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           POLINEURITIS, HEPATOESPLENOMEGALIA, HIPOTIROIDISMO Y RAYNAUD 
          Reunión anatomoclínica efectuada en el Instituto de
          Investigaciones Médicas Alfredo Lanari el 21-VI-1996. 
          Editores: Dres. Hernán Lago y Alejandro Grinberg 
          HC: 71313. Ingresó: 21/9/95 y falleció: 19/10/95. Paciente de 60
          años de sexo masculino, 
          artesano, que ingresó el 21 de setiembre de 1995 al IIM con tos
          productiva, edemas 
          generalizados y disnea en clase funcional IV; tenía diagnóstico de
          síndrome de POEMS 
          desde el año 1986 por presentar polineuropatía, organomegalia,
          endocrinopatía 
          (hipotiroidismo, hipogonadismo) y dermopatía (fenómeno de Raynaud y
          esclerodactilia). 
          Su enfermedad comenzó 15 años antes de su internación actual con
          fenómeno de Raynaud 
          en ambas manos, hipertensión arterial, parestesias plantares e
          impotencia sexual. Fue 
          internado en otro hospital donde le hicieron una biopsia hepática y
          ganglionar informadas 
          como normales; el electromiograma era compatible con polineuropatía,
          las enzimas 
          musculares eran normales y la biopsia de nervio periférico mostró
          fibrosis perineural con 
          pérdida axonal y desmielinización. Otros estudios de laboratorio
          eran normales; fue tratado con corticoides en dosis bajas sin
          respuesta. 
          En 1986 ingresó por primera vez al IIM, lúcido, adelgazado con
          fusión de masas musculares, nariz afilada y cianótica, marcada
          disminución del tejido celular subcutáneo en la cara y en los brazos
          con esclerodactilia y acrocianosis. Pigmentación difusa de cara,
          tronco y miembros superiores con léntigos y nevos melanóticos
          múltiples en dorso, disminución del vello axilar. 
          Edema en miembros inferiores y adenopatías pequeñas y móviles en
          axilas, ingles y cadenas laterocervicales. Presión arterial 90/60
          mmHg. Abdomen globuloso, ombligo desplegado y onda ascítica presente.
          Reflejos miotáticos sin alteraciones, disminución de la sensibilidad
          superficial y profunda en miembors inferiores con marcha steppage; en
          el fondo de ojo edema de papila bilateral. 
          Una punción de médula ósea mostró aumento de células reticulares
          y linforreticulares con 
          elementos linfoides y monocitoides sin demostrar la presencia de un
          mieloma múltiple, no se encontró evidencia de plasmocitoma
          extramedular. Tenía trazas de cadenas livianas kappa y lambda en
          orina. Una biopsia ganglionar mostró hiper-plasia ganglionar gigante
          (enfermedad de Castleman). En las placas de huesos se evidenciaron
          lesiones osteoes-cleróticas múltiples en calota, pelvis, sacro y
          fémur. Fue tratado con corticoides en dosis altas con mejoría
          subjetiva y recuperación de la deambulación; el edema de papila y la
          secuela de la polineuropatía no se modificaron. 
          Sus dos últimas internaciones en el IIM se caracterizaron por disnea
          en clase funcional IV, 
          ortopnea con episodios de disnea paroxística nocturna y anasarca;
          tenía además progresión de la polineuropatía con ausencia de
          reflejos miotáticos y atrofia muscular que le impedía la
          deambulación. 
          Los pulsos periféricos estaban ausentes en los miembros inferiores,
          el segundo ruido era 
          intenso y tenía un soplo sistólico de intensidad 5/6 que se
          auscultaba en los cuatro focos; el 
          ecocardiograma mostraba hipertrofia biventricular concéntrica con
          adecuada función sistólica, insuficiencia mitral leve y
          esclerocalcificación valvular aórtica con gradiente pico de 60 mmHg. 
          La espirometría era compatible con restricción pulmonar severa. La
          ecografía abdominal 
          informó ascitis, esplenomegalia leve y riñones simétricos de 150
          mm. La placa de tórax 
          mostró derrame pleural bilateral con aumento de la relación
          cardiotorácica y aorta calcificada. 
          Datos de laboratorio en su última internación: 4500 glóbulos
          blancos; glucemia 77 mg/dl; 
          uremia 60 mg/dl; eritrosedimentación 30 mm; natremia 133 mEq/l;
          kalemia 3,9 mEq/l; sodio urinario 4 mEq/l; creatininemia 0,9 mg/dl;
          gases en sangre respirando aire ambiente: pO2 65 mmHg, pCO2 35 mmHg,
          pH 7,51, bicarbonato 28,3 mEq/l, a/A 0.59; proteinuria negativa;
          albuminemia 3,1 ng/dl; hematocrito 28%, T4 libre 0,3 ng/dl, T3 9,5
          ag/dl, T4 1,8 µg/dl; TSH 0,6 U. 
          Durante diez días evoluciona estable, por momentos con bajo ritmo
          diurético; se lo expande apareciendo disnea y rales crepitantes
          bibasales que se resuelven con diuréticos. 
          A dos semanas de su ingreso presenta deterioro del sensorio y
          posiblemente 
          broncoaspiración por lo que ingresa a TI; requiere intubación
          orotraqueal y se pancultiva. 
