|  |  | INFECCIONES RESPIRATORIAS AGUDAS EN SANTA FE ETIOLOGIA DE LAS INFECCIONES AGUDAS DEL TRACTO RESPIRATORIO
          INFERIOR EN NIÑOS MENORES DE CINCO AÑOS EN SANTA FE MarIa
          Delfina Sequeira1, Elsa Zerbini1, MarIa Susana Imaz1, InEs Veronessi1,
          Omar Latini1, Raquel Cociglio2, Judith Pierini3 1Instituto Nacional de
          Epidemiología Emilio Coni. Santa Fe, 2Hospital de Niños Ricardo
          Gutiérrez, Santa Fe, 3Hospital J.B. Iturraspe, Santa Fe.
 Key words:  infecciones respiratorias agudas, virus
          respiratorios.
   Resumen  Para
          conocer los agentes etiológicos de las infecciones respiratorias
          agudas (IRA) del tracto inferior y la portación de bacterias en
          aspirados nasofaríngeos (ANF), en niños menores de 5 años, se
          realizó un estudio en la ciudad de Santa Fe durante 1993, 1994 y
          1995. Se incluyeron 450 enfermos y 68 controles sin IRA y se tomaron
          muestras de sangre, líquido pleural y ANF para cultivo bacteriano. En
          los ANF se realizaron técnicas de inmunofluorescencia para virus, y
          se empleó suero para detección de IgM anti Chlamydia trachomatis. El
          6,2% (14/224) de los hemocultivos resultaron positivos. Se aislaron 11
          cepas de Streptococcus pneumoniae (cinco resistentes a oxacilina) ,
          dos de Haemophilus influenzae y una de Staphylococcus aureus. El virus
          sincicial respiratorio fue el agente etiológico del 23,3% (105/450)
          de las IRA. El 24% de los niños con factores de riesgo para Chlamydia
          trachomatis tuvieron altos títulos de IgM específica. Las dos
          bacterias más aisladas de ANF de niños con IRA fueron H. influenzae
          (31,6%) y S. pneumoniae (23,4%) y, de los controles, estreptococos
          grupo viridans (26,5%), H. influenzae (23,5%) y Moraxella catarrhalis
          (22,1%). Los tipos de S. pneumoniae que prevalecieron fueron 14 y 7.
          El tipo de H.influenzae predominante fue b biotipo I. Durante el
          período del estudio, la sensibilidad de los neumococos a oxacilina
          disminuyó desde 60% hasta 50,8% y la de H. influenzae a ampicilina
          bajó desde 92,3% hasta 79%. Todas las cepas de H. influenzae tipo b
          fueron sensibles a ampicilina. Abstract Acute
          lower respiratory tract infections among children less than 5 years
          old in Santa Fe. The etiology of acute lower respiratory tract
          infections (ARI) and nasopharyngeal bacterial carriage in children
          less than 5 years old living in Santa Fe city, Argentina, was studied.
          A total of 518 children were included in the study: 450 suffering from
          ARI and 68 asymptomatic children. Blood samples, pleural effusions and
          nasopha-ryngeal secretions (NS) were obtained from children for
          bacterial isolations. NS was also used for fluorescent antibody
          techniques, and serum samples were employed for detecting IgM anti
          Chlamydia trachomatis. A bacterial pathogen was isolated from blood in
          6.2% (14/224) of the children with ARI. A total of 11 Streptococcus
          pneu-moniae (five of them oxacillin resistant), two Hae-mophilus
          influenzae and one Staphylococcus aureus strains were isolated. The
          most frequently detected pathogen in the ARI group was respiratory
          syncytial virus (RSV). It was found in 23.3% (105/450) of the children
          with ARI. Among children with risk of Chlamydia trachomatis infection,
          24% presented high titters of specific IgM antibodies. Main bacteria
          carried in NS in the ARI group were H.influenzae (31.6%) and
          S.pneumoniae (23.4%) while viridans streptococci (26.5%), H.influenzae
          (23.5%) and Moraxella catarrhalis (22.1%) were more frequently
          isolated from controls. The most common pneumococcal types were 14 and
          7 and the main type of H.influenzae was b biotype I. During the period
          of this study, the susceptibility of the pneumococcal isolates to
          oxacillin decreased from 60% to 50,8%, and the H.influenzae
          susceptibility to ampicillin fell from 92.3% to 79%. All the
          H.influenzae type b isola-tions were susceptible to ampicillin.   Dirección postal: Dra. María Delfina Sequeira de Latini,
          Instituto Nacional de Epidemiología E. Coni, Blas Parera 8260, 3000
          Santa Fe, Argentina Recibido: 19-I-1996 Aceptado: 17-X-1996   Las Infecciones respiratorias agudas (IRA) y las diarreas son las
          principales causas de morbilidad y mortalidad en menores de cinco
          años en todo el mundo1, 2, 3. En 1993, en Argentina, la tasa de
          mortalidad infantil fue del 22,9 por 1.000 nacidos vivos y la de
          mortalidad por neumonía de 1,0 por 1.000 nacidos vivos, según los
          datos suministrados por el Programa Nacional de Estadísticas de
          Salud.En la Provincia de Santa Fe las tasas son ligeramente inferiores al
          promedio del país y, al igual que en éste, han experimentado un
          descenso muy leve en comparación con la brusca caída de las tasas
          correspondientes a las enfermedades diarreicas; esto se debe a que
          tanto las medidas de prevención como el tratamiento con sales de
          rehidratación oral son efectivos independientemente del agente
          etiológico, mientras que en las IRA dependen de los virus o bacterias
          causales y en éste último caso, de su sensibilidad a los
          antibióticos4.
