|  |  | HIPOVITAMINOSIS D EN ANCIANOS HIPOVITAMINOSIS D EN ANCIANOS INSTITUCIONALIZADOS DE BUENOS
          AIRES LUISA PLANTALECH, PABLO
          KNOBLOVITS, ELISA CAMBIAZZO, MARTA BALZARETTI, JOSE OYAMBURU, ALBERTO
          BONETTO, CAROLINA SIGNORELLI=, ISIDORO FAINSTEIN=, RAUL GUTMAN== Servicio de
          Endocrinología, Metabolismo y Medicina Nuclear, Laboratorio Central,
          Instituto Agustin Rocca, Hospital Italiano de Buenos Aires = falleció el 6-IX-96; == falleció el 13-X-96 Key words: hipovitaminosis D, ancianos institucionalizados,
          hiperparatiroidismo secundario, osteoporosis senil, fracturas de
          cadera, densidad ósea, 25 hidroxi-vitamina D, Resumen  Diferentes
          trabajos comprueban que la deficiencia de vitamina D en ancianos
          favorece la pérdida de masa ósea. Muchos de ellos fueron realizados
          en zonas con baja radiación solar. El objetivo de este estudio es
          establecer los niveles circulantes de 25-hidroxi-vitamina D (25-OH-D)
          en ancianos de nuestro medio, (34°L.S.). Se evaluaron 34 varones y 33
          mujeres institucionalizados, edad x: 81,9 ± 8,01 años (69-99), a
          fines de verano. Se determinó: calcemia, 25-OH-D, parathormona (PTh),
          marcadores óseos en sangre y orina. La densidad mineral (DMO) del
          hueso cortical y trabecular se midió en radio medio (R-33%) y
          ultradistal (R-UD), respectivamente con densitometría de rayos X.
          Comprobamos: 1) Valores descendidos de 25-OH-D (14,4 ± 10,1 ng/ml) a
          fines de verano; el 40,5% presentaba niveles < 10 ng/ml. 2)
          Hiperparatiroidismo secundario (PTH: 169,4 ± 30,9 pg/ml). 3)
          Hipocalcemia en el 34,5% de los estudiados. 4) Incremento de la
          remodelación ósea en la subpoblación con niveles bajos de 25-OH-D.
          5) Los niveles de 25-OH-D correlacionaron positivamente con R -33% (r:
          0,55, n.54, p < 0,001) y R-UD (r: 0,50, n: 54, p < 0,001) e
          inversamente con PTH (r: -0,44, n: 42, p < 0,01). La deficiencia de
          vitamina D observada en nuestra población se adscribe a los hábitos
          de baja exposición solar de los ancianos o la producción disminuida
          de sus precursores en la piel. El descenso está asociado con la edad.
          Tenores normales de 25-OH-D conservan la masa ósea cortical y
          trabecular, mientras que el hiperparatiroidismo desencadenado por su
          deficiencia, incrementa la pérdida. Abstract Vitamin
          D deficiency in elderly nursing-home residents of Buenos Aires.
          Several studies have shown that vitamin D (Vit. D) deficiency in
          elderly people enhances bone mass loss. Most of these studies have
          been carried out in areas of low solar irradiation. In order to
          establish Vit. D circulating levels in elderly people in our community
          (34° S) and their relationship with bone metabolism, 34 men and 33
          women were studied at the end of the summer. These subjects, all
          residents of nursing homes, had a mean age of 81.9 + 8.1 years (range
          69-99).Calcemia, parathyroid hormone (PTH and 25-hydroxyvitamin D (25(HO)D)
          were measured in serum and bone markers in serum and urine. Bone
          densitometry (BMD) of cortical and trabe-cular bone in the forearm
          (distal third of the radius (R33%) and ultradistal (RUD),
          respectively) were performed using X-ray absorptiometry.
 We found: 1) Low serum 25(HO)D (14.4 + 1.7 ng/ml) at summer’s end.