          Tiene piel y mucosas secas, hipotenso y oligúrico. Se coloca catéter
          de Swan Ganz: TAM 76 mmHg, VM 5,87 litros por minuto, índice
          cardíaco 3,4 L/min. m2, PAP 50/14/26 mm de Hg. PCP 10 mm de Hg PVC 8
          cm de agua, RVS 925 dinas, RVP 218 dinas, Diferencia arteriovenosa de
          oxígeno 4,4, Transporte de oxígeno 640 mm por minuto, Consumo de
          oxígeno 252 mm por minuto, Extracción tisular de oxígeno 39%. 
          Recibe 2 unidades de GR y se lo expande con coloi-des; persiste
          hipotenso y con livideces generalizadas, comienza con soporte
          inotrópico, Ceftriaxona y Ornidazol. 
          La placa de tórax muestra infiltrados bibasales y el aspirado de
          secreciones bronquiales es 
          positivo para Acinetobacter baumannii, se rota el antibiótico a
          imipenem y ornidazol. 
          Luego de retirado el Swan-Ganz presenta varios episodios de asistolia
          que motivan la 
          colocación de un marcapasos transitorio. 
          Se complica con varios episodios de atelectasia en ambos hemitórax
          relacionados a 
          secreciones espesas y mala colocación del tubo orotraqueal. Presenta
          hematuria y melena 
          abundante con tiempo de protrombi-na de 38% y KPTT de 63 segundos.
          Continúa en mal estado general, hipotenso y anúrico sin respuesta al
          tratamiento y fallece a los 28 días de su ingreso al IIM. 
          Discusión radiológica 
          Dra. Marcela Abruzzi: En placas tomadas 10 años antes de su
          fallecimiento se evidencian los focos osteocondensantes. Vemos una
          placa de tórax normal sin lesión pleuroparenquimatosa, con la aorta
          elongada, calcificada y una imagen osteocondensante a nivel del 8º.
          arco costal izquierdo. Tenía además engrosamiento de la cortical en
          fémur 
          derecho, foco osteocondensante en hueso ilíaco y aumento de la
          densidad difusa en calota. 
          En las placas de tórax del año 1995, en su internación del 27 de
          julio, tenía aumento de la 
          densidad bibasal, compatible con derrame pleural, hilios prominentes
          de aspecto vascular, 
          aumento de vascularización hacia los ápices pulmonares e imágenes
          intersticiales bilaterales. 
          En la internación del 29 de septiembre se nota en la placa de tórax,
          además de las 
          características antedichas, un incremento de la relación
          cardiotorácica; se le solicitó un 
          tránsito esofágico que mostró hipotonía generalizada del esófago
          con estenosis persistente a nivel del cardias y reflujo
          gastroesofágico espontáneo. A partir de esto, se solicitó una 
          fibroendoscopía digestiva alta para correlacionar los hallazgos. 
          El 14 de octubre presenta una placa con opacidad total en hemitórax
          izquierdo compatible 
          con una atelectasia masiva y tiene, en lado derecho, derrame pleural e
          infiltrado que 
          impresiona intersticio-alveolar. En la última placa, que es del día
          anterior a su fallecimiento, 
          vemos la resolución de la atelectasia izquierda y tenemos una nueva
          atelectasia del lado 
          derecho. 
          Discusión clínica 
          Dr. Gustavo Carro: Este paciente comienza con su enfermedad
          en el año 1982, cuando tenía 45 años. El paciente presentaba
          polineu-ropatía simétrica, sensitivomotora, a predominio de miembros
          inferiores; tenía reflejos osteoten-dinosos normales en el año 1986,
          pero que se fueron aboliendo hasta tenerlos ausentes en su última
          internación en el Instituto en el año 1995. El líquido
          cefalorraquídeo presentaba hiperpro-teinorraquia con valores de 270
          mg%, recuento celular normal y disociación albuminocitológica.
          También presentó papiledema, hallazgo que se mantuvo a lo largo de
          distintas internaciones y a lo largo de los años. En ningún momento
          se le midió la presión endocraneana. Otro rasgo clínico que tenía
          era organomegalia. Tenía hepato-megalia, en algunos momentos se la
          describió como dolorosa pero nunca pudimos hacer la correlación
          entre la hepatomegalia y la insuficiencia cardíaca derecha, sólo en
          una oportunidad le medimos una presión venosa central de 1 cm de agua
          y el paciente seguía con la hepatomegalia. En una biopsia hepática
          hecha en el Hospital de Clínicas se informó hígado normal. 
          Tenía linfoadenopatías múltiples en el momento del ingreso en el
          año 1986; uno de esos ganglios laterocervicales fue biopsiado y el
          diagnósti-co histológico fue enfermedad de 
          Castleman. También tenía esplenomegalia, en una de las últi-mas
          ecografías que tenemos el bazo medía 168 mm. 
          Presentaba también endocrinopatía, no tuvo diabetes pero sí tenía
          impotencia y distintas 
          alteraciones de laboratorio que mostraban que estaba hipotiroideo;
          tenía también un dosaje de prolactina muy elevado y un dosaje de
          hormona luteinizante bajo. Con respecto al componente M, no lo pudimos
          hallar, lo único que encontramos son trazas de cadenas 
          livianas kappa y lambda en la orina. Sí, vimos que tenía múltiples
          lesiones osteocon- 
          densantes como describió recién la Dra. Abruzzi en calota, fémur y
          pelvis. 