 El diagnóstico etiológico de las IRA del tracto inferior en niños
          continúa siendo un problema en nuestro país. Los exámenes
          bacteriológicos sólo son confirmatorios de la etiología cuando se
          aislan bacterias de material de punción pulmonar, sangre o
          secreciones pleuropulmonares. La punción pulmonar es un procedimiento
          demasiado agresivo para ser utilizado en estudios epide-miológicos,
          el hemocultivo sólo resulta positivo en casos que cursan con
          bacteriemia, los cuáles son escasos en esta población, y las
          secreciones pleuropulmonares son poco frecuentes en los niños menores
          de 1 año. Por otra parte, las técnicas rápidas de diagnóstico
          virológico no han tenido suficiente difusión, principalmente en el
          interior del país.
 El primer estudio sobre epidemiología, clínica y etiología viral y
          bacteriana de las IRA en niños en Argentina, sobre una muestra
          representativa, se realizó en el período comprendido entre 1984 y
          1988 (5).
 En Santa Fe, en el Instituto Nacional de Epidemiología “E. Coni”
          se realizó un estudio similar en 1984, a partir de aspirados
          nasofaríngeos (ANF); en esa oportunidad no se tomaron muestras para
          hemocultivo. Un 26% de los 104 niños tuvo resultados positivos por
          técnicas de inmunofluorescencia (IF) para virus; la bacteria aislada
          con mayor frecuencia fue Streptococcus pneumoniae6. En 1988, en el
          mismo lugar, se estudiaron 103 niños, resultando 36 positivos por IF
          para virus (35% del total). De los ANF de estos 103 casos, se aislaron
          neumococos en un 23% y Haemophilus influenzae en un 18%. El 94,2% de
          los S. pneumoniae aislados fueron sensibles in vitro a oxacilina y el
          55,8% a trimetoprima-sulfametoxazol (TMS) (resultados no publicados).
 En un estudio posterior realizado en 1992, coordinado por el mismo
          Instituto, se encontró que el porcentaje de cepas de neumococos
          sensibles a oxacilina aislados de ANF de 71 niños se mantenía en el
          96,1%, y en el 69,2% para TMS (resultados no publicados).
 La presente investigación se comenzó durante 1993 y tuvo por
          objetivo general estudiar los agentes infecciosos involucrados en las
          IRA del tracto inferior en niños menores de 5 años en la ciudad de
          Santa Fe. Se excluyeron del estudio niños que hubieran sido
          internados o medicados anteriormente, para descartar las infecciones
          nosocomiales o sobreagregadas.
 Materiales y métodos Población estudiada: Niños menores de 5 años recientemente
          internados con diagnóstico presuntivo de neumonía o bronquiolitis
          que se atendieron en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y en la
          Sala de Pediatría del Hospital J.B. Iturraspe, entre los días lunes
          y jueves, desde el 7 de junio de 1993 hasta el 30 de noviembre de
          1995, con intervalos de receso durante los meses de diciembre y enero.La selección de los niños fue hecha por los médicos pediatras de
          los servicios hospitalarios, en base al diagnóstico clínico inicial
          de neumonía o bronquiolitis, no incluyendo a aquellos que hubieran
          recibido antibióticos en los tres días anteriores. Además se
          incluyó un grupo control de niños menores de 5 años consultantes a
          los mismos Servicios que no presentaban enfermedad respiratoria, cuyo
          número fue de aproximadamente un 20% con respecto al de los niños
          con IRA estudiados. La obtención de las muestras se realizó con el
          consentimiento previo de los padres de los niños.