          40.5% showed levels < 10 ng/ml. 2) Secondary hyperparathyroidism
          (PTH: 169.4 + 30.9 pg/ml). 3) Hypocalcemia was observed in 34.5% of
          elderly people. 4) Increased bone turnover in the subpopulation with
          hypovitaminosis D. 5) The serum levels of 25(HO)D correlated with BMD
          R33% (r = 0.55, n = 54, P < 0.001), with BMD RUD (r = 0.50, n = 54,
          P < 0.001) and with PTH (r = -0.44, n = 42, P < 0.01).
 A deficiency of Vit.D was found in our population of elderly people,
          probably due to diminished epidermic production of its precursors
          and/or to scant exposure to sunlight in the elderly. The decrease is
          associated to age. The positive correlation of 25(HO)D with bone mass
          (cortical and trabecular bone) underscores its importance for the
          preservation of bone mass. Hyperparathy-roidism, triggered by VitD
          deficit, enhances bone loss.
 Dirección postal: Dra. Luisa Plantalech, Hospital Italiano,
          Combate de los Pozos 59, 1079 Buenos Aires, Argentina
 Recibido: 19-III-1996 Aceptado: 2-X-1996 Es conocida la influencia negativa del hiperpa-ratiroidismo secundario
          en la osteopenia de los ancianos1. Se señalan como factores causales,
          la escasa absorción intestinal de calcio y la menor producción renal
          de calcitriol por el riñón envejecido2, 3, 4. El estímulo
          paratiroideo incrementa la remodelación ósea. La evidencia de su
          influencia en la fragilidad femoral, ha sido enfatizada por la
          presencia de altos niveles circulantes de para-thormona (PTH), en
          pacientes con fracturas de cadera5.
 En la última década diversos trabajos comunicaron la existencia de
          hipovitaminosis D en ancianos internados y ambulatorios, expresada por
          los bajos niveles circulantes de su metabolito 25 hidroxi-vitamina D
          (25-OH-D). Esta deficiencia condiciona el hiperparatiroidismo
          referido4, 6, 7. Chapuy y col.8 y Heikinheimo y col9 publicaron
          estudios en los que comprobaron disminución de la incidencia de
          fracturas, en ancianos dependientes e independientes, tratados con
          dosis fisiológicas de vitamina D, en relación a sus pares medicados
          con placebo.
 La radiación ultravioleta y la ingesta de alimentos ricos en vitamina
          D, contribuyen a sus niveles plasmáticos. Existen pocas referencias
          sobre hipovitaminosis D en ancianos de zonas con adecuada radiación
          solar7, 10. Hasta el presente la mayoría de los trabajos proceden de
          países nórdicos y centro-europeos. En una reciente revisión,
          McKenna10 comunica la existencia de hipovita-minosis D en ancianos de
          Norteamérica, Escan-dinavia y también del resto de Europa.
 El objetivo de este trabajo fue evaluar el estado nutricional de
          vitamina D, a través de los niveles circulantes de 25-OH-D, en
          ancianos institucionalizados de Buenos Aires y su influencia en el
          metabolismo óseo.
 Materiales y métodos Población Se evaluaron 67 ancianos internados en el Instituto «Agustín
          Rocca» de la ciudad de San Justo, Pcia. de Buenos Aires, a 34°
          latitud Sur. La población estaba constituida por 34 varones y 33
          mujeres, edad (x ± ds): 81,9 ± 8,1 años rango (69-99), que no
          padecían enfermedades que afectaran el metabolismo óseo y mineral.
          El coeficiente pondo-estatural de los varones fue de x ± ds: 26,1 ±
          4,1 y el de las mujeres, 28,3 ± 6,3.Se excluyeron del estudio aquellas personas con insuficiencias
          orgánicas graves y quienes recibían medicación que alterara el
          metabolismo óseo o de la vitamina D, como bisfosfonatos, calcitonina,
          compuestos de flúor, anabólicos esteroideos, estrógenos,
          testosterona, sales de calcio, ergocalciferol, 1-alfa calcidiol,
          calcitriol, dicumarínicos, diuréticos tiazídicos, hormonas
          tiroideas y anticonvulsivantes.
 La dieta de la institución era balanceada con un aporte de 772 mg de
          calcio/día. El valor promedio de proteínas plasmáticas en varones
          fue de 7,6 ± 0,53 mg% y en mujeres 7,3 ± 0,65 mg%, lo que indica un
          apropiado estado nutricional.