          Tenía anasarca, el paciente presentaba ede-mas periféricos y derrame
          pleural y además, otro tipo de manifestaciones como clubbing. 
          Como vemos, existía una afección multisis-témica que era muy
          difícil de encuadrar en una 
          sola enfermedad. Como diagnósticos diferenciales se pueden plantear,
          por ejemplo, la 
          esclero-dermia ya que el paciente tenía hiperpigmen-tación cutánea,
          con polineuropatía y 
          trastornos en la motilidad esofágica, como se comentó. Pero por
          supuesto, que ese 
          diagnóstico no explicaba el resto de las manifestaciones clínicas. 
          También se puede plantear la presencia de amiloidosis, por la suma de
          polineuropatía y 
          organomegalia, con hepatomegalia y riñones aumentados de tamaño,
          pero no es tan 
          frecuente el comienzo de amiloidosis con polineuropatía; otro
          elemento en contra es que no tenía proteinuria ni tampoco
          insuficiencia renal. 
          El Dr. Castro Ríos y el Dr. Kniznik fueron quienes atendieron a este
          paciente en el año 1986 y ellos hicieron el diagnóstico de síndrome
          de POEMS y lo comunicaron en Medicina (Buenos. Aires)1. 
          Fue descripto por primera vez por Crow en el año 19562, recibió
          numerosos nombres a lo largo de los años para simplificarlo después
          con el acrónimo de POEMS, que no es otra cosa que la letra inicial de
          las principales características clínicas: polineuropatía,
          organomegalia, endocrino-patía, componente M y cambios en la piel. La
          fisiopatología de este síndrome no se conoce muy bien pero se cree
          que hay un factor soluble que provoca daño a nivel de los vasos
          sanguíneos y este daño provoca aumento de la permeabilidad. 
          La polineuropatía se relaciona con edema del endoneuro y es
          importante señalarlo ya que en otras enfermedades que tienen
          componente M, como las gammapatías, la polineuropatia se asocia a
          depósito de anticuerpos sobre los nervios, cosa no descripta en este
          caso. 
          Con respecto al papiledema también se cree que es por edema del
          nervio óptico y no por 
          hipertensión endocraneana, que fue una de las hipótesis
          diagnósticas; si comparamos la 
          frecuencia de papiledema que es del 50 al 84% en algunas series de
          POEMS, con la 
          frecuencia del papiledema en el Guillain Barré que es del 5 al 7%,
          vemos que la 
          hiperproteinorraquia por sí sola no puede explicar el papiledema. 
          Con respecto a la endocrinopatía, se cree que puede existir algún
          anticuerpo contra los 
          órganos endocrinos y eso explicar las anomalías endo-crinas. 
          El tratamiento de este enfermo fue realmente difícil y los médicos
          que lo atendieron lo hicieron bien, ya que superó las expectativas de
          sobrevida de los pacientes con POEMS, que generalmente mueren por
          complicaciones de la polineuropatía. Se efectuó tratamiento 
          sustitutivo de las hormonas faltantes y además se lo trató con
          corticoides intentando disminuir la permeabilidad vascular; cursaba
          con anasarca más hipovolemia efectiva y eso hacía que el paciente se
          tornara oligúrico y que necesitara mayor aporte de líquidos para
          prevenir la insuficiencia renal de origen prerrenal. En este contexto
          se descubre la presencia de estenosis aórtica, y se plantea la
          necesidad o no de operarlo. Es muy difícil saber si la disnea de este
          paciente era debida a la estenosis aórtica o a la restricción
          pulmonar que le ocasionaba ascitis, hepatomegalia; la debilidad
          muscular por desnutrición y el edema pulmonar que no necesariamente
          tenían origen cardiogénico. Por ello lo presentamos en Ateneo y
          decidimos que no tenía una estenosis aórtica crítica, que la disnea
          no tenía nada que ver con insuficiencia cardíaca motivada por la
          estenosis aórtica, y sí con la restricción que comenté
          anteriormente. Tenía un ecocardio-grama con adecuada función
          sistólica y recordemos que la disnea en la evolución de la estenosis
          aórtica es un síntoma tardío; los síntomas precoces son síncope y
          angor, que este paciente nunca presentó. Entonces concluimos que el
          paciente no tenía estenosis aórtica crítica sino moderada a severa
          ya que el gradiente era entre 50 y 60 mmHg. 
          Además Salud Mental fue consultada porque estaba muy irritable y se
          le indicó clonanzepan en dosis muy pequeñas que fueron suficientes
          para ponerlo estuporoso; por esta razón hubo que intubarlo. Luego se
          indicó la colocación de un catéter Swan-Ganz para monitoreo
          hemodiná-mico teniendo en cuenta también que nos iba a aclarar las
          dudas respecto a la estenosis aórtica; la primera medición fue
          normal, mostró que la estenosis aórtica no era crítica desde el
          punto de vista hemodinámico ya que el volumen minuto fue normal; lo
          único que encontramos fue hiperten-sión pulmonar que no supimos
          interpretar al principio. 