 Toma de muestras: a.- En 188 niños con diagnóstico clínico
          presuntivo de bronquiolitis en el momento del ingreso se tomó ANF;
          una parte de la secreción se conservó en solución salina reguladora
          (PBS) estéril pH 7.1 y otra porción en medio mínimo esencial (MEM)
          adicionado con albúmina bovina, estreptomicina y gentamicina. La
          muestra en PBS se transportó a temperatura ambiente y la recogida en
          MEM refrigerada entre 2 y 8°C7.
 b.- En 262 niños con diagnóstico clínico presuntivo de neumonía
          unifocal, multifocal, con derrame o neumonitis en el momento de
          ingreso, se tomó ANF tal como se realizó en el grupo a. Además, se
          les tomaron dos muestras de sangre para hemocultivo con un intervalo
          de 30 minutos entre una y otra. Por razones prácticas, sólo se pudo
          obtener la muestra de sangre de 224 niños. En el caso de los 5 niños
          con neumonía con derrame, se tomó además una muestra de líquido
          pleural.
 c.- En 25 niños menores de 6 meses pertenecientes al grupo b y cuyas
          madres habían presentado flujo vaginal durante el embarazo, además
          de ANF y sangre para hemocultivo, se colectó una muestra de sangre
          para diagnóstico de clamidias.
 d.- En 68 niños consultantes sin diagnóstico de IRA, se hizo un
          lavado nasal con PBS estéril y se tomó ANF. Esta muestra se separó
          y conservó en forma similar a las de los niños enfermos.
 Recolección de datos: Se completó una ficha con los datos personales
          del niño, síntomas, diagnóstico pre-suntivo, grado de nutrición,
          necesidades básicas insatisfechas, lactancia materna, antecedentes de
          IRA perinatal, número de leucocitos y linfocitos en sangre,
          tratamiento, evolución clínica y diagnóstico definitivo. El
          diagnóstico clínico definitivo no siempre coincidió con el
          diagnóstico presuntivo, de tal manera que, entre los niños que
          entraron en el estudio, hubo algunos con bronquitis y asma.
 Procesamiento de las muestras: Análisis virológico: se realizó IF
          para virus sincicial respiratorio(VSR), adeno-virus, parainfluenza,
          influenza A e influenza B, empleando anticuerpos monoclonales8, 9, 10.
          Un resultado po-sitivo para cualquiera de ellos los colocó en la
          categoría de agentes etiológicos.
 Análisis bacteriológico: los hemocultivos y líquidos pleurales
          fueron resembrados en agar con sangre de caballo y agar chocolate a
          las 6, 24 y 48 horas. Los ANF se centrifugaron y el sedimento se
          sembró en agar con sangre de caballo y en agar chocolate. A las cepas
          de S. pneumoniae aisladas se les realizó antibiograma por difusión a
          oxacilina, eritromicina, rifampicina, vanco-micina, cloranfenicol,
          TMS, cefuroxima, cefotaxima y tetraciclina, y la prueba de
          concentración mínima inhibitoria (CIM) de penicilina. A las cepas de
          H. influenzae se les realizaron las pruebas microbiológicas para
          detección de beta-lactamasa y acetil-cloranfenicol transferasa, asi
          como la prueba de sensibilidad por difusión a ampicilina,
          cloranfenicol, eritromicina, rifam-picina, tetraciclina, cefuroxima,
          cefotaxima y ampicilina-sulbactama11, 12. Se consideró agente
          etiológico a toda cepa aislada de hemocultivo o de líquido pleural.
          Se consideró bacteria portada a la bacteria aislada de ANF cuyo
          desarrollo llegaba hasta la quinta estría y predominaba sobre el
          resto; al niño al cual se le aisló dicha bacteria se lo consideró
          portador.
 Todas las cepas de S. pneumoniae y H. influenzae aisladas de
          hemocultivo y ANF, tanto de niños enfermos como de controles sin IRA,
          que se mantuvieron viables, fueron estudiadas en las Divisiones de
          Bacteriología Clínica y Antimicrobianos del Instituto Nacional de
          Microbiología Carlos G. Malbrán para confirmar los resultados de las
          pruebas de sensibilidad y para su tipificación.