 El 67,7% de los ancianos se exponía al sol más de 2 horas semanales
          (promedio anual). El 21,5%, 1 hora semanal aproximadamente. No salían
          de sus habitaciones, por resistencia activa, el 4,5% de los
          estudiados. Deambulaban en forma independiente el 70,1% de los
          ancianos, el 25,4% requería ayuda mecánica (trípodes, bastones) y
          el 4,5% usaba sillas de rueda. La institución posee 16 hectáreas de
          parque.
 Métodos: Se evaluaron a fines de verano (marzo 1993), los siguientes
          parámetros bioquímicos y de densitometría ósea: A. Laboratorio Dosajes en sangre: 1. Calcio sérico (Ca.s), valores normales (v.n.): 8,5-10,5 mg%.2. Creatinina sérica, v.n.: 0,5-1,3 mg%
 3. Fosfatasa alcalina total, (FALC) en suero, v.n.: 75-190 mUI/ml.
 Todos realizados mediante analizador automático.
 4. Fosfatasa-ácida tartrato resistente (TRAP) en plasma, v.n.: hasta
          5 mUI/ml mediante el kit de Boehringer (sustrato 4-nitrofenil-fosfato)
 5. Parathormona (PTH) en suero, v.n.: hasta 125 pg/ml por
          radioinmunoensayo (RIE), con primer anticuerpo dirigido a la fracción
          medio molecular de la PTH.
 6. 25 hidroxi-vitamina D en suero, por RIE, kit de INCSTAR, cuyo
          fundamento consiste en extracción de 25-OH-D del suero o plasma y
          luego RIE basado en un anticuerpo dirigido contra 25-OH-D.
 Dosajes en orina de ayuno, colección de dos horas, luego de ingesta
          de 500 cc de agua destilada:
 1. Calciuria y creatininuria mediante analizador automático.
 2. Hidroxiprolinuria por método colorimétrico11.
 Se calculó el cociente de calcio/creatinina mg/gr (CA/CRU), v.n.
          hasta 110 y cociente hidroxiprolina/creatinina mg/gr (OHP/CRU), v.n.
          hasta 22.
 Se repitieron además los dosajes de 25-OH-D a fines de invierno
          (septiembre 1993).
 B. DensitometríaLa densitometría ósea se realizó en el antebrazo no dominante,
          valorándose el radio ultradistal, sector con predominio de hueso
          esponjoso (R.UD) y radio medio (hueso cortical) (R. 33%) con un equipo
          de doble fotón a rayos x, LUNAR DPX (variaciones inter-ensayos: 1%).
 C. Estudios EstadísticosSe analizaron las variables con el test de Student y las regresiones
          simples y linear jerárquica con los programas PRIMER y EPI INFO.
 Resultados En nuestra población comprobamos que:a. Los valores de 25-OH-D a fines de verano se estimaron en 14,4 ±
          10,1 ng/ml. El 40,5% de los mismos corresponden a valores de
          hipovitami-nosis D (< 10 ng/ml). Las mujeres presentaron valores
          menores en relación a los varones (p < 0,03) (Tabla 1).
 Los valores invernales de 25-OH-D de toda la población, fueron
          inferiores a los estivales (p < 0,001), tanto en mujeres (p <
          0,02) como en varones (p < 0,002). (Tabla 1).
 b. La calcemia promedio de las mujeres (: 8,46 ± 0,58), n : 33)
          correspondió a valores inferiores a los normales, mientras que en los
          varones (: 8,56 ± 0,36, n: 34) se verificaron niveles promedios
          normales. El 34,5% de la población se hallaba en hipocalcemia. Se
          objetivó elevación de PTH ( ± e.s.: 169,4 ± 30,4 pg/ ml), tanto en
          hombres como en mujeres, todos con creatininemias normales.
 c. La fosfatasa alcalina, marcador de actividad osteoblástica, se
          encontró en rangos normales altos, del mismo modo que la TRAP,
          parámetro de resorción (ambos sin diferencias significativas entre
          sexos). La hidroxiprolina, se encontró francamente elevada en los dos
          grupos, mientras que la calciuria presentó niveles elevados en el
          grupo de mujeres (Tabla 2).