          En la UTI con ARM y múltiples catéteres se infecta y aparecen en los
          cultivos un Acinetobacter y un Staphilococcus; también se torna
          bradi-cárdico con episodios de asistolia que motivaron la colocación
          de un marcapasos transitorio. Los valores hemodinámicos mostraron
          hiperdinamia a lo largo de la etapa tardía de la evolución, pero el
          paciente no tuvo hipotensión sostenida, ni acidosis metabólica, ni
          hemodinámicamente se comportó como séptico. De todas maneras, ya
          sobre la etapa final, desarrolla una coagulopatía por consumo, con
          disminución de todos los factores de coagulación, con aumento de los
          PDF y comienza a tener manifestaciones hemorrágicas: melena,
          gingivorragia y hemoptisis; toda esta cascada de situaciones lo llevó
          al deceso. 
          Resumiendo, me parece que el paciente tiene un síndrome de POEMS, que
          puede estar 
          asociado a la enfermedad de Castleman, aunque no sé si lo
          encontraremos en la autopsia 
          debido a que a lo largo de su evolución recibió altas dosis de
          esteroides. El síndrome de 
          POEMS también se asocia muy frecuentemente a mieloma múltiple, que
          no se pudo 
          demostrar en este caso; otra posibilidad es la asociación con mieloma
          osteoes-clerótico. El paciente recibió, ante esta posibilidad,
          radioterapia en el año 1989 porque está descripto que el tratamiento
          de las lesiones osteocondensantes mejoran la sobrevida. Recordemos, en
          un paciente con valvulopatía y múltiples catéteres, que además
          podía estar séptico, la posibilidad de endocarditis, pero de ninguna
          manera se dio un cuadro clínico compatible. 
          Dr. Andrés Nicastro: El paciente reúne los criterios para el
          síndrome de POEMS; resulta claro que esto no es un mieloma múltiple
          de forma osteoesclerótica, simplemente por su 
          prolongada evolución. No tuvo otras manifestaciones de mieloma como
          anemia, leucopenia o trombocitopenia. Los mielomas osteoescleróticos,
          habitualmente Ig-lambda, tienen una sobrevida similar al resto de los
          mielomas; más o menos 28 meses desde la iniciación de los síntomas
          y más o menos 20 meses después de establecido el diagnóstico. Este
          evidentemente no es el comportamiento del paciente, quién con
          solamente tratamiento corti-coideo, tuvo una sobrevida de más de diez
          años. No es fácil hacer el diagnóstico de mieloma osteoesclerótico
          como parte del síndrome POEMS, dado que este tipo de mieloma tiene
          algunas características muy particulares: la para-proteína es
          habitualmente escasa, la eritrose-dimentación no es alta y la
          distribución de células plasmáticas no es difusa, compacta, sino en
          parches, como islotes dentro del hueso osteoes-clerótico. 
          En algunas series no se usa el término mieloma osteoesclerótico en
          relación al síndrome de 
          POEMS, sino que hablan de neoplasia de células plasmáticas con
          polineuropatía o neoplasia de células plasmáticas de forma
          osteoesclerótica con polineuropatía. Los niveles de paraproteína
          del POEMS son tan bajos que muchas veces el pico monoclonal no se ve,
          y en un 25% el proteinograma es absolutamente normal. Este enfermo
          tenía, aparentemente, eliminación por orina de cadenas livianas
          lambda y kappa. Se esperaría que estos pacientes tuvieran una sola
          cadena liviana para hablar de monoclonalidad y enfermedad monoclonal
          neoplásica del sistema B. Además, no tenía pico monoclonal sérico.
          Pero, como dije, los mielomas osteoescleróticos o el resto de los
          pacientes con POEMS sin mieloma, pueden cursar con niveles de
          paraproteína que a veces no son dosables. Es interesante la
          asociación con la enfermedad de Castleman que se ve con frecuencia.
          ¿Qué vinculación tiene una enfermedad con la otra? Es difícil de
          precisar, pero hay un elemento común: en el mieloma, el POEMS y el
          Castleman se observan niveles altos de interleukina-6, que tal vez
          juegue un papel fisiopatogénico esencial en las manifestaciones
          clínicas y en la lesión ósea. Los niveles de interleukina-6 en el
          Castleman están elevados, siendo la enfermedad con mayor nivel de
          in-terleukina-6 que jugaría un rol en las manifestaciones
          multifocales. El centro germinal del folículo sería el lugar de
          producción de interleukina-6. En el POEMS también se han encontrado
          niveles elevados de esta interleukina, aunque se ha referido aumento
          de actividad con niveles normales de la citoquina. Estos hallazgos
          resultarían un nexo fisiopatológico entre una enfermedad y la otra.
          Muchos autores piensan que la interleukina formada en el centro del
          folículo del Castleman provocaría la infiltración plasmocitaria
          interfolicular y la proliferación de células plasmáticas del POEMS
          y que las dos entidades podrían estar interrelacionadas. 
