Natl Cancer Inst 1993; 85: 1382-6.
 23. hessol NA, Koblin BA, Zauber AG, Taylor PE, Buchbinder SP, katz MH
          et al. Increased incidence of cancer among homosexual men. New York
          City and San Francisco. In: XI International Conference on AIDs, 1996,
          July 12. Vancouver. Abstract Book. Volume 1: 248-53.
 24. Serrano M, Bellas C, Campo E, Ribera J, martin C, Rubio R, et al.
          Hodgkin’s disease in patients with antibodies to human
          immunodeficiency virus: a study of 22 patients. Cancer 1990; 65.
          2248-54.
 25. Ree HJ, Strauchen JA, Khan AA, Gold JE, Drowley JP, Kahn H et al.
          HIV Associated Hodgkin’s disease. Clinicopathologic studies of 24
          cases and preponderan- ce of mixed cellularity type characterized by
          the occurren-ce of fibrohistiocytoid stroma cells. Cancer 1991; 67:
          1614-21.
 26. Molina A. Is Hodgkin’s disease and AIDS associated disease?
          (letter). Oncology Huntingt. 1987; 1: 52.
 27. Hessol NA, Katz MH, Li JK, Buchbinder SP, Bubino CJ, Holmberg SD.
          Increased incidence of Hodgkin’s disease in homosexual men with HIV
          infection. Ann Intern Med 1992; 117: 309-11.
 28. Tirelli V, Vacher e, Rezza G. Hodgkin’s disease and infection
          with the HIV in Italy. Ann Intern Med 1988; 108.
 29. Matorra R, Ariceta J, Rementeria A. Human immunode-ficiency
          virus-induced immunosuppression: a risk factor for human
          papillomavirus infection. Am J Obstet gynecol. 1991; 164: 42-5.
 30. Tweddel G, Heller P, Cunnawne M. The correlation between HIV
          seropositivity, cervical dysplasia and HPV subtypes 6/11, 16/18,
          31/33/35. Gynecol Oncol 1994; 52: 161-4.
 31. Fruchter RG, Maiman M, Sillman F. Characteristics of cervical
          intraepithelial neoplasia in women infected with the HIV. Am J Obstet
          Gynecol 1994; 171: 531-7.
 32. Schager A, Friedman W, Mielke A, Katz M. Frequency of cervical
          neoplasis in women with HIV is related to degree of immunosupression.
          Am J Obs Gyn 1991; 164: 593-4.
 33. Relliman MA, Dooley DP, Burke TW: Rapidly progressing cervical
          cancer in a patient with HIV infection. Gynecol Oncol 1990; 36: 435-8.
 34. Maimam M, Fruchter RG, Guy L. HIV infection and invasive cervical
          carcinoma. Cancer 1993; 7: 402-6.
 35. Lampenfeld M. On the efficacy of radiotherapy for lymphomas in
          AIDs patients (letter). Oncology Huntingt 1987; 8: 52.
 36. Cooper JS, Freed PR. Defining the role of radiation therapy in the
          management of epidemic Kaposi’s sarcoma. Int J Radiot Oncol Biol
          Phys 1987; 31: 35-9.
 37. Nobler MP, Leddy ME, Huh SH. The impact of palliative irradiation
          on the management of patients with AIDs. J Clin Oncol 1987; 5: 107-12.
 
 
 TABLA 1.- Tipos de cáncer en pacientes HIV+ SK LNH LH Otros Total Mujeres 3 2 2 - 7Hombres 9 3 1 3 16
 N° neoplasias (%) 12 (52) 5 (22) 3 (13) 3 (13) 23 (100)
 SK: Sarcoma de Kaposi; LNH: Linfoma no Hodgkin; LH: Linfoma de
          Hodgkin 
         |  |  |  |  |