 d. En la subpoblación de ancianos con niveles de 25-OH-D menores de
          10 ng/ml, se observó elevación de los marcadores óseos y
          disminución de la densidad en radio medio: los varones presentaron
          niveles elevados de TRAP y descenso de DMO R. 33%, con diferencia
          esta-dísticamente significativa, (p < 0,003 y p < 0,01
          respectivamente) en relación a la subpoblación con vitamina D de
          rangos normales. Del mismo modo en las mujeres con niveles descendidos
          de 25-OH-D se observó elevación de Fosfatasa alcalina, TRAP, CA/CRU,
          OHP/CRU, (p < 0,05) y descenso de DMO en radio medio (p < 0,05)
          (Tabla 2).
 e. Los niveles circulantes de 25-OH-D correla-cionaron positivamente
          con el R-33% (r: 0,55, n: 54, p < 0,001) (Fig. 1) y R-UD (r: 0,50,
          n: 54, p < 0,001). 25-OH-D correlaciona inversamente con edad (r:
          -0,34, n: 67, p < 0,01) y PTH (r: -0,44, n: 42, p < 0,01) (Fig.
          2).
 f. Se efectuó el análisis de regresión linear múltiple jerárquica
          tomando la DMO del radio medio (R-33%) como variable dependiente, y el
          coeficiente pondoestatural, la PTH, la edad, y los niveles de 25-OH-D
          como variables independientes. Una vez incorporada la 25-OH-D al
          modelo, ninguna otra variable se asociaba en forma independiente a la
          DMO del R-33% (Test F = 22,91, R2 = 0,31, n: 54, p < 0,001).
 Discusión Comprobamos en nuestra población niveles bajos de 25-OH-D
          circulante. Estos valores se hallaban disminuidos comparados con el
          valor promedio de los niveles circulantes de 25-OH-D de adultos
          jóvenes evaluados en invierno (x: 18,7 ± 1,7 ng/ml) y verano (x:
          23,5 ± 1,9 ng/ml)12, de niños (x: 21,1 ± 2,03 ng/ml) estudiados en
          invierno14 y mujeres menopáusicas (x: 20,8 ± 8,2 ng/ml)13 (séptima
          década de la vida) evaluados previamente en nuestra ciudad (p <
          0,05 de nuestros datos en relación a cada grupo etario). Los datos
          invernales corresponden a rangos de hipovita-minosis D, de acuerdo a
          las convenciones internacionales15. El 40,5% de los ancianos presentó
          niveles críticos de Vitamina D a fines de verano (< 10 ng/ml).Observamos menores niveles circulantes de 25-OH-D, en las mujeres en
          relación a los varones. No tenemos una clara explicación para este
          fenómeno, pero coincide con las observaciones de Omdham15 y el
          estudio de EURONUT-SENECA16.
 En la vejez existe carencia de vitamina D, como se deduce de la
          correlación inversa entre 25-OH-D y edad y de los valores promedios
          descendidos de los ancianos, comparados con sujetos en diferentes
          etapas de la vida. Varios autores explican este fenómeno por la baja
          exposición solar que tienen los ancianos, quienes prefieren la vida
          en el interior de las viviendas, a las salidas al aire libre. Otros
          como Mac Lauglin y col. demuestran disminución de la síntesis de
          provitamina D3 en la piel de los ancianos, aun con buena exposición a
          la radiación ultravioleta17. Los cambios en los hábitos alimentarios
          contribuyen también a esta deficiencia.
 La hipovitaminosis D verificada en nuestro estudio coincide con
          trabajos de otras latitudes, de lo que se infiere el carácter
          universal de este problema4, 7, 18-21. La influencia de la
          fotosíntesis está demostrada por sus variaciones estacio-nales, sin
          embargo la mayor luminosidad de nuestra región no contribuye a
          niveles diferenciales en relación a latitudes con menor intensidad de
          radiación solar. Los valores elevados de vitamina D en algunas
          poblaciones de Estados Unidos, se deben a su incorporación
          obligatoria en los alimentos18, 20.