          Sin duda, el otro punto a discutir es la relación entre
          interleukina-6 y lesiones óseas. La 
          interleukina-6 juntamente con la interleukina 1 y el TNF parecerían
          ser los causantes de las 
          lesiones óseas en las neoplasias de células plas-máticas. El factor
          estimulante de 
          osteoclastos, vinculado clásicamente a la lesión osteolítica, no
          sería un solo factor sino que 
          representaría el efecto de la acción sinérgica de por lo menos
          estas tres citoquinas. Ahora, 
          ¿por qué algunos pacientes presentan lesiones líticas y otros hacen
          esta forma 
          osteoesclerótica? Dos hechos pueden mencionarse: 1) la mayoría de
          estas formas 
          osteoescleróticas son de cadena liviana lambda y no de otro tipo de
          cadena liviana. Y 
          aparentemente habría un isotipo especial de cadena liviana con una
          secuencia muy particular en la región constante de la cadena lambda,
          llamada OZ-Mcg-lambda isotype vinculado a este tipo de lesiones. 2) La
          otra diferencia es el nivel sérico de osteocalcina, proteína
          dependiente de vitamina K, como los factores de coagulación; la
          gammacarboxilación sería esencial para su actividad. Se ha visto que
          los pacientes que tienen formas osteo-escleróticas son aquellos con
          niveles altos de esta proteína existiendo diferencia
          estadísticamente significativa en los niveles de formas osteolíticas
          y osteoescleróticas. Así, el tipo de lesión no sería dependiente
          de interleu-kina-6 sino del tipo de cadena liviana de la paraproteína
          y del nivel sérico de proteína gammacarboxilada que presentan estos
          pacientes. 
          Otro punto es si este paciente tendría amiloide o no; tuvimos
          oportunidad de ver con la Dra. Molina la asociación de Castleman y
          amiloidosis, un caso demostrado anatomopatológicamente. Un enfermo a
          esta edad y con 10 años de evolución de su 
          enfermedad puede tener una amiloidosis. En realidad, este enfermo
          puede tener los dos tipos de amiloidosis, secundaria al aumento de
          proteína AA, como reactante de fase aguda en respuesta a
          interleukina-6, o bien, a la paraproteína. No parece una forma
          secundaria típica, que, como ya dijo el Dr. Carro afecta el riñón y
          tiene proteinuria. No se descarta la posibilidad de encontrar
          amiloidosis cardíaca, incluso que la amiloidosis pudiera justificar
          la hepatoesple- nomegalia, pero me parece raro una forma secundaria
          por no tener proteinuria. El cuadro final del paciente parece un
          cuadro de sepsis asociado a coagulopatía por consumo. Tiene descenso
          de todos los factores, descenso del factor V y VIII, trombocitopenia y
          productos de degradación del fibrinógeno positivos, o sea, que
          probablemente tenga un consumo. Que vayamos a encontrar trombosis de
          la microcirculación es posible pero no en todos los pacientes con
          coagulopatía por consumo podemos demostrar trombosis en pequeños
          vasos. 
          Y tiene otro hallazgo interesante que es la degeneración gelatinosa
          de la médula ósea, que 
          es el depósito de mucopolisacáridos en reemplazo de la grasa
          medular. Esto se ve en 
          pacientes severamente desnutridos. 
          Dr. Jorge Manni: Esta paciente tiene un estudio histológico de
          ganglio compatible con 
          enfermedad de Castleman y un cuadro con algunas de las
          características clínicas del 
          POEMS. El estudio inmunológico de la orina reveló la presencia de
          moléculas totales de IgG e IgA como así también cadenas livianas
          kappa y lambda. No se encontró componente monoclonal, lo observado es
          compatible con daño glomerular y proteinuria no selectiva. El
          conjunto de alteraciones sugiere un exceso de producción de
          interleukina-6. 
          Este mediador soluble está producido por diferentes células y tiene
          también variados blancos con receptor o receptores a través de los
          cuales ejerce múltiples acciones1. Está involucrado en la
          producción de proteínas reactivas de fase aguda por los hepatocitos,
          estimula la diferenciación de linfocitos B y la proliferación de
          células plas-máticas y mielomatosas, potencia la producción de
          otras interleukinas (IL-2), induce la producción de plaquetas y de
          células mesangiales. En patología se ha asociado a la IL-6 al mixoma
          cardíaco, a la presencia de una hiperplasia ganglionar benigna
          (enfermedad de Castleman), depósitos de sustancia amiloide y
          glomeru-lonefritis mesangial. Se han comunicado remisiones clínicas
          luego de efectuarse la resección de ganglios linfáticos
          hiperplásicos en algunos casos. 
          Dr. Aquiles J. Roncoroni: ¿Está descripto algún antagonista
          de la interleukina-6? 
          Dr. Jorge Manni: Estoy pensando en un anti-receptor como tiene
          la interleukina-1 pero no me acuerdo si hay un anti-receptor en
          interleukina-6. 
          Dr. Andrés Nicastro: Hay anticuerpos mono-clonales contra
          IL-6, se usan en el mieloma y con respuesta importante; este
          tratamiento tiene la limitante de la profunda trombocitopenia que
          produce, ya que la IL-6 es un estimulante de los megacariocitos. 
          Dr. Julian Bastaroli: Este paciente tiene por lo menos una
          asociación que es la unión de 
          síndrome de POEMS con la hiperplasia linfática gan-glionar gigante.
          De esto, extracardíaco, nos importa, como cardiólogos, el
          hipotiroidismo que forma parte del síndrome de POEMS por las cosas
          que el hipotiroidismo puede dar desde el punto de vista cardiológico.
          Algunas de las manifestaciones cardíacas aparecen dependiendo de la
          intensidad del hipotiroidismo. Un ejemplo es la hipotensión arterial
          que es frecuente en el hipotiroidismo severo mientras que en el
          hipoti-roidismo leve no sólo no hay hipotensión sino mayor
          incidencia de hipertensión arterial que en un grupo de controles.