 Análisis para Chlamydia trachomatis: los sueros fueron procesados por
          IF para detección de IgM específica anti C. trachomatis en el Centro
          de Educación Médica e Investigaciones Clínicas Norberto Quirno
          (CEMIC), Buenos Aires13. Se consideró que un resultado positivo era
          índice de enfermedad causada por este agente.
 Análisis estadístico: Se usó la prueba c2 para establecer la
          existencia o no de diferencias significativas.
 Resultados Se estudiaron 450 niños enfermos y 68 controles sin IRA. El 65% de
          los niños estudiados se concentró en los meses de junio, julio y
          agosto (Figura 1).El 80% de los niños del estudio tenía menos de un año, lo que puede
          no ser representativo de la ocurrencia de IRA en la población
          general, ya que por ser menores requieren de mayores cuidados y se los
          interna en mayor proporción. Entre los niños controles el 70% era
          menor de un año.
 El diagnóstico clínico definitivo basado en radiología, exámenes
          de laboratorio y evolución clínica, no siempre coincidió con el
          diagnóstico presuntivo, de tal manera que, entre los niños que
          entraron en el estudio, hubo algunos con bronquitis y asma no
          previstos en el protocolo.
 La distribución por diagnóstico clínico mostró que las neumonías
          casi duplican a las bronquio-litis. Los porcentajes de las neumonías
          con derrame pleural y acompañadas por sepsis generalizada fueron 0,9%
          y 0,4% respectivamente y se presentaron en niños mayores de 1 año
          (Tabla 1).
 Se consiguieron datos de estado nutricional, necesidades básicas
          insatisfechas (NBI), lactancia materna y antecedentes de IRA perinatal
          de sólo 405 niños. El 81% de los niños provenía de hogares con NBI
          y un 20% presentó algún grado de desnutrición, principalmente en
          los mayores de 1 año. Un 7,1% (8/113) de los niños con bronquiolitis
          presentaba desnutrición, mientras que en los casos con neumonía esta
          proporción fue del 28,4% (62/216), incluyendo tres niños con Grado
          III. El 91% de los niños había recibido lactancia materna y el 13%
          había tenido antecedentes de IRA perinatal, tanto en los que
          presentaron neumonía como bronquiolitis.
 Agentes etiológicos. En la Tabla 2 se pueden ver los resultados obtenidos en las
          distintas muestras estudiadas. De los 224 hemocultivos que se pudieron
          realizar a los niños con diagnóstico clínico de neumonía, 14
          resultaron positivos (6,2%). No se aisló ninguna bacteria en los
          cultivos de líquido pleural.Entre los 450 niños estudiados, tanto con bronquiolitis como con
          neumonía y otros diagnósticos, se obtuvieron 131 resultados
          positivos por IF para virus (29,1%).
 En un solo caso se encontraron 2 agentes patógenos en el mismo niño:
          virus influenza A en el ANF y Staphylococcus aureus en el
          hemocul-tivo.
 En los 25 niños con alto riesgo de infección por C. trachomatis se
          obtuvieron un 24% de resultados positivos para IgM anti C.
          trachomatis.
 En la tabla 3 se presentan los agentes etiológicos de las IRA
          distribuídos según el diagnóstico clínico definitivo del niño. El
          VSR fue el agente etiológico que se encontró con mayor frecuencia
          (39,3% de las bronquiolitis y 16,4% de las neumonías). Entre los 375
          niños menores de 1 año, hubo 102 casos de IRA con IF positiva para
          este virus (27%). La figura 2 muestra su distribución temporal.
 El virus influenza A se asoció a neumonías y se detectó entre el 7
          y 27 de junio de 1993 y el 29 de junio y 7 de julio de 1995,
          coincidiendo con epidemias de gripe por influenza A (H3N2).
 El adenovirus se presentó principalmente asociado a neumonías. No se
          encontró entre los niños estudiados durante 1994.