 Recientemente el grupo EURONUT-SENECA dedicado a la investigación de
          la dieta y salud de los ancianos europeos, comprobó menores niveles
          de 25-OH-D en las poblaciones mediterráneas, latitudes de buena
          luminosidad. La influencia de la dieta, el tipo de vestimenta, los
          hábitos socio-culturales y los suplementos de vitamina D,
          justificaban la diferencia observada17.
 Nuestros datos bioquímicos demuestran hiperparatiroidismo secundario,
          confirmando la observación de Riggs1. El mismo está parcialmente
          determinado por los niveles descendidos de vitamina D, como lo
          comprueba la correlación inversa verificada entre 25-OH-D y PTH (fig.
          2). La elevación de PTH no se debe solamente al descenso de la
          depuración de creatinina, o a la disminución del calcitriol. El
          estado nutricional en vitamina D también lo justifica6.
 Los valores elevados de marcadores de resorción ósea, tales como la
          calciuria e hidroxiproli-nuria y niveles superiores normales de
          fosfatasa alcalina, se adscriben al alto recambio óseo inducido por
          el hiperparatiroidismo referido, que es más notorio en mujeres con
          carencia de vitamina D (Tabla 2). Las variaciones estacionales de los
          tenores de vitamina D, su influencia sobre PTH y cambios en la
          densidad mineral, fueron comunicados por Rosen18. En este estudio se
          comprobó mayor pérdida ósea en invierno debida al
          hiperparatiroidismo desencadenado por la deficiente síntesis de
          vitamina D, relacionada con la escasa radiación solar. Ooms verificó
          pérdida acelerada de hueso con niveles de 25-OH-D iguales o
          inferiores a 8 ng/ml22. Kanis23 destaca en una reciente revisión, el
          incremento de los marcadores óseos con la edad (elevación de
          fosfatasa alcalina y de «piridinium cross-links»). Estas
          observaciones ponen de manifiesto el alto recambio óseo del hueso
          senil confirmando los estudios histológicos y bioquímicos efectuados
          por Eastell24.
 Estudiamos la densidad ósea en antebrazo por su practicidad y
          reproducibilidad. Previamente comprobamos que la densidad mineral del
          radio medio (33%), tejido cortical, se correlacionaba con la del
          cuello femoral (r 0,78, p < 0,001) y la densidad del radio
          ultradistal, con el trocánter (r: 0,67, p < 0,001)25.
 Los adecuados niveles de 25-OH-D preservan la pérdida ósea, como se
          comprueba en la correlación positiva de 25-OH-D con la DMO del hueso
          cortical y esponjoso, efectuadas en antebrazo (fig. 1). Esta
          observación también fue publicada por Ooms26 y previamente por
          Murphy27 y Martínez28. El trabajo de Ooms26 objetiva que a mayores
          niveles circulantes de 25-OH-D existe mejor nivel de densidad ósea en
          radio y fémur proximal, nuestro trabajo coincide con estas
          observaciones. Siguiendo las referencias de Mur-phy, el
          hiperparatiroidismo desencadenado lleva a la pérdida de masa ósea,
          en primera instancia, mientras que en estadios más avanzados de
          hipovitaminosis D se induce osteomalacia27.
 El interesante estudio histológico efectuado por Hordon29 en biopsias
          óseas de crestas ilíacas de sujetos con fracturas de cadera,
          corrobora las observaciones de Murphy, demostrando alteraciones en el
          71% de las biopsias: el 71% de las mismas corresponde a osteoporosis y
          el 29% a osteomalacia. La prevalencia de osteomalacia se asociaba con
          mayor edad y niveles muy descendidos de 24-25 (OH)2 vitamina D3.
 El tratamiento de la hipovitaminosis D con ergocalciferol o
          calcitriol, desciende los niveles circulantes de parathormona19, 21,
          30, 31. Se han implementado distintos regímenes y utilizado
          diferentes metabolitos de vitamina D: ergocalciferol en dosis única
          anual, bajas dosis orales continuas, tratamiento con dosis única en
          período invernal, uso de calcitriol oral. En todos los casos se logra
          controlar el hiperparatiroidismo secundario y mejorar los niveles de
          vitamina D.
 Byrne y col30 aconsejan las dosis continuas orales, mientras que las
          altas dosis intermitentes deben prescribirse en sujetos con pobre
          adhesión al tratamiento.