          Este paciente parecía tener un hipotiroidismo leve. Pueden presentar,
          por el hipotiroidismo, derrame pericárdico. Después está lo
          cardiológico propiamente dicho que es la estenosis aórtica. Yo creo
          recordar que los primeros días se pensó que tenía una estenosis
          aórtica severa y hasta se habló de la posibilidad quirúrgica de una
          valvuloplastia. Cuando yo lo ví, tenía disnea clase funcional 4, y
          una insuficiencia cardíaca global, izquierda y derecha. Ahora, si
          estas manifestaciones fueron simuladas o prestadas por el síndrome de
          POEMS es posible, pero a mí personalmente me pareció que el paciente
          tuvo insuficiencia cardíaca izquierda y derecha. El examen físico
          mostró además un 2º. ruido aórtico aumentado y un tercer ruido
          intermitente. Este último en el contexto de una estenosis aórtica es
          de significado ominoso, y en cuanto al R2 aumentado, no es propio de
          la estenosis aórtica a no ser que la estenosis aórtica sea
          supravalvular, que no es el caso, o subvalvular, cosa que todavía no
          sabemos bien. A mí me llamó la atención porque la estenosis
          aórtica que lleva a ese grado tan marcado de insuficiencia izquierda
          y derecha no es habitual; el paciente mucho antes suele sufrir
          síncope o manifestaciones más graves, incluso muerte súbita. El
          eco-cardiograma es contradictorio también, aparte de mostrar una
          esclerocalcificación de la válvula aórtica y del anillo mitral con
          insuficiencia mitral 
          leve, evidencia hipertrofia biventricular concéntrica con un
          gradiente valvular aórtico de 60 
          mmHg. Un gradiente mayor de 50 mmHg con un área de menos de 0.4/m2,
          es una estenosis aórtica crítica. Acá el dato del área falta y uno
          desea tener el área porque el dato del gradiente puede ser equívoco,
          pues si el volumen minuto está bajo, habrá gradientes bajos que no
          son genuinos y si es alto, habrá gradientes altos que tampoco son
          genuinos. En cuanto al volumen minuto cabe destacar que hubo uno de
          9,87 litros, de manera que eso aunque pudiera ser explicado por un
          síndrome hiperdinámico por causa séptica, no se podía dar en el
          contexto de una estenosis aórtica que fuera severa y necesitara una
          intervención quirúrgica. Y otro dato a tener en cuenta es que la
          insuficiencia mitral aparece más ostensible si hay estenosis aórtica
          por el hecho del aumento de la presión en el ventrículo izquierdo. 
          Dr. Aquiles J. Roncoroni: ¿A qué atribuye la disnea de reposo
          y la ortopnea? 
          Dr. Julian Bastaroli: Yo pienso que este paciente tuvo
          insuficiencia cardíaca izquierda y 
          derecha. 
          Dr. Aquiles J. Roncoroni: Con presión capilar pulmonar baja,
          no es claro. 
          Dr. Julian Bastaroli: Nos sucede frecuentemente, encontrar
          presión capilar normal y entonces generalmente decimos que los
          pacientes estaban muy deplecionados de líquido y de sales. Yo pienso
          que tuvo algo de insuficiencia cardíaca bilateral y algo prestado por
          el síndrome de POEMS. 
          Este paciente tiene una estenosis aórtica que es menos importante de
          lo que pareció ser en 
          un principio, cuya etiología puede ser degenerativa. Esta se
          calcifica mucho más que la que 
          es de origen reumático e incluso que la que es de origen congénito. 
          Dr. Eduardo Berizzo: En la última internación tiene depresión del
          sensorio secundaria a 
          fármacos. Durante la intubación, se presume o se sospecha que puede
          llegar a aspirarse y 
          luego tiene todas las complicaciones de la asistencia respiratoria
          mecánica con una 
          bronconeumonía terminal. Hay dos gérmenes hallados: Acinecto-bacter
          baumanii y un 
          Staphilococcus MR. Las otras cosas para comentar son las atelectasias;
          primero, de un lado y luego del otro que seguramente se deben a que el
          tubo progresó primariamente en el bronquio fuente del lado derecho
          generando la atelectasia izquierda. Cuando se retiró, quizás por
          alguna maniobra, progresó hacia el otro lado y produjo la atelectasia
          del pulmón derecho. 
          La atelectasia puede justificar la gasometría que tenía, por lo
          cual, con presión capilar normal, hablar de insuficiencia cardíaca
          es difícil. 
          Dr. Daniel Rimoldi: Descarto la posibilidad de que el paciente
          tenga complicaciones 
          cardiovas-culares debidas al hipotiroidismo porque estaba cubierto
          adecuadamente con 
          hormona tiroidea. Lo más interesante, y una de las cosas que se
          remarcó, era la impotencia. 
          Este fenómeno tiene múltiples explicaciones, quizás desde la
          polineuropatía pero también 
          desde el punto de vista hormonal. En estadísticas de POEMS, la causa
          más frecuente de 
          compromiso endocrino es el hipogonadismo y el hipogonadismo de
          características primarias más que el secundario, que es por defecto
          hipofisario. Hay un reporte interesante sobre el síndrome de POEMS en
          un paciente de 27 años de edad, en el cual se logró corroborar la
          existencia de anticuerpos anti-testiculares originados por un
          desacople del sistema inmu- nológico o inmunoglobulinas anómalas
          dirigidas contra las células de Leydig, que son las células
          esteroideogénicas del testículo, a la vez productoras de
          testosterona. No sé si podremos obtener material anatomopatológico
          del testículo pero es posible que el paciente tuviera compromiso
          testicular primario. También debe haber compromiso en tiroides y
          puede ser con depósito amiloideo o por infiltración linfocitaria
          crónica. 