 Se aisló S. pneumoniae en 11 niños, 10 de los cuales presentaron
          neumonía unifocal y uno multifocal con sepsis generalizada; sus
          edades estaban comprendidas entre 3 y 16 meses y 6 de ellos eran
          desnutridos. En los 5 casos en los que se pudieron determinar los
          serotipos, estos fueron 14, 6, 5, 15 y 33. Las 3 cepas aisladas en
          1994 fueron sensibles a oxacilina en la prueba de difusión y con CIM
          de penicilina menor a 0,0625 µg/ml, mientras que de las 8 cepas
          aisladas en 1995, sólo 3 fueron sensibles a oxacilina. En 4 de las 5
          cepas resistentes, la CIM de penicilina fue superior a 1 µg/ml
          (resistencia de alto nivel)
 Se aisló H. influenzae en 2 niños con neumonía, en uno de ellos
          acompañada por meningitis. Las 2 cepas fueron tipo b, biotipo I y II
          respectivamente y sensibles a todos los antimicrobianos probados.
 En el restante caso de hemocultivo positivo, se aisló S. aureus de un
          niño de 7 meses que padecía una neumonía y al que se le detectó
          virus influenza A por IF. Dicho niño fue incluído en el grupo de
          pacientes con IRA causada por virus influenza A en la tabla 3.
 Los 6 niños con neumonía y serología positiva para C. trachomatis
          tenían entre 45 días y 5 meses.
 Bacterias aisladas de ANF De los 14 niños con hemocultivo positivo, sólo en 3 casos se
          aisló la misma especie bacteriana en el ANF. En 1 caso fue S. aureus
          y en los otros S. pneumoniae, pero estos últimos correspondieron a
          serogrupos diferentes.Los aislamientos bacterianos mas frecuentes en muestras de ANF de
          niños con IRA fueron H. influenzae y S.pneumoniae.
 Aunque se trataba de cepas portadas, sin valor etiológico, por
          tratarse de las bacterias más frecuentemente relacionadas con las
          IRA, se trató de establecer si había alguna relación entre ellas y
          el diagnóstico clínico. Tomando como base, entre otras, las
          imágenes radiológicas y los neu-trófilos en sangre, los pediatras
          realizaron diagnóstico presuntivo positivo o negativo de enfermedad
          bacteriana en 414 niños; la asociación entre este criterio y los
          hallazgos bacteriológicos en ANF se muestran en la Tabla 4.
 Se observó asociación entre la portación de H. influenzae y el
          diagnóstico clínico presuntivo de enfermedad bacteriana ( p<
          0,05). No sucedió lo mismo con la portación de S. pneumoniae.
 Por otra parte el H. influenzae se aisló fundamentalmente en niños
          menores de 6 meses, mientras que el S. pneumoniae en mayores de esa
          edad.
 Las bacterias más portadas por los niños sin IRA fueron
          Streptococcus grupo viridans, H. influenzae y Moraxella catarrhalis.
          La proporción de aislamientos de H. influenzae (Tabla 4) fue similar
          a la de los niños con IRA clínicamente no bacteriana (p>0,05) y
          significativamente menor a la de los niños con IRA bacteriana
          (p<0,05).
 Los aislamientos de S. viridans y M. catarrhalis fueron
          significativamente mayores (p<0,05) en el grupo de niños sin IRA
          que en el de enfermos.
 En la Tabla 5 se pueden ver los porcentajes de sensibilidad a algunos
          antimicrobianos de las cepas de S. pneumoniae y H. influenzae aisladas
          de ANF. Las 26 cepas de S. pneumoniae resistentes a oxacilina en las
          pruebas de difusión resultaron resistentes cuando se les realizó CIM
          de penicilina. Cinco presentaron resistencia de bajo nivel a
          penicilina (CIM entre 0,1µg/ml y 1 µg/ml) y se correspondieron con
          resistencia de bajo nivel en la CIM de cefuroxima. Entre las otras 21
          cepas que mostraron alto nivel de resistencia a penicilina, hubo 19
          con alto nivel de resistencia a cefuroxima y 2 sensibles a este
          antimicrobiano.
 Las cepas de H. influenzae aisladas de ANF presentaron una
          sensibilidad a ampicilina del 92,3% en 1993; 82,7% en 1994 y 79,0% en
          1995. Las cepas resistentes a ampicilina fueron productoras de
          beta-lactamasa. Todos los aislamientos fueron sensibles a
          cefalosporinas y cloranfenicol. El 100% de cepas de esta especie
          bacteriana que pertenecían al tipo b fueron sensibles a todos los
          antimicrobianos.
 Casi la tercera parte de las cepas de S. pneumoniae enviadas para
          serotipificación al Instituto Nacional de Microbiología Carlos G.
          Malbrán resultó no tipificable. El tipo 14 fue el más frecuente en
          1993 (12/19 de las cepas tipificables) y el tipo 7 predominó en 1994
          (5/7 de las cepas tipificables). Los serotipos más frecuentes en 1995
          fueron 6, 9, 7 y 14.