 Los aportes de Chapuy y col8, señalan la utilidad del tratamiento con
          vitamina D en ancianos institucionalizados. Estos autores comprueban
          disminución de la incidencia de fracturas de fémur proximal, en el
          43% de los tratados con dosis fisiológicas de ergocalciferol en
          relación a placebo. Similares conclusiones presenta Hei-kinheimo y
          col, en la población senil de Finlandia, tratada con inyecciones
          anuales de vitamina D9.
 Teniendo en cuenta el éxito obtenido por otros autores en la
          prevención de fracturas, especialmente de cadera, con la corrección
          de la hipovita-minosis D, creemos conveniente la implemen-tación de
          estrategias terapéuticas preventivas en ancianos, especialmente en
          los instituciona-lizados.
 Agradecimientos. Los autores agradecen al Dr. C. Mautalen
          por la revisión del trabajo, y a los Laboratorios GADOR S.A. y
          SPEDROG-CAILLON por la financiación parcial del estudio. Durante el
          período de aceptación y publicación de este trabajo fallecieron dos
          de sus autores, la Dr. A. C. Signorelli (6-IX-96) y el Dr. R. Gestman
          (15-X-96). A Carolina Signorelli agradecemos su esfuerzo,
          compañerismo, a Rubén Gatman su empuje y artículo para la
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 TABLA 1.- Variaciones estacionales de 25 hidroxi- vitamina D ( ± DS)
          ng/ml en ancianos institucionalizados
 Verano Invierno P Población total ( ± DS) 14,4 ± 10,10 n.67 6,93 ± 6,88 n:55 <
          0,001 Mujeres ( ± DS) 11,2 ± 8,74 n:33 6,57 ± 6,31 n:32 < 0,02 Varones ( ± DS) 16,5 ± 10,71 n:34* 7,84 ± 7,61 n:23 < 0,002 * mujeres vs varones (período estival) p < 0,03 TABLA 2,- Variables bioquímicas y densitométricas del metabolismo
          óseo y mineral de acuerdo a subpoblaciones según niveles de 25
          hidroxi - vitamina D Hombres Mujeres < 10 NG/ML > 10 NG/ML < 10 NG/ML > 10 NG/ML( ± DS) ( ± DS) p ( ± DS) ( ± DS) p
 CA séricomg% 8,450 ± 00,55 n:10 008,59 ± 00,45 n:23 N,S 008,60 ± 00,66 n:16
          008,48 ± 0,52 n:17 N,S
 FALC, sérica
 MUI/ml 206,800 ± 62,4 n:10 125,4 ± 06,6 n:23 N,S 179,3 ± 67,7 n:16
          141,90 ± 43,3 n:17 < 0,05
 TRAP
 MUI/ml 5,440 ± 00,57 n:10 003,79 ± 01,13 n:23 < 0,003 005,26 ±
          01,24 n:16 003,97 ± 1,19 n:17 < 0,04
 OHp/CrU
 mg/gr 39,600 ± 07,6 n:10 055,5 ± 13,3 n:23 N,S 061,25 ± 41,5 n:16
          032,33 ± 26,22 n:17 < 0,05
 CA/CrU
 mg/gr 90,000 ± 15,1 n:10 101,8 ± 13,8 n:23 N,S 116,60 ± 61,4 n:16
          126,05 ± 76,22 n:17 N,S
 R33%
 g/cm3 0,545 ± 00,030 n:10 000,681 ± 00,04 n:18 < 0,01 000,391±
          00,093 n:11 00,462 ± 0,09 n:15 < 0,05
 RUD
 g/cm3 0,311 ± 00,034 n:10 000,377 ± 00,13 n:18 N,S 000,196 ± 00,052
          n:11 00,233 ± 0,06 n:15 N,S
 Ver abreviaturas y valores normales en Materiales y métodosFig. 1.— Correlación entre niveles de 25 hidroxi-vitamina D y
          valores absolutos de densitometría de radio medio (R-33%) en toda la
          población estudiada.
 Fig. 2.— Correlación entre niveles de 25 hidroxi-vitamina D y
          parathormona en la población de ancianos institucionalizados.
 
 
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