          Dra. Liliana Contreras: Se trata de un enfermo con deficiencia
          endocrina múltiple de las que se describen como de causa no
          autoinmune. Revisando la historia clínica, los datos del 
          examen físico son bastante pobres; se describe disminución del vello
          axilar, pero no hay 
          referencia al tamaño testicular ni a su consistencia; no encontré
          tampoco la descripción de las mamas ni de la glándula tiroides. Los
          datos de laboratorio sí confirman que el paciente tenía
          insuficiencia tiroidea primaria con valores de gonadotrofinas bajos
          con testosterona 
          disminuida y también hiperprolactinemia, que se describe asociada a
          un estado de 
          hiperestrogenismo. La insuficiencia adrenal en los pacientes con POEMS
          es rara. 
          Recibió terapia con hormona tiroidea en forma adecuada, pero me
          llamó la atención que 
          nunca fuera tratado su hipogonadismo con andrógenos; esto de alguna
          manera hubiera 
          mejorado su calidad de vida. En la literatura se describe la
          asociación de insuficiencias en- 
          docrinas primarias y secundarias como en este paciente donde se
          asocian hipotiroidismo primario más hipogonadismo hipogonadotró-
          fico.1 
          En otra publicación se describen dos series de pacientes con POEMS y
          mieloma múltiple en los que ven que los niveles de linfoquinas
          proin-flamatorias como son la IL-1, IL-6 y el 
          interferón están significativamente elevadas en tanto que las
          citoquinas antiinflamatorias 
          están reducidas, lo que avala que la etiopatogenia del síndrome
          estaría mediado por las 
          citoquinas nombradas. 
          Dr. Gustavo Carro: Insuficiencia cardíaca derecha no presentó
          en ningún momento; la 
          hepatomegalia y los edemas no se pueden atribuir a insuficiencia
          cardíaca derecha debido a la evolución de 10 años y a que en varias
          oportunidades la presión venosa central fue baja. 
          Con respecto a la insuficiencia cardíaca izquierda, mi impresión es
          que no la tuvo y las 
          mediciones hemodinámicas lo avalan. 
          Nosotros nos animamos a vincular la bradi-cardia del paciente con el
          hipotiroidismo y fue por eso que le pedimos el dosaje hormonal, porque
          estaba muy hipotérmico; a esto sumamos que inicialmente tenía un a/A
          persistentemente elevado, cercano a uno y una explicación que no la
          encontramos descripta en ningún lugar y que no sabemos si es cierta,
          es que el metabolismo pudiera estar bastante bajo y esto generar una
          disminución del cociente respiratorio que motivara que el a/A nos
          diera por demás elevado. 
          Dr. Aquiles J. Roncoroni: Hemos comentado algunas veces que no
          hay posibilidad de que el a/A sea 1 en la fisiología ni en la
          fisiopatología; sí, existe la posibilidad de que uno lo calcule mal
          o que el cociente respiratorio habitual de 0.8 no sea real sino más
          bajo. 
          Creo que el a/A es un valor estable regido por el metabolismo. No
          tengo datos que afirmen que el cociente respiratorio está bajo en el
          hipotiroi-dismo pero varía de acuerdo a la actividad metabólica. 
          Dr. Gustavo Defeo: El diagnóstico de insuficiencia cardíaca
          lo hice yo al inicio de su 
          internación y estuvo sustentado en algunos elementos: 1) tenía
          disnea paroxística nocturna 
          que en un enfermo postrado permanentemente en cama no sabría qué
          otro valor darle; 2) 
          tenía derrame pleural bilateral que fue evaluado como trasudado con
          líneas de Kerley en la 
          Rx de tórax y estos elementos tienen valor para el diagnóstico de
          sobrecarga de agua 
          pulmonar. Pueden ser relativos en una enfermedad como el mixedema que
          se caracteriza por la acumulación de líquido en terceros espacios,
          pero inevitablemente el tercer ruido estaba. 
          En ese momento tenía un a/A de 0.65 y con el correr de la
          internación y el uso de diuréticos, el paciente perdió alrededor de
          17 kg y el a/A se elevó a valores próximos a 0.90. 
          Verdaderamente, evaluar si tenía insuficiencia cardíaca con un
          estado clínico tan deteriorado y asociarlo con la estenosis aórtica
          es muy difícil pero creo que la presencia de tercer ruido tiene un
          gran valor predictivo. Así que fui uno de los propulsores de estudiar
          el grado de compromiso hemodinámico que la estenosis aórtica le
          generaba, pues me parecía lo único potencialmente reversible. En
          cuanto a la T4 baja, estamos habituados a ver en el contexto de la
          terapia intensiva un síndrome de T4 baja asociado a la condición
          clínica grave del enfermo. 
          Dr. Aquiles J. Roncoroni: Creo que la estenosis aórtica no
          provocó insuficiencia cardíaca; se observará la hipertrofia
          concéntrica del ventrículo izquierdo relacionada a la estenosis pero
          ningún signo de insuficiencia cardíaca. Pienso que los edemas tienen
          que ser atribuidos a algún trastorno de permeabilidad que explique la
          ascitis y quizás también aumento del líquido extravascular del
          pulmón. Creo que el enfermo murió por una bronconeumonía adquirida
          durante su estada en la UTI y que probablemente se encuentren,
          además, signos de sepsis. 