 El 51% de las cepas de H. influenzae aisladas de ANF de niños con IRA
          resultó tipificable, siendo 20/22 de las mismas tipo b. Entre las 16
          cepas de H. influenzae aisladas de ANF de los 68 niños controles, 7
          correspondieron al tipo b (10,3%).
 Entre los H. influenzae serotipificados hubo gran diversidad de
          biotipos, pero predominó el biotipo I constituyendo un 37,2% (16/43).
 Tratamiento y evolución clínica El 70% de los niños recibió antimicrobianos. Este aparente uso
          excesivo de antimicrobianos se debe a que los mismos se suministraron,
          no sólo a los niños que presentaron neumonía, sino también a todos
          los menores de un mes para evitar posibles sobreinfecciones
          bacterianas. En el 82% de dichos tratamientos se recetaron
          aminopeni-cilinas (ampicilina, amoxicilina o ambas, una a
          continuación de la otra); el 9,3% recibió cefu-roxima y el 2,8%
          eritromicina. Hubo muy pocos tratamientos con cloranfenicol,
          amicacina, cefa-lotina y cefotaxima.En el 5,6% de los niños tratados con ami-nopenicilinas hubo que hacer
          rotación de antibiótico, cambiando por cefotaxima, con la cual
          evolucionaron favorablemente.
 De los 450 niños estudiados, uno falleció con sepsis a neumococos,
          dos niños debieron ser derivados a hospitales de mayor complejidad y
          los 447 restantes fueron dados de alta. El promedio de internación
          fue de 5 días.
 Discusión Entre los niños menores de cinco años con IRA del tracto inferior
          de la ciudad de Santa Fe, hubo sólo un 6,2% de hemocultivos
          positivos, proporción mucho más baja que la encontrada en otros
          estudios14, 15, 16. Este hecho puede estar influído por el bajo
          índice de desnutrición, la alta proporción de niños menores de un
          año estudiados, la selección para la investigación de niños con
          diagnóstico reciente y el fácil acceso a los servicios de salud con
          que cuenta la población infantil de esta ciudad y su área de
          influencia. Sin embargo coinciden las frecuencias de bacterias
          aisladas, siendo el S. pneumoniae el más frecuente, seguido por H.
          influenzae y S. aureus17. No se aislaron bacilos gramnegativos a pesar
          de que se incluyeron niños desde una semana de vida.En coincidencia con otros estudios, el VSR fue el principal agente
          causal de IRA en los menores de un año, estando su presencia asociada
          principalmente a bronquiolitis y neumonías en menores de seis meses y
          causando picos en las semanas más frías18, 19. El virus influenza A,
          causante de neumonías, se detectó únicamente en períodos
          epidémicos en 1993 y 1995. En un estudio de vigilancia
          epidemiológica de influenza realizado en Santa Fe en 1995, las cepas
          aisladas por cultivo de los ANF de estos niños fueron caracterizadas
          como pertenecientes a una variante similar a la cepa de influenza
          A/Johanesburgo/33/94 (H3N2), al igual que las cepas aisladas de
          adultos en el mismo período (datos no publicados).
 Aunque no es muy alta la confirmación de la etiología viral por IF,
          la mayor frecuencia de un virus en determinado período puede servir
          como dato epidemiológico en el diagnóstico pediátrico.
 Hay que considerar como otro frecuente agente etiológico de las IRA
          del tracto inferior a C. trachomatis. Entre los niños menores de 6
          meses, con neumonía y antecedentes maternos de flujo vaginal en el
          momento del parto, el 24% presentó serología positiva (IgM) para
          dicho microorganismo.
 En un 67,5% de los casos de IRA estudiados, no se pudo determinar el
          agente etiológico. Los factores limitantes podrían haber sido la no
          utilización de muestras de punción pulmonar, lavado broncoalveolar o
          aspiración transtraqueal, de mayor rendimiento en el diagnóstico
          bacteriológico, y la menor sensibilidad que presenta la IF con
          respecto al cultivo viral.
 Las dos especies bacterianas más portadas por los niños con IRA
          fueron H. influenzae (31,6%) y S. pneumoniae (23,4%), estando asociada
          la primera a niños con diagnóstico clínico presuntivo de enfermedad
          bacteriana. Entre los controles sin IRA, fue el Streptococcus del
          grupo viridans el más frecuente, pero también fue importante la
          portación de S. pneumoniae (14,7%) y de H. influenzae (23,5%). A
          pesar de que la colonización del tracto respiratorio con cepas de H.
          influenzae tipo b es muy inusual en niños (entre 0,7 y 5%), la
          portación de este tipo de bacteria se observó en el 10,3% de los 68
          niños sin IRA de Santa Fe20.
 Desde 1988, la proporción de cepas de neumococos sensibles a
          penicilina aislados de ANF tiende a disminuir, tendencia que se
          observó también en las cepas invasivas aisladas durante los 3 años
          que duró este estudio. El serotipo de S. pneumoniae que prevaleció
          en 1993 fue el 14, en 1994 fue el 7 y en 1995 hubo mayor diversidad de
          serotipos.
 Aunque algunos aislamientos de H. influenzae no tipificables fueron
          resistentes a ampicilina, las cepas de H. influenzae tipo b fueron
          sensibles a todas las drogas probadas. Si bien no se puede afirmar que
          los H. influenzae aislados de ANF sean los agentes etiológicos de las
          neumonías, la alta proporción del tipo b (principalmente biotipo I),
          tipo relacionado con la mayoría de los cuadros clínicos invasivos,
          sugeriría que una considerable proporción de las neumonías de los
          niños de la ciudad de Santa Fe podrían ser causadas por H.
          influenzae21. La buena evolución de la mayoría de los niños que
          fueron tratados con aminopenicilinas podría estar relacionada con la
          sensibilidad a ampicilina del H. influenzae tipo b, lo que sumaría un
          aval más a la hipótesis antes planteada.
 En vista de la alta portación de H. influenzae en esta población
          infantil, tanto en los enfermos como en los controles sin IRA, sería
          recomendable incluir la vacuna contra esa especie bacteriana en el
          esquema de vacunación provincial. Estudios realizados en Finlandia y
          en Estados Unidos han demostrado que la vacuna contra el H. influenzae
          tipo b es de alta eficacia en la prevención tanto de las meningitis
          como de la portación de dicha especie bacteriana en las secreciones
          nasofa-ríngeas, lo que juega un rol importante en la transmisión de
          persona a persona21.
 El escaso número de cepas aisladas de hemocultivo no permitió
          establecer concordancia entre éstas y las cepas portadas en
          nasofaringe en el momento de la enfermedad y, por lo tanto, no se
          puede afirmar que esa bacteria sea la causante de la enfermedad de un
          niño determinado. No obstante, la semejanza en el perfil de
          sensibilidad entre ambos grupos, permite utilizar los datos obtenidos
          de las cepas aisladas de una muestra de ANF, con alto rendimiento y
          fácil de obtener, como indicadores en la vigilancia epidemiológica
          de la resistencia bacteriana en las IRA22, 23.
 Agradecimientos. Este trabajo fue subsidiado por SECYT
          (CONICET) en el marco del proyecto concertado “Investigación de
          Variables etiológicas en las IRA del tracto inferior” dirigido por
          la Dra. Guadalupe Carballal, coordinado por la Dra. Vilma Savy y
          asesorado por las Dras. Clara Riva Posse e Isabel Miceli.Se agradece la colaboración de las Dras Clara Mayoral y Cristina
          Lurá quienes realizaron los hemocultivos, de la Dra. Mabel Regueira
          por la serotipificación de las bacterias, de la Dra. Alicia Rossi por
          la confirmación de las pruebas de sensibilidad a los antimicrobianos
          y de los pediatras de los Hospitales Ricardo Gutiérrez y J.B.
          Iturraspe por sus aportes clínicos.
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 Fig. 1.- Niños con infección respiratoria aguda (IRA) estudiados.
          Santa Fe, 1993-1995.
 Fig. 2.- Frecuencia semanal del virus sincicial respiratorio en niños
          con infección respiratoria aguda (IRA). Santa Fe, 1993-1995.
 Tabla 1.- Niños con infecciones respiratorias agudas (IRA)
          estudiados, distribuídos según diagnóstico clínico y edad. Santa
          Fe, 1993-1995.