          Discusión anatomopatológica 
          Dra. Clarisa L. Alvarez: Mostraremos los hallazgos de este
          complejo caso. El paciente tenía el diagnóstico de enfermedad de
          Castleman hecho diez años antes de la muerte en un ganglio cervical,
          el mismo fue revisado y corroboramos el diagnóstico. Tuvo también
          una biopsia ósea donde se comprobó el engrosamiento de las
          trabéculas óseas con médula activa, es decir que se confirmaron las
          lesiones osteocondensantes que tenía el paciente. Tenía también una
          biopsia de piel con esclerosis hialina de la dermis. Hasta aquí los
          hallazgos en vida. En el momento de la autopsia la morfología de los
          ganglios cambió. Se encontraron múltiples adenomegalias entre 1 y 2
          cm de lado, distribuidas en todo el organismo pero histológicamente
          mostraban sólo hiperplasia difusa inespecifica, probablemente la
          enfermedad de Castleman respondió al tratamiento con corti-coides. La
          piel, en la autopsia, también mostraba cambios de tipo
          esclerodermiformes. Con respecto al diagnóstico de la endocrinopatía
          se halló atrofia tiroidea, la misma pesaba 9 g, estaba muy disminuida
          de tamaño y con fibrosis. Se halló también atrofia testicular con
          hialinización completa de los túbulos seminíferos. Con respecto a
          la organomegalia: el hígado pesaba 2 kg y no presentaba lesiones y el
          bazo pesaba 540 g con hiperplasia de los centros germinativos. El
          corazón pesaba 340 g y presentaba calcificación del anillo y del
          borde libre de la válvula mitral, la válvula aórtica también
          tenía calcificación. Está descripto en el Poems la rápida
          calcificación vascular y de hecho este paciente presentaba
          calcificación precoz en varias arterias, en los diferentes tacos. El
          corazón mostraba una hipertrofia del venrículo izquierdo, que medía
          14 mm, con escasa dilatación y la válvula aórtica, si bien tenía
          calcificación, no presentaba estenosis, media 7,5 cm de
          circunferencia. 
          Como hallazgo se encontró una fibrosis retro-peritoneal (Fig. 1);
          todos los órganos retro- 
          peritoneales estaban englobados en una masa fibrosa que impedía la
          disección, los uréteres estaban rechazados hacia la parte media que
          es un signo radiológico de fibrosis 
          retroperitoneal. Histológicamente esta fibrosis presentaba el
          depósito fibrilar de colágeno con escasa actividad inflamatoria. 
          En el tejido adiposo perirrenal y en las adrenales se encontró
          extensas áreas de hemorragias, además de la fibrosis, que dificultó
          el hallazgo de las adrenales que estaban inmersas en esa hemorragia,
          no era un angioma como están descriptos en el Poems pero sí una
          hemorragia masiva. 
          Los riñores tenían una glomerulonefritis mem-branoproliferativa
          donde no se encontraron 
          depósitos inmunes (Figs. 2 y 3); está descripta en el Poems la
          asociación con compromiso 
          renal y con esta forma de glomerulonefritis que muchos autores la
          denominan 
          glomerulonefritis «mesan-giolítica»1. Con respecto al cuadro final
          se encontró una traqueítis necrotizante aguda, ulcerada, y lesiones
          de bronconeumonía en ambos lóbulos superiores y adherencias basales
          en ambas cavidades pleurales. En el estudio de la médula ósea se
          descarta la presencia de un mieloma que es una asociación frecuente;
          en este caso no se encontró el componente M de las letras que forman
          el nombre del síndrome. 
          Con respecto a la polineuropatía, era llamativo el agrandamiento de
          los nervios vegetativos 
          viscerales, muy evidente en el esófago. No se obtuvieron muestras de
          nervios periféricos. 
          Diagnóstico anatómico (A 3069) 
          Antecedente de Síndrome de Poems diagnosticado 10 años antes de
          la muerte. 
          1. Hepatomegalia (2000 g). Esplenomegalia (450 g). Atrofia tiroidea (9
          g). Atrofia testicular. 
          Adenomegalias con hiperplasia reaccional ines-pecífica (ganglios
          linfáticos). Glomerulonefritis 
          membranoproliferativa -"mesangiolítica"- con riñones
          grandes (240 g). 
          Hemorragias masivas en ambas adrena- les. 
          Calcificación de anillos mitral y aórtico. Calcificaciones
          vasculares. 
          Hipertrofia ventricular izquierda (14 mm). Miocardiofibrosis leve. 
          Fibrosis retroperitoneal con escasa actividad inflamatoria. 
          Traqueítis necrotizante aguda. Bronconeu-monía aguda en lóbulos
          superiores. 
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          Fig. 1.- Tejidos retroperitoneales. Ao: Aorta; Pa: Páncreas; Duo:
          Duodeno; Yey: Yeyuno; 
          Mes: Mesenterio. 
          Fig. 2.- Glomerulonefritis membranoproliferativa. Metenamina-Plata. 
          Fig. 3.- Detalle de capilar glomerular periférico. La flecha
          indica disrupción de membrana 
          basal. Mete-namina-Plata. 
           
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