 
 Edad N° Casos con diagnóstico clínicoNeumonía Bronquiolitis Neumonitis Bronquitis Total (%)
 o asma
 < 2 meses 24 40 1 4 69 (15,3)2-5 meses 68 73 7 36 184 (41,0)
 6-11 meses 80 14 5 23 122 (27,1)
 1 año 40 3 2 4 49 (10,9)
 2-5 años 23 0 0 1 24 (5,3)
 > 5 años 2 0 0 0 2 (0,4)
 
 Total 237 130 15 68 450 (100,0) Tabla 2.- Resultados de los exámenes de laboratorio realizados en
          niños con infecciones respiratorias agudas (IRA). Santa Fe,
          1993-1995. Muestra Examen realizado Resultadosestudiada positivos
 Tipo Nº Nº %
 Sangre Bacteriológico 224 14 6,2Líquido
 pleural Bacteriológico 5 0 0
 Aspirado Inmunofluorescencia para
 nasofaríngeo virus 450 131 29,1
 Suero Inmunofluorescencia para
 IgM anti C. trachomatis 25 6 24,0
 
 
 Tabla 3.- Agentes etiológicos de infecciones respiratorias agudas
          (IRA) distribuídos según diagnóstico clínico. Santa Fe, 1993-1995 Nº casos con diagnóstico clínico (%)Agente etiológico
 Bronquiolitis Neumonía Neumonitis Bronquitis Total
 y asma
 VSR* 51 (39,3) 39 (16,4) 3 (20,0) 12 (17,6) 105 (23,3)Virus influenza A 1 (0,8) 8 (3,4) 0 0 9 (2,0)
 Adenovirus 1 (0,8) 5 (2,1) 0 0 6 (1,3)
 Virus parainfluenza 3 (2,3) 3 (1,3) 0 0 6 (1,3)
 Virus influenza B 0 1 (0,4) 0 0 1 (0,2)
 Streptococcus pneumoniae 0 11 (4,6) 0 0 11 (2,5)
 Chlamydia trachomatis 0 6 (2,5) 0 0 6 (1,3)
 Haemophilus influenzae 0 2 (0,8) 0 0 2 (0,4)
 No determinado 74 (56,9) 162 (68,5) 12 (80,0) 56 (82,4) 304 (67,5)
 Total 130 (100,0) 237 (100,0) 15 (100,0) 68 (100,0) 450 (100,0) * Virus Sincicial Respiratorio Tabla 4.- Bacterias portadas por niños con infecciones
          respiratorias agudas (IRA) bacterianas y no bacterianas y por
          controles sin IRA. Santa Fe, 1993-1995 Bacteria N° niños con diagnóstico presuntivo de IRA (%)
          Controles sinaislada IRA (%)
 Bacteriana No bacteriana Total
 Haemophilus influenzae 91 (35,7) 40 (25,2) 131 (31,6) 16 (23,5)Streptococcus pneumoniae 61 (23,9) 36 (22,6) 97 (23,4) 10 (14,7)
 Streptococcus viridans 32 (12,5) 35 (22,0) 67 (16,2) 18 (26,5)
 Moraxella catarrhalis 32 (12,5) 27 (17,0) 59 (14,2) 15 (22,1)
 Staphylococcus epidermidis 13 (5,2) 6 (3,8) 19 (4,6) 3 (4,4)
          Staphylococcus aureus 8 (3,1) 3 (1,9) 11 (2,7) 2 (2,9)
 Otras 18 (7,1) 12 (7,5) 30 (7,3) 4 (5,9)
 Total 255 (100,0) 159 (100,0) 414 (100,0) 68 (100,0)
 Tabla 5.- Sensibilidad a algunos antimicrobianos de aislamientos de
          Streptococcus pneumoniae y de Haemophilus influenzae a partir de
          aspirados nasofaríngeos de niños con infecciones respiratorias
          agudas (IRA). Santa Fe, 1993-1995.
 
 Antibiótico % de sensibilidadStreptococcus pneumoniae Haemophilus influenzae
 1993 1994 1995 1993 1994 1995
 (n=15) (n=24) (n=61) (n=13 (n=29) (n=62)
 
 Oxacilina 60,0 50,0 50,8 — — — Ampicilina — — — 92,3
          82,7 79,0 Trimetoprimasulfametoxazol 26,7 45,8 47,5 100,0 89,6 88,7 Cloranfenicol 100 100
          100 100,0 100,0 100,0 Eritromicina 93,3 95,8 98,4 —- —- 95,2
          Tetraciclina 100,0 87,5 — 92,3 96,5 — Rifampicina 100,0 95,8 96,7
          — 100,0 100,0 Cefuroxima 66,7 50,0 50,8 100,0 100,0 100,0 Cefotaxima
          93,3 95,8 100,0 100,0 100,0 100,0
 
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